También conocido como Turco Andaluz, el Perro de agua español, famoso por su pelaje que simula lana, es propio de esta región autónoma, aunque se cree que llegó desde Turquia, en los barcos del ganado que se exportaba allá por el siglo XVIII. Su presencia ha estado ligada a tareas agrícolas y a la caza (cobro de aves aquáticas), pero, sobre todo, ganaderas. Ello es así porque, como los mastines, los pastores y ganaderos los usaban para controlar al ganado, pues el perro cuenta con unas excelentes capacidades como perro de pastoreo. Y este motivo es sumamente importante en un país en el que el peso de la ganadería ha sido muy relevante a lo largo de la historia.
En la actualidad, como otras razas, el perro de agua está asociado a la vida doméstica y se ha habituado de manera perfecta a vivir en casas con los humanes. Su carácter y la estabilidad emocional de la que presumen son características han contribuido a que se convierta en un perro perfecto para familias con niños, ya que se trata de un perro que sabe adaptarse a cualquier entorno, ya sea en un entorno rural, ya sea disfrutando de un ambiente tranquilo en el seno de un hogar. En la actualidad, es una de las razas preferidas como mascota, por lo cual contamos con muchos criadores especializados en la raza Turco andaluz.
El Turco andaluz es un perro muy juguetón, pero a su vez bastante tranquilo para la vida en el hogar. Es alegre, cariñoso, paciente con los más pequeños de la casa, obediente, fácil de adiestrar, bueno e inteligente, por lo que atiende muy bien las órdenes y comprende las normas que exige vivir en una casa con humanos.
Por si ello fuera poco, se trata de un perro muy sociable y equilibrado; es decir, no tiene tendencia a ponerse agresivo o a enfadarse con otros animales con los que comparta el hogar o con su familia humana, razón por la cual es perfecto para casas con niños.
Se trata de un animal de mediano tamaño, suele medir entre 40 y 50 cm de altura y pesar entre 14 y 22 kilos. Destaca su pelaje lanoso y rizado, su cabeza grande y cuadrada y sus expresivos ojos redondos.
A diferencia de lo que podría parecer, el Perro de agua español no suelta casi pelo, pues este crece fuerte y compacto, aunque se enreda fácilmente. Esto significa que el cepillado debe ser a menudo. La ventaja sin embargo de no soltar pelo, es que tampoco suele generar reacciones alérgicas, por tanto es considerado como un perro hipoalergénico cuestión ésta que debe ser tenida en cuenta si somos propensos a tener alergia en contacto con perros.