El Boyero de Appenzell, que debe su nombre a la región de Apenzell situada en el nordeste de Suiza, es un excepcional perro pastor utilizado para vigilar, guiar y proteger el ganado. Es un perro incansable y seguro de sí mismo que sabe mantener la calma tanto delante de un rebaño de toros como delante de varios centenares de ovejas.
Los boyeros suizos (Boyero de Appenzell, Gran Boyero Suizo, Boyero de Berna y Boyero de Entlebuch) descienden de un antiguo perro de origen asiático conocido como Dogo del Tíbet. Se cree que los navegantes griegos y fenicios trajeron estos perros al mediterráneo, donde se empezaron a usar como perros de guerra. Los romanos, aparte de emplearlos en la batalla, también los utilizaron como guías de rebaños. En sus viajes, las tropas romanas contribuyeron a difundir estos perros y fue así como llegaron a los valles suizos. Durante muchos años, en Suiza se han utilizado como perros de tiro, para guardar granjas y para guiar rebaños. Fue en el siglo XIX cuando los cinófilos se empezaron a interesar por estos perros y se redactó un estándar para cada una de las cuatro razas.
El Bouvier de los Alpes es un perro equilibrado, tranquilo, amable, valiente, inteligente y muy vivaz. Se lleva bien con otros perros y con otros animales domésticos si se lo acostumbra desde pequeño. Es fiel a toda la familia pero tiende a escoger a un miembro para seguirlo incondicionalmente. Le gusta correr y saltar, tareas que no lo cansan fácilmente.
El Boyero de Appenzell tiene un cuerpo bien proporcionado, cuadrado y musculoso. Su espalda es fuerte y recta y la cabeza es ancha y plana. Las orejas, de implantación alta, tienen forma de “V” y le caen pegadas a la cabeza. Lleva la cola implantada alta y enroscada por encima del lomo. Su pelo es corto, tupido y brillante y de color negro o castaño oscuro con marcas blancas y fuego simétricas y regulares.
El Bouvier de los Alpes no es un perro adecuado para estar encerrado dentro de un piso, prefiere vivir en espacios abiertos en los que pueda correr libremente. Para que el animal tenga un buen desarrollo tanto físico como mental, los dueños deben sacarlo a pasear a diario y proporcionarle ejercicios variados en los que el perro se sienta útil.
Desde cachorro, este Boyero debe recibir una educación firme en la que debe quedar bien claro quién manda en casa.
La falta de ejercicio o de liderazgo pueden hacer que el perro se vuelva obsesivo, muy posesivo o destructor.
El Boyero de Appenzell es una raza fuerte y sana que no acostumbra a padecer enfermedades congénitas.
Perro tricolor, de tamaño mediano, de estructura casi cuadrada, equilibrado armónicamente en todas sus partes, musculoso, muy móvil y ágil, con expresión de astucia.
Vivaz, con mucho temperamento, seguro de sí mismo e intrépido. Desconfia fácilmente de los extraños. Vigilante incorruptible; alegre y fácil de enseñar.
De tamaño relacionado armónicamente con el cuerpo, ligeramente acuñada.
Más bien corto, fuerte y seco.
Compacto y fuerte.
De implantación alta, fuerte de longitud mediana; pelo abundante, el pelo de la parte inferior siendo más largo. Durante el movimiento, lleva la cola estrechamente anillada sobre la grupa, a un lado o en el medio. En el perro parado se acepta la cola colqante en formas varias.
Estructura ósea fuerte y seca.
Cortos, con dedos cerrados y arqueados y almohadillas resistentes.
Los pasos de los miembros anteriores son muy amplios, con un fuerte empuje. Al trotar, los miembros se dirigen en línea recta, vistos tanto por delante como por detrás.
Pelo doble (Stockhaar), sólido y pegado al cuerpo. El pelo de la capa externa es denso y brilloso. La lanilla interna densa es de color negro, pardo o gris; es indeseable que el color de la lanilla interna sea visible a través de la capa externa. Se tolera, pero no es deseable el pelo ondulado sobre la cruz y la espalda.
El color básico es negro o pardo, con marcas simétricas lo más posible de color pardo-rojizo y blanco. Pequeñas marcas de color pardo-rojizo (fuego) sobre los ojos. Manchas de color pardo-rojizo en las mejillas, el pecho (en ambos lados sobre el área de la articulación del hombro con el brazo) y en las extremidades; es éstas últimas el color pardo-rojizo se debe localizar entre el negro (o el pardo) y el blanco.
Marcas blancas:
Tolerancia: +/-2 cm.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados debe considerarse como falta y la gravedad de ésta se considera en proporción al grado de la desviación al estándar.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
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