Los primeros Eskies nacieron en Estados Unidos y, debido a su procedencia alemana, se los conocía como German Spitz. Este nombre no duró mucho ya que, durante la Primera Guerra Mundial, los americanos (enemistados con los alemanes) quisieron remarcar su patriotismo y lo rebautizaron como American Spitz. En 1917 volvieron a cambiar el nombre por el actual (American Eskimo). Lo curioso de esta nueva denominación es que, a pesar del significado (eskimo en inglés significa esquimal), la raza no tiene conexión alguna con dicho pueblo.
El American Eskimo (Eskie) desciende de los Spitz procedentes del norte de Europa. Durante el siglo XIX, en Estados Unidos, se seleccionaron los ejemplares blancos de las diferentes razas Spitz que habían sido traídas por los colonos alemanes. Del resultado de estos cruces nació la raza actual, difundida por todo el país gracias al circo Barnum and Bailey, que utilizaba a estos perros en sus números.
El Eskie es afectuoso, juguetón, un poco dominante e independiente. Le gusta pasar tiempo con sus dueños y que éstos le presten atención. Cuando quiere (a veces es un poco terco), le gusta complacer y aprende con mucha facilidad. Es un perro muy activo al que le encanta la nieve y el frío. Con los extraños es desconfiado, no cambia de parecer hasta que sus dueños se lo indican. Es propenso a los ladridos.
Existen tres tamaños diferentes para el American Eskimo: el Estándar mide entre 38 y 48 cm, el Miniatura entre 30 y 38 cm y el Toy menos de 30 cm. Todos ellos tienen un cuerpo fuerte y compacto. La cabeza es triangular, el hocico puntiagudo y los ojos marrones y ovalados. Sus orejas son triangulares y erguidas. La cola va enroscada por encima del lomo. El cuerpo está cubierto por un pelaje blanco, liso y espeso.
El Eskie necesita que lo eduquen con paciencia y firmeza desde cachorro, es aconsejable que el perro vea el entrenamiento como un juego. El macho adolescente es posible que intente dominar al dueño.
Aunque es un perro independiente, se le debe dedicar tiempo, si se aburre puede que se vuelva ladrador e hipernervioso. Los juegos y los largos paseos son ejercicios que harán que sea un perro sano tanto física como mentalmente.
Su denso pelo requiere que se lo cepille una vez a la semana, un poco más en épocas de muda.
Los ejemplares de American Eskimo son propensos a padecer criptórquidos, monórquidos, articulaciones débiles, hipoglucemia (en el Toy) y malformación del cráneo (cráneo abierto al nacer).
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