Los gatos cuentan con una membrana de protección especial del ojo. Esta membrana se conoce como tercer párpado, aunque el nombre científico es Tertia palpebra y, como ya hemos indicado, tiene la función de proteger el ojo del felino, aunque no solo la presentan estos animales, también se encuentra en otros mamíferos. Se localiza rodeando la córnea, la conjuntiva y la membrana mucosa, donde se encuentra la glándula encargada de las lágrimas, que hidratan el ojo y lo limpian de impurezas o de cualquier elemento extraño. Pero el tercer párpado, además de eliminar esas impurezas o elementos extraños, también impiden que otros entren en el ojo, como el polvo, la arena, etc. Por tanto, es indispensable para que el felino conserve una buena salud ocular.
Si observamos fijamente los ojos de nuestro gato no vamos a verla, pues es invisible si el ojo está sano. El problema surge cuando esta aparece, cuando somos capaces de ver esa membrana en los ojos de nuestro amigo gatuno.
Si aparece el tercer párpado, lo recomendable es que acudamos al veterinario, pues es probable que el animal presente alguna enfermedad ocular. También puede deberse a otras causas. A continuación, enumeramos los principales motivos que esconde el hecho de que se muestre esa membrana o tercer párpado:
Además de la Tertia palpebra, notaremos que el gato tiene el ojo lloroso, rojo, algo inflamado. El veterinario nos recetará medicación para tratar la conjuntivitis felina.
Una de las primeras evidencias de que nuestro gato está deshidratado es precisamente la aparición del tercer párpado. Si después de examinar el ojo del animal no descubrimos nada raro, tendremos que darle agua y comida húmeda para hidratarlo y acudir de inmediato al especialista, pues quizá esa deshidratación esconde otro problema que reviste mayor gravedad.
Ya hemos dicho que normalmente el tercer párpado impide y ayuda a expulsar cualquier cuerpo extraño que se cuele en el ojo del gato, pero en ocasiones esto no se produce y el elemento permanece y afecta al globo y a la propia visión. El veterinario lo examinará y retirará cualquier objeto que se haya colado en el ojo de nuestro amigo.
Un traumatismo puede provocar que el párpado se hinche y, en consecuencia, se vea la membrana protectora.
Una enfermedad grave también puede estar detrás del hecho de que veamos el tercer párpado. Suele venir acompañado de otros síntomas, como diarrea, malestar gastrointestinal, enrojecimiento, molestia frente a la luz, lagrimeo, pus, decaimiento del párpado, etc. El veterinario hará pruebas para descartar y ofrecerá el mejor tratamiento.
La presencia de parásitos intestinales también puede provocar la caída de ese tercer párpado. Por tanto, lo ideal es que acudamos a la clínica y el gato se someta a una revisión exhaustiva para determinar la causa de esta anomalía y proponer la mejor solución.