El Perro de Pastor Catalán tiene un don para conducir el ganado. Debido a su astucia, fuerza y capacidad para el trabajo, tanto ovejas, como toros o potros le obedecen con total sumisión. En el libro de La vida dels pastors (1934) su autor se maravilla de la facilidad con la que tan sólo cuatro de estos perros y cuatro hombres hicieron marchar a un ejército de 4.000 ovejas.
El Perro de Pastor Catalán tiene unos orígenes muy lejanos. Se dice que desciende de los pequeños perros de rebaño, descendientes a su vez de los Terriers del Tíbet que se introdujeron en Europa durante las invasiones bárbaras. Estos perros se arraigaron poco a poco por los lugares por donde pasaron y a lo largo de los siglos nacieron variedades diferenciadas en función del clima y los cruces. En una región montañosa, como lo es el Pirineo catalán, nació este perro rústico que se utiliza básicamente para el pastoreo.
El Gos d’Atura, aun siendo un perro de trabajo, es un excelente perro de compañía. Es tranquilo, equilibrado, vivo e inteligente. Es muy dulce con la familia pero desconfiado con los extraños. Le encanta sentirse útil y no tendrá ningún problema en vigilar y guardar la casa. Aunque es muy obediente, muchas veces es capaz de tomar sus propias decisiones.
De mirada noble, el Perro de Pastor Catalán tiene un cuerpo alargado, sólido y musculoso. Es ágil, robusto y sus extremidades son potentes. Las orejas son triangulares y están pegadas a la cabeza. La cola la lleva implantada baja y puede ser larga o corta, aunque hay algunos ejemplares que nacen sin ella. Tiene un pelo largo, rígido, áspero y ondulado. En la cabeza el pelo le forma una barba, bigote y tupé. Sus pelos son una mezcla de tonalidades.
El Gos d’Atura necesita espacio, lo ideal sería sacarlo a diario y dejarlo correr a sus anchas participando también de sus juegos.
En cuanto al pelo, es recomendable cepillarlo cada día para que tenga un buen aspecto.
El Perro de Pastor Catalán, debido a que originariamente siempre ha vivido a la intemperie y tampoco ha recibido muchos cuidados de los pastores, se ha hecho un perro especialmente resistente a las enfermedades. Es importante profundizar en la limpieza de sus oídos para evitar infecciones.
Ha decidido tener un perro en casa. De acuerdo, pero… piénselo un par de veces más, háblelo con la familia, que todos asuman lo que significa que un ser vivo, con sus exigencias y compensaciones, entre a formar parte de este círculo de convivencia.
Este tipo de decisiones hay que tomarlas con las máximas garantías, una equivocación la sufrirá unos 15 años, un acierto le proporcionará un sinfín de satisfacciones. No se precipite, no tome una decisión sin antes estar del todo convencido. Nada de decisiones impulsivas, tómese el tiempo que necesite. No se puede dar un consejo mejor.
Si una vez replanteada la cuestión, sigue pensando que vale la pena que la familia aumente…
Pero aún le quedan decisiones que tomar.
Hay opiniones para todos los gustos. Dicen que las hembras son más hogareñas, que los machos son más vigilantes, que las perras son conflictivas cuando están en celo…
Nada de esto es cierto, los machos pueden ser tan cariñosos como las hembras; ambos son excelentes guardianes. Cada perro es único e irrepetible y de cachorro sólo puede intuirse algo de su carácter por unas pruebas más teóricas que posibles de llevar a la práctica y por los antecedentes familiares, que aunque no son del todo definitorios vale la pena investigar.
En cuanto al celo… se trata de atender durante unos diez días cada siete u ocho meses a una perra que no dará otra ocupación que la vigilancia, que no es del todo fácil, aparte de estar un poco «tonta» y desear un poco más la compañía que el habitual. En cambio, un macho un poco «vigoroso», se excita cada vez que el olfato le avisa que una hembra en celo está relativamente cerca y no tiene otra intención que la de ir a ver a la presunta novia. Hay perros que perciben estos aromas a más de un kilómetro. Un perro en un barrio en el que abunden las perras estará en celo cada vez que lo esté alguna vecina. Un drama social.
Una perra puede darle la hermosa e inolvidable experiencia del nacimiento de unos cachorros.
Hay más de 400 reconocidas oficialmente, tiene donde escoger, alguna será la suya. Piense en el espacio del que dispone, del clima en que vive y en el tiempo que puede dedicarle.
Tiene que estar en unas situaciones muy extremas para que mi consejo no sea el que pensara en un Gos d’Atura Català. Las dimensiones del perro, su carácter, su adaptabilidad y su belleza, hacen de esta raza una de las preferidas de los amantes de la naturaleza, es un perro que conserva toda la esencia del entorno rural.
Durante miles de años ha acompañado al hombre en su lucha por la vida, en condiciones muchas veces difíciles. Ha compartido con el pastor anhelos y dificultades con una compenetración que lo ha convertido en imprescindible. Austero en el comer, sin exigencias en el menú, necesita atenciones mínimas. Con una salud de hierro.
La selección natural a la que ha sido sometido para adecuarlo a las necesidades de perro pastor, ha exigido tanto a este perro que lo ha convertido en ideal para compañía, guarda, trabajo o deporte.
Un perro tranquilo en casa, pero que se transforma en incansable y explosivo en sus salidas al campo. Resiste las penalidades pero acepta y agradece la comodidad. De un sólo dueño pero muy responsable de la familia a la que considera su rebaño. Valiente pero en absoluto sanguinario. Orgullosamente humilde. Vigilante pero no pendenciero.
Por encima de todo, un buen colega, un compañero dispuesto, un fiel amigo, nunca le fallará, todo corazón, se lo ofrecerá todo a cambio de lo que usted quiera darle. Quiere tener más compañero que dueño.
Muy obediente pero le gusta entender el porqué de las órdenes, será feliz trabajando y no tiene otro deseo que ser útil a su dueño; si alguna vez dice «no», no debe forzarle, él sabe lo que le conviene y porqué se niega.
Naturalmente, el Gos d’Atura no habla… porque no lo necesita, con la expresión de la mirada y los gestos se hace entender a la perfección.
Si desea un vigilante, no encontrará uno más insobornable, es desconfiado con los desconocidos y a cualquier intruso que entre en sus dominios intentará ahuyentarlo a base de ladrar desesperadamente, no le gusta pelear, pero si no tiene otro remedio lo hará con todas sus fuerzas; sabe que aunque gane la contienda, las heridas que pueda recibir le merman las posibilidades de seguir en forma y su voluntad es estar dispuesto para ser útil.
No hay mejor acompañante en los paseos, no le gusta ir atado ni con este porte marcial y sumiso que se ve en otros perros, le gusta ir libre y siempre pendiente de su amo, no se alejará, irá y vendrá alegre, vigilará atento cualquier obstáculo o circunstancia que crea que puede ser un peligro para sus acompañantes; es curioso ver como procura que toda la familia vaya agrupada, los niños juegan a alejarse unos de otros y el Gos d’Atura se esfuerza en reunirlos. Por cada metro que usted camine, el recorrerá tres ¡y no se cansa!
Se siente muy responsable de los niños y es más que probable que en caso de que la familia aumente con un bebé, se sienta feliz vigilándolo; sé de varios Gossos d’Atura que quieren tumbarse bajo la cuna del nuevo familiar.
No hay término medio, al Gos d’Atura o le gusta el agua, o lo que es más corriente, le tiene pánico, tolera la lluvia y huye del baño. Es feliz en la nieve. Se pone histérico con las tormentas; conozco uno que vive en una casa de campo, que cuando truena huye despavorido y va a otra casa vecina a unos tres kilómetros de distancia, donde espera que el tiempo amaine para volver al punto de partida.
Es muy sentido, no lo riña injustamente, se ofende y puede pasar un tiempo deprimido incluso evitando la presencia y la mirada del dueño; cuando sabe que es merecedor de una reprimenda, la acepta con dignidad y mira de hacer una gracieta para que el perdón sea más rápido.
