Podríamos decir que el Bichón Frisé luce un estilo afro de lo más fashion. El nombre del Bichón Frisé proviene del francés frise, que significa rizado. Nombre que le viene como anillo al dedo, ya que este perro tiene un fino y sedoso pelaje con unos rizos suaves y en forma de tirabuzón que suelen acicalarse a conciencia para lograr el aspecto redondeado de su cabeza.
El Bichón Frisé (como el resto de Bichones) debe sus orígenes al Barbet. Los Bichones, a menudo, eran usados como trueque y se cree que fueron los marineros que viajaban desde las regiones mediterráneas orientales hasta las Baleares y Canarias, los que introdujeron el Bichón en Tenerife. Se dice que este Bichón Tinerfeño (que más adelante se conocería como Bichón Frisé) apareció en el siglo XVI y que durante siglos fue la mascota preferida de la nobleza. Hacia finales del siglo XIX el reinado del Bichón Tinerfeño cayó hasta lo más bajo, siendo frecuente ver a este perro vagabundeando por las calles. Pasada la Primera Guerra mundial, unos criadores franceses y belgas decidieron restaurar la raza y ya, en 1933, se redactó el estándar de lo que a partir de entonces se conocería como Bichón Frisé.
El Bichón Frisé es alegre, juguetón, extrovertido, afectuoso y obediente. Le gusta ser el centro de atención y vivir en un ambiente donde pueda formar parte de la vida familiar. Este perro disfruta de los juegos con los niños, siempre y cuando éstos lo traten con cuidado.
El Bichón Frisé es un perro pequeño de pelo blanco y rizado. Tiene unas patas rectas y finas. Las orejas, bien peludas, le caen a los lados de la cabeza y la cola la suele llevar levantada.
Debido a su tamaño, el Bichón Frisé no requiere largas dosis de duro ejercicio aunque el propietario no debe olvidar pasearlo y jugar con él a diario.
Es importante que el dueño controle y cuide los ojos, dientes y capa de su Bichón. Es recomendable cepillar el pelo a diario para evitar la formación de nudos o problemas en la piel.
El Frisé no presta complicación para el adiestramiento en obediencia, sus ganas de complacer al dueño harán la tarea fácil.
El Bichón Frisé es una raza sana y resistente aunque se han detectado casos de luxación de rótula y epilepsia. Las hembras a veces pueden padecer cálculos en la vejiga.
Aunque el Bichon Frisé es un perro bastante pequeño, posee una gran personalidad y tener uno es muy divertido. Descrito como «energía y cariño dentro de un cuerpo con aspecto de borla para empolvarse», se trata de una raza marcadamente cariñosa, inteligente y de un bello aspecto. De todas formas, para mantener el pelaje con un aspecto tan hermoso como el que vemos en las fotografías se encontrará, tal y como se explica en este libro, con que debe dedicarle algo de tiempo. Un pelaje mantenido en perfectas condiciones exige que se le preste atención a diario, así que éste es un aspecto muy importante a tener en cuenta cuando vaya a adquirir un Bichon Frisé.
El Bichon Frisé es una raza longeva que puede llegar a vivir hasta 15 o 16 años. Otro aspecto a tener muy en cuenta antes de decidir que ésta es la raza adecuada para usted. Claramente, cuando traiga una nueva mascota a su hogar el objetivo esencial es que el perro se quede con usted toda la vida.
El Bichon ha ascendido rápidamente en las listas de popularidad y actualmente se inscriben entre 2.000 y 3.000 cachorros anualmente en el Kennel Club. Esto coloca a la raza entre las 20 más populares de entre todas las inscritas en el Reino Unido. Cuando uno tiene en cuenta que en 1976 sólo había 31 cachorros de Bichon Frisé inscritos en el Kennel Club, este ascenso a la popularidad de la raza es poco menos que meteórico.
Debido al abundante pelaje blanco y rizado del Bichon, la estructura física que encontramos debajo puede suponer una sorpresa para los principiantes. Se trata de una raza excepcionalmente robusta y sin exageraciones estructurales de ningún tipo. Aunque el Bichon es, actualmente, un poco más largo que alto, esto no se aprecia de inmediato, debidoal pelaje, que sobresale del cuerpo y le da un aspecto de borla para empolvarse.
Gracias a la robusta estructura de la raza, ésta puede moverse con gran facilidad, y algunos ejemplares pueden comportarse de manera bastante bulliciosa por casa. Los Bichon son bastante capaces de participar en el Mini-Agility, ya que se encuentran dentro del rango de altura que se lo permite, pues su altura ideal hasta la cruz es 23-28 cm en el caso del Reino Unido. En los EE.UU. la altura puede ser de hasta 30,5 cm y en países que aplican el estándar de la FCI, máximo 30 cm.
No se especifica ninguna cláusula en cuanto al peso en el estándar, pero éste se suele encontrar, más o menos, entre los 4,5 y los 8,25 kg. Aparte del pelaje, la cabeza del Bichon destaca por ser bastante característica. Tiene un aspecto como de tres trozos de carbón sobre un fondo de blanco níveo. Es el acicalado del pelaje el que logra dar el aspecto redondeado a la cabeza, ya que por debajo, las formas del cráneo y del hocico no son nada extraordinarias.
La cabeza se encuentra insertada sobre un cuello bastante largo y arqueado, y de esta manera se lleva alta y orgullosamente, dando la imagen de un perro pequeño y listo con una gran personalidad. La cola también nos indica el carácter de esta pequeña raza, ya que suele llevarse levantada y ligeramente curvada sobre el dorso.
El estándar del Kennel Club describe sucintamente la raza como «un pequeño perro alegre, feliz y lleno de vida». Su temperamento es «amistoso y extravertido». Estas pocas palabras ya nos dicen mucho, pero la descripción americana de su temperamento no es menos encantadora y se merece que la mencionemos: «amable, sensible, juguetón y afectuoso. El comportamiento alegre es el sello de fábrica de la raza, y uno no debería conformarse con menos».
El Bichon es verdaderamente extravertido y rara vez tímido o nervioso, y es un verdadero placer vivir con él. Medra siendo el centro de atención. A lo largo de la historia este perro ha sido un animal de compañía, y eso es exactamente lo que debería ser, ya que aprecia todas las comodidades del hogar. Un Bichon será muy feliz viviendo en un ambiente hogareño, donde pueda tomar parte en la vida familiar, y todo lo que suceda a su alrededor quedará grabado en su inteligente cerebro.
El Bichon es una raza que disfruta con el adiestramiento y que aprende con facilidad. Las actividades que puede aprender son la obediencia, el trabajo de terapia, el Agility e incluso uno o dos trucos. De todas formas, el Bichon no se adapta al adiestramiento excesivamente estricto, y algunos parecen aprender mejorcuando su adiestramiento adopta las características de un juego. Siempre está dispuesto a aceptar recompensas, así que se debe tener cuidado para que no engorde excesivamente sin darnos cuenta.
Cuando seleccione collares y correas para el adiestramiento, se deberían evitar los collares de eslabones de cadena, ya que pueden enredarse fácilmente en el pelo del cuello y dañarlo.
El color del pelaje y la presentación del mismo son muy importantes en el caso del Bichon, así que sus propietarios deben estar preparados para dedicar bastante tiempo a mantenerlo en perfectas condiciones, y que nunca tenga un aspecto sucio o desarreglado. Un pelaje blanco sólo será blanco si se baña al perro frecuentemente.
El color del Bichon siempre es blanco, pero los americanos permiten manchas de color crema o albaricoque hasta los 18 meses de edad. Bajo el pelaje blanco, el pigmento debería ser, idealmente, oscuro, y se pueden encontrar con frecuencia manchas negras, azules o beige en la piel.
El color blanco del pelaje contrasta de forma llamativa con el pigmento negro de la trufa y con los oscuros ojos, que tienen una pigmentación negra a su alrededor. La piel que rodea a los ojos suele ser negra o de un color gris oscuro. A estas zonas se las llama halos, y este color oscuro de la piel acentúa la expresión de este maravilloso perro. Incluso las almohadillas de los pies son negras, y las uñas también deberían ser, preferentemente, negras, aunque es difícil encontrarlas.
La mayoría de los Bichon Frisé son mantenidos con un corte de pelo de aspecto bastante alegre, ya que es de esta forma como conocemos a la raza hoy día, aunque no ha sido siempre así. Ciertamente, fue el desarrollo de la presentación del pelaje lo que ayudó a la raza a encaramarse a la fama. El peinado es, indudablemente, uno de sus grandes atractivos. Dicho esto, de acuerdo con su estándar inglés, el pelaje puede dejarse desarreglado, aunque debo admitir que nunca he visto un Bichon sin acicalar en ningún ring de exposición.
La textura del pelaje es extremadamente importante. El fino y sedoso pelaje tiene unos rizos suaves y en forma de tirabuzón parecido al de la cabra de Mongolia, dice el estándar de la FCI y tiene una longitud de 7-10 cm. Aunque no se menciona en el estándar del Kennel Club, el Bichon también posee una subcapa suave y densa. Para la presentación en el ring de exposición, el pelaje se recorta siguiendo el contorno del cuerpo, es redondeado y nunca se deja tan corto como para dar lugar a un aspecto de corte excesivo o cuadrado. Las mascotas suelen llevar el pelaje del cuerpo y de las extremidades más corto, pero conserva su longitud en la cabeza, las orejas y la cola para darle un aspecto característico.
El pelaje del Bichon no cae cuando muere y es sustituido. Como consecuencia, debe peinarse, ya que si no se formarían nudos y bolas de pelo. También es muy importante cepillarlo a conciencia antes del baño, ya que si no, se formarían todavía más nudos.
El pelo de la cabeza, la barba y el bigote se deja más largo, al igual que el de las orejas, dando así un aspecto general redondeado. El pelo de la cabeza nunca se corta tanto como para que la raza pierda su característico aspecto de borla para empolvarse, y el pelo de la cola también se deja algo más largo.
Siempre que los padres hayan enseñado a sus hijos a tratar los perros con cuidado y a no ser nunca salvajes ni agresivos, la mayoría de los Bichon disfrutarán jugando con ellos. Así pues, se comprende que hay que vigilar a los niños pequeños cuando estén con perros, para que no se dé ningún accidente, por muy involuntario que pudiera ser.
Siempre que se ponga un animal en contacto con otro por primera vez, es esencial vigilarles. La mayoría de los Bichon Frisé muestran una buena disposición para estar junto con otros animales, pero es comprensible que en gran parte dependerá de la personalidad del otro animal. Un perro o un gato ya mayores quizá no se muestran contentos, en un principio, ante la llegada de un nuevo animal a casa, aunque otros los aceptan bien. Cuando un Bichon Frisé se encuentra con un amigo canino o felino, la relación suele ser sincera y duradera. Desde luego, uno de los posibles peligros, dado el pelaje algo especial de la raza, es el acicalado mutuo, que podría provocar grandes enredos en el pelaje, especialmente detrás de las orejas.
En general, el Bichon Frisé es un pequeño perro sano y resistente pero, al igual que muchas otras razas, tiene sus propios problemas. De todas formas es gracias a la dedicación de los criadores como se han descubierto estos problemas. Si los propietarios son conscientes de ellos se encontrarán, sin duda alguna, en posición ventajosa para poder manejarlos positivamente. Algunos de esos problemas pueden ser genéticos y otros son hereditarios, pero otros no los son.
Algunos Bichon Frisé son propensos a las alergias cutáneas, pero generalmente se las puede tener bajo control con una dieta adecuada. La alergia suele apreciarse en forma de unos «puntos calientes» sobre la piel, pese a no haber signos de parásitos externos. Parece ser que una dieta baja en proteína va bien cuando surgen problemas cutáneos.
Suele ser difícil dilucidar la causa de la alergia. Existen muchas posibilidades, que van desde la alfombra del cuarto de estar, el champú utilizado cuando se le baña y, con bastante frecuencia, ciertas hierbas y hongos. En los casos de alergia cutánea es bueno cambiar de champú, de acondicionador y de cualquier otro aerosol que se utilice para el pelo, ya que estos objetos son los más fáciles de eliminar antes de investigar más exhaustivamente si es necesario. No hace falta decir que se debe mantener a su Bichon Frisé libre de parásitos externos tales como pulgas y garrapatas.
Se sabe que esta raza tiene problemas con sus articulaciones de la rodilla que se conocen con el nombre de luxación patelar aunque, por supuesto, pocos son los afectados. Una luxación patelar significa, sencillamente, que la rótula se ha dislocado. Los criadores fiables hacen que sus animales sean examinados regularmente por un veterinario, lo que ha ayudado a reducir la incidencia. Otro factor importante es que un perro no debería estar obeso, ya que esto tenderá a agravar el problema.
Muchos perros con luxación patelar viven con ese problema sin experimentar dolor, pero en algunos casos se necesita operar.
Otro problema que está siendo investigado actualmente en los Bichon Frisé es uno que afecta a la articulación de la cadera. La displasia de cadera, que es el problema ortopédico más común entre los perros no tiene una incidencia muy alta en la raza.
Aunque es infrecuente encontrarlos en el Bichon Frisé, los cálculos en la vejiga de la orina pueden, a veces, provocar problemas, ya que se suelen encontrar con mayor frecuencia en las razas pequeñas que en las grandes. Los síntomas incluyen la micción excesiva, sangre en la orina, dolor al orinar, debilidad general, depresión y pérdida del apetito. Los cálculos en la vejiga se dan con mayor frecuencia en las hembras que en los machos.
Es necesaria la asistencia veterinaria urgente, ya que esos cálculos pueden dar lugar a daños renales irreparables y como resultado de ello el animal puede perder la vida. En muchos casos, los cálculos pueden ser disueltos mediante una dieta especial bajo supervisión veterinaria, pero en algunos casos requieren su extracción quirúrgica.
Al igual que en el caso de muchas de las razas de tamaño pequeño, algunos Bichon Frisé pierden sus dientes a una edad relativamente temprana. Es por tanto importante prestar especial atención al cuidado de los dientes y las encías para mantenerlas lo más sanas posible, previniendo las caries, las infecciones y la consiguiente pérdida de piezas dentales.
La infección de las encías quizá no se detenga únicamente aquí. Las bacterias que provocan esta infección son transportadas a través del torrente sanguíneo, y esto puede dar como resultado daños hepáticos, renales, cardiacos y articulares. Ésta es una importante razón para darse cuenta de que los cuidados dentales eficientes son de la máxima importancia a lo largo de toda la vida del perro.
Un problema descubierto recientemente en el Bichon Frisé es el de las cataratas, y se está investigando acerca de su posible carácter hereditario. Dada la relativa novedad del descubrimiento, se están implantando varios esquemas de investigación en diferentes países. Es, pues, aconsejable que los nuevos propietarios se informen acerca de si existen o no pruebas a su disposición en su país. En un principio, sería bueno ponerse en contacto con alguna sociedad canina para conseguir datos acerca de la situación actual y obtener la información más reciente.
Debido al pelo existente alrededor de los ojos del Bichon Frisé, el globo ocular podría irritarse. Esto puede dar como resultado una conjuntivitis y es muy posible que aumente el lagrimeo. Esto provocará, consecuentemente, manchas por lágrimas por debajo del ojo, lo que se suele apreciar con facilidad en los perros blancos y los de color claro. Es necesario prestar atención a la limpieza de los ojos durante la rutina de su acicalado.
Debido a que las orejas del Bichon Frisé cuelgan cerca de la cabeza y a que están bien cubiertas de pelo suelto y que cae, de acuerdo con el estándar de la raza, pueden sufrir falta de ventilación. Por lo tanto es importante examinar regularmente las orejas y los oídos y arrancar, procediendo con cuidado, el exceso de pelo de su cara interna para así poder evitar infecciones.
Los síntomas de una infección del oído incluyen una descarga marronosa de olor desagradable que hace que el oído se enrojezca, se inflame y quede tumefacto. Llegados a esta fase el perro se rascará la oreja y quizá ladee la cabeza debido al dolor.
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Las teorías acerca del origen del Bichon Frisé varían bastante, pero se acepta, generalmente, que el antepasado es la raza francesa conocida con el nombre de Barbet o Spaniel de Aguas. Del Barbet se originó el nombre «Barbichon», que más tarde fue abreviado, quedándose en «Bichon». La palabra «Barbichon» probablemente vino de la palabra francesa barbiche, que significa perilla. Se reconocieron cuatro tipos diferentes de perros llamados todos ellos «Bichon» y que eran originarios de la región mediterránea: el Bichon Maltés, el Bichon Boloñés, el Bichon Habanero y el Bichon Tinerfeño, que más tarde se convertiría en el Bichon à Poil Frisé y conocido popularmente hoy en día como Bichon Frisé.
