Cuesta creer que el repeinado y acicalado Galgo Afgano, uno de los perros que en los concursos de belleza necesita más horas de peluquería, antaño fuera un excelente perro de caza que perseguía tanto liebres como gacelas. Actualmente, ha dejado atrás su pasado cazador y se dedica de lleno al mundo de la moda y la compañía.
Los orígenes del Galgo Afgano son confusos pero lo cierto es que a raíz de las exportaciones de perros a Gran Bretaña hacia finales del siglo XIX, en 1907 apareció el que hoy es considerado como el primer Lebrel Afgano. A principio de los años 20 había dos variedades de Afganos, unos procedentes de las regiones más montañosas de Afganistán y otros procedentes de los llanos o zonas desérticas fronterizas entre Afganistán y la India, divergencia que causó fricciones entre los aficionados a la raza. Bajo la constatación de que ambos perros procedían de Afganistán, los dos tipos se fueron mezclando poco a poco hasta que en 1933 se fijó un estándar.
El Galgo Afgano es tranquilo, silencioso y reservado aunque también alegre, payaso y afectuoso (sin llegar a ser cargante ni sumiso). Es intuitivo, inteligente, tiene buena memoria y un gran sentido de la iniciativa. Le gusta correr al aire libre.
El Lebrel Afgano es un perro alto y estilizado que se caracteriza por su manto de pelo largo, sedoso y fino que le cubre todo el cuerpo. Lleva las orejas pegadas a una cabeza larga y refinada. La cola tiene muy pocos pelos y termina en forma de anillo. El Galgo Afgano puede ser de cualquier color.
El mantenimiento del pelo del Lebrel Afgano es exigente, necesita tres sesiones de cepillado a la semana y un baño mensual.
El Afgano se adapta bien a vivir en el interior del hogar siempre y cuando se le saque a pasear, como mínimo, una hora. También es un perro que necesita mucho tiempo de vida social, sino se puede volver reservado e introvertido.
El Galgo Afgano puede verse afectado por una malformación de la articulación del codo o por la displasia de cadera. Es muy sensible a los preparados químicos (como polvos antipulgas), a la anestesia, a los tranquilizantes y a la cortisona.
Durante los años 70, cuando su belleza, elegancia y pelaje se ajustaban a las modas de esa época, los Galgos Afganos experimentaron un enorme crecimiento numérico. En esos años, la raza se volvió excesivamente popular y estuvo en el candelero de una forma de lo más inadecuada. El resultado de este tipo de popularidad (se trate de la raza que se trate) es que sus ejemplares son adquiridos debido a aspectos que atraen al público por la moda y los nuevos propietarios desconocen las aracterísticas de los perros. El Galgo Afgano se ganó una reputación que frecuentemente fue injusta y falsa. A lo largo de los años me ha irritado oír que se consideraba que esta raza era estúpida y difícil, pues la verdad es que es, en general, todo lo contrario.
Los Galgos Afganos son perros grandes, hermosos y elegantes. Su cuerpo es armonioso y tiene una estructura robusta. El tórax es relativamente profundo y bien abovedado para que haya suficiente espacio para el corazón y los pulmones. El Galgo Afgano es un perro con una buena musculatura, no es pesado y su constitución le permite correr velozmente y mostrar su potencia. Esta raza es capaz de mostrar un enorme vigor y cambios de velocidad cuando corre. El movimiento elegante y equilibrado es una característica importante de esta raza. Por ejemplo el estándar para la raza del Kennel Club de Inglaterra describe el movimiento como «con un gran estilo» y esto define la marcha extremadamente buena del Galgo Afgano. El ejemplar típico se mueve de forma única, ligera aunque vigorosa y elástica con unos pasos bien marcados. Con su cola y su cabezaerguidas, este perro resulta cautivador. Al igual que sucede con cualquier raza cazadora, la firmeza del movimiento es esencial para permitir que el perro lleve a cabo las habilidades para las que fue criado.
