El Papillon es conocido también por Épagneul Nain Continental, Épagneul Continental Enano o Continental Toy Spaniel. Su nombre proviene de la forma de mariposa que tienen sus orejas levantadas oblicuamente (en su Francia natal papillon significa mariposa).
El Papillon ya aparece representado en lo que va del siglo XIII al XVI en varios cuadros franceses, italianos y flamencos. Este perro es una reducción del Épagneul y durante generaciones fue un animal escaso y valioso, muy buscado por los nobles. Con el tiempo el Épagneul Enano se convirtió en un perro de alcoba y de salón.
El Papillon es amable, juguetón, vivo y curioso. Se entrega completamente a sus dueños y a los extraños solo les mira maliciosamente. Es bastante ladrador y deportista. Está dotado de una gran inteligencia y prefiere un amo que sepa apreciar su belleza y sus gracias.
El Papillon es un perro pequeño y armonioso. Las patas son rectas y bastante finas. Tiene un hocico largo y unas orejas finas con flecos, implantadas bastante atrás sobre la cabeza con el pabellón bien abierto y dirigido hacia los lados. Hay una variedad de Épagneul Enano que tiene las orejas caídas llamada (polilla en francés), más conocida en nuestro país como . La cola es larga insertada alta, también provista de muchos flecos. Tiene un abundante pelo ondulado, fino y sedoso que puede ser de cualquier color.
El pelaje del Épagneul Enano no requiere muchos cuidados, aunque hay que cepillarlo regularmente para que no se le formen nudos en los flecos. Las orejas, ano y almohadillas se deben mantener limpias para evitar infecciones.
Es un perrito fácil de enseñar, pero si no se le educa desde cachorro puede ser mordedor.
El Papillon es un perro robusto y goza de buena salud. A pesar de ello, existe el riesgo de luxación de rótula y epilepsia. Debido a su pequeño tamaño y a su fina osamenta, también es propenso a las fracturas de huesos y otras lesiones similares.
El Papillon forma parte del grupo de perros miniatura en el Kennel Club de Inglaterra. La FCI lo clasifica en el grupo de perros de compañía. Es una deliciosa combinación de todas las cualidades encantadoras que hacen que las razas miniatura sean tan atractivas. Es un perro hermoso y alegre, su pequeño tamaño hace que se le pueda manejar fácilmente y su cautivadora personalidad le convierte en un compañero de lo más deseable. De todas formas, y al igual que cualquier raza canina, el Papillon no es adecuado para todo el mundo, ni siquiera para todo aquel que quiere un perro pequeño.
El Papillon tiene un porte regio y se mueve con una extrema confianza en sí mismo. Su capa, fina y sedosa, desprende muy poco olor perruno, que es un problema frecuente en muchas razas de mayor tamaño y con mucho pelo.
La raza tiene la suerte de poseer una gran inteligencia y un fuerte deseo por complacer, lo que les hace ser unos compañeros voluntariosos, aunque suponen un reto para el propietario. Se les puede adiestrar fácilmente para que lleven a cabo tareas domésticas, pero deben recibir educación. Al igual que con todas las razas caninas, el adiestramiento de obediencia para tareas rutinarias es también absolutamente necesario en el caso del Papillon. Dada su enorme inteligencia, esta raza es extremadamente buena a la hora de resolver problemas y en ocasiones pensarán más rápido que el propietario que no vaya un paso por delante de ellos. También son unos compañeros sensibles que captan bien los sentimientos humanos y que se darán cuenta rápidamente de un mal humor o de una decepción, lo que obliga a que su adiestramiento deba hacerse con una actitud positiva. Los Papillon siempre reconocen al líder de la manada, pero la tendencia a malcriar a estos perros es muy grande; por ello la necesidad de un cursillo de obediencia es esencial si quiere que el perro le respete como líder.
La naturaleza del Papillon es bastante amistosa y extravertida y suelen disfrutar con la compañía de los niños y de otros animales, especialmente si son criados juntos. Este pequeño perro medra con el compañerismo humano y se convierte, fácilmente, en un miembro más de la familia. También es un excelente viajero y se sentirá más feliz si puede acompañar a su propietario dondequiera que vaya, tanto si se desplaza cientos de kilómetros como si se trata de un simple paseo hasta la tienda de la esquina.
