El Bullmastiff se ha convertido en un perro de defensa muy eficaz. Se cuenta que una noche que los dueños de la casa no estaban, un ladrón entró en la propiedad. Los criados soltaron al perro que embistió al extraño brutalmente y lo tuvo retenido en el suelo durante horas hasta que los dueños llegaron.
Oficialmente, el Bullmastiff procede del Reino Unido y si bien existen referencias anteriores de perros de porte similar en Gran Bretaña, lo cierto es que la raza no fue reconocida por el Kennel Club británico hasta 1924.
Sin embargo, ya por el siglo XV y XVI hubo en la Península Ibérica unos perros de características muy similares al Bullmastiff moderno, llamados genéricamente “Perros de Toros”. Se dice incluso que en el ajuar de la futura esposa de Enrique VIII, Catalina de Aragón, se incluyeron varios de estos fieros animales. En esa época, los espectáculos tan sangrientos, como las peleas de perros contra toda clase de alimañas feroces, estaban muy de moda.
Cuando éstas peleas de perros con toros, osos y otras bestias cayeron en desuso, en España y Portugal, los perros quedaron sin ocupación, desapareciendo en su mayoría. Pero en Inglaterra buscaron alternativas. De ahí, que a principios del s. XVIII los Guardabosques ingleses empezaran a seleccionar un nuevo tipo de perro al que llamaron “Gamekeeper’s Night Dog” (Perro de noche del Guardabosques). Este perro provenía del cruce, más o menos selectivo, de los descendientes de esas estirpes de valientes luchadores, y son esos lo que se considera que están en el origen del Bullmastiff. La raza ha conservado sin demasiadas variaciones el carácter y el tipo que procuraron los Guardabosques.
Justamente porque en el pasado el Bullmastiff fue utilizado en Inglaterra como guardián de los grandes cotos privados de caza, con el propósito de perseguir y apresar a los furtivos (el perro derribaba con su cuerpo y se echaba encima para inmovilizar al extraño completamente), es por lo que todavía hoy la raza conserva intacta esa característica, una de las más apreciadas y la que mejor le distingue y le separa del resto de los grandes molosos. No en vano, el Bullmastiff sabe medir perfectamente su fuerza y nunca ataca, a priori, para hacer sangre.
Ello tiene su justificación en el hecho de que históricamente ha convivido bajo el mismo techo que sus guías, los Guardabosques, quienes conscientes de la importancia de afianzar ese rasgo de su carácter y tamizar su anterior fiereza, optaron, hace más de tres siglos, por introducirlos en sus casas y compartir el calor del hogar y el ambiente familiar con ellos. En esos ratos de descanso, sus “Night Dog” estaban con los hijos, con la esposa y con el amo, disfrutando de un rato de tranquilidad, jugueteando con los niños en vez de ser relegados a la zona en la que se guarecían el resto de perros y de animales domésticos o al exterior.
Así, poco a poco, tamizado el carácter antes fiero y agresivo del perro de toro, el Guardabosques sentó los principios de lo que hoy es un animal eminentemente familiar, que adora a los niños y que se adapta perfectamente a todo tipo de ambientes (ciudad o campo), pero que para dar lo mejor de sí mismo necesita, siempre, sentirse parte de la familia y no ser relegado al mero rol de perro de guarda. Sólo así desarrollará completamente su excepcional instinto de protección hacia los suyos.
El Bullmastiff es un perro muy potente y seguro de sí mismo, dos características que le vienen transmitidas generación tras generación, y como tal hará poco alarde de su poderío físico (¿para qué?), evitando al máximo la confrontación con terceros. Pero es además un guardián inteligente, discreto, eficaz y con enorme capacidad de discriminación; poco ladrador, sumamente casero, que se adapta fenomenalmente bien a la vida en piso y en ciudad y que tiene especial predilección por el orden en todas las cosas.
Cuando hablamos de Bullmastiffs hablamos de perros de gran tamaño y volumen, que vienen a pesar, de adultos, unos 60 kilos en el caso de los machos y unos 45 kilos las hembras.
