El Parson Russell Terrier a menudo se confunde con el Jack Russell Terrier. Las dos razas tienen el mismo origen y son casi iguales excepto por la longitud de sus patas, el Parson Russell tiene las patas largas y el Jack Russell las tiene más cortas (tipo Basset).
El Parson Russell Terrier y el Jack Russell Terrier deben su existencia al inglés John (Jack) Russell, un reverendo aficionado a la caza. A principios del siglo XIX, Russell compró una Terrier de tipo Fox casi completamente blanca para utilizarla en la caza de zorros, liebres y tejones. Russell consagró su reputación como cazador de zorros y como criador de unos Fox Terrier que no pesaban más de 7 kg en temporada de caza. Con los años, estos perros fueron diferenciándose en cuanto a tamaño y formación del clásico Fox Terrier y, antes de 1900, ya se desvincularon de la raza. A estos ejemplares les pusieron el nombre de Jack Russell Terrier pero poco a poco, dentro de esta nueva raza, se fueron desarrollando dos variedades. Una con las patas bastante largas para correr detrás de los caballos y los galgos (Parson Russell Terrier) y otra con las patas más cortas adaptadas para al rastreo (Jack Russell Terrier).
El Parson Russell Terrier es ágil, resistente y con unas extremidades largas, fuertes y musculosas. Tiene las orejas pequeñas en forma de “v” caídas hacia delante. La cola es fuerte, recta y la lleva implantada alta. Su pelo puede ser liso o duro y de color blanco con marcas fuego, limón o negras, preferiblemente limitadas a la cabeza o a la raíz de la cola.
De origen cazador, el Parson Russell Terrier es tan vital que necesita hacer mucho ejercicio para estar contento y sano, preferiblemente en espacios abiertos. Lo ideal sería que pudiese correr a sus anchas por un jardín y así agotar gran parte de su energía.
Hay que tener cuidado con los Parson Rusell Terrier que viven en la ciudad. Si de repente el perro detecta un rastro, en un segundo puede desaparecer tras él sin tener en cuenta el tráfico o las órdenes del dueño.
El Parson Russell Terrier es una raza muy resistente y sana, aunque puede padecer luxación de retina y cataratas.
Los aspectos esenciales del Parson Jack Russell Terrier están bien resumidos en las descripciones de los distintos estándares para esta raza. El estándar del Kennel Club usa adjetivos como competente, activo, ágil, valiente y amistoso para ilustrar el temperamento y la personalidad generales de estos perros. El estándar del American Kennel Club para el Jack Russell Terrier dice que «el Terrier debe tener un aspecto vital, activo y atento. Debería impresionar con su talante valiente y alegre. Debería recordarse que el Jack Russell es un Terrier de trabajo y que debería conservar ese instinto. El nerviosismo, la cobardía o la agresividad excesiva deberían desalentarse y siempre debería parecer lleno de confianza». En todo el mundo, el Jack Russell es conocido por ser una raza activa y llena de confianza, y siempre se enfatiza la conservación de su instinto de trabajo.
Tenga en cuenta muy cuidadosamente estas descripciones de la raza, si quiere añadir un Jack Russell a su familia. Se debe prestar especial atención a los adjetivos normalmente asociados con esta raza: vital, activo, atento, valiente y lleno de confianza.
De todas las razas de Terrier, el Jack Russell es el que más cerca ha permanecido del objetivo para el que fue criado: para cazar, perseguir a los zorros y sacar a los tejones de sus madrigueras. Le encantan el campo y los espacios abiertos, y puede correr durante todo el día, estando a la altura de los sabuesos. Es un perro fuerte y saludable al que no le gusta estar encerrado. Es resistente, adaptable y muy veloz.
Se trata de una raza llena de energía que se hará el amo de su hogar, si le da sólo media oportunidad. Una advertencia importante es que nunca se le debe permitir pensar que está al mando. Debe recibir un liderazgo intenso y constante por parte de su propietario. Le encanta escarbar en el jardín, colarse por debajo de la valla –rememorando así los tiempos en que escarbaba para hacer salir a los tejones de las madrigueras–, y mostrará tendencia a vagabundear si no se lo confina en una zona. No se le debería dejar solo con aves ni roedores, aunque puede llevarse bien con los gatos, si son presentados de manera adecuada.
Aunque esta raza tiene puntos negativos, la propiedad de un Jack Russell Terrier tiene aspectos muy positivos. Es un perro muy adaptable que puede modificar con facilidad sus hábitos de vida. Es muy inteligente y resistente, y un compañero cariñoso y alegre que se suma rápidamente a la diversión familiar. Se trata de un compañero excelente y trabaja sin dificultades y bien como perro de terapia. Además, el Jack Russell es fácil de acicalar y tiene un tamaño muy adecuado.
