Las patas de nuestros peludos están expuestas a muchos problemas: arañazos, golpes, caídas durante el juego, esfuerzo en las carreras. Pero no solo eso. El paso del tiempo suele afectar al movimiento articular, sobre todo en aquellas razas grandes, que son las que más sufren displasias, artrosis, artritis, etc. Por esta razón, cada día son más los alimentos para perros que contienen condroprotectores para prevenir estas dolencias. Incluso hay dueños que recurren a ellos para ampliar la dosis y tratar a su amigo cuando este ya padece un problema articular u óseo, pues reducen la inflamación y el dolor vinculado a estas dolencias.
Los condroprotectores son medicamentos para prevenir lesiones óseas y articulares y para tratar enfermedades ya presentes en el animal que afectan a los huesos, pues su uso retrasa el avance neurodegenerativo asociado a la edad. Los también los recomiendan en casos de traumatismos, pues refuerza las extremidades del animal y favorece su curación. Pero como no regenera, en estos casos no basta solo con los condroprotectores, pues no serían efectivos sin un tratamiento adecuado.
Por tanto, y al margen de posibles accidentes, está claro que se trata de un componente químico, compuesto por glucosamina y sulfato de condroitina, necesario para retrasar el desgaste óseo y del cartílago del animal. Porque, no nos olvidemos, la cojera o que tenga problemas para subir las escaleras o para caminar es un signo evidente de que le duele, pero no siempre ese signo se manifiesta y el perro está sufriendo molestias o dolor que no somos capaces de observar a simple vista.
Su principal acción es retrasar el desgaste del cartílago que provocaría una dolencia degenerativa, algo normal en perros mayores, pues hidrata los huesos y cartílagos, lo que propicia la regeneración ósea. De este modo, su uso continuado puede ser determinante para que el animal no desarrolle una artritis, artrosis o displasia antes de tiempo.
Como hemos comentado, muchos piensos ya contienen un alto nivel de condroprotectores, por lo que, en este caso, no habrá que añadir nada más a su dieta. Pero cuando son ya mayores o necesitan recuperarse de un trauma, lo ideal es que complementemos su dieta, ya sea pienso o comida húmeda, con una dosis diaria que nos pautará el veterinario. Lo mismo si le damos a nuestro animal comida casera o lleva una dieta barf.
En el caso de que requiera un tratamiento específico para tratar un problema, los condroprotectores no serían un complemento, sino parte del tratamiento. Esto quiere decir que por sí solos no tratan la dolencia articular o la lesión, pues hidrata los cartílagos, pero no los regenera. Por tanto, el veterinario indicará el mejor tratamiento en esos casos, que puede incluir, además, condroprotectores para reforzar el resto de las extremidades.
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