Oriundos de Tailandia, la buena suerte siempre le ha acompañado al gato korat, pese a que en Occidente lo conocemos desde hace relativamente poco. Se trata de un animal con un carácter muy tranquilo y cariñoso, perfecto para la vida en familia.
Diversos medios apuntan varias fechas para el origen de esta raza. Algunos señalan el año 1700; otros retrotraen esa fecha hasta el siglo XIV porque por entonces se documenta su aparición en poemas orientales. De hecho, antiguas fuentes escritas tailandesas ya mencionan un gato de color azul, el si-sawat, que posiblemente se refiera a esta raza, que se caracteriza precisamente por esa tonalidad entre azulada y plateada que destella de su pelaje. En Tailandia lo llaman «espuma marina» y adquiere un brillo especial con la incidencia del sol, sobre todo cuando tiene lugar la caídadel astro rey. El contraste con el color de los ojos es espectacular.
Hasta el siglo XIX no se conoce en Occidente y desde ese instante el color de su pelo, que le dota de elegancia y belleza, y el carácter exquisito del felino lo han convertido en un animal de compañía ideal para cualquier unidad familiar. Además de ser un gato tranquilo y algo mimoso, teniendo en cuenta que hablamos de un felino, es bastante juguetón y, como muchos mininos, curioso, lo que hará las delicias de los más pequeños, que querrán jugar con él y se reirán con las ocurrencias del animal.
Suele llevarse bien con otras razas y hasta parece querer comunicarse con su familia humana, a la que le pide mimos con maullidos y que busca porque al korat le encanta la cercanía con el humano. Es un gato doméstico donde los haya.
Por lo que respecta a su cuidado y salud, su esperanza de vida es de unos dieciséis años y la enfermedad que suele acusar la raza es la gangliosidosis, que es genética y provoca deterioro en el sistema neuromuscular del gato. Por supuesto, y pese a su carácter, el animal debe recibir las vacunas correspondientes y los dueños que convivan con él tendrán que seguir una rutina de aseo y alimentación. En el primer aspecto, y aunque la singularidad de su pelaje puede indicar lo contrario, no requiere de un cuidado especial; tan sol un cepillado semanal para eliminar pelos y células muertas y retirar el polvo de la semana. Y, para evitar una enfermedad muy común en los gatos, sobre todo en los castrados, que es la obesidad, hemos de vigilar su alimentación, que deberá ser equilibrada y complementarse con juegos y ejercicios diarios.