El Papillon rara vez se muestra holgazán o letárgico. Más bien se le podrá ver saltando de un lado a otro, corriendo y, generalmente, entreteniéndose mientras da vueltas en círculo por puro placer. Este perro siempre está dispuesto a salir a pasear, y salta de emoción al ver su correa o al oír el ruido de sus llaves. Se trata de perros extravertidos y abiertos a los que les encanta estar con la gente, ya se trate de jóvenes o de ancianos.
Por el contrario, también son excelentes perros falderos a los que les encanta tumbarse en el regazo de su ama. Les gusta mucho que les acaricien y ésta es una de sus cualidades más encantadoras. La mayoría dará besos a cualquiera que disfrute de este tipo de interacción humano-canina.
Los Papillon también son pequeños compañeros muy ágiles y grandes saltadores (ésta es una característica que a veces les pone en situaciones de riesgo). Se pueden hacer daño fácilmente al saltar desde una gran altura y muchos muestran inclinación por hacer esto. También se les debe proteger de los niños pequeños, que quizás sean un poco rudos o tengan poco cuidado al manejar a un cachorro muy joven o un perro muy pequeño. El inquieto Papillon puede saltar de los brazos de un niño y fracturarse una extremidad (o algo peor). Los cachorros jóvenes son especialmente delicados y los propietarios deberían ser muy selectivos respecto de quién sociabiliza y maneja a sus cachorros.
La raza se adapta bien a la vida dentro de casa y sus necesidades de ejercicio son mínimas. Un breve paseo diario por el parque mantendrá a su Papillon en forma además de estimularle mentalmente con variedad de entornos exteriores. Disfrutan fuera de casa y si se les da la oportunidad perseguirán alegremente a un conejo o una ardilla. Algunos incluso se creen expertos cazadores de ratones y perseguirán a cualquiera de ellos que se cruce en su camino.
Tienen una gran estabilidad y pueden cambiar de hogar inmediatamente. La mayoría se adapta bien a un nuevo entorno y un nuevo líder, cualidad de la que carecen muchas razas.
De todas formas, esta adaptabilidad puede ser un tanto desconcertante para un propietario cariñoso, que debe reconocer que al pequeño animal al que adora no le importaría nada compartir el corazón y el hogar de otra persona que se preocupe por él. Por otro lado, esta adaptabilidad es una verdadera ventaja cuando se trata de buscar nuevos hogares a los Papillon que acaban en protectoras.
Esta raza puede mostrarse bastante mandona con otros perros, especialmente con perros de mayor tamaño, y esto puede resultar un tanto peligroso. Este perro no reconoce su reducido tamaño ni su vulnerabilidad, y aparentemente cree pertenecer a la categoría de los perros grandes. Quizás el Papillon cree ser un Setter Irlandés o un Dogo Alemán. No es infrecuente ver a un Papillon regañando a un perro de gran tamaño por alguna ofensa imaginaria. Además, un Papillon inquieto y que se mueva, puede aparecer como una presa a un animal agresivo y de mayor tamaño, lo que coloca al Papillon en una situación de peligro.
Puede que se considere que algunos ejemplares son muy protestones, pero la mayoría no ladran demasiado. Pueden convertirse en perros de guarda que anuncien la llegada de visitas, una característica para la que pueden ser adiestrados, aunque deberían callar tras emitir unos pocos ladridos. Los que continúan ladrando sencillamente no han recibido adiestramiento y sus propietarios deben enseñarles reglas más estrictas para que se comporten correctamente.
El vallado es algo absolutamente necesario en el hogar o el jardín del Papillon. Debe ser muy seguro, ya que este perro puede escurrirse a través de espacios reducidos (entre los postes de la valla o por debajo de las verjas). Controle siempre su jardín y la valla para localizar los puntos débiles, ya que su Papillon encontrará rápidamente cualquier abertura que no haya cerrado o reparado.
El Papillon es, en general, un animal sano y que padece pocos problemas de origen genético, especialmente cuando se le compara con la mayoría de razas más populares, entre las que se incluyen otras razas miniatura. De todas formas, no experimenta los mismos problemas comunes en la mayoría de razas pequeñas, como los defectos en el cierre o el paladar y la luxación rotuliana (un problema degenerativo de la rodilla que puede ser leve o llegar a provocar cojera). También pueden padecer un problema ocular llamado atrofia progresiva de retina (APR), que es un problema ocular degenerativo que acaba provocando ceguera. No se debería hacer criar a los perros afectados, y los animales que vayan a ser utilizados como reproductores deberían ser sometidos a pruebas para descartar este defecto antes de hacerles criar.
