¿Cómo podemos saber si nuestro gato es feliz y nos quiere? A través de estas señales:
Da igual que estés intentando dormir o viendo la serie que te gusta en el sofá. Tu gato se tumba encima de tu pecho o sobre tu estómago. Eso demuestra que le encanta estar junto a ti.
Cuando lo cogemos y le acariciamos ronronea de placer, se siente a gusto y disfruta con nuestro contacto.
Ya sea la cabeza o su cuerpo. Los dueños de gatos felices y amados asisten a estas singulares caricias que le prodigan estos felinos cuando vienen del trabajo o están cocinando, por ejemplo.
Sí, los gatos también pueden ponerte ojitos, y eso quiere decir que vigila lo que haces porque le interesas. Es fácil identificarlo: te mira fijamente durante un rato, prestando atención a todo lo que haces.
Ya sea cuando te usa como colchón o cuando está junto a ti, reclama mimos. Para ello, suele ponerse boca arriba e incluso maullar para que le hagas caso.
Los gatos pueden regalarles a sus dueños animales muertos que hayan cazado, como insectos, un ratoncillo si vives en el campo... A nosotros puede darnos un poco de asco su botín, pero para él supone toda una hazaña y se la regala a quien más quiere: su dueño.
A veces reclama tu atención maullando. Puede que no quiera mimos, pero sí que le presten atención. Es su manera de comunicarse contigo.
Sobre todo, sin son muy pequeñitos, reclamarán tu atención para jugar contigo. Y para ello, puede que te muerda con suavidad e incluso te arañe. No te enfades, para ellos es algo habitual y forma parte del propio juego.
Además de con sus maullidos, puede reclamar tu atención acariciándote con su patita. Es su manera de decirte cuánto te quiere.
Si a la hora de dormir se acurruca a tu lado es señal inequívoca de que confía plenamente en ti, hasta el punto de descansar junto a ti en busca de seguridad y calor. ¿Qué mejor muestra de que te aman con locura?