Por problemas físicos, algunos gatos pueden padecer incontinencia urinaria. Ésta se puede manifestar en forma de pequeñas gotas de orina cuando el gato se levanta, o de forma más grave cuando el gato está aún acostado. En algunos casos, las pérdidas se pueden ver acompañadas por un poco de sangre.
Como en los humanos, la vejiga del gato es la encargada de contener la orina y de controlar la expulsión mediante el músculo que constituye sus paredes. Cuando la vejiga supera su nivel de almacenaje, algunos gatos relajan el esfínter y no pueden controlar la expulsión de la orina.
Notaremos que nuestro gato es incontinente cuando:
En el caso de que nuestro gato deje rastros de orina, lo primero que tenemos que averiguar es si lo hace voluntariamente o realmente es incontinente. Hay gatos que simplemente no orinan en su caja porqué no saben, otros porqué han sido separados de su madre demasiado pronto y no han sido educados, otros quieren marcar su territorio y los hay que lo hacen para informar a su dueño de su malestar por problemas urinarios.
En algunos casos, la incontinencia está ligada a la senilidad. Con la edad, los órganos del gato van envejeciendo y al animal le cuesta controlar el orinar. Otro tipo de incontinencias son las que van ligadas a enfermedades patológicas, ya sea por alguna enfermedad que aumente la sed en el gato, algún tipo de tumor en la vejiga o alguna lesión en la columna que afecte al sistema nervioso y por lo tanto, al control de la orina.
Si efectivamente el gato tiene un problema en la vejiga y pierde orina a causa de una patología local o general, lo más normal es que la incontinencia se resuelva cuando el animal se recupere. Pero hay enfermedades crónicas en que lo único que se puede hacer es paliar estos efectos, ya sea facilitándole el acceso a su arena o poniéndole pañales absorbentes en su cama, siempre vigilando que su piel tenga el mínimo contacto con la orina.
La cistitis es la causa mayoritaria de la incontinencia en los gatos. Ésta puede ser provocada por una inflamación, una infección, cálculos o tumores. En los tres primeros casos, el esfínter del gato se relaja y puede emitir algunas gotas de orina. En caso que el gato tenga un tumor en la vejiga, el almacenaje de ésta será menor y esto provocará las pérdidas. Para el problema de los cálculos existe un pienso que previene dicho problema, pero es necesario escoger el pienso adecuado que se adapte mejor al cálculo del gato.