Un juguete nuevo siempre es un buen motivo de alegría para tu perro. Por esta razón, vamos a fabricar un mordedor de cuerdas casero que, además de resultarle novedoso, le ayudará a desfogarse y será beneficioso para fortalecer su mandíbula.
Es, por tanto, un juguete muy útil y que podemos hacer sin apenas gasto y de manera rápida.
Lo primero que tenemos que preparar son las telas o cuerdas con las que fabricaremos el juguete.
Si tenemos cuerdas en casa o conservamos las del jamón, solo necesitaremos 3 de 28-30 cm de largo. Por el contrario, si vamos a utilizar retales de camisetas o sábanas, tendremos que cortar unas 18 o 21 tiras de unos 25 cm. Si nuestro perro es pequeño, podemos reducir la cantidad para fabricar un mordedor adaptado a su diminuto tamaño. De este modo, con unas 9 tiras tendremos más que suficiente.
Mejor que optemos por colores vivos y fuertes; les gustará más, porque les llamará la atención.
Una vez que hemos cortado la tela, procederemos a estirar cada tira todo lo que podamos hasta conseguir una especie de hilo grueso y sin elasticidad.
Si usamos cuerdas, solo tendremos que hacerles un nudo inicial y trenzarlas. En cambio, si hemos cortado tiras de ropa vieja, deberemos hacer grupos de tres, que uniremos y, tras el nudo inicial, trenzaremos. Todas las trenzas tendrán que terminar en otro nudo para que no se deshagan.
A continuación, agruparemos las pequeñas trenzas y, después de unirlas con otro nudo, las volveremos a trenzar hasta obtener un mordedor más grueso y resistente. Al final, cerraremos el mordedor con otro nudo más.
Si necesitamos que sea más grande y ancho, solo tenemos que incrementar en grupos de tres las tiras y trenzarlas para añadirlas a la trenza grande. Aunque se trata de que el juguete pueda ser mordido con facilidad y contribuya a fortalecer la dentadura y la mandíbula del perro, por lo que no debe ser excesivamente grueso.