Controlando con frecuencia el estado de salud de la serpiente se consigue aumentar su bienestar a la vez que se le asegura una larga vida. Pero si usted no dispone de los conocimientos necesarios, no intente curar a una serpiente que esté enferma. Llévela a un veterinario que tenga experiencia en tratar reptiles.
No es factible que una persona llegue a establecer una relación bilateral con una serpiente. No hay que humanizarlas. Las serpientes no son listas, taimadas o malas. Las serpientes gigantes son animales salvajes y no animales mimosos ni de compañía.
Para que los animales crezcan correctamente, se reproduzcan y alcancen una edad avanzada es imprescindible proporcionarles todos los nutrientes necesarios. Como presas podemos ofrecerles principalmente aves y pequeños mamíferos, tanto vivos como muertos.
Todas las serpientes necesitan agua para poder vivir. Los animales propios de las regiones tropicales necesitan también una elevada humedad relativa del aire. Ésta se puede conseguir mediante la evaporación del agua de un recipiente, pulverizando con frecuencia, con un humificador, o con una instalación de lluvia artificial.
Conseguir la reproducción es siempre motivo de orgullo y una experiencia inolvidable para cualquier aficionado. Pero para ello hay que tener una cierta experiencia y saber bien lo que se hace; no es un asunto para principiantes. Con la reproducción en cautividad se consigue disminuir la importación de ejemplares capturados en la naturaleza.
Las serpientes dependen de las fuentes de calor externas para poder llevar a cabo sus funciones vitales. La mayoría de las especies necesitan una temperatura de 26 a 30°C. Procure reproducir las variaciones de temperatura diarias y estacionales que experimentan en su hábitat natural.
Las serpientes necesitan terrarios de unas dimensiones determinadas. Las especies que se mueven poco necesitan un terrario más pequeño que las serpientes más activas. Las que son trepadoras prefieren un terrario alto. Las dimensiones mínimas de los terrarios se basan en estas premisas.
Las serpientes gigantes arborícolas no son las únicas que necesitan trepar. A las especies terrestres también les gusta hacerlo. Además de ramas para trepar, es conveniente que los paneles laterales y posterior del terrario dispongan de superficies de reposo. Así se incrementa la superficie útil del terrario.
Antes de adquirir una serpiente gigante deberá estudiar detalladamente las necesidades y características de la especie que le interesa. Para ello puede consultar la bibliografía especializada, hablar con otros terrariófilos con mayor experiencia, o asistir a conferencias y seminarios.
A las serpientes les gusta retraerse a sus escondrijos y pasar en ellos largos períodos de reposo. Lo ideal es proporcionarles una caseta que, llegado el caso, las hembras también podrán aprovechar para depositar sus puestas o dar a luz.
Si deseas conocer a fondo todo lo necesario para cuidar bien a una boa, a una pitón o a una anaconda, te recomendamos la publicación Boas, pitones y anacondas: sanas y felices de la Editorial Hispano Europea: