Carolinas: Nuestros 10 consejos básicos
1.- Acróbatas del aire
¡A las carolinas les encanta volar! Sus sesiones diarias de vuelo mantienen en forma a estas acróbatas del aire y les ofrece la oportunidad de disfruta investigándolo todo. Así no hay posibilidad de que se aburran y es un placer observar cómo disfrutan.
2.- Necesidad de aire fresco
Las carolinas tienen un metabolismo muy rápido. Cuando haga buen tiempo, ponga su jaula en la terraza o junto a una ventana abierta para que puedan respirar aire fresco y llenarse de oxígeno. Sus pequeños pulmones necesitan aire limpio y fresco.
3.- El placer de la ducha
A la mayoría de carolinas les gusta extender las alas bajo la ducha de la regadera y mojarse a sus anchas. Cuando vuelan sueltas pueden ducharse bajo un grifo para refrescarse y cuidar su plumaje.
4.- Sociabilidad
Las carolinas no soportan unavida solitaria. Solamente toleran la falta de un compañero de su especie si su criador asume este papel y les deja participar de su vida cotidiana: entonces esta ave tan sociable será su más fiel compañera.
5.- Conocerse
La relación de confianza entre el ave y la persona necesita madurar. Al principio hay que dedicar mucho tiempo y muchas palabras amistosas para llegar a conocerse con tranquilidad. Si se evitan el estrés y las prisas, nada se opondrá a que nazca una amistad muy duradera.
6.- Trabajo mental
Volar es muy divertido, pero a las inteligentes carolinas también les gusta emplear la cabeza. Los juegos estimulan la salud psíquica de estos pájaros y las ocupaciones variadas les evitan el aburrimiento. Si les ofrece una golosina como recompensa, se esforzarán al máximo.
7.- Cuestión de gustos
En la naturaleza las carolinas no pueden permitirse una alimentación poco variada. Acostumbrarlas a una alimentación equilibrada es la mejor forma de evitar estados carenciales, se acostumbran a probar cosas nuevas y así obtienen las vitaminas y minerales que necesitan.
8.- Limpieza doméstica
Las carolinas son animales muy limpios que cada día dedican horas al cuidado de su plumaje. Por tanto, es lógico que su cuidador deba procurarles un hogar muy limpio. La higiene es una muestra de amistad y la mejor forma de evitar la aparición de enfermedades.
9.- Terreno de juego
Cuanto antes aprenda a jugar la carolina, antes será capaz de entretenerse sola. Para mantenerla ocupada y conseguir que ejercite sus músculos podemos proporcionarle un árbol para trepar provisto de campanillas, cuerdas, escaleras y columpios.
10.- Medidas de seguridad
En la casa puede haber todo tipo de peligros ocultos. La curiosidad de las carolinas puede llevarlas a situaciones realmente comprometidas. Hay que poner fuera de su alcance los objetos peligrosos y las sustancias tóxicas. Vigilarlas mientras están sueltas nos permitirá actuar rápidamente en caso de necesidad.
Si deseas conocer a fondo todo lo necesario para cuidar bien una carolina, te recomendamos la publicación Carolinas: sanas y felices de la editorial Hispano Europea:
