El primer gato bengalí nació del cruce entre un gato leopardo asiático (salvaje) y uno doméstico. A comienzos de la década de los años 60 comenzó la cría de los primeros ejemplares. Años después, se cruzó con otras especies, como el gato Siamés o el Abisinio. Hoy el gato bengalí, después de varias décadas de evolución, es ya una raza más entre los felinos domésticos y además, una de las más sociables, tanto es así, que es llamado el "el gato perro".
Se caracteriza por el contraste creado entre su aspecto, que evoca lo salvaje y exótico, contra un carácter muy afectuoso y cariñoso participando con sus convivientes en todas sus actividades diarias. La raza va ganando día a día admiradores y afortunadamente, también existen que se toman muy serio su trabajo y cuidado, tanto en el ámbito de la salud, como en la belleza del gato.
Volviendo a sus genes, es precisamente este gen salvaje el que determina aspectos tan claves en esta raza. La inteligencia y la capacidad de resolver problemas en el gato bengalí es extraordinaria debido principalmente a sus antepasados cazadores. Además, tiene varias particularidades como que adora el agua, lo cual es una sorpresa para muchos cuando lo ven zambullirse en una piscina o introducirse en la ducha con sus dueños. También es cada vez más común encontrar a personas paseando con ejemplares de esta raza en el exterior y participando de la vida ordinaria en parques, fines de semana, etc... con sus dueños. Esto es divido al extraordinario carácter extrovertido y aventurero del gato de bengala.
Además de su aspecto, con esas rosetas que nos recuerdan a un leopardo en miniatura, destaca su movimiento grácil y la musculatura de sus patas, sobre todo de las traseras, que son las que lo ayudan a tomar impulso para saltar y cazar, otra de sus aficiones favoritas. Tiene los ojos más grandes y ovalados que los gatos domésticos y el pelaje muy corto y suave. Gracias a esto último, el cuidado del gato bengalí es sumamente sencillo, pues, excepto en periodos de muda, basta con cepillarlo una vez cada dos o tres semanas para que luzca brillante y sin pelos muertos.
Otra característica fundamental es que el gato bengalí es una de las razas de gatos hipoalergénicos, es decir, pueden convivir con personas alérgicas debido a que produce menos proteína Fel D1, la causante de las reacciones alérgicas.
En definitiva, podemos decir que el gato bengalí es una mascota con unas particularidades que la hacen única y muy especial para aquellos amantes de los rasgos más felinos.
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