El verano es un tiempo maravilloso para disfrutar con nuestro perro. El calorcito y los largos días invitan a pasear o a hacer actividades al aire libre. Pero… ¡cuidado con las altas temperaturas! , el recalentamiento del asfalto y las aceras puede resultar muy peligroso para sus almohadillas causándoles quemaduras o heridas si no tomamos precauciones.
En días muy calurosos, la mejor opción será elegir las horas más frescas para nuestro paseo, temprano por la mañana o al caer la tarde. Lo ideal sería caminar, el mayor tiempo posible, por zonas ajardinadas o pavimento y aceras a la sombra.
Si no puedes evitar el caliente asfalto, busca fuentes o lugares donde el perro pueda sumergir sus patas o al menos mojar sus almohadillas. El agua lo hidratará y también lo refrescará rápidamente, gran parte de las glándulas sudoríparas de los perros se encuentran precisamente, en sus almohadillas.
Esta suele ser una solución apropiada cuando las temperaturas sean extremas, tanto de calor como de frio, o en pavimento irregular o peligroso para el paseo. Las botas están realizadas con materiales resistentes y resultan confortables cuando el animal se acostumbra a utilizarlas. Las botas son también una buena opción cuando el perro tenga alguna herida o lesión en las almohadillas o en la zona.
Otra de las opciones para proteger las almohadillas de tu perro es utilizar cremas específicas. Se trata de pomadas muy hidratantes que endurecen ligeramente la piel protegiéndola así de posibles grietas y rozaduras.