Al igual que con la mayoría de razas miniatura, el Papillon es sensible a los anestésicos, así que debería hablar de este posible peligro con su veterinario antes de programar cualquier operación dental o quirúrgica. Se recomienda altamente el uso de anestésicos seguros como el isofluorano.
Las exposiciones caninas son una afición fascinante para cualquiera que disfrute con su Papillon y de la compañía de otros perros. Para el propietario de un perro que también tenga un talante competitivo, los concursos caninos pueden ser una actividad perfecta para disfrutar de su perro, además de estimular el deseo de destacar y triunfar. El encanto de los certámenes caninos es que, aunque no vuelva a casa con un trofeo, siempre saldrá del ring con el mismo compañero dulce y cariñoso que le dio alas para participar en esta competición.
El adiestramiento para el ring de las exposiciones de belleza puede comenzar pronto, en cuanto adquiera a su Papillon. Cuanto más le sociabilice y le prepare para ser presentado y estar quieto encima de una mesa, antes estará preparado para la rutina de los certámenes caninos. Coloque, como mínimo una vez diaria, a su cachorro sobre una mesa con una superficie antideslizante y juegue con él para que establezca una asociación feliz con la mesa. Téngale sujeto para que no pueda caer y hacerse daño o asustarse. Gradualmente puede colocar sus patitas para que quede quieto de pie. A continuación comience a examinarle concienzudamente y con delicadeza, al igual que lo haría un juez en los certámenes caninos. Asegúrese de examinar breve y cuidadosamente su boca. Puede que ésta sea una zona sensible para algunos cachorros, así que tenga un cuidado excepcional y cólmele de elogios para hacer que adquiera confianza y hacerle ver que se trata de una experiencia positiva.
Cuando se haya ganado la confianza de su cachorro, empiece a llevarle a cursillos donde preparen a los perros para los certámenes de belleza. Asegúrese de que se le hayan administrado todas las vacunas antes de ponerle en contacto con otros perros o con ambientes donde puede que hayan estado otros perros extraños. Observe cuidadosamente cómo reacciona ante situaciones en las que se encuentra con muchos perros. Si está un poco nervioso, déjele observarlo todo desde lejos durante un rato para que se vaya acostumbrando a los diferentes ruidos y a la actividad. Nunca le atosigue ni insista para que participe si está nervioso o muestra aprensión. Su objetivo es animarle y potenciar una actitud alegre y positiva hacia estas actividades. Forzándole sólo conseguiríamos que mostrara rechazo y quizás que tuviera miedo al ring, con lo que no querrá participar en estas actividades en el futuro.
Todo perro necesita hacer algún tipo de actividad a diario para estar sano y mantenerse en buena forma. Además, cualquier perro de exposición, independientemente de su raza, debe estar en su mejor estado para triunfar. El ejercicio adecuado forma parte de los cuidados diarios y no es algo que deba hacerse cuando quede poco para exponer a su perro en un certamen. Además de la sociabilización temprana, el buen estado de forma también incluye el acicalado, la alimentación y el ejercicio. Aunque a los Papillon no les es preciso hacer un ejercicio agotador como el que necesitan hacer las razas de mayor tamaño para tener una salud óptima, disfrutan con un paseo diario, que también potenciará una buena salud física y mental. Esto es válido para todos los Papillon y no sólo para los de exposición.
El ágil porte y la disposición para complacer del Papillon le conducen, de forma bastante natural, a la competición de obediencia. Los Papillon compiten hoy día con éxito con las razas de mayor tamaño en las pruebas de obediencia, de Agility, en el rastreo y en los juegos en los que se les lanza una pelota para que la vayan a buscar. Son los número uno de las razas miniatura en varias competiciones caninas, y en los Estados Unidos el Papillon Ch.-OTCh. Loteki Suden Impulse UDX, TDX, MX tiene el honor de ser el perro inscrito en el AKC con más títulos de entre todas las razas. No en todos los países se admite a la raza en estas variadas pruebas; consulte antes con la sociedad canina más próxima sobre el particular.
La exposición canina de la Southern Counties Toydog Society ofrece cursillos de obediencia, y los Papillon frecuentemente consiguen trofeos y premios en ella. Vella Eclipse, propiedad de Jasmine Waite, ha obtenido la Test «A» Vella Cup en dos ocasiones, y la hija de Jasmine, Vicky, ha conseguido la Copa Slippers y la Tinto con Banshee Biddy Boo. Khanness Birthday Boy, presentada por su propietario Pat Ross, obtiene buenos resultados de forma regular compitiendo junto con Border Collie y Pastores Alemanes, dos razas famosas por sus excelentes actuaciones en las competiciones de obediencia.
