Dulces, coquetos, tiernos, cariñosos, familiares, alegres... El bichón maltés es una raza de perro muy querida por sus características y porque es el perro ideal para cualquier tipo de dueño, ya tenga niños u otras mascotas.
Se trata de un perro de pequeño tamaño que hace las delicias de grandes y pequeños por sus mimos, su bondad y por el carácter sociable y alegre que suele mostrar. Ello no quita que no sean animales inteligentes y que, si no los educamos bien, pueden convertirse en unos pequeños tiranos.
Además de su pequeño tamaño, pues no llega a medir más de 25 cm (en el caso de las hembras, 23 cm), lo que más sorprende de esta mascota es su pelaje, blanco y largo. De hecho, muchos dueños optan por recogerle el pelo de la cabeza en una especie de moño para evitar que le caiga sobre los ojos. Esto, esa pequeña cola que le da un aspecto mimoso y simpático, su tamaño y su comportamiento son dos de los motivos por los que el bichón maltés es un perro muy querido para convivir en el hogar.
En cuanto a su carácter, es un perrete muy cariñoso y supersimpático, al que le gustan los mimos, los juegos y la compañía. Para aquellos dueños caseros, es el perro perfecto, pues no necesitan hacer mucho ejercicio o salir a gastar energía. Es un can feliz y alegre en compañía de los suyos, siguiendo a su dueño por casa o haciendo trastadas con los peques de la familia.
Como cualquier perro, es importante que cepillemos a nuestro bichón maltés al menos una o dos veces por semana. En primer lugar, esto le ayudará a desprenderse del pelo muerto. Y, en segundo, lo sanearemos para que su pelaje blanco conserve esa textura suave durante más tiempo. Pero, además, podemos hacer que luzca blanco y cuidado con facilidad, pese a que arrastre el pelo por el suelo. Y para ello, nada mejor que bañarlo a menudo.
Del mismo modo, también es necesario que cuidemos su dentición, pues uno de los orígenes de muchas enfermedades que padecen está en la inflamación de las encías y los problemas que de ello se derivan, como halitosis, enfermedades renales, hepáticas o intestinales, etc.
Por último, con el objetivo de que el animal tenga buena visibilidad, se aconseja recogerle el pelo de la cara para que no le tape los ojos. Con este sencillo consejo evitaremos, además, que el perro sufra infecciones oculares o úlceras.