Ternura infinita es lo que desprenden estos dos pequeños pero grandes amigos. Se llaman Eisleigh y Clyde, un bebé y un cahorro de Pit Bull que con sólo unas semanas de edad son completamente inseparables. Los padres de la pequeña empezaron a observar la relación entre ambos y no dudaron en captar esos momentos y compartirlos con el resto del mundo, y nosotros que se lo agradecemos; es imposible que no se nos caiga la baba al ver a estos dos renacuajos durmiendo juntos...
Una vez más, imágenes como éstas nos afirman que la relación entre bebés y mascotas es completamente beneficiosa. Ya se ha comprobado en numerosos estudios que las mascotas contribuyen a mejorar el sistema inmunológico de los bebés, además de enseñarles valiosas lecciones durante su etapa de crecimiento. Y vosotros, ¿os animáis a que vuestro bebé crezca junto a una mascota?