La cabeza del Galgo Afgano es un rasgo muy interesante, ya que como el pelaje de su cara es corto, su expresión es claramente visible. La estructura ósea es, o debería ser, muy hermosa, dando la impresión de que la cara hubiera sido cincelada. Unido a esto y debido, en gran medida, a la osamenta que rodea a los ojos, éstos deberían tener una forma casi triangular, estando el borde inferior, desde su parte interna a la externa, algo inclinado hacia arriba para conseguir esta forma. Los ojos suelen tener una implantación relativamente profunda, lo que incrementa su expresión. La expresión correcta del Galgo Afgano, que muestra un frío desdén y la impresión descrita en su estándar de «mirar a y a través» de alguien aumentan su singularidad. La cabeza también tiene otro requisito característico: un occipital prominente. Se trata del hueso de la parte posterior del cráneo, que no es tan notorio en muchas otras razas.
Una característica única de la raza es el patrón de su capa. Es algo de lo más sorprendente para aquellos que no lo han visto antes. El pelaje de la cara, de la parte lateral del cuello y del «asiento» (que consiste en una zona alargada y en forma de silla de montar en el dorso que incluye toda la columna vertebral, desde la nuca hasta el nacimiento de la cola) es corto y pegado al cuerpo. Puede que también haya zonas con pelo corto (que pueden hallarse bajo el pelaje largo y sedoso y que no se pueden ver a no ser que levantemos este pelaje largo) en los metacarpos y metatarsos. Como estas zonas de pelo corto van también acompañadas de pelo largo y sedoso sobre el resto del cuerpo, el aspecto del perro es bastante destacable. Existen variaciones en cuanto al patrón de la capa. Algunos Galgos Afganos nunca tendrán una «silla de montar», incluso aun siendo adultos y algunos sólo la tendrán después de las épocas de muda. Algunos perderán una cantidad excesiva de pelo largo y sedoso, sólo les quedará una ligera cantidad y tendrán más zonas de pelaje corto (tipo «silla de montar») de lo normal. Este tipo de patrón de la capa, más común antes de los años 60 y 70 solía describirse como el patrón Bell-Murray.
Uno de los aspectos fascinantes de la raza es la variedad de colores. Probablemente, en Gran Bretaña, el color crema, con o sin una máscara (cara) negra o de un color degradado y el negro con manchas doradas, fuego o plateadas (sobre la cara, los metacarpos, metatarsos y el nacimiento de la cola, por ejemplo), son los colores más prevalentes. De todas formas, el estándar de la raza admite todos los colores. Algunos de éstos van cambiando a lo largo de toda la vida del animal de forma fascinante. Por ejemplo, un ejemplar atigrado plateado cuando es un cachorro puede tener un color grisáceo al llegar a la ancianidad. Además de esta particularidad relacionada con el color, nos encontraremos, muy frecuentemente, con variaciones en cuanto al tipo (un término que con frecuencia, y quizás erróneamente, se utiliza para describir los diferentes matices relativos a la forma de la cabeza y la expresión o las variaciones entre familias, por ejemplo), lo que ejemplifica los diferentes colores. Uno de los colores interesantes es el dominó, que confiere al perro un color totalmente inverso al de un ejemplar con la máscara negra. Los Galgos Afganos dominó tienen un color pálido en la cara y uno más oscuro en el resto del cuerpo, frecuentemente con un «pañuelo de viuda» (una zona en forma de gorro sobre el cráneo) que va descendiendo, en punta, hasta llegar a la frente.
Posiblemente, uno de los rasgos más característicos de esta raza es su típica cola en forma de anillo en la punta. Es de lo más hermosa cuando su forma es la correcta. Uno de los aspectos que determina el porte de la cola es la especial situación de la cadera en el Galgo Afgano. Los huesos de la cadera, que son prominentes, suponen un requisito en cuanto a su constitución corporal. A partir de esta osamenta hay una caída de la grupa hasta llegar al nacimiento de la cola. A continuación ésta se eleva cuando el perro está emocionado o en movimiento, o se lleva baja cuando está en reposo con su anillo típico y completo en la punta. Se trata de una característica de lo más inusual para un perro y es otro de los aspectos propios de esta raza. Existe una variación en cuanto al grado de cierre del anillo en la cola. Algunos sólo tienen una forma como de hoz. Frecuentemente, el anillo no está plenamente desarrollado hasta que el cachorro tiene toda su dentadura de adulto y a veces se puede ver desde que es muy joven.
