Una pregunta que suena cada vez con más frecuencia: ¿qué perro es mejor para vivir en un piso? Es casi natural, inmediato, pensar de manera automática en una raza pequeña. Lo cual, a su vez, se une a otro gran problema: "tengo un perro grande y me mudo a un piso pequeño, lo quiero dar en adopción". Bien, en vista de la cantidad de desinformación que pulula al respecto, es importante que antes de empezar a hablar de razas que sí y razas que no, se aclaren algunos puntos de discordia:
No, claro que no lo son, de ahí que lo hayamos escrito entre comillas. Lo que queremos decir es que todos los perros pueden valer para una casa pequeña, con independencia de su raza y tamaño. Y es que acoplarse o no a una vida en 50 m2 no depende del animal sino del dueño. Lo ideal, está claro, pasa por tener un gran espacio, un jardín y demás. Pero si no es el caso, lo importante es que la mascota tenga cubiertas sus necesidades físicas, psíquicas y fisiológicas. Es decir, todo depende de la responsabilidad del humano y su compromiso para...
Aclarada la realidad sobre el tema, tampoco podemos negar la evidencia. Y es que sí es cierto que algunas razas tienden a poner las cosas más fáciles a la hora de mudarse a un espacio reducido por su personalidad apaciguada o la facilidad de sus cuidados. Aquí os ponemos algunos ejemplos.
El perro ideal. Tranquilo, pequeño, agradecido… salir a pasear para él será una alegría, pero quedarse en casa le aportará horas de sueño, cosa que parece disfrutar de lo lindo.
Perrito faldero por excelencia. Tranquilo, cariñoso y activo pero poco dado a grandes esfuerzos, se antoja ideal para una persona mayor o con dificultades para realizar ejercicio. Eso sí, la regularidad de sus paseos debe mantenerse.
Pequeño, guapo, cariñoso y juguetón. El Westie es otro de los candidatos a perro ideal para piso pequeño, ya que además tampoco es que sea el más enérgico precisamente.
Una mascota pequeñita, alegre y vivaz, juguetona pero tranquila. Destaca su apego en relación a sus dueños y su estabilidad.
Perro de dimensiones relativamente reducidas y carácter sumamente dócil, ideal para vivir con niños y para espacios pequeños, siempre y cuando se tenga en cuenta que requiere algo de ejercicio.
Es activo, pero ladra poco y le encanta estar en casa y con los suyos. Conviene ser constante con los paseos.
Perro cómodo por no perder pelo y por sus dimensiones (si se opta por el más pequeño). Si bien requiere de algo más de actividad física por su vivacidad. Alegre, cariñoso y muy inteligente.
Perrito entrañable y adaptable a cualquier espacio, siempre y cuando sus necesidades físicas se vean cubiertas con paseos y juegos. Tamaño manejable y carácter afable.
Las protagonistas de la lista que acabamos de apuntar son tan sólo algunas de las razas que suelen asociarse a la vida en un espacio limitado, pero hay más, claro (¿recordáis? Todos los perros son iguales, de quien depende es del dueño). El es pequeño, adaptable y de fácil mantenimiento, sólo que un pelín independiente. Por su parte, el también es pequeño y cariñoso, si bien algo revoltoso y desconfiado con los extraños.
En un nivel inferior podríamos colocar una serie de razas que pueden ser ideales, pero que pueden conducir a una convivencia más complicada de lo deseado. Casos como el , el o el , son animales que requieren un pequeño esfuerzo extra ya sea por la atención a la hora de corregir ciertos hábitos (tienden a ser muy revoltosos) como por su mantenimiento. Y lo mismo puede aplicarse al o al perro salchicha (). Lo dicho: pueden ser ideales, de hecho son candidatos casi perfectos… siempre y cuando se tenga en cuenta que hay que aplicar un plus de voluntad para no llevarse sorpresas inesperadas.
No hará falta insistir en la importancia del dueño a la hora de elegir mascota para piso pequeño, ¿verdad? En todo caso, sí hay razas grandes que por su temperamento o su adaptabilidad, pueden resultar más cómodas para espacios reducidos. Por ejemplo, los y los , verdaderos angelitos de cuatro patas. Pero también los Galgos, que requieren paseos que los sacien para luego quedarse el resto de horas del día durmiendo plácidamente. Por no hablar de la tranquilidad de un mental y físicamente estable, o de la placidez de un , siempre y cuando el dueño esté capacitado para hacerse cargo de él y de sus dimensiones… Las posibilidades son infinitas. Conócete, reconoce tus posibilidades y tus limitaciones, y en función de eso, ¡elige al que más se acople a tus necesidades!
Una aclaración final: no hemos hablado de , porque lógicamente, es difícil aglutinar sus características mentales y/o físicas en una sola frase. Pero ni qué decir tiene que un mil leches es tan perfecto como cualquier otro. Un consejo: preguntar por su personalidad a la protectora mediante la cual se desee adoptar, y tomar la decisión en base a sus consejos.