Lo primero que nos llama la atención de esta raza es el pelo, uno de sus atractivos. La tonalidad del pelo del Gos d’Atura es cambiante, la evolución de la intensidad de los tonos de color hace que algunos perros a lo largo de los años puedan parecer distintos.
El pelo del Gos d’Atura Català es un prodigio de la naturaleza. Es el manto que necesita para poder adaptarse a las condiciones climáticas de su hábitat natural.
El pelo y el subpelo son complementarios a la hora de proteger al perro de las inclemencias del clima. Le sirve de aislante frente a los fuertes rayos de sol del mediodía y de las bajas temperaturas nocturnas y de madrugada. La ondulación y aspereza hace resbalar la lluvia y la nieve manteniendo la piel siempre seca.
La muda se realiza en dos estapas, primero deja caer el pelo de la mitad anterior y cuando empieza a salir el pelo nuevo, entonces muda rápidamente la posterior, así, no deja de estar siempre protegido. La ecología ha hecho un diseño que es una maravilla.
Vistos desde lejos parecen unicolores, con diversas tonalidades o matices sobre todo en la cabeza o extremidades. En realidad el color del manto está formado por la superposición de pelos de diferentes tonos: blanco, barquillo, pardo claro, pardo rojizos, gris y negro.
Los colores básicos aceptados en el estándar son «barquillo», «arena», «gris» y «negro», los cuales pueden combinarse entre ellos, para hacer ejemplares bicolores, a menudo tienen los pies y la parte inferior de las extremidades de una tonalidad más clara.
Las diversas combinaciones dan una variedad de mantos que es una de las características más agradables. Las combinaciones de colores pueden dar un sinfín de tonalidades e intensidades. Claros, medios y oscuros.
Hay que huir de los tonos excesivamente amarfilados, casi blancos o con predominio de los pelos de color blanco; en este caso, cruzarlos con perros de tonalidad gris oscura pueden corregir el defecto.
Cuando hay predominio de pelos de un color claro, es conveniente que en las orejas, bigote, barbas o tupé, aparezcan pinceladas de tonalidades más oscuras o de otro color.
En los ejemplares bicolores, el paso de un color a otro, debe ser degradado, sin formar mancha y las tonalidades más oscuras han de estar en la parte superior del perro, lomo y cabeza. En el primer estándar, el del año 1929, se pedía que la parte inferior de las extremidades fuera más claro.
Los perros grises, formados por pelos negros y blancos, van desde el gris perla o gris plata, al gris oscuro, que incluso puede parecer negro total cuando los pelos blancos son muy pocos, cuando estos pelos blancos son un poco más abundantes da una tonalidad de negro escarchado, que es poco común.
Los negro y fuego parece que antiguamente fueron abundantes, hoy son más escasos, son de color negro o escarchado con la parte inferior de las extremidades y el bigote y a veces el pecho y la parte posterior de las ancas con pelos pardos y barquillo.
Los grises y negros suelen tener el pelo más áspero y los de color barquillo lo tienen más fino y con más abundancia de subpelo.
El pelo ha de ser áspero, con una textura ligeramente ondulada y con una caída suave. En el vientre y los costillares puede ser más largo que en resto del cuerpo, dando la sensación de paticorto. También es algo menos cerdoso que en la espalda y la cruz, sin llegar a ser asedado. Los bigotes y barba de la caña nasal pueden ser más o menos abundantes pero nunca excesivos, igual que el tupé, que no debe tapar la visibilidad si es hacia delante. El manto debe dejar intuir su perfil.
Para ser muy ágil precisa una estructura compacta, el estándar pide que la proporción debe ser aproximadamente de 8 de alto por 9 de largo. Un perro demasiado largo sería incapaz de trabajar con cambios bruscos de dirección y no aprovecharía el efecto muelle que producen las angulaciones de las extremidades y que le permiten piruetas rápidas y revolverse en cortísimo espacio, incluso en el aire.
La altura ha sido motivo de controversia y de decisiones todavía discutidas. En el primer estándar se contemplaban unas alturas de 45/50 cm para los machos y 43/48 para las hembras. Los perros que se cogieron como modelo, TAC e IRIS, medían 50 y 48, exactamente lo que se dio como límite alto.
Quizá hubiera sido más lógico que las medidas de los prototipos se hubieran dado como medias, de tal manera que pudiera aceptarse a perros ligeramente superiores y ligeramente inferiores. Creo que estos dos mitológicos Gossos d’Atura eran algo superiores de altura de los que los redactores del estándar veían conduciendo rebaños por el hecho de vivir en ciudad, tener más atenciones y estar mucho mejor cuidados y alimentados. Por ello decidieron que la altura que ellos tenían debía ser la máxima aceptada.
Aun hoy, por lo regular, los perros que encontramos trabajando suelen ser más pequeños que los que vemos de compañía y que reciben un trato menos sacrificado.
El caso es que ocurrió que los perros recuperados, al entrar en caneras con una atención y alimentación más adecuada, irremisiblemente se dispararonn de la altura prescrita.
En el año 1983, cuando se actualizó el estándar, la experiencia pedía un aumento el tamaño del perro era difícil mantener a los Gossos d’Atura en las medidas del estándar de 1929. Los machos pasaron a 47/55 y las hembras a 45/53.
Ya en su día hubo polémica y hay quien cree que por una parte se ha excedido en la altura y por otra, si bien había que aceptar el crecimiento de los perros, hubiera sido bueno que no se tocaran los límites bajos y que si alguien conseguía mantener sus Gossos en los 43 y 45 cm, siempre y cuando no fueran raquíticos pudieran aceptarse.
La realidad es que si repasamos la altura de los perros que han llegado a campeones, veremos que es raro que los machos pasen de 53 cm y las hembras están más cerca del límite alto. Últimamente se puede apreciar en los jueces una cierta tendencia a valorar los ejemplares que no lleguen a la altura máxima.
Se precisa un equilibrio para la caja torácica, ha de ser desarrollada, fuerte, con costillas bien arqueadas que le permitan potencia. Con mucho cuidado de que no sea atonelada, en cuyo caso dificultaría el movimiento de las patas anteriores a las que no permitirían unos buenos aplomos. Es tan inconveniente un costillar redondeado como plano. Como el pelo a veces hace de cubrelotodo no hay otra comprobación que apretar el costado y el pecho del perro para ver en que queda y que la visión no nos esconda una deficiencia en este aspecto.
La línea dorsal ha de ser recta, con una ligera elevación a la grupa que ha de ser levemente inclinada. Atención a que la línea dorsal no sea ensillada. Estas características prescinden del efecto que pueda hacer el pelo. Los perros de rebaño, que no se cepillan, dan una impresión de una grupa mucho más elevada que la cruz. En cuanto se les aprieta y reduce el pelo queda la estructura ósea tal y como pide el estándar.
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Cuando a principio de los años treinta, la Fédération Cynologique Internationale, reconoció e incluyó en el grupo de Perros de Pastor, al Gos d’Atura Català, culminaba una bonita aventura que empezó el año 1913, cuando Don A. Sirvent, inscribe el perro PIAR en el Libro de Orígenes Español (L.O.E.), con el nombre de Gos de Tura (Catalán antiguo).
La Real Sociedad del Fomento de las Razas Caninas en España (RSFRCE), acepta la inscripción, y en el tomo 1° aparece su fotografía. Con un poco de imaginación podría reconocerse en ella un Gos d’Atura con aspecto actual. No hay referencia para apreciar el tamaño y tiene las orejas cortadas.
En los nueve años posteriores, sólo dos perros, CUCO y PASTO, fueron referenciados en el L.O.E.
Hay que esperar al Tomo XII, publicado en 1924, para que aparezca otro Gos d’Atura, esta vez ya sí influyente en la raza.
Se trata de MILAN, hijo de Corullo y Pastora, propiedad de Buenaventura Guiu, criado por A. Pons; se le adjudica el n° 2329 y también aparece fotografiado.