No obstante, lo que más llama la atención es su extraordinaria cabeza, compacta, cuadrada, enorme, adornada por un ancho y también cuadrado morro negro y que se apoya en un cuello potente, que a su vez se asienta sobre un pecho ancho e igualmente potente. Todo ello nos habla de la extraordinaria fuerza de este animal.
Pero el Bullmastiff es, además, un animal dotado de un cuerpo de aspecto relativamente cuadrado, asimismo muy compacto y unas patas anteriores fornidas, potentes, paralelas entre sí y otras, las posteriores, de fuerte pierna y angulaciones moderadas que terminan con unos pies fuertes y redondos (pie de gato). La cola es relativamente larga pues alcanza el corvejón, muy ancha en su base aunque luego se estrecha algo hacia la punta; una cola que le sirve de timón para controlar los movimientos y el empuje de todo el cuerpo cuando se ve en la necesidad de apoyarse sobre el cuarto posterior y abalanzarse sobre su enemigo, para derribarlo e inmovilizarlo.
El Bullmastiff se adapta perfectamente a la vida en piso y en ciudad; no es excesivamente activo, aunque agradece los paseos a buen ritmo, siempre que durante la etapa de crecimiento el ejercicio sea muy controlado para evitar problemas musculo-esqueléticos. Tiene cierta tendencia a la obesidad. No desprende olor corporal y su higiene es sencilla; bastará cepillarlo dos o tres veces a la semana con guate de goma; los baños se desaconsejan pues alteran gravemente el pH de la piel y pueden producir dermatitis.
El Bullmastiff es propenso a la torsión de estómago (a una edad avanzada) y a la displasia de cadera.
Texto facilitado por Federico Baudin de Castro-Castalia.
Los Bullmastiffs, a pesar de su gran envergadura, no necesitan un gran espacio para vivir, se adaptan perfectamente a la vida en un piso siempre que se respeten sus paseos diarios, con un par de salidas al día a buen paso, serán suficientes.
Los Bullmastiffs son perros con un carácter muy tranquilo y los más amorosos y protectores con su familia. Suelen tener una buena relación con los niños aunque hay que vigilar a los más pequeños para que no los lastimen accidentalmente, pisándolos o con un empujón. Suelen tolerar muy bien la separación de sus dueños por lo que, en perros adultos, no habrá que preocuparse si el animal tiene que quedarse solo unas horas al día.
Se trata de perros grandes y potentes, es imprescindible socializarlos correctamente para no tener problemas o agresiones con otros perros.
El Bullmastiff no necesita un aseo excesivo, desprenden poco olor y su corto pelaje se mantiene perfectamente con un par de cepillados semanales. El inconveniente, si eres muy escrupuloso, es el babeo. Si te molesta, tendrás que ir limpiándola de su boca y si te descuidas, también de tu ropa:)
Los Bullmastiffs sufren con el calor y la insolación, deben mantenerse en el interior o en zonas frescas durante las horas más calurosa de los días veraniegos. Otro aspecto a tener en cuenta es que tienen un alto umbral del dolor, pueden estar muy heridos o enfermos y apenas mostrar síntomas de ello.
Se cree que los perros de este "tipo" han existido durante cientos de años tanto en Inglaterra como en otras partes de Europa. Eran muy apreciados por sus habilidades de caza y guardia. El Bullmastiff surgió cruzando perros tipo Mastiff con Bulldogs, pero en los siglos XVII y XVIII no se parecían al moderno Bullmastiff que vemos hoy en día, ya que se parecían más a un Staffordshire Bull Terrier en aquel entonces. Eran una elección popular entre los guardabosques que necesitaban perros fuertes y poderosos para ayudarles a mantener a raya a los furtivos.
