Es un ejercicio que requiere paciencia, ya que el perro necesita tiempo para pensar bien el proceso. Procure que las sesiones sean cortas y si es necesario retroceda a una etapa anterior para terminar con algún ejercicio más fácil. Si el perro se abalanza o salta para conseguir el premio procure que se coloque de nuevo en posición inicial y empiece el ejercicio.
Coja un premio en la mano y deje que el perro lo huela y le toque la mano. Recompense cualquier movimiento de la pata y espere a que le toque la mano con la pata.
Cuando el perro sepa que ha de tocar su mano con la pata para obtener el premio muévala lentamente alejándola del suelo un poco más en cada sesión.
Cuando suba la mano a una altura fuera del alcance del perro, tendrá que esperar a que levante la pata para recompensar cualquier movimiento que haga en las primeras sesiones.
Practique levantando cada vez más la mano y recompensando los golpes con la pata. En sesiones posteriores añada una señal con la mano y una orden verbal. Practique en diferentes lugares con distracciones y en diferentes posiciones.
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