Estoy seguro de que cuando los europeos los vieron por primera vez, estos perros despertaron un gran interés, por sus características únicas e insólitas. Se trata de una raza con una enorme personalidad. Actualmente, como ya es muy conocida, la mayoría de la gente está habituada al aspecto de estos perros, pero tenga en cuenta el revuelo que debieron ocasionar cuando fueron exportados por primera vez desde Afganistán. Añádase a esto la reputación de su carácter. Seguro que debieron provocar un gran seguimiento allá donde fueran.
Es necesario comprender el carácter del Galgo Afgano para apreciarlo en su conjunto. Para muchos, la idiosincrasia de esta raza hace que a uno le resulte virtualmente imposible vivir sin ella y para otros es casi imposible vivir con ella. Uno de los aspectos que determinan esto es su hogar y otro es su jardín o patio, aunque el principal factor es la personalidad de usted y del resto de su familia.
El típico Galgo Afgano es, en gran medida, una criatura con un pensamiento independiente y un espíritu libre. La forma más fácil de vivir con él es, sencillamente, aceptándolo. De todas formas, la raza también es cariñosa. Los Galgos Afganos pueden ofrecer tanto cariño y fidelidad como uno pudiera pedirles, pero este afecto no siempre se demuestra; frecuentemente lo ofrecen como a distancia.
Creo que el Galgo Afgano es una de las razas más inteligentes con las que he vivido, pero esta inteligencia no se muestra con el aprendizaje de trucos ni con ninguna forma de adiestramiento. Los Galgos Afganos son autodidactas, lo que quiere decir que no suelen copiar el comportamiento de otros perros, sino que crean el suyo propio. No sería sensato tratar de doblegar la voluntad de su perro para que se adapte a usted. En lugar de eso es más bien necesario seguir caminos paralelos. Frecuentemente he debido sentarme en el suelo, ya que nuestros Afganos estaban ocupando el sofá. Tengo claro que es incómodo, pero he aceptado que forma parte de la raza y que (dentro de la mente de los perros) somos iguales. A veces he aguantado las miradas de indignación y reproche y he insistido en que fuera yo quien ocupara el sofá.
No es realmente sensato adquirir un Galgo Afgano si desea tener un perro sobre el que poder mandar. Aunque tampoco debería permitir que su perro le domine, podrá esperar tener a un igual en su familia una vez lo tenga en casa. Estos perros no son criados de nadie y a veces mostrarán una agresividad transitoria si se les fuerza a actuar de esta manera.
Aunque muchos Galgos Afganos son excelentes compañeros y dignos de confianza con los niños, no se trata de una raza recomendable como perro adecuado para ellos. Esto es debido, principalmente, a que no soportan, como regla general, que les hagan travesuras. Obviamente, no se debería someter a estas diabluras a ningún perro, pero muchas razas pasarán por alto el comportamiento inocente e irritante propio de los niños que un Galgo Afgano podría encontrar bastante difícil de tolerar. Molestar a esta raza, con su personalidad sensible, podría resultar en que el perro se vuelva nervioso e introvertido cuando esté con niños. En algunos casos esto podría incluso dar lugar a agresiones, debido a la ansiedad y al estrés que se provocan al perro. Con esto no se pretende decir que todos los Galgos Afganos sean iguales. He visto machos adultos tumbados mientras un niño pequeño se subía encima de ellos, sin que los perros mostraran preocupación ni desagrado. En el caso de cualquier perro es necesario vigilar a los niños pequeños en todo momento.