El Agility y los juegos en los que se lanza al perro una pelota para que la vaya a buscar están reconocidos por el Kennel Club de Inglaterra y éste establece las normas y reglas. Los Papillon pueden sobresalir en ambas actividades, pero se les debería adiestrar para la obediencia antes de participar en ellas. De todas formas, debido a su delicada estructura, estas actividades, que requieren de tanta energía, pueden dar como resultado extremidades fracturadas si el perro no tiene cuidado o si muestra demasiado entusiasmo.
La naturaleza del Papillon es bastante alegre, amistosa y extravertida. La mayoría agradecerán conocer a gente nueva y les tratarán como si fueran viejos amigos. Como no tiene un talante que le haga sospechar, el Papillon asume que todo aquel al que conoce es amable y cariñoso, y devolverá multiplicado por mil cualquier afecto que se le muestre. Dada esta afectuosidad natural, el Papillon es un excelente perro de terapia. Muchos sobresalen como perros PAT (el grupo británico pro perros de terapia activa o British Pro Dogs Active Therapy), organizado a través de la Beneficiencia Nacional Pro Perros (Pro Dogs National Charity.)
Los perros PAT van a los hospitales, a los asilos y a otras instituciones. Los residentes de estos lugares disfrutan especialmente con un perro pequeño al que poder acariciar mientras está sobre su regazo o que se enrosque al lado de una almohada sin poner en peligro al paciente.
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Elegante compañero de la realeza, diminuto animal con un gran porte y personalidad, fiel, amante de la diversión y travieso: así es el encantador Papillon, durante mucho tiempo una de las razas miniatura más cautivadoras que ha conocido el hombre.
El pequeño Papillon es, quizás, más conocido por sus hermosas orejas tiesas con sus delicados flecos, que es la característica a partir de la cual está raza obtuvo su nombre (papillon significa mariposa en francés). La palabra «mariposa» puede muy bien ser la más adecuada, ya que nos recuerda imágenes hermosas y encantadoras. Tal es la naturaleza de este atractivo animal.
La versión original de esta raza miniatura, anterior al siglo XX, era el Phalène, que en francés reciben ciertas mariposas nocturnas. Hace décadas, la mayoría de ejemplares de Papillon tenían unas orejas grandes y caídas que se parecían a las alas plegadas de esas mariposas. A lo largo de varios siglos, la forma de las orejas evolucionó y apareció un perro con las orejas más tiesas, que se convertiría en una versión más popular que actualmente conocemos como Papillon. La variedad de orejas caídas sigue siendo bastante popular y en los certámenes caninos es presentada en una categoría distinta. El actual estándar de la raza del Phalène es el mismo que el del Papillon, excepto en que sus orejas deben estar completamente caídas.
Lo más probable es que el Papillon descendiera del Spaniel Continental Miniatura, que era el perro faldero favorito de la realeza. Se sabe que durante siglos los reyes, reinas y la nobleza mostraron inclinación por los «perros de bolsillo», a los que podían arrullar y llevar consigo fácilmente. Francia, Bélgica y España reclaman ser el país de origen de esta raza, ya que este elegante perro estuvo al lado de las familias reales de muchas naciones. Como el nombre Papillon deriva del francés, la mayoría de los historiadores caninos están de acuerdo con la creencia popular que dice que la raza tuvo sus orígenes en Francia.
Esta raza se encuentra entre las más antiguas de los perros miniatura y aparece en retratos y otras obras de arte autentificadas de tiempos tan lejanos como los siglos XIV y XV. Aunque puede que en algunos círculos todavía se discuta sobre la cuestión de su país de origen, existe una amplia documentación de esto en el mundo del arte y en las leyendas reales. La historia del Papillon está repleta de anécdotas pintorescas acerca de su relación con las familias reales y sus cortesanos. Quizás las historias más divertidas son las que giran en torno al rey Enrique II de Francia.
El rey Enrique estaba completamente enamorado del Papillon y gastó enormes sumas debido a su pasión por la raza. Apreciaba tanto a sus perros que en 1576 gastó más de 100.000 coronas en sus mascotas. Viajó personalmente hasta Lyon para ver a su criador, que percibió la debilidad del rey y se aprovechó de ella cobrándole unos precios escandalosos por los cachorros. Una anécdota muy jocosa es que en una ocasión el rey increpó a los miembros de su consejo de estado durante una reunión con ellos, al tiempo que llevaba unas pequeñas cestas que colgaban de su cuello llenas de diminutos Papillon.
La historia también nos dice que los tres Papillon favoritos del rey podían dormir en la cama con él, al tiempo que desempeñaban un heroico cometido: la protección de Su Majestad. Uno de ellos, una hembra llamada Lilene, estaba en St. Cloud con el rey cuando un monje de nombre Jacques Clement vino a verle. Lilene reaccionó de forma tan violenta ante la presencia del monje que el rey se vio forzado a encerrarla en otra habitación con el resto de Papillon. Una vez el monje quedó a solas con el rey, le apuñaló y trató de huir. Los Papillon, que se encontraban cerca, se olieron el desastre y ladraron con tal furia que alertaron a los servidores de palacio y el monje fue apresado. Por desgracia, ya era demasiado tarde para el rey. Mientras agonizaba, se dice que murmuró «Si hubiera hecho caso a la advertencia de Lilene…».
María Antonieta fue también una apasionada de sus dos Papillon. Se cuenta que llevó a uno de sus perros con ella hasta la guillotina y se lo dio al verdugo antes de que la decapitara. Sus dos pequeños compañeros fueron cuidados en casa de ella tras su muerte. Esa casa parisiense se conoce actualmente con el nombre de «la casa de los Papillon».
Dado el papel del Papillon como apreciado compañero de la realeza y de los cortesanos, no es sorprendente que durante el Renacimiento este encantador animal apareciera frecuentemente en los frescos religiosos y en famosos cuadros por toda Europa. La historia de esta raza queda elegantemente recogida en docenas de obras de los grandes maestros europeos. Famosos artistas de la talla de Van Dyck, Goya, Rubens, Murillo, Boucher y Fragonard incluyeron al Papillon en numerosos cuadros. Nunca sabremos si lo hicieron por propia voluntad o si fue por orden de las personas que encargaban las obras (que a su vez eran propietarios de un perro de esta raza). El hecho es que el pequeño Papillon aparecía frecuentemente al lado de su propietario.
Una de las más antiguas obras artísticas en las que aparece un Papillon se remonta a 1270. El artista italiano Ambrosio de Boudose Giotti retrató a este pequeño y encantador animal en un cuadro expuesto en una iglesia italiana. Otra antigua obra, tomada de una serie de cuadros del artista italiano Sasetta (1392-1450) muestra a un pequeño Papillon blanco y negro.
Durante los siglos siguientes, el Papillon y el Phalène aparecieron en docenas de retratos de la realeza y en cuadros de escenas mitológicas. En una obra del siglo XVI que muestra a lady Arabella Stuart, aparece un pequeño Phalène sentado sobre la mano de esta dama.
Otro cuadro de ese siglo titulado «La Venus de Urbino», obra de Tiziano (1486-1576), nos muestra a un Papillon blanco y rojo sentado fielmente a los pies de la duquesa de Urbino. Tiziano incluyó frecuentemente a perros de esta raza en sus cuadros. Otra de sus obras famosas, expuesta en el Fitzwilliam Museum de Cambridge también nos muestra a un elegante perro blanco y rojo que parece ser un Papillon. Tan perfectas fueron las reproducciones de Tiziano del Papillon y del Phalène, que su representación de este último en una obra de 1542 fue escogida por el Congreso de Lille como exponente de la morfología correcta para esta variedad de la raza.
Otro cuadro renacentista obra del artista español Velázquez (1598-1660) muestra al príncipe Felipe Próspero con su Papillon blanco y limón tumbado en una silla. En esa misma época, el artista Antoine Pesne (1683- 1757) retrató a la reina Sofía Dorotea con su pequeño Phalène mecido en su brazo.
Muchos otros cuadros del siglo XVII reflejan la popularidad del Papillon como el perro de compañía perfecto. Una naturaleza muerta del pintor húngaro Jacob Bogdani (1660-1724) muestra a un Papillon blanco e hígado tumbado al lado de una cesta de fruta. Su color es un vivo complemento para el cuadro. En otra obra («Compañía con un perro bailarín») de Ochterveldt (1635-1708, Holanda) un Phalène hace cabriolas sobre sus patas traseras ante el obvio deleite de tres mujeres elegantemente ataviadas.