Este MILAN, primer abuelo de la raza, nos permite aventurar por su historial, que es el primer Gos d’Atura utilizado en un trabajo de selección orientado a concretar la raza y hacerla oficial y reconocida en entidades cinófilas. Fue un perro con todas las trazas de un Gos d’Atura moderno, con unas características más que correctas según se aprecia en la fotografía que ha llegado hasta nosotros. Merecen atención las orejas, quizá un poco grandes, pero con una implantación y caída completamente de acuerdo con el estándar posterior; el pelo, la grupa, las proporciones y los aplomos parecen a simple vista francamente buenos.
Sabemos que fue presentado a la Exposición Canina de Barcelona del año 1923, y que consiguió «Premio Extraordinario », en clase Jóvenes; «Medalla de 1ª clase», en clase abierta y «Premio de S.M. el Rey Alfonso XIII».
No se acierta a comprender la concesión de tanto premio careciendo como se carecía de patrón oficial. Pudiera ser que, en la Real Sociedad Canina de Cataluña hubiera ya un proyecto orientado al reconocimiento oficial y basándose más en un conocimiento de campo que en un estándar inexistente se fueran valorando los pocos ejemplares «indígenas» que se atrevían a competir con razas foráneas, más apreciadas por un tipo de sociedad clasista y elitista.
El caso es que don Juan Pascual, de Barcelona, cruzó una perra suya, IRIS, hija de Brillant y Nina, con este MILAN. De este «matrimonio» nació TAC (reducción de la palabra catalana FERÉSTEC, que se pronuncia «frestac», y significa SILVESTRE).
El 22, 23 y 24 de junio de 1929, se celebra en Barcelona la VII Exposición Canina, que por primera vez es internacional. La organización preparó como uno de los atractivos una masiva presentación de Gossos d’Atura con la idea dirigida a facilitar el reconocimiento oficial de la raza.
Esto explica que se hiciera un considerable esfuerzo para localizar e inscribir nada menos que siete ejemplares: CIM y XIXU en jóvenes machos; TAC, BLAC, PELUT y FELLOW en abierta machos e IRIS en abierta hembras.
Juzgó el Sr. Naneti y TAC e IRIS, hijo y madre, ganaron el CAC.
Son una pareja de perros realmente apasionantes; en las fotografías que tenemos de ellos destaca su aspecto de perros de trabajo, rústicos, auténticos, sin mistificaciones ni falsamente embellecidos. Han pasado más de setenta años y aún harían un papel muy digno en cualquier exposición.
Espolones bien visibles y muy correctos, mirada del todo típica, tamaño adecuado, proporciones correctas…, tenemos unos buenísimos modelos en nuestros mitológicos TAC e IRIS.
El amigo y buen cinófilo Salvador Gómez-Toldrà, me hace ver que IRIS no puede ser madre de TAC, ya que por los datos que se tienen de estos perros, TAC nace el 28/03/24 e IRIS el 23/2/24 (estas fechas figuran en el catálogo de la Exposición de Barcelona); por lo que tiene que ser otra perra, llamada también IRIS, la madre de TAC.
Aunque sea una audacia, me permito dudar de los datos oficiales, aunque bien sé que son los que tienen validez y creo que en esta controversia tengo pocas posibilidades de éxito, pero a mí los datos oficiales en este caso no me convencen.
Los Gossos d’Atura que aquellos años controlaban los aficionados eran realmente pocos, otra cosa era que en el campo fueran muy abundantes, lo lógico hubiera sido que los pocos ejemplares que controlaba el mundo cinófilo tuvieran nombres distintos o en el caso de tener el mismo se hubiera añadido al de esta segunda perra el ordinal, figuraría en este caso como IRIS IIª, como a menudo encontramos en los libros genealógicos.
Pero hay un argumento que, para mí, es aún más consistente. En las fotografías de TAC e IRIS lo primero que salta a la vista es que constituyen una pareja absolutamente uniforme, demasiada homogeneidad para no ser parientes muy cercanos, por ejemplo madre e hijo. En los primeros años de recuperación de cualquier raza, una homogeneidad tan absoluta es prácticamente imposible.
No hay otra explicación que un posible error de transcripción en la fecha del nacimiento de TAC. No sería ni el primer ni el último caso. Han pasado más de 70 años y ya prácticamente cualquier teoría es indemostrable.
Que esta perra IRIS, fueran dos o una sóla, el fondo de la cuestión poco varía y no me importa reconocer que Salvador tiene toda la razón, por lo menos la oficial, y estoy convencido de que él comprende que yo siga defendiendo algo indemostrable y con una argumentación tan poco sólida como la intuición.
La Real Sociedad Canina de Cataluña edita un opúsculo, para aquellos años realmente lujoso, con las características de la raza, con fotografías de la ya famosa pareja. En el interior se indica que esta raza ha sido declarada de carácter oficial por el comité de la Sociedad Central el 18/07/29, o sea que había transcurrido menos de un mes de la Exposición de Barcelona. Esta inmediatez avala la teoría de un proceso perfectamente preparado y diseñado.
En la asamblea General del 5/01/30, la Real Sociedad Central felicita a los Sres. Brugué, Capdevila, Rubio y Ferrán, que prepararon los estudios de las razas Podenco Mallorquín y Pastor Catalán; esta última con la colaboración del veterinario Antonio Franco Franco. Esta propuesta de estándar, se remite a la FCI, que inmediatamente la acepta y se convierte, con el número 87, en la primera raza reconocida en España.
Parecería que, a partir de este momento, el Gos d’Atura compartiría el mundo rural con el cinófilo, pero no fue así. La indiferencia siguió a aquel magnífico esfuerzo.
Probablemente la guerra civil española frenó la expansión de la raza.
Las dificultades económicas y políticas de la posguerra, en la que las autoridades militares fomentaban el uniformismo y el nacionalismo españolista excluyente, y que todo lo catalán era visto con prevención hizo que el Gos d’Atura permaneciera con sus rebaños a la espera de tiempos mejores.
El caso es que las inscripciones en el L.O.E. y en las exposiciones menguaron alarmantemente. Sólo dos datos: Exposición de Madrid, dos perros presentados en diez años (1949 al 1959); Exposición de Barcelona, ningún perro inscrito en cinco años (1961 al 1965).
Pero el trabajo de aquellos pioneros no podía anularse, allí estaban los reconocimientos oficiales y la abundancia de perros en las comarcas ganaderas, trabajando o como perro de compañía, a la espera de que las circunstancias mejorasen y poder mostrar a quien quisiera verlo que es una raza digna de aparecer donde cualquier otra pueda hacerlo.
Don Evaristo Sanllehí Piera, que fue durante muchos años presidente de la Real Sociedad Canina de Cataluña, veía la realidad con desesperación. A finales de los 60 consiguió una inscripción a la Exposición de Barcelona a base de abordar a un transeúnte que paseaba a su perro y se las ingenió para adjudicarle un trofeo monumental. Lo más interesante fue que este perro llamó la atención de quien después dedicó gran parte de su vida a esta raza.
Ángel Jorba i Miserachs y su señora María Godayol i Prat reconocieron en el perro de la exposición a uno que tenían en casa de sus padres. Se enamoraron de la raza y decidieron hacer algo por ella.
Supieron que en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Madrid, el catedrático de Zootécnia Dr. Rafael Sarazá había organizado una perrera experimental para prácticas. Trabajó con dos parejas de Gossos d’Atura, procedentes de la masía La Casassa, de Campelles en la Vall de Ribes que el delegado de Agricultura en Gerona Sr. Soldevilla, encargó al veterinario Don Valentí Perpiña y envió a Madrid.
A Jorba, estos ejemplares le parecieron poco representativos. Opinaba que habían sido cruzados con perros de la zona de Castilla. Le pareció que había poca homogeneidad y creía que no valía la pena tomarlos como punto de partida cuando tenía todo el campo de Cataluña a su disposición.
Para hacer raza optaron por seleccionar perros en los ambientes ganaderos, peregrinar por las zonas de pasto e intentar adquirir los ejemplares que estuvieran más cerca del estándar del 29.
Comprar un perro a un pastor es problemático. Obviando toda relación de afecto o amical, para él, el Gos d’Atura no es una herramienta de trabajo, sino LA herramienta de trabajo. Sin un buen perro, la labor se complica extremadamente.
Con las dificultades que podemos imaginar, van configurando la línea del afijo «LAKETÀNIA».
El primer padre de esta genealogía fue MENUT, recuperado cerca de Solsona y que, además de su magnífica estampa, trasmitió a sus sucesores un mal genio que llegó a ser famoso, era un perro magnífico, con un carácter difícil para todo el mundo, excepto para María, de la que aceptaba con resignación y paciencia, cualquier trato, cura o aseo. Se inscribió en el Libro de Orígenes Español el 3/05/69; era hijo de MORO y QUISSA. Fue el primer Gos d’Atura que consiguió el título de Campeón.
MENUT, se apareó con TINA, hija de Xalet y Rumba. De su descendencia sólo inscribió dos ejemplares, UNGOS DE LAKETÀNIA y UNAGOSSA DE LAKETÀNIA, macho y hembra.
Jorba tenía la exigencia de no dar de alta en el libro de orígenes a los perros que no consideraba dentro del límite de calidad que se había marcado. Por ello no tuvo en cuenta el resto de la camada nacida el 15/02/71.
UNGOS DE LAKETÀNIA sucedió a MENUT como el mejor Gos d’Atura del momento, fue campeón de España, de Francia y el primer BEST IN SHOW (mejor perro de la exposición) de la historia de la raza, fue en St. Gaudens (Francia) el año 74, este mismo año fue en París el primer Gos d’Atura con el título de Campeón mundial.
A pesar de ello, Jorba consideró que esta primera camada fue un relativo fracaso, fue una camada irregular, junto a un campeón del mundo, aparecieron una mayoría de ejemplares que tuvieron que desecharse. Por ello no repitió más este cruce, reservó a MENUT para utilizarlo en posteriores camadas y puso en su lugar a PARDO.
PARDO entró en la canera ya de mayor y explicaba Ángel Jorba, que tuvo que pagar por él bastante más de lo que entonces valía un campeón. Cuenta que sus dueños no querían venderlo ya que era un trabajador excelente, incluso sin pastor. Los Jorba creían que los propietarios exageraban para poder valorar más el perro y al principio renunciaron a su adquisición; comentaron el caso con los vecinos y se convencieron de la realidad, estos preferían que el Gos d’Atura trabajase sin pastor en cuyo caso el perro se sentía más responsable y llevaba el rebaño más limpiamente; no hubo más remedio que aceptar un precio que parecía exagerado.
La pareja PARDO y TINA, dio un muy buen resultado. Una primera camada, nacida el l5/09/71 pudo inscribirse en su totalidad con una correcta homogeneidad y una calidad del todo aceptable. El trabajo realizado en el Mas Jordà, cuna de los LAKETÀNIA, había dado su fruto: BRUTUS, OIX, TURA, CHISPA, UAFRIDA, ULTREIA, ULLSGROCS, ULLSVIUS y VIOLA.
Esta pareja tuvo dos camadas más, de las que sólo se inscribieron dos ejemplares de cada.
A la vista de estos resultados decidió cambiar a la hembra por una ya de antecedentes más controlados, apareó a PARDO con UNAGOSSA de LAKETÀNIA, procedente de la primera camada, con un éxito francamente aceptable, pudo inscribir a cuatro machos y dos hembras.
Reaparece MENUT al que aparea en tres ocasiones con ULLSGROCS de LAKETÀNIA, una hembra procedente de la primera camada homogénea, con buen resultado en la primera ocasión y no tanto en las otras dos.
La profesión llevó a los Jorba a México, donde Ángel falleció a mediados de 1981.
El Gos d’Atura siempre estará en deuda con este cinófilo catalán que tuvo la fortuna de poder unir sus dos pasiones, los perros y Cataluña. Fue él quien estableció las bases para que se pudiera seleccionar una raza que era abundante pero que no estaba fijada. En una época de dificultades e incomprensiones puso todo su saber al servicio de este patrimonio cultural. Todos los que hemos venido después lo hemos tenido mucho más fácil.
Cuando falleció Jorba, ya estaba preparado el relevo, nuevos criadores entusiastas se disponían a proseguir el trabajo de remontar la raza.
Unos perros de LAKETÀNIA pasaron a Josefina Gómez-Toldrà, por una circunstancia no del todo gloriosa.
En una ocasión Ángel Jorba comentó al presidente de la Real Sociedad Canina de Cataluña que los perros autóctonos estaban en inferioridad a la hora de los juicios y premios ante unas razas extranjeras mucho más de moda en una época en que todo lo foráneo parecía mejor.
La mayoría de expositores pertenecían a la alta sociedad y las exposiciones eran un poco actos sociales donde estas familias exhibían unos perros que cuanto más exóticos fueran, más les permitían presumir. Un tipo de sociedad que renunciando a lo propio abrazaba entusiasmado cualquier traza de extranjerismo.
El presidente le contestó con la suficiencia que da el clasismo elitista: «pero hombre…, no vamos ahora a dar premios a perros de rebaño y de masía…». Jorba se disgustó y tomó la contestación como lo que era, una ofensa al perro, al país y a él mismo, prometió y cumplió no exponer más en Cataluña, mientras este señor fuera presidente.
Como no quería privar con su ausencia que los Gossos d’Atura frenaran la progresión, pasó dos ejemplares a Josefina Gómez-Toldrà, EMPORDA DE LAKETÀNIA y BRUIXA DE LAKETÀNIA, para que fuera ella quien los presentara y fuera preparando una línea propia con el afijo DEL GRAN KAHNN.
De algo debió servir este incidente ya que a partir de entonces a los perros autóctonos se les va tratando como se merecen y cuando se organiza una exposición se intenta que haya una buena representación.
EMPORDÀ DE LAKETÀNIA, con un pedigree en el que figuran todos los grandes de la estirpe, fue campeón de España, Portugal, Mónaco, Campeón internacional y Campeón mundial en Verona (Italia) en 1980. Pero…, heredó el mal genio de su abuelo MENUT. Me dice Salvador Gómez-Toldrà que sólo se le veía de buen talante en el ring de honor y aún sólo cuando ganaba.
Los hermanos Josefina y Salvador, a partir de unos perros ya homogéneos y fijados dentro del patrón, se apresuraron a corregir un carácter áspero que mejoraba mucho cuando se les daba trato familiar. Estudiaron los posibles cruces, camada a camada valoraban lo conseguido y se fijaban nuevas metas.
El resultado fue sorprendente, seis campeones de generación en generación hasta llegar a MASCOTA DEL GRAN KAHNN, Mejor ejemplar absoluto de todas las razas que compitieron en España el año 1990. En once meses, 25 CAC y 22 CACIB en 28 salidas al ring. Campeona del mundo en Brno (Checoslovaquia) en 1990 y en Dormund (Alemania) en 1991. Campeona de Europa en Budapest (Hungría) en 1993.
Un paseo por el pedigree de MASCOTA DEL GRAN KAHNN, nos da un formidable equilibrio; su madre NINETA DEL GRAN KAHNN con antepasados de LAKETÀNIA; el padre GLAÇ D’ESPINAVESSA con antepasados de los otros tres colegas gerundenses Tonietti, Carulla y Colls. Pero hay un aspecto muy interesante y que quiero resaltar. Un criador modestísimo también tiene su rol, la abuela y bisabuela paternas, FALUGA y SISDITS DE SES BALDRAQUES, son dos perras que nunca fueron figuras, pero tenían un carácter de lo más cariñoso, eran del sin duda más humilde y menos premiado de los criadores de los años 80. Ese soy yo.
En el mundo de los perros en general y en el del Gos d’Atura en particular, siempre habrá primeros espadas y criadores divos; pero a veces, a la diosa Fortuna le apetece trasmitir un leve resplandor de éxito a gente sencilla. Conviene que en este mundo haya lugar e ilusiones para todos.
Tres criadores de las comarcas gerundenses fueron los otros afijos realmente influyentes en el estado actual del Gos d’Atura.
Jordi Carulla, afijo CAN PRAT, de Banyoles se dedicó preferentemente a la recuperación de perros de trabajo. Ha tenido dos ejemplares estrella.
