Así reaccionan animales puestos en libertad tras una vida en cautiverio

Desde que el ser humano decidió hacerse amo y señor del planeta, empezó a mirar por sí mismo. Y su ombliguismo se ha llevado por delante todo lo demás: fauna y flora se han visto sometidas, y ahora algunas plantas se ven obligadas a abrirse paso entre cemento, mientras que especies enteras de animales han sido erradicadas de la faz de la Tierra. ¿Y las que quedan? Capturadas, maltratadas, menospreciadas.

Cuántos animales sufren una vida atroz en un circo o en un zoo que sólo les permite estirar las piernas cuando sus instalaciones abren al público. Cuántas ratas, cobayas o monos son usados para la experimentación de productos químicos. Por no hablar de los sacrificados para forrar un abrigo o decorar un salón.

Pero aún hay esperanza para nosotros: todavía quedan personas buenas que intentan devolver a la naturaleza lo que le hemos arrebatado. Voluntarios, asociaciones, rescatistas... seres humanos que rescatan animales de una penosa vida y, o bien se hacen cargo de ellos durante el resto de su vida, o bien los liberan en un hábitat acorde a sus necesidades.

De este segundo caso va el emocionantísimo vídeo que tenéis a continuación: de justicia. De seres vivos recuperando su identidad. De sensaciones que jamás habrían imaginado, tras una serie de penurias que jamás merecieron. Las expresiones faciales de los simios viendo por primera vez un campo, la alegría de los Beagles correteando por un césped, el enérgico salto del tigre saliendo de la jaula... es por cosas como las que se recogen aquí por lo que debemos seguir luchando, seguir demandando justicia para castigar debidamente el maltrato que, desde siempre, ha ejercido el hombre sobre el animal. Un minuto y medio de sentimientos a flor de piel. ¡No os lo perdáis!