Elegir la mejor alimentación para ellos no es fácil. La falta de conocimiento y las elaboradas campañas de marketing de las grandes empresas hacen que la mayor parte de los dueños no vean las diferencias entre los distintos tipos de alimentos que pueden ofrecer a su perro o gato.
Existen 4 criterios fundamentales para valorar las distintas opciones que tenemos a nuestro alcance:
La industria de fabricación de alimentos para perros y gatos nace de la necesidad de las personas de deshacernos del residuo que genera el elaborar nuestra comida. El gran problema de estos alimentos es que se basan en una completamente diferente de la de los alimentos para consumo humano. Los ingredientes de consumo animal incluyen todas las partes que sobran de las fábricas de alimentos para humanos como huesos, tripas, pelo, plumas, peladuras o pulpas de frutas y verduras, etc. Todo esto se “recicla” utilizándose como ingredientes de los piensos para mascotas. Por eso, cuando en los envases y en la información promocional leemos reclamos como “ingredientes de la máxima calidad” o incluso la palabra “carne”, no significa que se trate realmente de carne ni de ingredientes seleccionados exclusivamente para ese alimento.
Por todo esto, debemos asegurarnos de que la marca que escojamos esté envasada en una planta de alimentación humana, lo que garantiza que cumple unos requisitos sanitarios más estrictos y que el 100 % de los ingredientes son aptos para el consumo humano.
El calor mata parte del valor nutricional de los alimentos. Los procesos que se utilizan para elaborar los piensos a menudo utilizan altas temperaturas, lo que hace que las vitaminas y el valor de las proteínas se pierdan. Es por eso que, otro de los puntos a valorar para escoger el mejor alimento, es que se haya fabricado manteniendo una temperatura lo más baja posible. Es el caso de los alimentos deshidratados a baja temperatura, que además, recuperan su aspecto y propiedades originales al añadirles agua, reuniendo así otra de las características fundamentales a la hora de elegir el mejor alimento para nuestros perros y gatos: La humedad.
El organismo de los perros y gatos está diseñado para comer alimentos con una humedad de aproximadamente un 70%, que es la humedad natural de alimentos frescos. El pienso tiene una humedad aproximada de un 8%, lo que hace que tengan la necesidad de beber agua constantemente. Esto supone un problema especialmente para los gatos, que no tienen el instinto suficiente como para compensar esta falta de hidratación. Alimentarse continuamente y durante un largo periodo de tiempo con alimentos secos hace que los animales se mantengan en un estado de leve deshidratación crónica, lo que provoca estrés en su organismo, especialmente en el sistema renal. Por eso es importante proporcionar a nuestros perros y gatos dietas que contengan humedad en el momento de servir, lo que hace que obtengan todo el agua que necesitan a través de la alimentación. Así, tan solo dos días después de haber comenzado a alimentarse con comida húmeda, comprobaréis cómo ya no tienen la necesidad de beber apenas agua y la orina es más suave.
El alimento perfecto no existe, cada alimento posee unas cualidades nutricionales únicas. Por ejemplo, el pescado tiene propiedades que la carne no tiene y viceversa. Nosotros mismos nunca comemos alimentos totalmente completos, pero suplimos nuestras carencias porque vamos rotando las comidas. Cada mes ingerimos (o deberíamos hacerlo) pasta, arroz, legumbres, carne, pescado, frutas y verduras, por lo que vamos aprovechando las cualidades nutricionales de cada alimento. Los perros y gatos funcionan exactamente igual: una dieta variada que incluya alimentos frescos en su comida diaria es la mejor opción para su salud y su bienestar.