En la mayoría de los casos, detrás del síndrome vestibular se encuentra una infección de oído, aunque en ocasiones se ha vinculado con tumores, pólipos, anomalías, trastornos nutricionales (hipotiroidismo), golpes o reacciones alérgicas. Otras veces no ha sido posible identificar qué provoca el síndrome. En este caso, se suele decir que el gato presenta un síndrome vestibular idiopático
Como en los humanos, cualquier enfermedad auditiva provoca problemas de coordinación y equilibrio, así como mareos y vómitos; síntomas que también acusan los felinos. En el caso de los gatos, además, puede detectarse una inclinación anormal de la cabeza, un movimiento circular o lineal en los ojos, problemas oculares que afectan al párpado, la pupila o el globo ocular, o bien una posición anómala de estos (estrabismo). En algunos animales se manifiesta, igualmente, atrofia muscular en la cara o falta de sensibilidad.
La razón es que el sistema vestibular se localiza en dos áreas específicas: el oído interno (sistema periférico) y el cerebelo (central). Es, por tanto, el encargado del equilibrio y de que el movimiento sea coordinado, pero también de que el movimiento ocular y la posición de este órgano (nervios, músculo, forma...) sea normal. De ahí que una afección del sistema vestibular provoque problemas en el sistema motriz y en el sistema óptico.
Si observamos alguno de los síntomas anteriormente descritos, hemos de acudir con urgencia al veterinario para que examine al gato, confirme el diagnóstico y establezca una posible causa. Será, por tanto, este profesional el que defina las pautas a seguir para tratar al animal en función del problema que origine el síndrome, pues habrá que acatarlo para que el animal mejore. Ello puede acarrear una intervención quirúrgica si el especialista así lo determina.
Una vez haya sanado la causa del síndrome, el gato recuperará su estabilidad motora y finalizarán los problemas oculares.
El problema surgirá en aquellos casos en los que no se determine una causa posible. Es decir, cuando no se encuentre qué origina el síndrome vestibular. Entonces el veterinario no recomendará ningún tratamiento específico y el animal deberá aprender a convivir con la enfermedad toda la vida.
Un modo de evitar que el síndrome vestibular felino pueda aparecer es seguir una higiene auditiva adecuada y evitar que el animal se golpee en la zona de las orejas, pues podría dañar el sistema auditivo.