Todos estos perros eran apreciados por su disposición y su carácter, y frecuentemente eran usados como bienes con los que hacer trueques. Así pues, estos pequeños perros viajaron mucho y eran transportados de un continente a otro por los marineros.
Se suele aceptar que fueron los marineros que viajaban desde las regiones mediterráneas orientales hasta las islas Baleares y las islas Canarias, los que introdujeron el Bichon en Tenerife. Se usó mucho el nombre de la isla, ya que potenciaba el valor comercial del perro, ya que el nombre de «Tenerife» sonaba a algo muy exótico en aquellos tiempos.
El Bichon Tinerfeño fue especialmente popular en las cortes españolas durante el siglo XVI, y los pintores de la escuela española incluyeron a estos perros en sus cuadros. Se pueden encontrar varios de ellos, especialmente en las obras de Goya (1746-1828). Goya era tanto pintor como grabador al aguafuerte y fue contratado como pintor de la corte de Carlos IV en 1789.
Aunque se conocía desde el siglo XI, fue en el siglo XIV cuando el Bichon se volvió un perro especialmente apreciado por la nobleza y, al igual que pasó con muchas otras razas que eran tenidas en Italia en esos tiempos, a muchos de ellos se les cortaba el pelo de tal manera que parecieran leones. Se volvieron bastante populares en la ciudad de Bolonia, en el norte de Italia, y así se transformó en la raza que actualmente conocemos con el nombre de Boloñés.
Hace siglos, los Boloñeses eran muy apreciados por su excelente oído y, aunque su tamaño era pequeño, eran frecuentemente usados como perros de vigilancia. A finales del siglo XVII, los Bichon Boloñeses eran enviados como regalos de los aristócratas italianos a la nobleza francesa y belga, haciendo así que se difundieran todavía más.
El Bichon, al que se conocía con el nombre de Bichon Tinerfeño, apareció bajo el reinado de Francisco I (1515- 1547). Unas pocas décadas más tarde se volvería muy popular. Fue en la corte de Enrique III (1547-1589), donde este cautivador y pequeño perro se vio mimado, hasta el extremo de que, según los estándares de esos tiempos, llevaba lazos y perfumes.
Se ha constatado que los reyes franceses y sus mujeres sentían tanto cariño por sus pequeños perros blancos, que los llevaban consigo a todas partes «en unas cestas en forma de bandeja que llevaban sujetas alrededor de su cuello mediante unas cintas». Se dice que bajo el reinado de Luis XIV, que estuvo en el trono desde 1643 hasta 1715, este pequeño perro fue nombrado la «mascota oficial» de la corte debido a que era fácil llevarlo de un lugar a otro.
Muchos cuadros franceses nos muestran a perros de tipo Bichon, que también aparecen frecuentemente en tapices antiguos, especialmente los tejidos en el siglo XV. De todas formas, parece ser que a partir de 1789, durante la Revolución Francesa, eran menos populares, pero resurgieron durante la época de Napoleón III, que se autoproclamó emperador en 1852.
Las teorías acerca del verdadero origen del Bichon Habanero son muchas y variadas. Se trata de la raza que hoy día conocemos con el nombre de Habanero, aunque, al igual que el Boloñés, es mucho menos conocido que su pariente cercano, el Bichon Frisé.
Pudiera ser que el Bichon Habanero descendiera del Boloñés y que hubiera sido llevado a Argentina por los italianos. Allí podría haber sido cruzado con un pequeño caniche sudamericano, con lo cual se habría creado, efectivamente, otra raza.
Otra teoría quizá más plausible es que el Bichon Habanero descendió del Bichon Maltés. Estos Malteses, tal y como los conocemos hoy día, fueron llevados a las Antillas por los españoles. Allí se les conoció con el nombre de Blanquito de la Habana o Perros Sedosos de la Habana, y fueron los predecesores de los Habaneros que conocemos hoy día.
