El Basenji, el más gatuno de todos los perros, no ladra. Hay quien dice que los sonidos que emite son similares a los de una risa ahogada mezclada con el canto tirolés. Otros opinan que ese sonido les recuerda vagamente a una campanada. A pesar de estas apreciaciones un tanto curiosas, lo cierto es que el Basenji no se comunica como la mayoría de los perros, sino que emite unos aullidos prolongados muy agudos. Esto se debe a la estructura de sus cuerdas vocales, las cuales son similares a las del lobo o las del dingo.
El Basenji proviene de lo que hoy se conoce como República Democrática del Congo, aunque por toda África se pueden encontrar ejemplares muy similares. Se cree que en la época de los faraones este perro fue adorado y ostentó el título de perro sagrado. El primer ejemplar de esta raza se llevó a Inglaterra en 1895. En su tierra natal, el Basenji se sigue utilizando como perro guardián o de caza, y en Europa y Estados Unidos únicamente como animal de compañía.
Siguiendo con las similitudes con los gatos, el Basenji no sólo no ladra sino que también se lame como un felino y mantiene su pelo limpio. Este perro es travieso, intranquilo, testarudo y muy independiente, tanto es así, que si se muestra desobediente es por previa deliberación. Se pega mucho a su dueño y no soporta la indiferencia de éste.
El Basenji es de constitución ligera, osamenta fina y de patas altas. La cabeza va estrechándose hacia la nariz y tiene unas orejas puntiagudas, pequeñas y ligeramente encapuchadas. La cola se enrosca en bucle cerrado sobre la espalda. Tiene un pelaje corto, fino y suave y los colores que el Basenji puede tener son negro y blanco; rojo y blanco; negro, fuego y blanco, o negro. Las patas, la caja torácica y la parte trasera de la cola son de color blanco.
Es conveniente educarlo con mano firme, ya que a veces el Basenji se puede mostrar duro y arisco con unos dueños demasiado permisivos.
Al ser un perro tan limpio sería conveniente cepillarlo a diario con un guante de cerdas.
En África es donde hay que buscar los orígenes del basenji cuyo nombre deriva del de la población de los “bashingi” en la región del río Congo. En realidad, es al este, en el corazón de la región boscosa del Ituri, donde se encuentran los primeros vestigios de esta raza. Hace unos cuantos milenios, este perro era el compañero de caza que preferían los pigmeos. Según afirma la leyenda, hasta era capaz de luchar contra los leones, aunque la realidad es mucho más modesta. Lo que en realidad cazaba el basenji eran aves y antílopes. Los africanos creían que el perro alejaba a los malos espíritus, y por eso le confiaron la guarda de sus chozas.
En esta parte del África tropical descubrieron los egipcios el animal. Después de adoptarlo, llegaron hasta a adorarlo, y así se convirtió el basenji en un perro sagrado. Como tal aparecía en los sepulcros pues se creía que acompañaba a los muertos en el más allá. Por otro lado, en un gran número de tumbas de 3.600 aJ.C. aproximadamente se han encontrado representaciones de una raza canina absolutamente idéntica a la del basenji actual. Además, durante un tiempo al basenji se le llamó “perro de Keops”.
Esto es todo lo que se sabe de la historia africana del basenji cuyo rastro se pierde hasta el siglo XIX. Hacia 1870, unos colonos ingleses volvieron a descubrir esta raza en una región situada entre el antiguo reino de Congo y Sudan. Pocos años después, en 1895, unos perros llamados “terriers del Congo” hicieron una sonada aparición en el National Cruft’s Show de Londres.
Pero esos perros importados contrajeron la enfermedad de Carré y murieron antes de que hubieran podido reproducirse. Otros seis ejemplares corrieron la misma suerte en 1923. Téngase en cuenta que en aquella época la enfermedad de Carré era desconocida en África y por consiguiente los perros que llegaban de este continente no ofrecían ninguna resistencia al virus.
El basenji no consiguió implantarse en Gran Bretaña hasta 1937 y en Estados Unidos hasta 1941.
Hay un punto en el que se debe insistir, el basenji es un perro de raza. Dicha precisión no tiene nada de superfluo, pues en África se encuentran muchos perros que se le parecen pero que en realidad son cruzados y mestizos. El basenji de verdad se reconoce bastante fácilmente porque tiene una particularidad que a priori es inimitable: no ladra sino que emite sonidos que son una mezcla de risa y “jodler” tirolés. Esta particularidad no la tienen los productos del cruce entre un basenji y cualquier otra raza. Los cruzados y los mestizos ladran, y eso no engaña.
Es un perro de constitución liviana, huesos delgados y de apariencia aristocrática. Sus miembros son largos en comparación con la longitud de su cuerpo. Es un animal siempre equilibrado, alerta e inteligente. Su cabeza con arrugas y orejas erguidas la lleva altivamente sobre un cuello bien arqueado. Un pecho profundo que asciende hasta unirse a una cintura definida y una cola bien enroscada le confieren el aspecto de un perro bien balanceado y con la gracia de una gacela.