El hecho de que el Papillon apareciera en tantos cuadros de la realeza de toda Europa durante estos periodos de la historia no es sino otro testimonio de su lugar privilegiado en el seno de las familias hacendadas y entre la realeza. En 1668, el príncipe Segismundo (futuro rey de Suecia y Polonia) fue retratado con su Papillon. Doce años más tarde, en 1680, el artista David Kloka Ehrenstrall pintó en un lienzo al Papillon de la familia real, Dondon, propiedad de la reina Hedvig Eleonora de Suecia.
La reina Hedvig adoraba, obviamente, a sus Papillon y tenía varios. Ehrenstrall pintó a otro de sus pequeños perros: un Spaniel Miniatura blanco y cibelino llamado Nespelina, en el castillo de Gripsholm, en Suecia. Ocho años más tarde, este mismo artista retrató al conde sueco Carl Gustaf de Sodemore con su Spaniel Miniatura blanco y marrón en el castillo de Tido (Suecia). Otro cuadro de Ehrenstrall que muestra a dos Papillon de la reina Hedvig está expuesto en Malmoe (Suecia).
Los Papillon también formaban parte de la vida de la corte francesa y aparecieron en muchos de los retratos de la realeza de este país. En un cuadro de Pedro Pablo Rubens (1577- 1640) titulado «La boda de María de Médicis» que le fue encargado por el rey Enrique IV de Navarra y Francia para conmemorar sus segundas nupcias con María de Médicis, aparece un Papillon. Rubens también muestra a un perro de esta raza en un retrato posterior que conmemora el nacimiento de Luis XIII, que subió al trono a la edad de nueve años. Luis XIII, que más tarde se casaría con Ana de Austria, y su Papillon aparecen en un retrato de la reina, pintado por el artista flamenco Franz Pourbus (1569-1622).
Tras la llegada al trono de Luis XIV, éste se retrató con su Papillon blanco y negro en un cuadro de la familia real obra del artista francés Largillière (1659-1721). En esta misma época aparece un Phalène en un cuadro titulado «Beider-Toilette», obra de Antoine Watteau (1684-1721).
Otro famoso cuadro de la realeza europea obra de Martin van der Meytens que muestra al emperador de Austria Francisco José, a su mujer María Teresa y a sus ocho hijos, incluye a dos Papillon de la familia jugando a los pies de María Teresa.
Los Papillon también fueron un tema muy apreciado por los artistas (más allá de los lienzos). En un panel para un armario, obra de Domenico Cucci, para el dormitorio de Luis XIV, la artista Pietra Dura representó a un Papillon hecho con madreperlas y piedras semipreciosas. Esta obra está actualmente expuesta en el castillo de Alwick (en Northumbría, Inglaterra).
Entre las pertenencias de María Antonieta, tras su muerte, se encontraba una figura de un Phalène hecha de porcelana de Sèvres. La famosa madame Pompadour también apreciaba enormemente a sus dos Papillon, Mimi e Inez. Aparece con uno de ellos sobre su regazo en el grabado del barón Albert Houtert titulado «El fiel».
Tras la Revolución Francesa en 1789, la popularidad de esta raza disminuyó, debido en parte a que había contado con el favor de la aristocracia. Finalmente, la alta sociedad francesa y personas de la clase adinerada se vieron de nuevo atraídos por esta raza y un siglo más tarde el Papillon volvió a aparecer en los retratos familiares, esta vez en cuadros más comunes y corrientes, obra de artistas menos conocidos.
De todas formas, en esa época el mundo de los perros de pequeño tamaño estaba dominado por otras razas, como el Pomerania, el King Charles Spaniel y el Chin japonés como principales y apreciadas elecciones de los ricos y famosos. Fue durante el siglo siguiente cuando el Papillon fue recuperando popularidad lentamente entre la gente a la que le gustaban las exposiciones caninas.
A principios del siglo XX, el mundo canino belga se unió al francés para determinar cuáles de las muchas razas miniatura debían ser consideradas como Papillon. En esos tiempos, muchas razas miniatura recibían nombres tales como Pequeño Perro Ardilla, Spaniel Continental Miniatura, Spaniel de Luxe, además de Papillon.
Tras varios años examinando las diferencias, los aficionados al Papillon redactaron un estándar para la raza. Debido a sus esfuerzos combinados, la Fédération Cynologique Internationale (FCI), que es un organismo regulador de exposiciones caninas internacionales, considera a Bélgica y a Francia como los países de origen de esta raza.