Una de las características más propias y únicas es la expresión que, tal y como está descrita en el estándar de la raza de mirar «a y a través de uno». Creo que esto se lo guardan los Galgos Afganos para estudiar el horizonte y vigilar a los extraños y las personas que conocen. Creo que el círculo más próximo formado por las personas más queridas para estos perros suele recibir una mirada cariñosa e íntima. No puede haber nada más gratificante para un aficionado a los Afganos que esta mirada: está llena de confianza, es personal y procede, directamente, del corazón. Es posible, cuando conoce de verdad a su perro, la comunicación sin palabras. En este sentido creo que esta raza es capaz de comprender más vocablos que cualquier otra con las que he vivido. De todas formas, las palabras como «ven», «quieto» y «no» son primero sopesadas antes de acabar por aceptarlas.
Toda esta independencia hace que el Galgo Afgano sea una raza especial y no una mascota normal y corriente. Esto no quiere decir que no sean buenos compañeros para el propietario que no esté pensando en presentarlos en los certámenes de belleza, lo único que significa es que no son, necesariamente, el tipo de perro que encaja en todos los hogares. En esta discusión acerca del temperamento de esta raza, he descrito lo que ha caracterizado a la raza durante generaciones. Se podría argumentar que, en los últimos años, la tendencia ha sido hacia un temperamento más fácil en algunos aspectos debido a la cría selectiva. Muchos Galgos Afganos actuales son más extravertidos con los extraños, más activos y menos distantes. Se debe debatir si ésta es una tendencia satisfactoria. Los que conocen el temperamento de esta raza en toda su gloria, defenderán los rasgos originales como superiores. Personalmente, preferiría no ser saludado por un Afgano que no me conoce, como si fuera un amigo al que no ve hace mucho tiempo, pero reconozco que es más fácil pasear por los lugares públicos con este tipo de perro que con uno reservado, tímido y a veces nervioso.
Para apreciar a estos perros es esencial comprenderles. Es necesario pensar como un Galgo Afgano para poder ver el mundo como lo ven ellos. Los ejemplares con los que he vivido han creado fuertes vínculos con sus orígenes históricos, han tenido sus propias y firmes opiniones acerca de su valía y han esperado tener un alto grado de comodidad yrespeto en casa. No creo que esta raza funcione bien como animal de perrera, ya que necesitan tener cerca a personas con una mentalidad parecida a la suya, para que sean compañeros noexigentes y relajados. No son perros falderos, son amigos con un fuerte compromiso.
Los Galgos Afganos son afortunados, ya que tienen la reputación de ser susceptibles a pocas de las enfermedades caninas hereditarias más conocidas. De todas formas, existen algunas afecciones que el aspirante a propietario querrá conocer mejor.
Se trata de un problema molesto que afecta a la articulación de la cadera. La cadera es una articulación de «bola y cuenco» que puede verse afectada, principalmente, porque el acetábulo no tiene la profundidad adecuada o porque no está correctamente formado. Cuando ocurre esto, se da una laxitud general de la cadera. Frecuentemente las consecuencias se dan en forma de cambios artríticos en la articulación. Este problema es doloroso y el perro padece una cojera y malestar cuando sufre la artritis.
Se pueden sacar unas radiografías a los posibles animales reproductores para ver si presentan indicios de este problema y muchos criadores lo hacen de forma rutinaria. El veterinario obtiene las placas (frecuentemente con el animal anestesiado). Tras esto, en Gran Bretaña por ejemplo, se envían las radiografías al proyecto conjunto de la British Veterinary Association (BVA)/Kennel Club de Inglaterra para que sean examinadas por dos veterinarios pertenecientes a un grupo de asesores que las compara con un patrón o fórmula específico. El sistema de puntuación utilizado da a los criadores la oportunidad de conocer el grado de normalidad o de los problemas de cadera del perro. Existen variaciones de un país a otro en cuanto a los sistemas de puntuación y a las normas sobre la utilización como animales reproductores de los que estén afectados. En Gran Bretaña, la puntuación mínima para cada cadera es de 0 y la máxima (animales más gravemente afectados) de 53. El número de Galgos Afganos cuyas radiografías han sido sometidas, a la valoración del proyecto de la BVA/KC, no es muy alto. Como consecuencia, no se puede decir con total veracidad hasta qué punto se encuentra esta raza afectada por este problema.