Contactó con un pastor de la comarca del Maresme al que no pudo comprar ningún perro porque la pareja que tenía la utilizaba para trabajar, pero convinieron en volver a verse cuando la hembra pariera. Llegado el feliz acontecimiento, Jordi escogió tres cachorros, un macho y dos hembras, NOI, NOIA y MENUDA.
NOI, un perro mítico, fue el mejor macho entre 1976 y 1980, fue la base de su estirpe y de la de otros criadores. Su influencia ha sido total hasta los ños 90, nada menos que 12 campeones lo tienen de padre o abuelo y 9 de bisabuelo. No llegó a ganar ninguna monográfica, pues estas no empezaron hasta el 81, pero las tres primeras las ganaron hijos suyos. Fue el único campeón del año 1979.
Un hijo del NOI, XIULET DE CAN PRAT, hizo una excelente carrera de la mano de Agustí Tonietti.
Así como la influencia y descendencia de NOI es omnipresente, no se puede decir lo mismo de FALUGA, la otra figura de Jordi. La encontró en Campdevànol y falleció sin dejar sucesión, pero en Barcelona, el año 1982 fue proclamada «Mejor ejemplar de la exposición» ante 1.785 inscripciones. Ni que decir tiene que era una perra que lo tenía todo, pero su éxito se basó en una formidable calidad de movimiento.
Elena Colls, con su afijo CAMPDURÀ, un grupo de casas al norte de la ciudad de Girona, empezó, como sus compañeros gerundenses a base de un seguimiento de campo a la búsqueda de perros con las características raciales que hicieran posible la creación de una línea propia.
El año 72, encontró en Rupit a MENUT, al que cruzó con MONA, procedente de la Vall de Ribes; de la camada se reservó a NANA, que apareada con el mítico NOI, dio a FALUGA DE CAMPDURÀ, una hembra que fue otro de los puntales de la raza. Ganó brillantemente la primera exposición Monográfica el año 1981, este mismo año ganó la Exposición Internacional de Madrid y la Especial Razas Españolas. El año 1983 fue la campeona mundial.
Elena tuvo una cordial relación con los Jorba, pero tuvo mala suerte, el primer cachorro que había escogido ya estaba reservado nada menos que para el Ministro de Agricultura. Más adelante llevó al Mas Jordà a su perra MONA para que fuera cubierta por ARGENT DE LAKETÀNIA, la dejó allí una semana. La perra nada más encontrarse sin sus dueños, se escapó y fue imposible cogerla en todo el tiempo que permaneció alrededor de la masía. En cuanto vio llegar el coche en el que viajaba Elena e iba a recogerla, se acercó mansamente y se quedó a su lado con toda tranquilidad, volvió a Campdurà sin cubrir y sin dejarse manejar por nadie que no fuese su dueña.
Cuando los Jorba se establecieron en México ofrecieron a Elena hacerse cargo de los Gossos d’Atura de su canera. Elena estaba a punto de ser madre y tenía poco espacio desocupado. En aquellas condiciones no pudo aceptar un ofrecimiento que le interesaba. Me comenta que sintió mucho tomar aquella decisión, pero le fue del todo imposible adecuar su canera para una entrada súbita de más de 20 perros. Posteriormente pudo adquirir a un médico de Igualada quizá el último Laketània disponible, DRAC.
Desde el primer día se ha esmerado en fijar una línea de perros amables y familiares, su obsesión es llevar a los hogares unos perros que sean fáciles a sus dueños, que las familias puedan acceder a unos perros que no les traigan complicaciones de carácter. Tiene legítimo orgullo en poder presumir que nunca un perro de su canera se ha escapado de su nuevo hogar.
Desde entonces ha seguido con esta línea a la cual ha hecho aportes muy controlados para intentar ganar el máximo de tipicidad manteniendo un carácter familiar.
Agustí Tonietti, con el afijo D’ESPINAVESSA, se dedicó a acompañar a un buen amigo suyo tratante de ganado, a la vez que éste compraba ovejas, Agustí inspeccionaba los perros e intentaba adquirir los que le parecían correctos. De esta manera entró en su canera los cinco ejemplares base de su línea: MALIC y DRAP, machos, y DAINA, NEGRA y CUCA, hembras.
Es interesante la manera como consiguió a DRAP. Una vez conocida la existencia de este perro, van a verlo a Sant Pau de Seguríes. El pastor no los recibe nada bien, no entiende el interés por un perro que él necesita para trabajar y se niega en redondo a cualquier trato, no obstante y a medida que avanza la conversación va comprendiendo la intención de los posibles compradores, sigue sin querer vender, pero les indica quienes son los padres por si por ese conducto pueden localizar otro Gos d’Atura. Van a ver a la madre a Molló, ya en tierras francesas y al padre a la Collada de Santigosa. A la vista de estos dos perros, quedan aún más convencidos de la calidad de DRAP y deciden volver a tantear al dueño dispuestos a pagar lo que fuera necesario.
Al verlos llegar, el pastor les dice que ha aprovechado los días transcurridos para acabar de preparar a un perro joven que ya le va muy bien, que sigue sin querer vender a DRAP, pero por otra parte tiene remordimientos de conciencia por impedir el proceso de recuperación de la raza, por ello había decidido no cobrarles ni un céntimo y regalarles el perro, si bien quería un compromiso para recuperarlo en caso de serle imprescindible y poder acceder a un hijo del DRAP. Un apretón de manos sella un pacto que para la canera de Agustí fue fundamental.
Consiguió dos perros de LAKETÀNIA, una hembra que nunca consiguió cubrir y un macho que se le escapó y no volvió a ver nunca más.
Un golpe, mezcla de suerte y audacia acabó de perfilar la línea D’ESPINAVESSA. Los tres criadores de las comarcas gerundenses, aparte de la proximidad geográfica tienen una proximidad de ideas, hay una excelente colaboración a la hora de cederse sementales o compartir experiencias.
Agustí vio la perra ROSSA, de Carulla, con una camada, le gustó un cachorro y se las arregló para que se lo cediera, era nada menos que XIULET DE CAN PRAT que hizo una carrera magnífica, ganó la segunda y tercera monográfica, resultado y calificación realmente excepcional y gana el título de Campeón del Mundo el año 83 en Madrid.
Esta línea es la que más Monográficas ha ganado y la que más Campeones de España ha conseguido. La gran figura de este afijo ha sido CANTIR D’ESPINAVESSA, con 46 CAC y 39 CACIB, con tres campeonatos del mundo (Budapest 1996, Helsinki 1998, México 1999), cuatro campeonatos de Europa (Luxemburgo 1996, Copenhague 1997, Génova 1998, Tulln 1999), campeón en diez naciones… el Gos d’Atura más premiado internacionalmente.
En Madrid, los perros de la Facultad de Veterinaria, seguían un rumbo paralelo y al principio apartado del trabajo que se venía haciendo en Cataluña.
Al fallecer el Dr. Sarazá, la canera se cerró, los perros se repartieron entre varios propietarios sin interés cinófilo, pero los que parecían mejores los recogió Don J. M. Sanz-Timón, que ya había colaborado en la Facultad y junto a Dª María José Avila, que hizo una correctísima tesis doctoral sobre el Gos d’Atura, trabajaron esta línea.
Sanz-Timón llegó a ser responsable de la Sección de Razas Españolas de la Real Sociedad Central. Con el afijo DEL TUDAL, consiguió algunos campeones que fueron fuertemente criticados desde Cataluña por poco típicos. Tengo fotocopia de una carta escrita desde México por Ángel Jorba que es concluyente; estos perros no se presentaron en Cataluña y el afijo fue languideciendo hasta que Dª Mercedes Rupérez, con el de QUINTA ÁUREA, se hizo cargo de la estirpe y a base de hacer aportes de ejemplares de la raza nacidos en Cataluña, perfiló la línea y llegó a conseguir muy buenos ejemplares; uno de ellos FRODO DE QUINTA ÁUREA tuvo el honor de ganar la IIª Exposición Nacional de Razas Españolas, sucediendo a la perra de E. Colls. Los Gossos d’Atura ganaron las dos primeras monográficas de Razas Españolas. Otro perro de esta línea KALIKATRES DE QUINTA ÁUREA fue el mejor macho de la cuarta monográfica.