Se cree que el Bullmastiff tiene en su linaje al Moloso y al Alaunt, y que estos dos perros fueron introducidos en Gran Bretaña hace unos dos mil años. Sin embargo, el Bullmastiff fue creado cruzándolos con Bulldogs Ingleses Antiguos porque los guardabosques de la época querían un perro robusto y fuerte que fuera capaz no solo de proteger grandes rebaños de ganado, sino también de mantener alejados a los furtivos. Con el paso de los años, estos valientes y leales perros encontraron su camino en otros entornos, trabajando como centinelas, guardias y colaborando con la policía y el ejército.
Se piensa también que con el tiempo se utilizaron otros perros para desarrollar la raza, incluyendo Bloodhounds, San Bernardos y Gran Daneses. Se hicieron esfuerzos para estandarizar la raza a principios del siglo XX, con entusiastas promoviendo la raza tanto como pudieron. Sin embargo, el Bullmastiff solo fue reconocido como raza en 1925. Ese mismo año se formó la Liga Británica del Bullmastiff, aunque en ese momento se conocía como el Club del Bullmastiff de Midlands y se estableció el primer estándar oficial de la raza.
Aunque los perros que vemos hoy en día no se parecen a los primeros Bullmastiffs que se criaron en aquel entonces, su inteligencia, su alto espíritu y la devoción que muestran hacia sus dueños sigue siendo la misma, lo que es una de las razones por las que la raza sigue siendo una elección popular en todo el mundo.
De construcción poderosa y simétrica. Demuestra gran fuerza, aunque su apariencia no es pesada. Es un perro robusto y activo.
Es brioso, alerta y fiel. Es fuerte, activo, confiable y de gran resistencia.
La cabeza es ancha y profunda.
Bien arqueado, no muy largo y bien musculado; su circunferencia es casi igual a la del cráneo.
De implantación alta. Es fuerte en la base y disminuye gradualmente hasta la punta, llegando al corvejón. Es recta o encorvada, pero ni tipo hound. La cola torcida es muy indeseable.
Fuertes y rectos; de huesos sólidos. Vistos de frente están bien separados y aplomados.
Fuertes y musculados, pero no pesados.
Bien arqueados. Pie de gato con dedos redondos y almohadillas duras. Uñas oscuras deseables. Los pies aplastados son muy indeseables.
Denota fuerza y determinación. Cuando se mueven en línea recta, ni los miembros delanteros, ni los miembros traseros deben cruzarse o doblarse. El miembro derecho delantero y el miembro izquierdo trasero deben levantarse y apoyarse al mismo tiempo. El impulso vigoroso de los miembros traseros no altera la firmeza de la línea de la espalda, denotando así un movimiento armonioso y balanceado.
Es corto y duro al tacto. Protege al animal de las condiciones climáticas. Es liso y pegado al cuerpo. El pelo largo, sedoso o lanoso es muy indeseable.
Cualquier tono atigrado, leonado o rojo; el clor debe ser puro y claro. Seacepta una leve marca blanca en el pecho, pero otras marcas blancas son indeseables. La máscara negra es indispensable,
uniéndose armoniosamente a las marcas negras alrededor de los ojos que contribuyen a la expresión.
Altura a la cruz:
Peso:
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estánda y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
El Bullmastiff es conocido por ser un perro extremadamente leal y valiente que forma un vínculo muy fuerte con sus dueños. Necesitan estar bien socializados y correctamente entrenados desde una edad temprana para que aprendan su lugar en la "manada" y quién es el perro alfa en un hogar, o de lo contrario pueden comenzar a mostrar un lado más dominante de su naturaleza. Como tales, estos perros grandes y poderosos necesitan tener un manejador experimentado que sepa cómo manejarlos.
Dicho esto, el Bullmastiff no es una buena elección para dueños primerizos porque podrían verse superados por ellos. Estos perros tienen bastante energía y son altamente inteligentes, lo que significa que necesitan recibir la dirección adecuada desde una edad temprana y a lo largo de sus vidas para ser verdaderamente perros equilibrados.