La distancia entre el occipucio al stop es ligeramente mayor que la comprendida entre el stop y la punta de la nariz.
Es un perro que nunca ladra, aunque no es mudo, ya que emite su propio sonido especial que es una combinación de risa ahogada y canto con cambios repentinos del tono natural de falsete ("yodel"). Extraordinario por su nitidez en todo respecto. Es un perro inteligente e independiente aunque afectuoso y alerta. Puede ser reservado con los desconocidos.
Se forman arrugas finas y numerosas en la frente cuando el perro yergue las orejas. Las arrugas a los lados son deseables, sin embargo no deben exagerarse de manera que formen papada. Las arrugas son más perceptibles en los cachorros, pero debido a la falta de contraste no son tan visibles en los ejemplares tricolores.
Fuerte y de buena longitud, delgado, bien coronado y ligeramente lleno en la parte inferior hacia la garganta, con una curvatura que acentúa la corona. Bien colocado en los hombros, dándole a la cabeza un porte "altivo".
Equilibrado.
De implantación alta. El borde posterior curvo del muslo se extiende más allá de la base de la cola, lo cual hace que las extremidades posteriores luzcan largas. Enroscada apretadamente sobre el dorso y portada cerca del muslo con uno o dos anillos.
Son bien aplomados, con huesos finos. Deben ser rectos hacia el suelo, presentado un antepecho frontal de anchura mediana.
Fuertes y musculosos.
Pequeños, estrechos y compactos, con almohadillas gruesas, dedos bien arqueados y uñas cortas.
Los miembros los lleva rectos hacia el frente en paso rápido, largo, ágil e incansable.
Muy suelta.
Corto, espeso, muy fino y brillante.
Negro puro y blanco; rojo y blanco; negro y fuego, y blanco con "pepitas de melón" sobre los ojos y marcas fuego en hocico y mejillas; negro; leonado y blanco; atigrado: rayas negras sobre fondo rojo, cuanto más las rayas son claramente delineadas, tanto mejor. El blanco debe estar en los pies, pecho y punta de la cola. Los miembros de color blanco, la lista en la cara y el collar blanco son opcionales.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Los Basenjis son inteligentes, pero son de espíritu elevado y a veces un poco nerviosos por naturaleza, lo que puede dificultar su entrenamiento. Su educación y socialización deben comenzar temprano, siempre mostrando al Basenji mucha comprensión y paciencia. También es importante tener en cuenta que estos perros tienden a formar un vínculo muy fuerte con una persona, lo que facilita que esa persona los eduque.
El Basenji es un perro sensible por naturaleza y, por lo tanto, no responde bien en absoluto a correcciones o métodos de entrenamiento severos. Responden bien al refuerzo positivo y, con paciencia, aprenderán las reglas de la casa y cómo comportarse, aunque sería justo decir que quizás no ganen premios en competiciones de obediencia. Una cosa a tener en cuenta al entrenar a un cachorro de Basenji es que, si tienen una mala experiencia durante su educación, no la olvidarán. En resumen, se debe tener mucho cuidado al entrenar a un Basenji cuando son jóvenes.
Como todos los cachorros, los Basenjis son increíblemente lindos con sus orejas grandes y patas desproporcionadamente grandes, lo que significa que es demasiado fácil consentirlos cuando llegan por primera vez a sus nuevos hogares. Sin embargo, una vez que un cachorro está bien adaptado, los dueños deben establecer reglas y límites desde el principio, lo que ayuda a que los cachorros comprendan qué se espera de ellos. También ayuda a establecer un orden jerárquico y quién es el perro alfa en un hogar.
Los basenjis son mascotas familiares maravillosas, aunque los niños muy pequeños tienden a preocuparlos, lo que significa que cualquier interacción debe ser supervisada por un adulto en todo momento para asegurarse de que las cosas permanezcan tranquilas y amigables.
En cuanto a otras mascotas y animales, los basenjis, si están bien socializados desde temprana edad e introducidos a tantas cosas nuevas como sea posible, generalmente aceptan estar cerca de ellos, incluyendo a los gatos. Sin embargo, siempre es prudente mantener un ojo cercano cuando se presenta a un basenji por primera vez a otro animal o perro, para asegurarse de que las cosas se mantengan tranquilas y bajo control.
Al Basenji no se le conoce ninguna debilidad, aunque se tiene que evitar que coja frío pues no está acostumbrado a temperaturas bajas.
“Es el perro más gato de todos”. Esto es lo que se dice muchas veces del basenji. En realidad, no solo no ladra sino que también se lame como un felino, y dado que su pelo corto no requiere ningún cuidado especial, se mantiene limpio. Otro punto en común con el gato es que al basenji le gusta encaramarse sobre una mesa o una silla desde donde domina la situación.
De todas maneras, lo que mejor define al basenji es su carácter. Este perro es travieso y testarudo y conviene educarlo con mano firme. A veces, el animal resulta bastante duro y se muestra tan arisco que suele desconcertar a los dueños demasiado permisivos. El basenji es muy exclusivo y se pega a su dueño de tal manera que no puede soportar la más mínima señal de indiferencia por parte de éste.