Aunque el primer Papillon inscrito en un libro de orígenes genealógico lo hizo en Inglaterra en 1906, el Papillon (Butterfly Dog) Club no se fundó formalmente hasta 1923. Un pequeño grupo de dedicados criadores de Papillon asumieron la tarea cargo y esta sociedad fue aprobada por el Kennel Club de Inglaterra. En ese año se inscribieron 17 ejemplares y al año siguiente fueron 64. Éste fue un impresionante incremento, teniendo en cuenta los pocos criadores que había en esa época.
Mrs. Hunter (del afijo Moonstones) se convirtió en la primera presidenta del club y se unió a Mrs. Gordon Gratrix y Mrs. B. M. Cooper (del sufijo de Flandre) para promocionar y mejorar la raza. Estas entusiastas mujeres concentraron sus esfuerzos en animar a los nuevos exhibidores y criadores. En mayo de 1924 el club celebró su reunión inaugural y Mrs. Gordon Gratrix sustituyó a Mrs. Hunter como presidenta.
En 1930, el club editó su primer manual, una pequeña publicación de sólo 16 páginas. Desde esos modestos inicios, el manual ha pasado a ser una enorme publicación que se edita cada tres años. Uno de los últimos ejemplares tenía 291 páginas.
El inicio de la segunda guerra mundial interrumpió las actividades del club y dificultó la mayoría de los programas de cría y, evidentemente, el progreso de todas las razas caninas. La mayoría de ellas lucharon fuertemente durante esos tumultuosos años. La afición por el Papillon persistió y, aunque el número de ejemplares era limitado, el club reinició sus actividades en 1945. Hacia 1951, el club había crecido hasta contar con 40 miembros, lo que suponía una buena cifra en esa época. Actualmente, los miembros se cuentan por cientos tanto en Europa como en otros países, lo que da buena muestra de la popularidad de esta encantadora raza.
El Papillon Club celebró su primera exposición en 1934 junto con las sociedades del Chin japonés y del Griffon. Pasarían 12 años antes de que el club celebrara su primera exposición de campeonato, en 1946, y de nuevo junto con otras tres razas. Actualmente, el club cuenta con la ventaja de tener a muchos criadores y exhibidores experimentados, dedicados y comprometidos que centran sus esfuerzos en la celebración de exposiciones de campeonato anuales. Los aficionados al Papillon también patrocinan otros eventos educativos y entretenidos como competiciones, fiestas, reuniones informativas y clases llevadas a cabo por conocidos expertos de todas las ramas del mundo canino.
Entretanto se han fundado en Gran Bretaña otras tres sociedades del Papillon que celebran exposiciones de campeonato anuales y que atraen a criadores y exhibidores de todas partes: el Papillon Club of Scotland, el South Wales Papillon Club y el Northern and Eastern Counties Papillon Club.
En 1961 se fundó el Papillon Club Benevolent Fund para ayudar a los miembros enfermos o que no podían ocuparse de sus perros. Fue instituido por Mrs. Lucy Ryder, ayudada por Mrs. Guy, Mrs. Padley y Mrs. Wright. En 1968 Mrs. Elizabeth Knowles tomó el mando y trabajó incansablemente en la dirección de esta fundación.
El plan de rescate del Papillon (como una sociedad protectora) queda bajo la influencia del Benevolent Fund, y también está dirigido por Mrs. Knowles. Esta asociación intenta cuidar de los perros que han quedado solos debido al fallecimiento o la enfermedad de sus amos y los aloja en hogares temporales o permanentes cuando es necesario. Esta fundación monta frecuentemente una caseta en los certámenes caninos para recaudar fondos que les ayuden en su causa.
En los Estados Unidos, la raza fue oficialmente reconocida por el American Kennel Club (AKC) en 1915. El Papillon Club of America (PCA) celebró su primera reunión en 1930, pero no fue admitido formalmente por el AKC hasta 1935. El PCA también se vio severamente afectado por la guerra, pero en 1948 resurgió con 30 miembros que eran, principalmente, propietarios de mascotas, pero que estaban determinados a ofrecer su apoyo a esta sociedad canina dedicada a la raza escogida por ellos.
Durante sus inicios, el PCA fue testigo de la importación y la inscripción en el libro de orígenes genealógico de muchos Papillon importantes que son los antepasados de muchos de los actuales campeones que ejercen su influencia sobre el Papillon de nuestros tiempos. En 1922, un Phalène blanco y negro, Ch. Peterkins (cuyo padre era Gamim y cuya madre era Ysette), nació durante la cuarentena y creció para convertirse en el primer campeón propiedad de Mrs. Swan. Ese mismo año fue el de Teddy de la Foret y de Suzanne, que dieron lugar a Painted Lady, Red Admiral, Brimstone y Orange Tip, además de al muy influyente Dudulle de Flandre, un macho importante que aparece en el pedigree de varios campeones. Mrs. Lake (Helen Couper de soltera) llevó a sus perros Pirette de Flandre y Orange Tip de Flandre a las exposiciones caninas de belleza. Mrs. Lake proseguiría para liderar el PCA y más tarde se convertiría en su presidenta.