En los años 70, otros pocos criadores hicieron aportaciones valiosas y arroparon a los relacionados anteriormente aunque no llegaron a formar una línea propia ni tuvieron continuidad.
A partir de los primeros 80, una treintena de nuevos afijos y criadores aparecieron por toda España, todos herederos de los básicos. Unos siguen ya líneas propias y hoy en día compiten y muchas veces triunfan. En las exposiciones de Madrid, Galicia, Valencia… hay tantas o más inscripciones que en Cataluña.
Hay otro aspecto que merece recalcarse. Los pastores, al ver que su raza ha conquistado una cierta categoría, que se presenta en exposiciones y que sale en revistas y publicaciones, se han dado cuenta del valor que tienen estos perros y ya son unos cuantos los que se acercan a los criadores en busca de Gossos d’Atura. Éstos, valorando la importancia de este hecho, acostumbran a ceder cachorros para que sigan manteniéndose en su estado natural. Y si bien los pastores son poco amantes de sociedades caninas y tienen poco afecto a exposiciones de belleza, no son pocos los que entienden que un perro con pedigree puede ser tan bueno o mejor, si está bien adiestrado, que uno sin antecedentes controlados.
Todos los criadores dan noticia con satisfacción de los perros nacidos en sus caneras y que están trabajando con rebaño. Carulla me habla de un pastor que cada día pasa por delante de su casa con el que conversa a menudo. Un día hablando de perros, Jordi le propuso hacerse cargo de un cachorro que podía facilitarle, el pastor declinó con suficiencia el ofrecimiento, pero algo quedó dentro suyo cuando al cabo de unos días volvió a salir la conversación y como quien transige, acepta el perrito. Cuatro meses más tarde el advenedizo ya había jubilado al de plantilla. El pastor cuando pasa por delante de la casa de Carulla hace evolucionar al perro como quien quiere exhibirse.
Esta raza ha podido sobrevivir porque es una raza viva, que aún está en muchos rincones de Cataluña ejerciendo el viejo oficio para el cual fue creado y seleccionado.
El Gos d’Atura no llega a nosotros a partir de un padre y una madre únicos, los progenitores de esta raza son todos y cada uno de los perros que han trabajado y trabajan.
Hay muchas razas que tienen un creador, que son producto de unos pocos cruces controlados y diseñados, que si se profundiza en el pedigree se llega a los que se suelen llamar grandes padres de la raza. No es el caso del Gos d’Atura Català.
Aún hoy, si alguien quisiera, encontraría Gossos d’Atura buenos sin controlar y que podrían aportar algo a la raza. No son demasiadas las razas que pueden decir lo mismo.
TAC e IRIS no dejaron descendencia controlada, pero los Jorba, Carulla, Colls o Tonietti controlaron medio centenar largo de perros en el campo que permitieron reencontrar y rehacer unas estirpes completamente de acuerdo con un estándar confeccionado más de cuarenta años antes.
Nada de lo anteriormente relatado hubiera sido posible si esta raza no hubiera estado enraizada en el campo. No se trata de una raza inventada se trata de una evolución natural.
El hombre primitivo, era cazador y recolector; jaurías de hombres y lobos colaboraban en el acoso de otros animales y compartían las piezas que cazaban; al evolucionar, razonó la posibilidad de mantener esta caza agrupada y a partir de esta concentración ir extrayendo comida según sus necesidades y no depender tanto de la fortuna o la forma física. En realidad el cazador evoluciona hacia el ganadero.
Había que convertir los animales salvajes en domésticos a base de primar el gregarismo y suprimir violencia, pero no le bastaba con reciclar los animales de caza, debía también de conseguir que aquellos animales parecidos al lobo que eran cazadores, se convirtieran en vigilantes, defensores y conductores de ganado, lo que conocemos como perros pastores.
Esta adaptación sería diferente según el tipo de rebaño y según las circunstancias orográficas, climáticas y físicas del terreno donde realizara su labor. No se necesitan las mismas cualidades para trabajar en llano que en terrenos abruptos, en superficies abiertas que en valles encajonados por montañas, en climas fríos que en calurosos; así el perro de pastor se va adaptando a las características geográficas del lugar en donde tiene que desarrollar su trabajo.
En Europa, a partir de un tronco común que se ha dado en llamar «Perro de pastor peludo centroeuropeo», las circunstancias fueron creando una gran cantidad de razas diferenciadas debido a la necesidad, el medio ambiente, la consanguinidad y el aislamiento.
Aquellos primitivos pastores, sin entender de genética seleccionaban los perros que trabajasen mejor y los apareaba entre sí. Seleccionaban por su funcionalidad laboral. En este caso la estética importaba poco, No perseguían tipos ni características físicas, pero sin darse cuenta iban creando un tipo de perro en el que la funcionalidad era posible gracias a unas cualidades morfológicas.
Las migraciones, conquistas, civilizaciones…, fueron aportando nuevos individuos que mejoraban a los indígenas o bien eran éstos los que mejoraban los forasteros.
Cuando aún no existían ni estados ni naciones ni fronteras, unos primitivos pobladores ocuparon lo que hoy es el norte de Cataluña, el Prepirineo, allí encontraron unas tierras fértiles, con valles abrigados y soleados, con una humedad para tener buenos pastos. Un buen escenario para un buen ganadero.
Este tipo de terreno necesita su perro de pastor. Con un pelaje que le proteja al mismo tiempo de los fuertes rayos diurnos de sol que de las tardes frescas y las noches y madrugadas heladas, de la lluvia súbita y abundante, con un subpelo que no deje que la humedad llegue a la piel, con una buena base en la planta de los pies gracias a unos espolones bajos y con membrana que eviten resbalar y le proporcione buen apoyo para revolverse y girar con rapidez, con una complexión compacta y unas angulaciones que le den agilidad ante reacciones súbitas y cambios de dirección constantes; que además sea fiel, dedicado, trabajador, sobrio y con suficiente intuición para tomar decisiones si es necesario.
Estos perros eran tan importantes para los pastores que no dejaron nunca de esforzarse en mejorar en lo posible esta herramienta de trabajo.
El Gos d’Atura Català es un «perro pastor», toma decisiones cuando las circunstancias lo aconsejan, en contraposición del «perro de pastor» que cumple sólo las órdenes que le da el pastor. Es muy necesaria esta precisión porque, por ejemplo a la hora de recoger las vacas o los caballos que pastan en extensivo el perro ha de ser capaz de hacerlo por su cuenta ya que las distancias, la velocidad y la orografía hacen que el hombre no pueda seguir a las reses. Hay pastores que incluso me han asegurado haber tenido perros que conocían algunas vacas por su nombre.
La mayoría de estas razas han sucumbido silenciosamente y han desaparecido ante el empuje de nuevos sistemas de pastoreo, mecanizaciones, estabulación y algo aún más básico, las comunicaciones. Perdido el aislamiento, si no hay una necesidad o una voluntad de conservación, en poco tiempo las modas, por lo regular de perros foráneos, engullen a estas poblaciones muy localizadas y escasas.
Cataluña durante la Edad Media, confederada a la Corona de Aragón, dominó el Mediterráneo; tiene lengua propia y una cultura, historia y tradición diferenciada, que cuando se crearon los Estados modernos se quedó a medio camino y actualmente es una Comunidad Autónoma de España, se extiende cultural e históricamente por el sureste de Francia y sólo una pequeña parte es independiente: Andorra.
Los catalanes, con tantos defectos y virtudes como todos los colectivos nacionales, siempre hemos tenido una profunda voluntad de mantener nuestras peculiaridades y en el caso del Gos d’Atura hemos sabido conservar, defensar, mantener y ahora ofrecer al mundo un perro que es parte de nuestro patrimonio y del que nos sentimos del todo orgullosos.
Toda nuestra cultura pastoril está llena de referencias a este fiel compañero.