También hay otras dos teorías que vale la pena tener en cuenta. Los perros podrían haber llegado a Cuba durante los tiempos de la colonización y exploración española, o quizá los italianos podrían haberlos llevado a Cuba como regalos. Cualquiera que fuera su origen, los Bichon Habaneros se convirtieron en mascotas muy apreciadas por los cubanos acaudalados. Los cubanos entregaban estos perros como regalos y, de alguna forma, estos animales volvieron a Europa.
Aunque el Bichon Frisé que conocemos actualmente es una raza diferente a las demás, no siempre ha sido así. De hecho, un estudio publicado en una revista francesa en 1935 citaba siete nombres pertenecientes a los que se describía como «el mismo nombre que la raza Bichon». Estos nombres eran el Perro Tinerfeño, el Perro Habanero, el Perro Boloñés, el Perro Balear, el Perro Peruano, el Perro Holandés y el Pequeño Perro León, tal y como lo describía Buffon, cuyos trabajos fueron publicados en varios volúmenes entre 1755 y 1789.
Debido a que ha estado unido al Bichon Frisé durante la historia, es también interesante resaltar la conexión existente entre el Pequeño Perro León, al que se conoce más familiarmente con el nombre de Löwchen o con el nombre francés de Petit Chien Lion. La conexión entre ambos probablemente no es cercana. La línea externa o contorno de estas dos razas nos muestra unas formas bastante diferentes, y el pelaje no se parece. Es muy probable que en el Löwchen haya algo de sangre terrier, y aunque puede que haya también un poco en el caso de las razas de Bichon, desde luego no llega al mismo extremo.
Para confundir más las cosas, el hoy día familiar corte de pelo «en forma de león» del Löwchen había sido usado con muchas otras razas en el pasado y esto no puede sino acrecentar el dilema acerca de qué razas eran las retratadas en los antiguos cuadros.
Tampoco se puede pasar por alto al poco conocido Coton de Tuléar, ya que se puede seguir el rastro de su historia hasta llegar al Bichon Tinerfeño. A medida que se abrían nuevas rutas para el comercio, el Bichon Tinerfeño llegó a la isla de Reunión, en el océano Índico. Allí, este pequeño Bichon desarrolló un pelaje parecido al algodón, lo que probablemente fue el resultado de una única mutación genética. A este perro se le conoció a partir de entonces con el nombre de Coton de Reunión, pero al final esta raza se extinguió en aquella isla.
Por suerte, y de alguna forma, el Coton reapareció en Tuléar (hoy Toliara), en la costa sudoeste de Madagascar. Éste era un puerto comercial activo y, de nuevo, los marineros desempeñaron un importante papel en el traslado de una raza emparentada con la nuestra a otro país.
A pesar de haber sido una mascota mimada durante siglos, hacia finales del siglo XIX el Bichon pareció pasar de moda. No es fácil entender las razones de esto, ya que Francia es una región próspera. De todas formas, se podían ver algunos de estos perros en los circos y en las ferias y frecuentemente recibían el nombre de «perro callejero» o, a veces «pequeño perro ovejero». Sus vidas transcurrían alejadas de los lujos que habían conocido anteriormente. A veces se les podía ver vagabundeando por las calles, y a veces hacían de lazarillos.
Pasada la primera guerra mundial, un puñado de criadores franceses y belgas decidieron instaurar un programa de cría para el Bichon Tinerfeño o Bichon à Poil Frisé. Esperaban que esto hiciera renacer la raza y que la llevara más allá de su estatus como perro de circo o perro callejero.
El entusiasmo de este pequeño grupo de fervientes aficionados fue tal que hacia 1933 se había progresado suficiente como para redactar un estándar para la raza. Fue escrito por Mme. Bouctovagniez, que era la presidenta del Club Francés de Razas Miniatura, con la ayuda de «Los Amigos de las Razas Belgas». De todas formas, cuando surgió la cuestión de dar un nombre a la raza, fue Mme. Nizet de Leemans, directora del Comité de Estándares de Razas de la Fédération Cynologique Internationale (FCI) la que tomó esta importante decisión.