Cataratas. Existen dos tipos de cataratas: Una de ellas provoca una opacidad del cristalino en uno o ambos ojos y aparece en los Galgos Afganos ancianos. No se considera hereditaria y puede afectar a cualquier raza.
Durante los años 70 hubo una gran preocupación respecto de los ejemplares jóvenes y las cataratas. Se vio que otro tipo de cataratas eran transmitidas en ciertas líneas (esto es, eran hereditarias). Se llevó a cabo un gran trabajo para eliminar como animales reproductores a los perros que eran portadores de este defecto.
Entropión. El entropión es un término que describe la inversión del párpado y las pestañas. Esto provoca una irritación en los ojos que puede provocar que se infecten y lagrimeen. Se considera, de forma general, que este problema es hereditario y algunos expertos creen que es provocado por la selección continua de perros con los ojos pequeños (sea cual sea la raza) como animales reproductores. El entropión puede solucionarse con una sencilla operación quirúrgica. De todas formas, los perros afectados no deberían ser utilizados para la cría, aun cuando el problema haya sido corregido vía quirúrgica.
En los Galgos Afganos, los incisivos superiores deberían quedar justo por delante y estar en estrecho contacto con los inferiores en lo que se llama un cierre de tijeras. Es aceptable, aunque no ideal, que los incisivos superiores y los inferiores queden al mismo nivel (cierre nivelado). Aunque este cierre está permitido, tiende a alterarse y convertirse en un cierre retrasado (los incisivos inferiores sobresalen) con la edad. Además, un cierre nivelado provocará, frecuentemente, un mayor desgaste de los incisivos.
En algunos perros, uno o algunos incisivos inferiores pueden salirse de la línea y, con ello, quedar por delante del correspondiente incisivo superior. Esta circunstancia recibe el nombre de «boca torcida». Esta boca no es la correcta y puede resultarle menos eficiente a un perro de caza. De todas formas, es raro que afecte gravemente a los ejemplares tenidos como mascotas. De todas formas, un Galgo Afgano con la boca torcida no es apto para las exposiciones. Como los defectos en la boca suelen transmitirse a la descendencia, no es bueno hacer criar a un ejemplar con este problema.
Si deseas saber más sobre el Galgo Afgano te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Galgo Afgano Serie Excellence:
El Galgo Afgano es una raza única y noble que tiene sus orígenes históricos como perro criado teniendo en cuenta la fuerza de sus extremidades y la firmeza de su movimiento. Estos perros son ágiles de pies y pueden dar espectaculares cambios de velocidad. El Galgo Afgano es un lebrel, un perro que caza con su vista y no utilizando su olfato (como sí haría un Bloodhound). El Galgo Afgano examinará, frecuentemente, el lejano horizonte con una mirada fija y parecerá como si viera objetos que los humanos no pueden captar. El instinto cazador sigue estando presente en algunos ejemplares de esta raza. Las piezas de caza menor, como los conejos, son particularmente interesantes para el Galgo Afgano que esté de buen humor y al que se le permita darse este placer.
El Galgo Afgano típico es un perro de lo más increíble y totalmente único en muchos aspectos físicos y psíquicos. Para aquellos que quieren y comprenden la raza, una vez se ha vivido con uno de ellos resulta difícil encontrar otra raza que iguale el compañerismo de estos perros.
Los Galgos Afganos se encontraban originalmente en Afganistán, un país con una orografía y un clima extremadamente duros. Las similitudes entre el Galgo Afgano y el Saluki en cuanto al cuerpo y la cabeza han llevado a la creencia sostenida por muchos expertos de que éste fue el antecesor del Galgo Afgano. Ambas razas han sido comparadas con el Greyhound. El Galgo Afgano ha recibido el apelativo histórico de Greyhound Persa.
En la historia canina de Afganistán, parece que varias razas de tipo lebrel fueron populares entre los pueblos aborígenes. Con el paso del tiempo, se supone que se fueron formando varias estirpes, que fueron utilizadas para diversos tipos de caza. Estos perros recibieron el nombre colectivo de Tazis. Los antiguos Galgos Afganos fueron muy apreciados por sus cualidades como compañeros para la caza.
