Puede que a bote pronto no suene demasiado, pero la Babesiosis canina es un tipo de enfermedad parasitaria muy peligroso y más común de lo imaginado: se transmite a través de la saliva de las garrapatas en el momento en que éstas pican a nuestra mascota, introduciendo un protozoo que parasita los glóbulos rojos de la sangre de sus víctimas.
En cuanto el organismo en cuestión tiene acceso al cuerpo del perro, comienza a reproducirse atacando a los glóbulos hasta provocar su rotura, lo que se traduce en una fuerte anemia de carácter hemolítico.
A continuación, veremos en detalle cómo afecta, cómo se trata y cómo puede evitarse esta enfermedad:
Cuadros clínicos
La afección de la Babeosis caninca en nuestras mascotas permite establecer un cuadro clínico que queda, según su gravedad, de la siguiente manera:
- Hiperagudo: shock hipotensivo, hipotermia y lesiones en tejidos y vasos. Es el cuadro más grave, afecta a cachorros, y rara vez un perro que lo sufre se recupera.
- Agudo: anorexia, letargia, fiebre, esplenomegalia, ictericia, vómitos, diarrea, convulsiones y descoordinación al andar. Se caracteriza por la anemia hemolítica y supone una alta tasa de mortalidad.
- Crónico: fiebre intermitente, anorexia y pérdida de peso. Es el cuadro menos habitual.
Diagnóstico
- Demostración del parásito en una muestra de sangre bajo microscopio.
Tratamiento
- Inyección de dipropionato de imidocarb: la inyección debe repetirse a los 15 días para revisar que no haya lesiones en los órganos. Muchos perros sufren recaídas e incluso algunos se convierten en portadores.
Prevención
- Collares, espray, pipetas y otros métodos de control de las garrapatas.