La desparasitación periódica de nuestras mascotas debería ser una rutina preventiva imprescindible durante toda la vida del animal aunque uno de los periodos más vulnerables será mientras son cachorros por la inmadurez de su sistema inmunológico.
La desparasitación consiste en impedir el contacto con el parásito o eliminar al propio parásito en caso de que ya hubiese habido contacto.
Nuestros animales podrían alojar parásitos, tanto internos como externos, que afectasen muy negativamente a su salud e incluso podrían transmitirse a los seres humanos y a otros animales.
Actualmente, existen en el mercado un buen número de productos específicos para desparasitar fácilmente a nuestras mascotas entre los que podremos elegir el que más se adapte a sus necesidades.
Los parásitos pueden ser internos o externos.
Viven en el interior del cuerpo del animal, principalmente en los intestinos. Se pueden distinguir dos tipos:
• Lombrices planas (Cestodos o Tenias)
• Lombrices redondas (Nematodes)
Los síntomas de la infesta pueden ser diversos. Algunos parásitos como el Echinococcus granulosus no produce ninguna alteración en el animal, sin embargo, los huevos eliminados a través de las heces, pueden resultar peligrosos al ser ingeridos por humanos o por otros animales ya que la larva se enquista produciendo “Quistes de Hidatídicos”, habitualmente en el hígado, donde producen graves desordenes.
Otro de los síntomas habituales de las lombrices son las alteraciones gastrointestinales (vómitos, diarreas, hemorragias). En infestaciones muy severas se podrían producir obstrucciones intestinales, anemias e incluso alteraciones nerviosas.
A éstos los encontramos en el exterior del animal, a menudo de forma visible.
Aquí tienes los más frecuentes:
• Garrapata; es el más grande de los ácaros, se alimenta de la sangre de su huésped al que permanece enganchada mientras se llena. Una vez saciada, se desprende. Producen en el animal prurito y dermatitis y podrían transmitirle graves enfermedades como la Ehrlichiosis, entre su variada sintomatología se encuentra la epistaxis (hemorragia nasal) que en estadios graves podría resultar mortal para el animal.
• Pulga; este pequeño insecto saltador se alimenta de sangre. La picadura produce en el animal (y en las personas) un molesto escozor. Su saliva puede desencadenar reacciones alérgicas produciendo erupciones cutáneas más o menos importantes en función de la intolerancia.
• Mosquito; el conocido y molesto insecto puede causar en nuestra mascota graves y, en algunas ocasiones, mortales enfermedades como la Leishmaniosis y la Filariosis (enfermedad del gusano del corazón) ya que actuaría de portador del propio parásito causante.
El veterinario te indicará tratamientos y pautas según la especie, el tamaño y la edad del animal.
Te mostramos los tratamientos de prevención más habituales en animales sanos:
• Parásitos internos: Generalmente se aplica el tratamiento durante todo el año, cada 3 meses. Lo normal será mediante un comprimido, pipetas o inyectables.
• Parásitos externos: La posología y duración del tratamiento ira en función de lo que marque el producto elegido. Generalmente la protección dura entre 1 o 2 meses. El periodo de aplicación sería desde el inicio de la primavera hasta el otoño. Los formatos habituales suelen ser sprays, pipetas y collares.
Los cachorros son especialmente vulnerables a los parásitos por lo que habrá que prestar especial atención a este tema. Su joven e inmaduro sistema inmunológico podría no ser capaz de combatir el problema.
Desde el inicio, se les debería desparasitar de lombrices intestinales y de protozoos parásitos. Transcurridos unos meses, se puede iniciar la desparasitación externa teniendo en cuenta la toxicidad de los productos.
En cualquier caso, es conveniente seguir la pauta e indicaciones que nos vaya marcando nuestro veterinario.