Uno no puede menos que preguntarse la impresión que causarían estos perros salvajes e independientes en los occidentales que tuvieron la suerte de poder verles en su patria. Estos perros, tan ágiles de pies y con un porte tan espectacular, debieron parecerles criaturas de lo más increíbles cuando les vieron por primera vez. El color de la capa junto con el pelaje corto de la cara, el dorso, los metacarpos y los metatarsos y la capa larga y sedosa en la parte superior de la cabeza (formando un moño), las orejas, el cuerpo, las patas y los pies, junto con la hermosa y expresiva cabeza, debió dejarles un recuerdo imperecedero.
A pesar de los muchos perros exportados a Gran Bretaña desde los años 1880, el primer perro que causó una verdadera impresión en los certámenes caninos británicos fue Zardin, que llegó a ese país a principios del siglo XX. Zardin tuvo un gran éxito en el ring de las exposiciones de belleza y fue muy elogiado, hasta el punto que fue utilizado como el modelo del estándar de esta raza, cuya versión revisada sigue siendo utilizada como el «prototipo» mediante el cual se valora a los Galgos Afganos.
El siguiente gran acontecimiento en la historia de esta raza en Gran Bretaña comenzó a principios de los años 20 con el regreso desde Beluchistán del comandante Bell-Murray y su familia. Este militar había comprado unos cuantos Galgos Afganos a lo largo de los años, mientras vivía en la India, en la frontera con Afganistán. Uno de sus primeros ejemplares fue Begum, una hembra con la máscara del mismo color (blanco/crema) que el resto del cuerpo.
En esa época también vivía en la India Mrs. Amps, mientras su marido (el comandante Amps) estaba en Kabul. Este militar compró para su mujer un Galgo Afgano y ella lo expuso en los certámenes caninos de la India. El comandante Amps también adquirió otros Galgos Afganos que fueron básicos para la fundación de su criadero Ghazni.
El matrimonio Amps volvió a Gran Bretaña con sus Galgos Afganos a mediados de los años 20. Sus ejemplares fueron inscritos en ese país con el afijo Ghazni. Se cree que estos galgos Ghazni procedían, principalmente, de las regiones más montañosas de Afganistán, cerca de Kabul, mientras se supone que los perros de la familia Bell-Murray procedían de los llanos o zonas desérticas existentes en las regiones fronterizas entre Afganistán y la India. Existían diferencias morfológicas entre los ejemplares de estos dos criaderos. Los de los Bell-Murray eran de patas más largas, cabeza más estrecha y pelaje más ralo, y los del criadero Ghazni eran más rechonchos, tenían un pelaje más denso y una cabeza más grande. Las diferencias morfológicas dieron lugar a fricciones entre los aficionados al Galgo Afgano de esa época y, tiempo después los ejemplares seguían siendo etiquetados como pertenecientes al tipo Ghazni o al Bell-Murray, teniendo en cuenta, sobre todo, su pelaje y su cabeza. Nunca se ha recibido confirmación alguna acerca de lo correcto de cada uno de estos tipos y ambos poseen virtudes diferentes. Actualmente, estos tipos se han unido, ya que los criadores han juntado ambas líneas en sus programas de cría. De todas formas, y ocasionalmente, siguen naciendo cachorros que muestran un parecido obvio con los animales Bell-Murray o los Ghazni. Esto se hizo más evidente cuando adquirimos nuestro primer Galgo Afgano en los años 60, ya que tenía un gran parecido con la línea Bell-Murray.