Los Bullmastiffs tienden a ser cautelosos con las personas que no conocen y generalmente solo tolerarán estar cerca de extraños cuando hayan sido presentados por sus dueños. Esta es solo una de las razones por las que son excelentes perros guardianes.
Los Bullmastiffs no son la mejor elección para dueños de perros primerizos porque necesitan ser socializados, entrenados y manejados correctamente por personas que estén familiarizadas con sus necesidades específicas. Los Mastiffs son perros fuertes que necesitan que se les enseñen las reglas básicas y quién es el perro alfa en un hogar, o podrían asumir el papel de perro dominante ellos mismos, lo cual es algo que debe evitarse a toda costa.
Los Bullmastiffs tienen un fuerte instinto de presa y, como tal, se debe tener cuidado al pasear a un perro sin correa en un lugar público para evitar incidentes, esto incluye parques y zonas rurales.
Los cachorros de Bullmastiff, al igual que todos los cachorros, son muy juguetones, enérgicos y bulliciosos, por lo que no son muy adecuados para familias con niños pequeños y bebés. Disfrutan jugando juegos interactivos con sus dueños, como "buscar" y atrapar la pelota, pero debido a su tamaño y al hecho de que son una raza braquicéfala, siempre se debe tener cuidado de no exagerar, lo que podría dificultar la respiración del perro.
Los Bullmastiffs se adaptan mejor a personas que tienen jardines traseros seguros en lugar de apartamentos, porque necesitan poder expresarse libremente tan a menudo como sea posible, lo cual pueden hacer de manera segura en un jardín bien cercado.
Los Bullmastiffs establecen lazos fuertes con sus familias y los perros nunca están muy felices cuando se quedan solos durante largos períodos de tiempo. Se adaptan mejor a personas que trabajan desde casa o en hogares donde una persona se queda en casa cuando todos los demás están fuera, para que nunca estén solos durante mucho tiempo, lo que podría llevar a que un perro sufra de ansiedad por separación. Esto puede llevarlos a ser destructivos en el hogar, que es la forma en que un perro alivia el estrés que siente y se entretiene a sí mismo.
Los Bullmastiffs no son conocidos por ser "ladradores" y típicamente solo expresarán su opinión para hacerle saber a su dueño cuando algo que no les gusta está sucediendo o cuando hay extraños cerca. Vale la pena señalar que estos perros siempre fueron entrenados para no ladrar y para llevar a cabo su trabajo de guardianes en silencio y para atrapar cazadores furtivos en lugar de atacarlos.
Algunos Bullmastiffs disfrutan nadando y se lanzarán al agua siempre que puedan, especialmente cuando hace calor. Sin embargo, si alguien tiene un perro al que no le gusta el agua, nunca se le debe obligar a entrar, ya que solo terminaría asustándolo. Dicho esto, siempre se debe tener cuidado al pasear a un Mastiff sin correa cerca de cursos de agua más peligrosos, por si un perro decide saltar y luego necesita ser rescatado. Otra cosa a tener en cuenta es que algunos Mastiffs tienen dificultades para respirar porque son una raza braquicéfala, lo que puede hacer que nadar sea más desafiante para ellos.
Los Bullmastiffs son perros guardianes naturales y serían rápidos para hacerle saber a su dueño cuando hay extraños cerca o cuando algo que no les gusta está sucediendo en su entorno. Los Mastiffs no necesitan ser entrenados para guardar o proteger porque estas son características que están profundamente arraigadas en la psique de un perro y, como tal, hacerlo podría significar que un perro comience a mostrar un lado más agresivo y dominante de su naturaleza.
Aunque el Bullmastiff es un perro inteligente, se sabe que tienen un carácter bastante terco, por lo que se necesita un manejo cuidadoso pero firme desde el principio si quieres compartir tu hogar con uno de ellos. También vale la pena tener en cuenta que cuando son cachorros y adolescentes, el Bullmastiff puede ser un poco testarudo, muy animado y bullicioso, lo que hace que sea un poco más desafiante hacer que se concentren durante su entrenamiento.
