Comprar comida específica para el felino es una opción cómoda y sana, porque este tipo de alimentos les suministra todos los nutrientes que necesitan para estar saludables, pero la comida casera es igualmente saludable y, además, resulta más económica para nuestro bolsillo. Pero hay que prestar atención durante la fase de cocinado de los alimentos, pues los gatos, como los niños cuando están dentro del vientre de la madre, son muy sensibles a la toxoplasmosis y, además, esta resulta fatal en ellos. De ahí que sea necesario seguir un protocolo durante el proceso de elaboración de los platos para evitar que los alimentos contaminados transmitan el parásito al animal.
Los gatos pueden consumir cualquier tipo de alimentos, desde frutas hasta carnes y pescados. Comenzando por estos últimos debemos decir que los más habituales son el atún y las sardinas, pero podemos probar con otros tipos. Este puede consumirlo hervido o cocido y en lata; nunca crudo. Tampoco es bueno dárselo frito por la cantidad de grasas que presenta. Además de que resulta dañino para el animal, puede contribuir a que el felino padezca obesidad. Con respecto a la carne, las más recomendable es el pollo, que habrá que preparar también cocido o hervido. Tanto la carne como el pescado deben servirse limpios de piel espinas, huesos, etc.
Por lo que respecta a la fruta, tendremos que probar cuáles les gustan y dársela para acompañar su plato de pescado o carne. Además de fruta y proteínas, puede consumir hidratos de carbono como arroz, aunque no es bueno abusar.
Toda carne o pescado crudo, frito o que no esté limpio de piel, espinas y huesos está completamente prohibido. Además, tampoco es aconsejable darle pasta, pan, cereales o galletas, a no ser que estas sean específicas para gatos; mucho menos chocolate o dulces.
Tampoco hay que prepararle alimentos fritos o que contengan demasiada grasa, ya que además de ser dañinos para su aparato digestivo, elevan el riesgo de que sufra sobrepeso. Los embutidos también están prohibidos, así como las carnes o pescados salados o en salazón. Y, cómo no, nada de beber otro líquido que no sea agua.
Lo ideal es que, antes de comenzar a organizar la alimentación casera de nuestro gato, le preguntemos al veterinario qué pautas debemos seguir y qué alimentos nos recomienda para nuestra mascota. Seguramente nos aconsejará completar esta dieta con pienso para que el felino no sufra déficit de nutrientes o nos recetará algún suplemento para complementar su alimentación.