Sin embargo, sus partidarios afirman que lo mejor del basenji es su independencia. En este perro, la desobediencia es claramente un acto deliberado, igual que su comportamiento cuando se mantiene alejado de la especie canina. Por otra parte, el basenji es muy curioso y parece que siempre este al acecho.
Si se le educa desde muy joven, este perro africano se adaptará bastante bien a la vida de interior, aunque preferirá la libertad que puede tener viviendo en el campo. Señalemos a este respecto que conviene vallar el jardín en el que esté.
El basenji no necesita ningún mantenimiento especial. Limpio por naturaleza, le hará bien un cepillado periódico y una fricción con guante de cerdas. No se le conoce ninguna fragilidad en especial, aunque siempre se habrá de evitar que coja frío pues no está acostumbrado a las bajas temperaturas.
Las hembras tienen el celo una sola vez al año, y los cachorros (cinco o seis por camada) nacen por lo general en noviembre o diciembre, en una época en la que son más vulnerables.
El basenji, que todavía se utiliza en África en la caza menor, es valorado en Europa y Estados Unidos únicamente como animal de compañía.
Debido a que los basenjis presumen de un fino pelaje corto, no son perros que requieran mucho mantenimiento en cuanto al cuidado del pelaje. Otra cosa a tener en cuenta es que les gusta mantenerse muy limpios y se lavarán a sí mismos usando sus patas de manera similar a un gato. Dicho esto, un cepillado semanal ayudará a mantener el pelaje del perro en excelente condición y también mantendrá su piel saludable. A los basenjis no les entusiasma demasiado el agua, lo que significa que bañarlos puede ser un desafío, pero dicho esto, no debería ser necesario bañarlos con frecuencia a menos que sea realmente necesario.
A los basenjis les gusta mantenerse ocupados y, por lo tanto, necesitan recibir ejercicio regularmente a diario. Idealmente, esto debe incluir mucha estimulación mental para que sean personajes verdaderamente felices y bien equilibrados que sean un placer tener a su alrededor. Son una excelente opción para personas que llevan una vida activa al aire libre, ya que un basenji definitivamente no es un "perro de estar en casa" ni tampoco son perezosos. Por lo tanto, es esencial darles un buen paseo en la mañana y otro en la tarde. Dos horas de ejercicio diario son ideales para estos perros activos y alerta, para evitar que se aburran, y debe incluir mucha estimulación mental.
Sin embargo, debido a que el basenji es un sabueso de vista increíblemente hábil, soltarlos de sus correas puede ser problemático a menos que el área sea ultra segura y no haya animales a su alrededor para perseguir. Los jardines deben estar extremadamente seguros, ya que el basenji es más que capaz de saltar vallas altas con la mayor facilidad, como se mencionó anteriormente.
Los Basenjis necesitan ser alimentados con una dieta de buena calidad y bien equilibrada que satisfaga todas sus necesidades nutricionales a lo largo de sus vidas para que se mantengan en forma y saludables. Si has decidido obtener un cachorro de un criador, te proporcionarán un horario de alimentación y es importante seguirlo durante las primeras semanas después de llevar a casa a un cachorro de Basenji. Puedes cambiar su dieta cuando sea el momento adecuado, pero esto debe hacerse de manera muy gradual y cuidadosa durante algunas semanas para asegurarte de que los cachorros no sufran trastornos estomacales.
También es importante alimentar a los cachorros al menos 3 o 4 veces al día al principio, pero puedes comenzar a alimentarlos con la misma cantidad de comida dos veces al día cuando tengan alrededor de 4 meses, siempre vigilando para asegurarte de que un perro joven pueda adaptarse al cambio en su rutina de alimentación.
Los perros más maduros y mayores pueden ser alimentados dos veces al día, una vez por la mañana y luego nuevamente por la tarde, y esto debe ser comida de buena calidad que contenga todos los nutrientes, vitaminas y minerales correctos que los perros necesitan para mantenerse saludables. Sin embargo, algunos Basenjis pueden volverse quisquillosos si se les dan demasiados premios, lo cual es algo a tener en cuenta al entrenar a un perro y usar premios de alto valor.
Los cachorros deben ser alimentados con una dieta altamente nutritiva y de buena calidad para que se desarrollen y crezcan como deberían. Como guía aproximada, un cachorro de Basenji puede recibir las siguientes cantidades todos los días, asegurándote de que sus comidas estén distribuidas uniformemente durante el día y es mejor alimentarlos 3 o 4 veces al día:
Una vez que un cachorro tiene 12 meses, puede ser alimentado con comida para perros adultos.
Una vez completamente maduro, un Basenji adulto debe ser alimentado con una dieta de buena calidad para garantizar su continuo buen estado de salud. Como guía aproximada, un perro adulto puede recibir las siguientes cantidades todos los días:
Si desea comprar un Basenji, deberá pagar entre 800 y más de 1.200 euros por un cachorro de raza.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...