Un delicioso libro de S. Vilarrasa i Vall La vida dels pastors edición propiedad del arxiu del Museu Folklòric de Sant Pere de Ripoll, editado en 1934, define al Gos d’Atura y se maravilla del espectáculo que representa la facilidad asombrosa con la que hacían evolucionar y marchar un ejército de 4.000 ovejas tan sólo cuatro perros y cuatro hombres. Cuenta también como a la hora del desayuno, todos los pastores reservaban un resto de sopa para su inteligente Gos d’Atura, del que dice parece forma parte de su dueño y del que puede decirse es su brazo derecho.
En el mismo libro y en el apéndice III° reproduce un «Tracte escrit i convingut a Sant Esteve de Vallespirans a 25 d’Agost de 1871» (Trato escrito y convenido en San Esteve de Vallespirans el 25 de Agosto de 1871) y que en el tercer trato dice: «Vos, Pere, mantindreu de pa y cansalada al basiver i al seu Gos de Tura» (Vos, Pedro, mantendréis de pan y tocino al pastor de ovejas jóvenes y a su Gos d’Atura) y en el sexto «Cada matí i vespre li fareu les sopes de pa que jo faré portar per a ell i el seu gos» (Cada mañana y tarde le haréis sopas de pan que yo haré llevar para él y su perro).
Los pastores tienen fama de solitarios e incluso de huraños, pero cuando se establece una relación con ellos son muy agradables y les encanta hablar de sus perros, se explayan en conversaciones muy amenas y por lo regular cuentan aventuras casi siempre heroicas, los aprecian y defienden siempre y cuando sean buenos. Un cachorro holgazán, comilón o poco atento, tiene un juicio sumarísimo con una sentencia propia de la selección natural.
La práctica de la trashumancia era básica para la economía ganadera. Consiste en el traslado de los rebaños al acercarse los meses calurosos hacia tierras altas y frescas, donde los pastos son abundantes y tiernos, para regresar entrado el otoño. Había también una trashumancia invernal, hacia las tierras bajas a la búsqueda de climas más amables de las zonas centrales o costeras.
Ferrán Miralles, apasionado de la trashumancia, me comenta que tiene textos de dos siglos de antigüedad que hacen referencia a trashumantes castellanos que sólo tenían mastines. Estos y otros datos hacen pensar que quizá la aparición del Gos d’Atura es posterior y que el trabajo de este perro antes lo hacían rabadanes y «vailets». Tanto Ferrán como yo opinamos que quizá sea así en tierras castellanas, extremeñas, leonesas e incluso aragonesas, donde la ganadería ovina era prácticamente un monocultivo con un tipo de pastoreo extensivo, del todo diferente al modelo catalán, en el que los rebaños convivían con una agricultura y una protoindustria realmente importante; el mosaico económico y agrario catalán era mucho más variado y la ganadería nunca fue el monopolio económico y social que representó «La Mesta» en España. Es más que probable que fuera de Cataluña los perros pastores no fueran tan necesarios y que no comportaba ningún conflicto el que los gigantescos rebaños ocuparan tanto terreno como fuera menester y que la preocupación primordial de los pastores no era fijar o parar el rebaño, sino defenderlo de sus predadores. En Cataluña, era muy necesario «aturar », parar, los rebaños dentro de los límites precisos. No creo que se pudiera prescindir de un tan buen colaborador como podía ser el Gos d’Atura, si bien rabadanes y «vailets», jovenzuelos, ayudaran al pastor.
Los «camins ramaders» (caminos ganaderos), llamados «carrerades» en las comarcas centrales y orientales, «cabaneres» al poniente y «ligallos» al Sur de Cataluña, son caminos seculares por donde los rebaños hacían la trashumancia entre las áreas montañosas y las tierras bajas o de marina en busca de climas y pastos adecuados a la estación del año.
Estas grandiosas caminatas, soberbias procesiones de pastores, ovejas y perros. Partían de un punto de reunión, en días y lugares ya establecidos por ancestrales costumbres hacia los lugares de veraneo o invernada.
Se reunían varios rebaños para formar la «ramada». Cada casa tenía su «marca» particular, misteriosos y arcaicos signos, simples pero con unas grafías llenas de sensibilidad artística que eran aplicadas al anca o espalda de cada oveja mediante un hierro, no con fuego sino con una cola o pega disuelta en aceite, grasa o leche, además de la «senyal d’orella» (señal en la oreja) que es un corte u orificio especial para cada rebaño, para poder a la vuelta separar los animales de cada propietario. La funcionalidad moderna ha sustituido las marcas y sistemas históricos tradicionales por las simples iniciales del ganadero y la pintura de supermercado. Los propietarios de las tierras de pasto hacían los tratos con los dueños de los rebaños casi siempre de palabra y por lo regular se repetían año a año y de generación en generación. Curiosamente, cuando se trataba de toda una montaña, era ésta la que se arrendaba y cuando sólo se referían a las tierras de una masía, eran las hierbas las que se vendían.
La trashumancia es una práctica común en todo el Mediterráneo. No hay extensiones en las que el rebaño pueda pastar todo el año. No se trata de nomadismo, es un modelo económico basado en el aprovechamiento de los pastos alternativos.
En Cataluña, el verano es seco y caluroso en las comarcas centrales o de marina, así pues, por San Juan o «La Creu de Maig» se sube a la tierras altas, para aprovechar la hierba tierna, que a la llegada del frío, San Miguel o «Tots Sants» ( primero de Noviembre), queda cubierta de nieve e hielo, por ello se vuelve al clima atemperado de las tierras bajas. Entre 4 y 15 días de camino ponen a la disposición de los rebaños y a un coste bajo, pastos que permiten el desarrollo de la economía ganadera.
El mapa oficial de estos caminos no existe. Sólo está en la memoria de viejos pastores y en algunos restos aún conservados. Si hemos de hacer caso a la Ley, estas rutas o itinerarios son bienes de dominio público y son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Los «abeuradors» (abrevaderos), «amorriadors» (lugares de descanso) y «pletes» (lugares de recogida o establos) forman parte del camino.
La Administración que debería delimitar, inventariar, proteger y conservar esta reliquia histórica se desentiende totalmente. El derecho ancestral de paso se está violando a cada momento, los senderos se obturan con urbanizaciones, polígonos industriales, carreteras y autopistas, se desconocen y ocupan para todo tipo de actividades. Incluso el bosque las invade, quizá sea ésta la manera más noble de desaparecer.
En Cataluña se ha creado la «Associació d’Amics dels Camins Ramaders» que investiga, documenta, controla y acompaña a los últimos restos de rebaños transhumantes, recoge toda la información que encuentra en los pueblos y asentamientos que han prosperado junto a estos caminos y rescata de la memoria de ancianos que aún recuerdan el precioso espectáculo de miles de ovejas peregrinando, anécdotas, datos y experiencias para poder plasmar documentalmente una tradición que está en los últimos años de su vida y confeccionar el mapa de los caminos.
Cataluña tiene tres grandes zonas de trashumancia y han sido estas formidables comunicaciones las que han hecho catalán al Gos d’Atura a base de hacerlo llegar a todo el país a partir de su cuna. Hay que recalcar que las vías pecuarias catalanas no se comunican con las de las comunidades vecinas y que esta estanqueidad es la que crea el aislamiento necesario para la fijación de un tipo de razas de perros y ovejas autóctonos.
En estos Gossos d’Atura que hoy están haciendo la función de compañía o que concursan en exposiciones de belleza hay un resto del polvo de los 30.000 kilómetros de caminos trashumantes de Cataluña que ante la dejadez de las instituciones oficiales van desapareciendo silenciosamente.
El Dr. Sarazá que antes de ser Catedrático de Zootecnia de la Facultad de Veterinaria de Madrid, estuvo en la de León, encargó al alumno becario catalán Joaquín Capdevila un trabajo sobre el Gos d’Atura que debía realizar en el período de vacaciones; Joaquín quiso hacer un buen ejercicio y tanto se esmeró el catedrático quedó gratamente sorprendido por el excelente estudio y gestionó la posibilidad de publicarlo. Consiguió que el Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona se hiciera cargo de la edición y financiación en 1957 del primer opúsculo sobre el Gos d’Atura, si exceptuamos la estricta publicación del estándar, aparecen un par de perros fotografiados, dice que merece mejor trato, que es un perro que convendría selecccionar y que en 1951 se exportaron perros al Uruguay, Francia y Suiza.
