No hace falta ser un experto en veterinaria para intuir que un perro de tres kilos de peso tendrá ciertas diferencias en relación a uno de sesenta. Lo curioso es que no todas ellas pueden antojarse tan intuitivas. Sin ir más lejos, ¿sabíais que, en proporción, la energía que requiere un perro pequeño es casi el doble de la que necesita uno grande? Imaginad lo que puede significar eso a nivel alimenticio, por ejemplo: si debe consumir tanto, pero a la vez tiene un cuerpo tan pequeño, no bastará con darle más comida. Habrá que hilar bien fino para no provocarle serios problemas por, precisamente, impedir la correcta digestión de la misma.
Los animales, cuanto más pequeños son, menos tardan en llegar a su tamaño adulto definitivo. Del mismo modo, sus físicos tienen unas características muy concretas (boca pequeña, intestino pequeño…). De ahí la importancia de que si optáis por una dieta a base de pienso, éste sea específico para razas pequeñas: no sólo por contar con un diámetro menor de la croqueta, ni por estar cuidadosamente estudiado para facilitar la correcta digestión… ¡es que además cuenta con sabores irresistibles para el pequeñín!
Factor fundamental, más en un perro pequeño que en uno grande: debéis ser estrictos con su rutina alimenticia, puesto que cualquier alteración, por pequeña que parezca, tendrá efectos mucho más grandes en un chihuahua que en un mastín. Evitad, por tanto, cambios bruscos de dieta, así como propiciar que la comida se “caiga” de vuestra mesa. Cuanto más estrictos seáis con la rutina alimenticia de vuestra mascota, más lo agradecerá su salud.
En realidad es matemática pura: un perro de dimensiones pequeñas requerirá menos cantidad de comida para saciarse. Ahora bien, queda el problema de compensar sus elevadas exigencias energéticas. ¿Solución? Más raciones con menor cantidad. Una media de dos a cuatro raciones al día es lo ideal para que las razas pequeñas puedan digerir correctamente su comida. Y de nuevo, teniendo en cuenta que se debe seleccionar un alimento específico para tamaños reducidos, que precisamente cuenta con el aporte nutricional adecuado para necesidades tan específicas en lo a que sustancias nutritivas y en calorías se refiere.
Si antes decíamos que los perros pequeños son los que antes llegan a sus formas adultas, también hay que ver la parte positiva, y es que son los que tardan más en envejecer, por lo que bien cuidada su dieta, vuestra mascota puede gozar de una salud digestiva envidiable. Ahora bien, una cosa es el físico, y otra la mentalidad: puede que no envejezcan tan rápido, pero son muy puñeteros a la hora de comer. Importante, de nuevo, ser estrictos: nada de darle comida de la mesa o se acostumbrará y rechazará la que le toca. Y si encima lo que tiene en su cuenco no está específicamente pensado para perros pequeños, y le toca masticar croquetas demasiado grandes… ¡lo rechazará seguro!
En definitiva, un perro de raza pequeña crece muy rápidamente pero luego se estanca en una plenitud de estado de forma durante más tiempo que uno de razas de mayor tamaño. Su metabolismo es mucho más rápido y quema proporcionalmente casi el doble de energía (entre otras cosas, porque el esfuerzo para mantenerse caliente es mayor). Y además, tanto por sus condiciones físicas como por su carácter más caprichoso, puede ser un verdadero suplicio darle de comer. Para garantizar un aporte nutricional acorde con su crecimiento, la cantidad de calorías y proteínas que requiere en su día a día, y una fácil digestión, toca seleccionar bien en un mercado muy específico. Si optáis por la gama Pro Plan de Purina, por ejemplo, podéis encontrar hasta tres tipos de comida pensada para razas pequeñas. Pro Plan Adulto, rica en pollo con arroz, ayuda además a mantener unos dientes y encías saludables (reduce la acumulación de sarro); la opción Sensitive Derma, rica en salmón y arroz, está pensada para perros pequeños con piel sensible, que suelen ser más propensos a padecer picores, descamación de la piel, etc; y finalmente, el Digestive Comfort es la opción que propone Pro Plan para digestiones especialmente sensibles (incluye prebióticos específicos). Para saber más sobre estos productos, podéis entrar en www.proplan-perro.es.