Los cachorros de Mastiff pueden ser lindos, pero deben aprender las reglas desde el principio para que entiendan los límites y fronteras que los dueños establecen para ellos, porque estos lindos cachorros crecen para convertirse en perros poderosos y fuertes. Los primeros comandos que un cachorro debe aprender incluyen los siguientes:
Los Bullmastiffs no son tan tolerantes con los niños y, como tal, cualquier interacción entre ellos debe ser supervisada por un adulto. No son la mejor opción para familias con niños muy pequeños o bebés, ya que un Bullmastiff adolescente tiende a ser un poco demasiado bullicioso, lo que podría resultar en que derriben a un niño pequeño y lo lastimen. También tienden a volverse extremadamente protectores de sus dueños y sus hijos, lo que puede causar problemas cuando alguien visita su hogar.
Por lo tanto, MundoAnimalia aconseja que los Bullmastiffs no son la mejor opción para familias con bebés o niños muy pequeños. Cualquiera que ya comparta su hogar con un Bullmastiff y tenga hijos pequeños siempre debe asegurarse de que nunca se queden juntos sin supervisión. También es crucial que los padres enseñen a los niños pequeños cómo comportarse alrededor de los perros y cuándo mantenerse alejados de ellos, especialmente cuando hay comida alrededor o durante el tiempo de juego.
Por lo general, son buenos con otros animales y mascotas, siempre que estén extremadamente socializados desde una edad lo suficientemente temprana para que maduren en personajes verdaderamente equilibrados y relajados sin importar a dónde los lleven. Se debe tener cuidado cada vez que se encuentren con perros y otros animales que no conocen y llevar a cabo las presentaciones cuidadosamente.
Al igual que cualquier otra raza, los Bullmastiffs necesitan ser cuidados regularmente para asegurarse de que sus abrigos y piel se mantengan en óptimas condiciones, teniendo en cuenta que la raza es conocida por ser propensa a problemas de piel y alergias gracias a los pliegues y arrugas alrededor de la cara de un perro. También necesitan hacer ejercicio diario regular para garantizar que se mantengan en forma y saludables. Además de esto, necesitan ser alimentados con comida de buena calidad que cumpla con todas sus necesidades nutricionales a lo largo de sus vidas.
Los cachorros Bullmastiff son bulliciosos y llenos de vida, lo que significa que es esencial que los hogares y jardines estén protegidos para cachorros antes de su llegada. Un criador responsable habría socializado bien a sus cachorros, lo que siempre conduce a perros más extrovertidos, seguros y amigables desde el principio. Dicho esto, cualquier cachorro se sentirá vulnerable cuando se separe de su madre y hermanos, lo cual debe tenerse en cuenta. Cuanto más tiempo pueda un cachorro permanecer con su madre, mejor, aunque nunca debe ser por demasiado tiempo.
Es mejor organizar recoger al cachorro cuando haya personas en casa durante la primera semana o así, que es el tiempo necesario para que un cachorro se adapte. Proteger el hogar y el jardín para cachorros significa guardar cualquier herramienta y otros implementos en los que un cachorro bullicioso pueda lastimarse. Los cables eléctricos deben estar fuera de su alcance porque a los cachorros les encanta masticar cosas. Las plantas tóxicas también deben ser eliminadas de los parterres y del hogar.
Los cachorros necesitan dormir mucho para crecer y desarrollarse como deberían, lo que significa establecer un área tranquila que no esté demasiado apartada para que puedan retirarse a ella cuando quieran dormir la siesta y es importante no molestarlos cuando están durmiendo. También es una buena idea mantener el "tiempo de juego" agradable y tranquilo dentro de la casa y tener un "tiempo de juego" más activo afuera en el jardín, lo que significa que los cachorros aprenden rápidamente a ser menos bulliciosos cuando están adentro.
