Las chinchillas no son animales solitarios. En su vida, lo más importante es convivir en paz con los de su especie. Plantéese desde el principio la adquisición de por lo menos dos ejemplares jóvenes. Si no desea obtener descendencia puede elegir dos machos o dos hembras. También serán felices.
Aunque las chinchillas son muy espabiladas, para ellas lo principal es la confianza en su dueño y con su entorno. Una relación tranquila y un entorno que no las estrese y en el que puedan confiar son la mejor garantía para una vida feliz.
Durante sus paseos nocturnos, las chinchillas dan rienda suelta a su curiosidad y a su necesidad de hacer ejercicio. Los paseos resultarán más divertidos si van en grupo. Y una habitación con un árbol para trepar, escaleras y túneles es un verdadero paraíso para las chinchillas.
Si elimina todos los posibles peligros, las chinchillas pueden llegar a vivir muchos años. Esto se aplica especialmente a los paseos en libertad: piense bien en todo aquello que suponga un peligro potencial para sus animales, y sáquelo de su alcance.
Los vastos prados de montaña en que viven las chinchillas vamos a sustituirlos por una jaula que deberá ser lo más amplia posible. Ofrézcales un campo de juegos: Para que hagan ejercicio y se mantengan ocupadas hay que proporcionarles casetas, ramas para trepar y corretear, cuevas y túneles, así como muchas ramitas para roer.
Manténgase siempre tranquilo con sus chinchillas, tenga paciencia con ellas y hábleles en voz baja, sobre todo al principio. Así sus animales pronto serán mansos y se sentirán seguros con usted. Las chinchillas pueden buscar su contacto con más o menos intensidad: algunas son verdaderos “animales de peluche” pero la mayoría se muestran un poco más independientes.
Para que las chinchillas puedan vivir una existencia feliz, sana y duradera necesitan poder dormir durante el día sin que las molesten. Si no puede ofrecerles una habitación para ellas solas, al menos elija un lugar muy tranquilo para la jaula. Las chinchillas necesitan disponer de una caseta para dormir y tubos para esconderse.
Las chinchillas se mantendrán sanas y en forma durante muchos años, alimentándose exclusivamente a base de heno y pienso especial para chinchillas. También necesitan abundantes ramas frescas para morder, roer y comer. De vez en cuando puede darles media nuez o una pasa como golosinas.
Para las chinchillas, uno de los momentos más placenteros del día es un baño de arena. No sólo les ayuda a mantener su pelaje suave y limpio, sino que también les relaja totalmente: eliminan el estrés y los temores de su vida cotidiana y se relajan por completo.
Para poder convivir con las chinchillas hay que empezar a comprender su forma de ser. Han conservado muchas de sus características de animales salvajes y no son unos animales tan domésticos como los perros o los gatos. Su curiosidad y su confianza a veces no nos permiten darnos cuenta de que sufren de estrés.
Si deseas conocer a fondo todo lo necesario para cuidar bien una chinchilla, te recomendamos la publicación Chinchillas: sanas y felices de la Editorial Hispano Europea: