Lo mejor es sacarle a la calle desde el primer día. Pero, ¿cuándo?, ¿cuántas veces?. Hay ciertos momentos en los que tienes que sacarle siempre, como los siguientes:
Por supuesto, hay que premiarle cuando acierte e ignorar cuando se equivoque. Mientras esté en casa intentaremos tenerlo controlado y fijaremos horarios de comida para ser capaces de prevenir posibles errores o accidentes. Los accidentes pueden ayudar a crear malos hábitos que, más tarde, hay que corregir. Corregir no es más que intentar poner un parche, siempre será más eficaz y más fácil enseñar al cachorro que corregir un mal hábito.
Disponer de suficiente tiempo para sacar al cachorro es lo ideal, pero entendemos que esto no es siempre posible. Todavía no existen las bajas por adquisición o adopción de cachorros. Por lo tanto, cuando tengamos que dejarle solo, dejaremos al perrito en un área reducida (baño o cocina) para prevenir errores. También podemos acondicionar una zona con un parque para perros. Dejaremos su cama alejada de la zona de eliminación porque al perrito no le gustará hacer "sus cosas" cerca de su sitio de descanso. Es importante acondicionar ese lugar para que se encuentre a gusto cuando se quede solo, tendrá agua a su libre disposición y juguetes para mordisquear (kongs, etc.).
La zona de eliminación la podemos hacer con papeles de periódico, bandejas con empapadores, que se suelen encontrar en tiendas específicas, precisamente para estos menesteres. Pero la idea que más nos gusta es la que propone el Dr. Ian Dunbar en sus libros, se trata de construir su zona de eliminación con una caja con césped, losas de pavimento de cemento (como las de las aceras), estos son elementos fácilmente reconocibles por el perrito cuando baja a la calle. Nosotros decimos que si no podemos bajar al cachorro a la calle todo lo a menudo que se debe, subámosle la calle a casa.
Algunos consejos a tener en cuenta:
No olvides que lo más importante es no castigar al cachorro cuando cometa un error o se produzca un accidente y que debes premiar cada uno de sus aciertos.
Artículo escrito por Mónica Saavedra Pazos, Educadora Canina y Terapeuta del Comportamiento de la Escuela de Cachorros y Perros UCM.