El primer Galgo Afgano que consiguió el título de campeón en Gran Bretaña fue Ch. Buckmal, criado por el comandante Bell-Murray y propiedad de Miss Manson. Ch. Sirdar of Ghazni fue un macho muy influyente en esos primeros tiempos y obtuvo ocho Certificados de Desafío (hacen falta tres para conseguir el título de campeón en Gran Bretaña). Se dice que Sirdar tenía un temperamento más extravertido y amistoso que los ejemplares de la línea Bell-Murray, que tenían la reputación de ser perros más fríos y distantes. De todas formas, parece que no todos los galgos Ghazni eran tan diferentes a los de la línea Bell-Murray y que algunos eran de patas largas y pelaje más ralo. Hacia los años 30, estos dos famosos criaderos ya habían cesado su actividad (Mrs. Amps no estaba bien de salud). Los ejemplares Bell-Murray pasaron a manos de Miss Manson, que al principio había sido la institutriz de esta familia, se fue a los Estados Unidos cambiando el nombre del criadero por el de Cove.
A pesar del resto de importaciones de este periodo por parte de, entre otros, Miss Bowring, las estirpes Ghazni y Bell-Murray darían lugar a las principales líneas británicas. A lo largo de los años siguientes, otras personas entraron en este círculo de aficionados a los Afganos y hubo criaderos que obtuvieron grandes logros, como Geufron, Acklam, Ainsdart, Westmill, Jalalabad, el Kabul, Chaman, Turkuman y otros que también fueron famosos. El criadero Chaman, propiedad de Miss Molly Sharpe, fue especialmente influyente y logró sobrevivir a los años de la segunda guerra mundial (toda una hazaña) ya que los perros de este criadero viajaron, junto con sus propietarios, a Irlanda y algunos fueron exportados a los Estados Unidos.
En la época posterior a la guerra, aparecieron muchos nombres nuevos, entre los que se incluyen los criaderos Bletchingly, Netheroyd, Patrols, Khorrassan and Carloway, Barakzai, Barbille y Khanabad. Estos influyentes criaderos fueron los que produjeron muchos de los perros famosos en esa época y que han moldeado la historia de la raza y el trasfondo de nuestros Galgos Afganos actuales.
Contando con pocos ejemplares cuando empezó su popularidad, el Galgo Afgano comenzó a multiplicarse rápidamente. Los años 70 fueron testigos de un gran auge en cuanto al número de ejemplares y un gran número de cachorros se encargaban de satisfacer la creciente demanda. El resultado es que estos perros, con un carácter tan individual, se vieron llevados a una gran variedad de hogares, muchos de los cuales no eran, en absoluto, adecuados para ellos. A partir de ese momento, y aunque era ampliamente reconocido, por no decir que se le podía encontrar en cualquier lugar, el Galgo Afgano nunca fue, en general, comprendido. La marea acabó por bajar y la población continuó desempeñando un buen papel en los certámenes de belleza y cuenta con dos ganadores del premio al Mejor de la Exposición en el Certamen Canino de Belleza Crufts: Ch. Montravia Kaskarak Hitari (propiedad de Mrs. Pauline Gibbs) en 1983 y Ch. Viscount Grant (propiedad de Mr. Chris y Mrs. Julie Amoo) en 1987.
Los principios de los años 60 fueron testigos de la primera exportación de Afganos desde los Estados Unidos a Gran Bretaña. Entre los ejemplares se encontraba el controvertido Ch. Wazir of Desertaire. Wazir que fue un perro muy influyente en la historia de esta raza en Gran Bretaña y parecía representar algunos de los sentimientos que hasta hace muy poco les despertaban a los criadores británicos los ejemplares estadounidenses. El legado que dejó incluía algunos bellos atributos como un temperamento extravertido y cariñoso con las personas y una línea superior robusta, pero también unas líneas menos hermosas en la cabeza, los hombros y la cola, por ejemplo.
Actualmente parece haber una actitud más sana para con las importaciones y cabría esperar que la tendencia general será la de la cría de excelentes ejemplares, independientemente de su país de origen. Varios países se han hecho un nombre gracias a la cría de Galgos Afganos de gran calidad. Es interesante ver que existe un cierto aspecto o tipo que mucha gente asocia con ciertos países aunque, sin duda, esto es provocado, en parte, por la imagen de ciertos perros influyentes.