La documentación que un criador proporciona para un cachorro debe tener todos los detalles de su fecha de desparasitación y el producto utilizado, así como la información relacionada con su microchip. Es esencial que los cachorros sean desparasitados nuevamente siguiendo un horario que es el siguiente:
Hay ciertos elementos que los nuevos propietarios necesitan tener en casa antes de traer a un nuevo cachorro. A menudo es una buena idea restringir cuánto espacio juega un cachorro, especialmente cuando no puedes vigilar lo que hacen, teniendo en cuenta que los cachorros suelen ser bastante bulliciosos, lo que significa invertir en puertas para cachorros o un corral lo suficientemente grande que permita a un cachorro Bullmastiff expresarse mientras los mantiene seguros también. Los elementos necesarios son los siguientes:
Todos los cachorros son sensibles al ruido, incluidos los cachorros Bullmastiff. Es importante mantener los niveles de ruido bajos cuando llega un nuevo cachorro a casa. No se deben reproducir televisores y música demasiado fuerte, lo que podría estresar a un cachorro pequeño.
Como se mencionó anteriormente, los cachorros Bullmastiff habrían recibido sus primeras vacunas de los criadores, pero deben recibir sus vacunas de seguimiento, lo cual es responsabilidad de los nuevos propietarios organizar. El calendario de vacunación para cachorros es el siguiente:
En cuanto a los refuerzos, es mejor discutirlos con un veterinario porque hay mucho debate sobre si un perro realmente los necesita después de cierto tiempo. Sin embargo, si un perro alguna vez necesitara ir a una perrera, sus vacunas deberían estar al día.
Los Bullmastiffs mayores necesitan mucha atención especial porque al llegar a sus años dorados tienen más riesgo de desarrollar ciertas preocupaciones de salud. Físicamente, un Bullmastiff comenzará a tener un hocico gris, pero también habrá otros cambios notables que incluyen lo siguiente:
Vivir con un Bullmastiff en sus años dorados significa asumir algunas responsabilidades adicionales, pero estas se manejan fácilmente e incluyen revisar su dieta, la cantidad de ejercicio que reciben, con qué frecuencia necesitan cambiarse sus camas y mantener un ojo en la condición de sus dientes.
Los Bullmastiffs mayores necesitan ser alimentados con una dieta de buena calidad que satisfaga sus necesidades en esta etapa de sus vidas, al mismo tiempo que se vigila de cerca el peso del perro. Una guía de alimentación aproximada para los Bullmastiffs mayores es la siguiente, teniendo en cuenta que deben ser alimentados con alimentos altamente digestibles que no contengan aditivos:
Los Bullmastiffs mayores no necesitan la misma cantidad de ejercicio diario que un perro más joven, pero aún necesitan la cantidad adecuada de actividad física para mantener el tono muscular y evitar que un perro aumente demasiado de peso. Todos los perros necesitan acceso a agua limpia y fresca, y esto es especialmente cierto para los perros mayores cuando llegan a sus años dorados, ya que tienen más riesgo de desarrollar trastornos renales.
Los Bullmastiffs son relativamente fáciles de mantener en el departamento de cuidado personal gracias a su pelaje corto y apretado. Esto significa que una sesión semanal utilizando un guante de aseo mantendrá cualquier pelo muerto fuera de los muebles y hará que sus abrigos luzcan bien y brillantes. También es una buena idea vigilar las orejas de un perro y limpiarlas cuando sea necesario para evitar la acumulación de cera que podría resultar en una infección de oído. Este tipo de infección de oído puede ser notoriamente difícil de eliminar.
Sin embargo, debido a que los Bullmastiffs son propensos a desarrollar problemas de piel en sus caras y hocicos gracias a los pliegues, es esencial limpiar regularmente los pliegues para evitar un brote. Los pliegues proporcionan el ambiente perfecto para las bacterias porque son cálidos y húmedos, lo cual es todo lo que las bacterias necesitan para prosperar.
