El Galgo Español está muy unido a la cultura española y prueba de ello son la infinidad de refranes que le hacen referencia: “Al galgo viejo, échale liebre y no conejo”, “Galgo en repecho, le sobran patas y le falta pecho” o “La liebre mucho se avanza, pero más el galgo que la alcanza”.
Existen varias teorías sobre los orígenes del Galgo Español, unas afirman que la raza desciende de un perro que llegó a España con los romanos, que a la vez descendía del Lebrel egipcio, y otras sostienen que fueron los celtas los que trajeron el Galgo a la península. Sea como fuere, de lo que no hay ninguna duda es que el Galgo proviene de los antiguos perros faraónicos. A principios del siglo XX la raza fue cruzada con Greyhounds para dotar a los perros de una mayor velocidad para poder competir en los canódromos. Utilizado durante siglos como perro de caza y de carreras, en la actualidad de ha convertido en un fabuloso perro de compañía.
El Galgo Español es un perro afectuoso, independiente, gentil, inteligente y algo reservado. Para que no sea tímido de adulto es conveniente empezar a sociabilizarlo desde muy cachorro. Siente un gran apego por sus dueños y suele llevarse bien con otros perros y mascotas.
El Galgo Español es un perro de cuerpo fino y ligeramente rectangular, de pecho no demasiado ancho pero amplio, de espalda recta, lomo arqueado y de vientre muy levantado. Tiene la cabeza larga y estrecha y unas orejas insertadas altas, triangulares y con la punta redondeada. Tiene los miembros anteriores finos, rectos y paralelos y los posteriores potentes y bien musculados. La cola, de inserción baja, es muy larga y fina. Se conocen tres variedades de Galgo Español: la variedad de pelo liso, la de pelo largo (casi inexistente) y la de pelo duro. Su capa puede ser de cualquier color.
Aunque el medio natural del Galgo Español sea el campo, puede adaptarse perfectamente a la vida de ciudad siempre y cuando haga el suficiente ejercicio. Muchos galgos de ciudad son animales que han sufrido malos tratos o han sido abandonados por no servir para la caza y las carreras, por lo que se adecuan sin problemas a vivir en casas donde los quieran. Eso sí, son perros que no soportan estar encerrados y necesitan un jardín en el que poder moverse libremente y gastar parte de sus energías.
Para que el perro esté en plenas condiciones físicas y psíquicas es conveniente ejercitarlo y jugar con él a diario.
En cuanto a su arreglo, basta con mantenerlo limpio con cepillados regulares.
Para evitar la torsión de estómago, es recomendable servirle la comida en recipientes elevados.
El Galgo Español es un perro sano pero debido a su tamaño y constitución puede sufrir displasia de cadera, torsión de estómago y cáncer de huesos.
Perro Lebrel de buen tamaño, eumétrico, subconvexo, sublonguilíneo y dolicocéfalo. De esqueleto compacto, cabeza larga y estrecha, tórax de amplia capacidad, vientre muy retraído, y cola muy larga. Tren trasero bien aplomado y musculado. Pelo fino y corto o duro y semilargo.
Estructura sublonguilínea; diámetro longitudinal brevemente superior a la alzada a la cruz. Deben buscarse la proporcionalidad y la armonía funcional, tanto en estática como en movimiento.
De carácter serio y retraído; en ocasiones aunque en la caza demuestra una gran energía y vivacidad.
Proporcionada con el resto del cuerpo, larga, enjuta y seca. La relación cráneo-hocico es 5/6: longitud del cráneo 5, longitud del hocico 6. Líneas cráneo-faciales divergentes. El conjunto cráneo-hocico visto desde arriba ha de ser muy alargado y uniforme; con hocico largo, estrecho.
Largo, de sección ovalada, plano, esbelto, fuerte y flexible. Estrecho en la parte de la cabeza, continuando con ligero ensanchamiento hacia el tronco. Borde superior ligeramente cóncavo. Borde inferior casi recto con ligera convexidad central.
De nacimiento fuerte e inserción baja, discurre pegada entre piernas afinándose progresivamente hasta terminar en punta muy fina. Flexible y muy larga; sobrepasa ampliamente el corvejón. En reposo caída en forma de hoz con gancho final muy acusado y lateralmente inclinado. Remetida entre piernas con gancho final que casi roza el suelo por delante de los miembros posteriores; es una de las posturas que más tipicidad confieren a la raza.
El movimiento típico es naturalmente el galope. El trote ha de ser largo, rasante a tierra, elástico y potente. Sin tendencia a la lateralidad y sin ambladura.
Muy pegada al cuerpo en todas sus zonas, fuerte y flexible; de color rosado. Las mucosas han de ser oscuras.
Tupido, muy fino, corto, liso; repartido por todo el cuerpo hasta los espacios interdigitales. Ligeramente más largo en la parte posterior de los muslos. La variedad de pelo duro semilargo presenta mayor aspereza y longitud de pelo, que puede ser variable; aunque siempre repartido uniformemente por todo el cuerpo llega a presentar una barba y bigotes en la cara, sobrecejas y tupé en la cabeza.
Indeterminado. Se consideran como colores más típicos y por orden de preferencia los siguientes:
Se admite sobre la alzada un margen de 2 cm para ejemplares de proporciones excelentes.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar.
Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...