Hacia 1924 otros perros importantes estaban siendo importados o criados por nuevos exhibidores. El ejemplar importado Ch. Monamie Coquille obtuvo la impresionante cifra de 18 Certificados de Desafío. Ch. Offley Coquette también fue importado, al igual que lo fue Walton Heath Nic de la Basilique, el perro de Mrs. Pope que se encuentra detrás de muchos campeones famosos como Ch. Bretta Dawn, Ch. Datsa of Springshaven, Ch. Dawnon of Springshaven, Ch. Nanette of Springshaven, Ch. Darosa of Springshaven y Ch. Dawn of Springshaven. Mrs. Pope importó a Moorland Itopol y Mrs. Radermacher crió a Ideal of Harleymeads.
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Pequeño spaniel de lujo, de estructura normal y armoniosa. Su pelo es largo, y el hocico moderadamente largo y más corto que el cráneo. Es vivaz y gracioso, aunque robusto y de porte altivo. Paso libre y elegante. El cuerpo es ligeramente más largo que alto.
En proporción con el cuerpo, y proporcionalmente más ligera y más corta que la del spaniel de tamaño grande y mediano.
El cruce de estas dos variedades produce a menudo orejas semi erguidas y con puntas caídas; esta mezcla de rasgos se considera una falta grave.
De longitud mediana, un poco arqueado en la nuca.
De implantación bastante alta; es más bien larga con un flequillo abundante, que forma un bello penacho. Cuando el perro está alerta, se presenta elevada en el plano de la espina dorsal y arqueada, de manera que la punta puede rozar la espalda. No debe nunca enroscarse, ni posarse estirada sobre la espalda.
Los miembros son rectos, firmes, bastante delgados. El perro no debe parecer levantado. Vistos de atrás o de frente, los miembros son paralelos.
Bastante largos; bien aplomados sobre las plantas, se les llama "pies de liebre". Las uñas fuertes, preferiblemente negras, son más claras en los perros de pelaje pardo o blanco (las uñas blancas en los perros blancos, o de patas blancas no constituyen una falta si el perro está bien pigmentado en otras partes del cuerpo). Los dedos son nervudos y las almohadillas resistentes; entre los mismos hay un pelo fino y abundante que sobrepasa el extremo del pie y forma una punta.
Paso altivo y libre, con soltura y elegancia.
Sin capa interna de pelos, el pelaje es abundante, brillante y ondulado (no debe confundirse con rizado); no es suave, si no más bien resistente, con reflejos sedosos, de implantación llana, bastante fino y un poco enroscado debido a la ondulación. El aspecto del pelo se asemeja al del Spaniel Inglés, pero se diferencia claramente del pelo del Pequinés. Por otro lado, no debe tener ninguna semejanza con el del Pomeranian. El pelo es corto en la cara, el hocico, la parte delantera de los miembros y la parte inferior del corvejón. Es de longitud mediana sobre el cuerpo, alargándose en el cuello para formar un collar y una golilla bien ondulada que desciende sobre el pecho; forma flequillos en las orejas y en la parte posterior de los miembros delanteros. Sobre la parte posterior de los muslos se extiende un amplio pantalón en mechones sueltos. Pueden encontrarse pequeños mechones de pelo entre los dedos que los sobrepasen ligeramente, siempre y cuando no le den al pie un aspecto de pesadez, sino que al contrario le den un aspecto más fino y alargado. A manera de indicación, perros con un pelaje bien desarrollado poseen un pelo de 7,5 cm en la cruz y flequillos de 15 cm en la cola.
Se admiten todos los colores sobre un fondo blanco. Sobre el cuerpo y las extremidades debe predominar el blanco con relación al color. Se aprecia el color blanco sobre la cabeza, prolongado por una lista más o menos ancha. Se acepta una marca blanca sobre la parte inferior de la cabeza, pero si el blanco predomina, esto se considera una falta. En todos los casos, los labios, los párpados y sobre todo la trufa deben estar pigmentados.
Alrededor de 28 cm.
Dos categorías:
Peso mínimo: 1,5 kg.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...