La historia dice que durante un encuentro en 1933 hubo una acalorada discusión acerca del nombre que se daría a la raza. Sencillamente desesperada, Mme. Nizet de Leemans preguntó a qué se parecía la raza. Ésta fue descrita como un perro lanoso, pequeño y de color blanco, así que ella dijo, sin más, que se le llamaría Bichon Frisé, que significa perro pequeño y lanoso. Así que el 18 de octubre de 1934 el Bichon Frisé fue inscrito en el Livre des Origines Françaises. A pesar de esta decisión histórica, mucha gente siguió usando los nombres de Bichon Tinerfeño o Bichon à Poil Frisé incluso hasta principios de los años 50.
Durante los años del renacimiento de la raza, sólo se disponía de un número limitado de animales fundadores, así que era comprensible que tuviera que recurrirse a la consanguinidad. Definimos la consanguinidad como un cruce entre perros con un alto grado de parentesco como, por ejemplo, entre una madre y un hijo o un padre y una hija. Entre los primeros pioneros de la raza estaban M. y Mme. Bellotte, propietarios del afijo Milton y cuyo primer Bichon Frisé inscrito nació en 1929. Para garantizar la inscripción, este perro debe haber sido de pura raza durante, por lo menos, cuatro generaciones.
Teniendo en cuenta que el Bichon Frisé había llegado a un ocaso tan considerable hasta su renacimiento después de la primera guerra mundial, esta raza ha dado unos pasos agigantados en estas últimas décadas. La raza se tornó activa por primera vez en EE.UU. en 1956 y, al Bichon Frisé le llevó 17 años obtener el pleno reconocimiento por parte del American Kennel Club (AKC). Para los que no estén familiarizados con la aceptación oficial de «nuevas» razas en Estados Unidos, puede que 17 años parezcan mucho tiempo, pero dada la fragmentada historia del Bichon, éste no es el caso en absoluto.
Aunque hubo Bichon que llegaron a Estados Unidos entre los años 20 y los 40, habían sido introducidos, simplemente, como mascotas familiares por personas que habían viajado a Europa. Con el objetivo de su introducción oficial al país, se debe decir que los sucesos que llevaron a la entrada de la raza en EE.UU. comenzaron en 1952, cuando Helene y Français Picault adquirieron su primer Bichon en Dieppe (Francia). Las hijas de la pareja se casaron con unos americanos y, en 1956, M. y Mme. Picault, junto con siete Bichon, se reunieron con una de sus hijas en Milwaukee (Wisconsin). Seis meses más tarde se les unieron otros dos Bichon.
Parece ser que a los Picault se les dijo que harían una «fortuna» criando Bichon en EE.UU., pero esto no fue tan fácil como se les hizo ver. Aunque se pensaba que la raza era encantadora, no fue registrada, y se vendieron pocos cachorros en esos primeros tiempos tras su llegada. Azelia Gascoigne, de Wisconsin, ya había estado implicada en otras razas, y compró su primer Bichon en 1956 creyendo que la raza tenía potencial. Otro de los primeros propietarios de Bichon fue Mrs. Fournier, una criadora de Collie.
Aunque el proceso para hacer que el gran público conociera a la raza fue lento, Mrs. Fournier intentó, esforzadamente, promocionar la raza y anunció al Bichon en una revista canina nacional. Finalmente, en mayo de 1964, se discutió acerca de la formación de un club nacional en San Diego (California). Este club recibiría el nombre de Bichon Frisé Club of America, y Mrs. Gascoigne fue su primera presidenta y Mrs. Fournier su archivera y secretaria.
A través del club, varios grupos de aficionados al Bichon se fusionaron y la posibilidad de conseguir que la raza fuera inscrita en el AKC estaba en labios de todos. De todas formas, el Bichon Frisé no fue tomado en serio por el resto de aficionados a los perros. Algunos estadounidenses que habían viajado a Europa se habían fijado en el Bichon Frisé en las exposiciones caninas de la Europa continental, observando la falta de un acicalado cuidadoso y de una presentación para la exposición que parecían haber afectado a toda la raza.
En 1969, Frank Sabella, presentador profesional y aficionado a los Caniches, asistió a un encuentro anual del club de la raza, aportando sus propias ideas y sugerencias acerca de cómo se podía mejorar la imagen de la raza mediante la presentación. Mostró cómo bañar y secar con un secador a un Bichon, además del importante proceso del corte de pelo y de la presentación. Otra persona que fue de gran ayuda para promocionar la nueva imagen de la raza fue Richard Beauchamp, que por aquellos tiempos era editor de una importante revista canina y que, actualmente, es juez internacional y autor. Se mostró de acuerdo en unirse con otras personas en la lucha para el reconocimiento de la raza, y sin duda alguna, esto fue de gran ayuda.