Miss Manson viajó a los EE.UU. a mediados de los años 20 y difundió la afición por esta raza en aquel país. También hubo una importación de animales de la línea Ghazni a los EE.UU. Hacia los años 50, se afianzaron nombres como el de Mrs. Sunny Shay con su criadero Grandeurs, y Mrs. Kay Finch con su criadero Crown Crest, que obtuvieron muchas victorias y fueron criadoras muy influyentes. El principal campeón, Ch. Crown Crest Mr. Universe sigue siendo uno de los Galgos Afganos más famosos de todos los tiempos en las exposiciones de belleza canina estadounidenses. En 1957 Ch. Shirkhan of Grandeur obtuvo el premio de Mejor de la Exposición en el Certamen de Belleza Canina del Westminster Kennel Club, que es la exposición estadounidense más importante. Muchos criaderos posteriores se han labrado un prestigio duradero como productores de muchos ejemplares de gran calidad y muy influyentes. Entre ellos se incluyen Akaba, Mecca, Stormhill, Coastwind, Kabik y muchos otros.
Miss Manson también envió uno de sus ejemplares de influencia Bell-Murray llamado Begum of Cove a los Países Bajos para constituir la base del criadero Barukhzy, propiedad de Mrs. Jungeling. El criadero Oranje Manege de Miss Eva Paupit sigue siendo uno de los más famosos no sólo en este país, sino también en todo el mundo.
Gran parte de la cría alemana estaba basada en los animales Oranje Manege (o vdOM). Los Galgos Afganos escandinavos también son famosos a nivel mundial y el criadero sueco El Khyrias, propiedad de Christina Jernberg, produce muchos perros de gran calidad. El influyente criadero finlandés Tuohi Tikan, de Anna-Leena y Pirkko Konttinen y el criadero danés Boxadan, de Hanne y Finn Lassen y finalmente de Lotte y Ulf Jorgensen, fueron importantes en la producción de los actuales ejemplares escandinavos. Otros criaderos también han contribuido enormemente en el éxito de los Galgos Afganos escandinavos.
Australia obtuvo, al principio, la mayoría de sus importaciones de Gran Bretaña y también hubo algo de influencia estadounidense. Carloway fue uno de los criaderos influyentes que exportó ejemplares para apoyar las primeras crías australianas. Entre los primeros criaderos tenemos a Furbari, el Tazi, Fermoy, Calahorra y muchos otros.
Si deseas saber más sobre el Galgo Afgano te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Galgo Afgano Serie Excellence:
Da la impresión de fuerza y nobleza, combinando rapidez y fortaleza. La cabeza es llevada en alto con orgullo.
La expresión oriental es típica de la raza. El Afgano lo mira a uno y mira a través de uno. Es majestuoso y distante, con una cierta sutil fiereza.
Largo, fuerte, sostiene el porte orgulloso de la cabeza.
No demasiado corta. De inserción baja y formando un anillo en su extremo. La lleva en alto durante el movimiento. Cubierta de pelo en forma de pluma delgada.
Rectos, provistos de huesos fuertes; vistos desde el frente están alineados con los hombros.
Poderosos. Con gran longitud entre la cadera y los corvejones y, comparativamente, distancia corta entre las articulaciones tibio-tarsianas y los pies.
Pies anteriores fuertes y muy grandes tanto en su largo como en ancho, cubiertos de pelo largo y grueso; dedos arqueados. Las almohadillas apoyan firmamente sobre el suelo. Pies posteriores largos, aunque no tan anchos como los anteriores, cubiertos de pelo largo y grueso.
Fluido y elástico con un estilo muy distinguido.
Sobre las costillas, en los miembros anteriores y posteriores y en los flancos es largo y de textura muy fina. En perros adultos, desde los hombros hacia atrás y a lo largo de la montura es corto y apretado. A partir de la frente y hacia atrás el pelo es largo y forma un mechón marcado, largo y sedoso ("top-knot"). El pelo en la región facial es corto. Las orejas y las extremidades están bien cubiertas de pelo. Los metacarpos pueden carecer de pelo. El pelaje debe presentar un desarrollo natural.
Son admitidos todos los colores.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...