La chinchilla, una mascota muy sociable

La chinchilla es un pequeño roedor que destaca por su suave pelaje y su carácter afable. Debido a ello, estos roedores suelen despertar el lado tierno de sus dueños, que los copan de atenciones y mimos, muestras de cariño que los propios animales devuelven en forma de suaves mordisquitos.

Cuidado con el estrés

Su tamaño y complexión los convierten en mascotas algo frágiles y delicadas que hay que tratar con sumo cuidado y que, como cualquier animal, requiere de rutinas diarias que debemos tener en cuenta. Por tanto, no basta solo con darles de comer y dejarlas en su jaula; como animales sociables que son, las chinchillas necesitan atención y caricias, aunque no en exceso. Eso sí, son algo reservadas al principio, por lo que durante los primeros días hay que tocarla poco para que, paulatinamente, se vayan acostumbrando a nosotros. A pesar de que son muy sociables, extrañan, así que no es recomendable que personas desconocidas las cojan y acaricien. Si no se sienten seguras, temblarán y expulsarán pelos. Esta es una forma de defenderse de los depredadores que les sirve para huir cuando se encuentran en peligro. Por ello, si vemos que nuestra mascota convulsiona y que comienza a lanzar pelos, tendremos que dejarla en su jaula para que se calme. Si la estresamos demasiado, podemos poner en riesgo su vida.

Cuidado con las temperaturas elevadas 

Además, debemos tener en cuenta algunos aspectos que podían perjudicar la estabilidad de esta pequeña mascota. El más importante es saber que las chinchillas son muy susceptibles a las elevadas temperaturas. Su pelaje hace que durante los meses de más calor su temperatura corporal se eleve y, a consecuencia de ello, puede sufrir un golpe de calor, que podría ser fatal para el animal. Por eso, es sumamente importante que su jaula se encuentre en un lugar fresco y alejada de fuentes de calor, así como del sol directo durante el estío.

Como otros roedores, las chinchillas son muy activas. Por eso, es aconsejable que coloquemos una rueda de ejercicio en su jaula para que pueda divertirse cuando le apetezca.

Para acabar, daremos unas pinceladas sobre su alimentación. Esta es herbívora, por lo que las chinchillas pueden comer cualquier tipo de vegetales, como la alfalfa... Hay que alimentarla diariamente y también tendremos que cambiarle el agua todos los días.