El resultado final es que el Bichon Frisé fue aceptado en la Clase Miscelánea del AKC en 1971 y fue inscrito en el Libro de Orígenes del AKC en 1972, consiguiendo el total reconocimiento en el año 1973.
En una fecha tan tardía como a principios de los años 70, aún no se conocía la existencia de Bichon en Gran Bretaña, aunque uno había sido tenido como mascota y había sido inscrito en el Kennel Club en 1957. A pesar de ello, este perro no fue activo de ninguna otra forma, aunque debido a su inscripción, la raza podía ser inscrita inmediatamente a su llegada a principios de los años 70.
Los inicios reales de la raza en Gran Bretaña fueron en 1973, cuando Mr. y Mrs. Sorstein, de EE.UU., fueron a vivir a Gran Bretaña, trayéndose consigo a dos Bichon Frisé, un macho y una hembra.
Los Bichon de los Sorstein, Rava's Regal Valor of Reenroy y Jenny-Vive de Carlise fueron cruzados y la primera camada que nació en Gran Bretaña lo hizo en 1974. De esta camada, tres cachorros volvieron a EE.UU., pero dos fueron exhibidos en Gran Bretaña. El perro Carlise Cicero of Tresilva se convertiría, más tarde, en Campeón australiano. Este mismo macho fue el padre de Ch. Int. Tresilva Don Azur, que tuvo una gran influencia sobre la raza en Suecia. El cruce se repitió en 1975 y nacieron cinco cachorros, que ayudaron en la fundación de otros criaderos de Bichon.
Pasados los años 70, el encantador Bichon Frisé se había, sin duda, ganado muchos admiradores por todo el mundo y su fama se extendió. Desde entonces se han intercambiado líneas de un país a otro gracias a las numerosas exportaciones. La raza es ahora, ciertamente, tomada muy en serio. Su presentación es de primera categoría y se han conseguido grandes triunfos, incluyendo títulos de Best in Show (Mejor de la Exposición) y primeras plazas en el Grupo de Perros Miniatura en la prestigiosa Exposición Canina Crufts en 1999.
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Es un pequeño perro alegre y jovial; de naturaleza vivaz. El hocico es de longitud mediana, y el pelo largo, en forma de tirabuzón, muy suelto, parecido al pelo de la cabra de Mongolia. Lleva la cabeza erguida y con nobleza; los ojos oscuros son muy expresivos y alertas.
Guarda armonía con el cuerpo.
Es bastante largo, y el perro lo lleva erguido y con orgullo. Cerca del cráneo es redondo y fino, y va agrandándose gradualmente hasta insertarse sin brusquedad en los hombros. Su longitud corresponde a poco más o menos de 1/3 de la longitud del cuerpo (en una proporción de 11 a 33 cm para un ejemplar de 27 cm de altura), tomando como base los extremos de los omóplatos contra la cruz.
Está implantada poco más abajo de la línea de la espalda que lo está la cola del Caniche. Por lo regular, se presenta levantada y graciosamente doblada, en el plano de la espina dorsal; no está enroscada. Tampoco está recortada y no puede tocar la espalda; sin embargo, el adorno del pelo puede caer sobre la espalda.
Vistos de frente son rectos y están bien aplomados; son de huesos finos.
La pelvis es ancha.
Vigorosos. Las uñas son preferiblemente negras; sin embargo, éste es un ideal difícil de alcanzar.
La pigmentación de la piel que aparece bajo el pelo blanco es preferiblemente oscura; así pues, los órganos sexuales tienen un color negro, azuloso o beige.
Es fino, sedoso, en forma muy suelta de tirabuzón, semejante al pelaje de la cabra de Mongolia. No es ni aplanado, ni acordonado y su longitud es de 7 a 10 cm.
Arreglo del pelo: Tanto el pelo de los pies, como el del hocico puede ser ligeramente recortado.
Blanco puro.
La altura a la cruz no debe sobrepasar los 30 cm, ya que la talla pequeña constituye un acierto.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados debe considerarse como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
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