¿Por qué los gatos traen animales muertos a casa?

La razón va más allá de su propia condición como cazador, aunque, qué duda cabe, su instinto de caza, que sigue vivo a pesar de que lleva milenios domesticado, está vinculado con este hecho. Ello tiene que ver con el instinto materno y la importancia del aprendizaje en el seno de la familia. Los felinos que viven en libertad suelen traer presas muertas como ejemplo para que las crías aprendan. Los gatos que conviven con personas hacen lo propio con aquellos miembros que consideran su familia; por eso de vez en cuando nos agasajan con algún roedor o un ave muertos. Porque para el animal no deja de ser parte de su papel como padre o madre que enseña a su grupo cómo se caza.

No debemos rechazar su regalo

Para ellos, este regalo, compartir con su familia humana sus conocimientos sobre la caza para la subsistencia, es sumamente importante. Tan es así que incluso se quedan esperando tu reacción cuando te entregan su bien más preciado: una presa. Por esta razón, debemos tener cuidado con cómo nos mostramos cuando tengamos delante a un animal muerto. No es conveniente mostrar rechazo, retirarlo de malos modos o expresar repulsión; tampoco regañar al animal, que está actuando como se espera de un brillante cazador. A pesar de que nos sintamos compadecidos del animal regalado, hemos de tratar de acariciar al gato como símbolo de agradecimiento para demostrarle que valoramos ese gesto.

¿Cómo evitar que traiga animales muertos?

Por mucho que tratemos de educar a nuestro gato, por mucho que le regañemos, no podremos impedir que lo repita. Quizá hemos de reconducir el instinto y que se centre en otro tipo de presas.

Para que sustituya el animal por una presa de juguete hemos de trabajar con el felino para que asocie ese objeto con la caza. De este modo, tendremos que dedicarle tiempo para esconderle el juguete y correr para que lo persiga y lo busque. El objetivo de ello es que nos traiga esa presa y no un animal de verdad.

Cuando nos haga entrega de su captura, hemos de actuar del mismo modo que si fuera una real: acariciaremos al animal para premiarle por su comportamiento. Así también reforzaremos el instinto y el uso de la presa falsa.