Posteriormente y ya recuperada y popularizada la raza, Europa la acepta con pasión y ya hay club de Raza en Holanda, Alemania, Suiza y Francia incluido en el Club de perros pirenaicos. Se celebran monográficas en varios países y es abundante la cantidad de perros que hay en Francia, Holanda, Italia, Alemania, Suiza, Finlandia… Se han exportado perros al Perú, México, Argentina, Israel, EE.UU. Conozco el caso de algunas familias de exiliados políticos republicanos de la Guerra Civil, que se hicieron llevar Gossos dÀtura desde Cataluña. Probablemente pensaban que la nostalgia sería más llevadera.
A finales de 1981, se creó el Club del Gos d’Atura Català, oficializado el año siguiente y al que un par de años después se le tuvo que agregar, por imposición de la Real Sociedad Canina Central, bajo la amenaza de desafiliación, el «de España». Con sus altibajos ha realizado su labor, pues en estos 20 años la popularización, conocimiento y progresión de la raza no habría sido la misma sin el esfuerzo realizado por el Club.
Lleva el peso de la organización de las monográficas que se celebran anualmente, más de veinte, publica una revista que empezó modestamente y hoy es un ejemplo de diseño y contenido, ha confeccionado y editado folletos con la redacción del estándar, informa y responde las consultas de criadores y aficionados, representa y defiende el Gos d’Atura ante las instituciones de todo tipo…
Actualmente está enfrascado en el ilusionante proyecto «PARDU 2002» y que de tener éxito sería convertir en realidad uno de los sueños que hace más de veinte años, la docena escasa de promotores del Club creían prácticamente imposible. Los fundadores del Club se impusieron la misión de convertir en popular una raza con poca proyección fuera de su territorio, primero en exposiciones de belleza y como mascota y luego potenciar su merecida fama como perro de trabajo.
Las razas de perros de trabajo, sobre todo si hace mucho tiempo que están reconocidos en la cinofilia mundial, tienen que cuidar las dos vertientes, belleza y trabajo.
El Club del Gos d’Atura Català ha conseguido brillantemente el primer objetivo, ahora se propone iniciar una estrategia para acceder al cumplimiento de uno de los motivos ineludibles de su existencia. Que el perro hoy abundante como mascota y en exposiciones de belleza, siga y mejore en lo posible su actividad como perro de pastoreo.
Es posible que el sueño se materialice. Se trata de tener la posibilidad de poner a disposición de los pastores, perros de estirpe con garantías de ser buenos en la labor originaria de la raza; para ello es necesario crear líneas especializadas, de la misma manera como existen líneas de belleza. Se están siguiendo de cerca los progresos de un cachorro entregado a un pastor concienciado y que está siendo adiestrado a la manera tradicional. Este perro será preparado para que pueda ser, junto con otros que progresivamente se irán añadiendo a este proyecto, el inicio de unas estirpes que podrán garantizar una calidad intuitiva adecuada a las características de trabajo para que estas líneas permitan ser recomendadas por el Club para que la raza pueda volver a ser utilizada mayoritariamente en las labores de pastoreo o en las pruebas de concursos de trabajo.
La progresión popular de esta raza ha sido constante. De tener que explicar que los catalanes tenemos una raza de perro, de tener que hacerse un sitio en el conocimiento canino, hemos pasado a ver como en cualquier parque de cualquier ciudad hay una buena probabilidad de ver a alguien paseando con un Gos d'Atura. Hoy no hay ningún aficionado a la cinofilia que no sólo conozca la existencia de la raza, sino que conozca también sus características básicas.
Quien más mérito tiene de este estado de cosas es el perro, siempre nos hace quedar bien. Podemos aconsejar con toda tranquilidad la raza, nadie nos lo reprochará.
Si deseas saber más sobre el Gos d'Atura te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Gos d'Atura Serie Excellence:
Es en el cuidado de los rebaños, donde se muestra la verdadera esencia de esta raza, pues no sólo hace lo que le manda el pastor sino que en muchos casos es capaz de tomar decisiones proprias, dirigiendo el rebaño con una facilidad pasmosa, obligando a que ninguna res se separe de las demás. Por su gran coraje y valor, puede ser también utilizado en misiones de vigilancia. Por su tamaño, bonito pelo, inteligencia y gran fidelidad a sus dueños, puede ser un excelente perro de compañía.
De estructura mediolínea, es un perro bien conformado, tamaño mediano y hermoso pelo.
Ligeramente más largo que alto, aproximadamente en la proporción 9 a 8.
Perro muy sobrio, vivo e inteligente, de mirada noble, con carácter rústico y apreciable, muy devoto del pastor y del rebaño que se le confía, no se acerca a los desconocidos, por lo que en ocasiones parece huraño. Es un gran vigilante. Muy resistente al calor, al frío y a todos los agentes atmósfericos. La alimentación más frugal les es suficiente para trabajar en las condiciones extremas indicadas.
Cabeza fuerte, ligeramente convexa y ancha de base, sin que resulte pesada, bien proporcionada con el resto del cuerpo. La proporción cráneo-hocico es de 4 a 3.
Vigoroso, sólido, musculoso, corto, pero con una proporción que le permita una buena movilidad. Bien insertado en las espaldas.
Ligeramente alargado, fuerte, musculoso, dando sensación de fuerza y agilidad.
De inserción más bien baja. Puede ser larga (sobrepasando ligeramente el corvejón) o corta (no sobrepasando los 10 cms). Existen anuros y en los de trabajo, se admiten con la cola cortada. El porte de la cola cuando el perro está en reposo es colgante acodada en su parte inferior, si bien se aceptan en forma de sable.
En acción la cola es llevada alegremente, pero nunca enroscada sobre el dorso. Está cubierta de abundante pelo suavemente ondulado.
Fuertes, secos, derechos y con buenos aplomos tanto vistos de frente como de lado. La distancia codo-cruz es aproximadamente igual a la del codo al suelo.
Fuertes, musculosos y bien aplomados, dando sensación de potencia y agilidad.
Suave, típico de los perros de pastor. El galope sólo se obtiene en espacios muy grandes, por lo que en el ring el movimiento típico es el trote corto, con el movimiento típico a todos los perros provistos de espolones.
Más bien gruesa. Tensa en cuerpo y cabeza. Bien pigmentada.
Largo, lacio o muy poco ondulado. Áspero. Abundante subpelo, sobre todo en el tercio posterior. En la cabeza presenta barba, bigote, tupé y sobrecejar, que sin embargo dejan ver los ojos. Cola bien provista de pelo, al igual que las extremidades.
Debe hacerse la observación de que en la muda de pelo, ocurre un típico fenómeno, al efectuarse la misma en dos secuencias. En la primera se muda el pelo de la mitad anterior del perro, dando la sensación de que se trata de dos medios perros con pelaje distinto. En la segunda se muda la mitad posterior, con lo que vuelve a igualarse.
Vistos de lejos aparecen como monocolores, pudiendo tener tonalidades más claras en las extremidades. Vistos de cerca se observa que la coloración viene dada por la mezcla de pelos de distintas tonalidades: Barquillo, pardo más o menos rojizo, gris, blancos y negros. Los colores básicos resultantes de su mezcla son:
También existen ejemplares con mezcla de pelos negros, barquillo y arena rojizo, que pueden dominar en algunas partes, dando la sensación de ejemplares negro y fuego.
No se admiten las manchas negras, ni blancas. A veces se toleran algunas pequeñas agrupaciones de pelos blancos en forma de estralla pectoral, o en la parte superior de los dedos que, sin embargo, no debe ser en este caso ir acompañado de la uña blanca.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera una falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar.
En igualdad de condiciones en cuanto a calidad, tendrán siempre preferencia en la clasificación, los perros que no hayan sufrido mutilación (orejas, rabo y colmillos cortados por razón del trabajo). No se calificarán los que presenten tales mutilaciones, sin ser perros de trabajo en pastoreo.
Son deseables en el color y deben apreciarse, las tonalidades bien pigmentadas.
Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...