En esta ocasión vamos a elaborar un plato sano, nutritivo y sabroso que hará las delicias de los canes más exigentes: arroz con pollo. Además, es un plato rápido y muy económico, cuestión esta muy importante en los tiempos que corren.
Podemos cocinar ambos ingredientes por separados, es decir, cocer el arroz por un lado y el pollo por otro, o incluso cocinar el pollo a la plancha y luego mezclarlo todo, pero nos saldrá más sabroso si cocemos el arroz en el caldo del pollo. Por este motivo, lo primero que vamos a hacer es trocear el pollo y ponerlo a cocer en una olla con abundante agua. Los trozos tienen que ser de pocos centímetros, entre 1.2 y 2.4 cm, según el tamaño del animal.
El tiempo aproximado de cocción es de unos quince o veinte minutos. Si elegimos cocer las pechugas enteras o utilizamos otra parte del pollo que contenga huesos, tendremos que dejar la carne más tiempo para asegurarnos de que esté bien cocinada y después desmenuzarla con cuidado para que no se cuele piel, grasa o huesos que puedan resultar perjudiciales para el animal.
Reservamos el pollo y colamos el caldo que nos ha sobrado de cocer la carne, pues allí prepararemos el arroz. Debe estar limpio de grasa y de impurezas. Una vez que lo tengamos de nuevo en la olla, lo pondremos a hervir. Recuerda que por dos tazas y media de caldo verteremos una de arroz. En el instante en el que el agua con el arroz vuelva a hervir, bajaremos el fuego y lo dejaremos veinte minutos cociendo a fuego bajo para que el arroz esté en su punto, ni duro ni pasado. Si elegimos arroz integral, tendremos que dejar el arroz más tiempo, unos cuarenta y cinco minutos, puesto que el grano es más duro y necesita más tiempo de cocinado.
Una vez que esté cocido, lo retiramos del fuego, lo colamos y esperamos a que se enfríe. Después mezclaremos el arroz con el pollo y serviremos un poco en el plato del perro. Si no le sienta mal y le gusta, podemos añadir un poco más en la siguiente ocasión.