Un Bullmastiff necesita recibir al menos una hora a dos horas de ejercicio al día. Sin embargo, los perros menores de un año no deben ser llevados a caminatas muy largas porque sus articulaciones y huesos aún están en desarrollo. Ejercer demasiada presión sobre ellos podría resultar en que los perros desarrollen problemas articulares más adelante en sus vidas.
Siendo perros inteligentes, al Bullmastiff realmente le gusta recibir mucha estimulación mental para ser verdaderamente perros felices y equilibrados, y esto incluye jugar muchos juegos interactivos con sus dueños y familias. También se benefician de poder deambular por un jardín trasero tan a menudo como sea posible, siempre que la valla sea muy segura.
Si obtienes un cachorro de Bullmastiff de un criador, te darían un horario de alimentación y es importante seguir la misma rutina alimentando al cachorro con la misma comida para evitar cualquier malestar estomacal. Puedes cambiar la dieta de un cachorro, pero esto debe hacerse muy gradualmente siempre asegurándote de que no desarrollen problemas digestivos y si lo hacen, es mejor volver a su dieta original y discutir las cosas con el veterinario antes de intentar cambiarla nuevamente.
Alimentar a un Bullmastiff puede resultar un poco desafiante porque se sabe que son un poco exigentes. Esto significa establecer un programa de alimentación y cumplirlo para evitar cualquier contratiempo. Es mejor alimentar a un Bullmastiff adulto dos veces al día, una vez por la mañana y luego nuevamente por la noche, asegurándote de que sea comida de buena calidad que cumpla con todos sus requisitos nutricionales. También es importante no alimentar a un perro justo antes de salir a pasear o cuando acaban de regresar de uno. La razón es que los Bullmastiffs son propensos a sufrir de torsión gástrica y si comen cuando todavía están calientes o justo antes de salir a hacer ejercicio, aumenta la posibilidad de que sufran este trastorno doloroso y grave.
También es importante que los perros reciban la cantidad adecuada de ejercicio para quemar cualquier exceso de calorías o podrían aumentar demasiado de peso, lo que puede llevar a todo tipo de problemas de salud. La obesidad puede acortar la vida de un perro varios años, por lo que es importante vigilar su línea desde el principio.
Los cachorros necesitan ser alimentados con una dieta de alta calidad altamente nutritiva para que se desarrollen y crezcan como deberían. Como guía aproximada, un cachorro de Bullmastiff puede ser alimentado con las siguientes cantidades todos los días, asegurándote de que sus comidas estén distribuidas de manera uniforme a lo largo del día y es mejor alimentarlos 3 o 4 veces al día:
Una vez que un Bullmastiff tiene 18 meses, pueden ser alimentados con comida para perros adultos.
Una vez completamente maduro, un Bullmastiff adulto debe ser alimentado con una dieta de buena calidad para garantizar su buena salud continua. Como guía aproximada, un Bullmastiff adulto puede ser alimentado con las siguientes cantidades todos los días:
Si estás buscando comprar un Bullmastiff, necesitarías pagar desde €800 hasta más de €1000 por un cachorro de pedigrí bien criado.
En cuanto a los costos de alimentación, necesitas comprar la mejor calidad de comida, ya sea húmeda o seca, para alimentar a tu perro a lo largo de sus vidas, asegurándote de que se adapte a las diferentes etapas de sus vidas. Esto te costaría entre €50 - €80 al mes. Además de esto, necesitarías tener en cuenta los costos veterinarios si quieres compartir tu hogar con un Bullmastiff, lo que incluye sus vacunas iniciales, sus refuerzos anuales, el costo de castrar o esterilizar a tu perro cuando sea el momento adecuado y sus chequeos de salud anuales, todo lo cual se suma rápidamente a más de €1400 al año.
Como guía aproximada, el costo promedio de mantener y cuidar a un Bullmastiff estaría entre €120 y €200 al mes, dependiendo del nivel de cobertura de seguro que elijas comprar para tu perro, pero esto no incluye el costo inicial de comprar un cachorro de Bullmastiff de pedigrí registrado en el Kennel Club bien criado y saludable.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...