El Jack Russell puede adaptarse de ser un perro de caza a uno casero bien educado, pero debe ser adiestrado constantemente para comportarse como todo un caballero. Un criador muy experimentado escribió: «Si es un perro muy inteligente y además muy cariñoso, y la capacidad mental que necesita para hacer su bien trabajo va ligada a su cariño por su amo o su dueña, y si todo el adiestramiento puede llevarse a cabo como un juego con una enorme paciencia por parte del propietario y muchos elogios para el animal, el resultado será de lo más beneficioso para todos».
Los cachorros deben estar bien sociabilizados, y esto es un factor importante al seleccionar al criador de su Jack Russell. El comportamiento agresivo con otros perros o personas no debe tolerarse. No se deje engañar por un Jack Russell que pueda ver en la televisión o las películas.
La obediencia para su Jack Russell debería ser tenida en cuenta, al igual que en el caso de muchas otras razas. Seis sesiones de obediencia enseñarán al perro por lo menos los rudimentos del «quieto», «ven», «siéntate» y «andar al paso». Todos los Terrier pueden suponer un verdadero reto en el ring de las pruebas de obediencia, ya que no es fácil trabajar con estos perros la obediencia, pues su inteligencia y su espíritu independiente pueden hacer que a veces sean más difíciles de adiestrar de lo que se hubiera podido prever. En las clases de obediencia podrá ver Golden Retriever, Caniches y Schnauzer Miniatura en abundancia, ya que se trata de razas con las que es fácil trabajar. No sólo son inteligentes, sino que, aun más importante, tienen la voluntad de complacer a sus propietarios.
El Jack Russell se distrae con facilidad y se interesa por otras cosas, pero es un perro inteligente y responde al adiestramiento. Por supuesto, al disciplinar a un perro listo e independiente, el presentador o handler aprenderá humildad al tiempo que el animal aprende sus ejercicios de sentarse y quedarse quieto.
Si es usted una persona activa –debería serlo si tiene un Jack Russell–, las pruebas de Agility pueden resultar muy adecuadas para usted y su perro, pues los Jack Russell han tenido mucho éxito en esa actividad.
El Jack Russell es un perro muy sano, y aunque en general todos los Terriers tienen una buena salud, casi todas las razas padecen uno o más problemas genéticos. Pero el Jack Russell sufre pocos trastornos de origen genético. Alguna vez aparecerán la luxación del cristalino y las cataratas en algunas líneas, y quizá la luxación rotuliana aparecerá en otras. Asegúrese de preguntar al criador si se ha visto afectado por problemas hereditarios que aparezcan en sus perros.
Debería proporcionar al perro una zona limpia para dormir, un buen alimento para perros y darle abundante agua fresca. Si su Jack Russell se mantiene activo todo el día, jornada tras jornada, probablemente querrá darle de comer más cantidad de la recomendada por el fabricante, ya que quemará muchas más calorías debido a su activa vida. Llévele a correr a diario y asegúrese de curar cualquier herida que pudiera hacerse. Acuda al veterinario para un chequeo anual y las vacunaciones. Quizá quiera que le sometan a un examen coprológico periódico, si sospecha que pudiera tener parásitos intestinales. No deje que el Jack Russell corra suelto, ya que podría atropellarle un coche, y vigílele si está cerca de una piscina, ya que podría caer dentro e, incapaz de salir, ahogarse. Siga estos consejos y su Jack Russell Terrier debería vivir entre doce y catorce años.
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El Parson Jack Russell Terrier es un perro con una buena constitución, inteligente y con mucha energía que se ha vuelto muy popular ambos lados del Atlántico. Sus raíces proceden del Reino Unido, y el criador más destacado en sus orígenes fue un párroco: un personaje tan pintoresco y activo como el perrito que defendió. Se trata de un perro valiente, criado para la caza, con un comportamiento travieso y una energía ilimitada. Si está pensando en llevarse a un Jack Russell a su hogar, debe tener presentes las características de esta raza, además de los problemas que conlleva su adquisición y cría.
Este libro le proporcionará la historia, la descripción y el estándar del Jack Russell. También aprenderá cosas sobre los cuidados del cachorro, así como del adiestramiento y la salud de la raza. Con las fotografías en color verá lo atento, inteligente y travieso que puede ser este perrito decidido.
Todos los Terrier son perros activos, y el Jack Russell lo es incluso más. No obstante, si quiere un perro vital y que suponga un reto y está dispuesto a comprometerse a adiestrarlo, puede que se trate de la raza adecuada para usted y, al igual que sucede con otras razas, una vez haya abierto su corazón a un Jack Russell, será un devoto de ella de por vida.
El Parson Jack Russell Terrier pertenece al grupo de perros conocidos como Terrier, palabra que procede del término latino terra, que significa «tierra». El Terrier es un perro que ha sido criado para trabajar bajo tierra y hacer salir a alimañas grandes y pequeñas, roedores y otros animales que pueden suponer una molestia para la vida campestre.
Todas las razas del grupo de los Terrier tuvieron su origen en las islas Británicas, a excepción del Schnauzer Miniatura. Muchas de éstas derivaron de un antepasado similar y, hacia mediados del siglo XIX, los Terrier se clasificaban, a grandes rasgos, en dos categorías básicas: los perros de pelaje duro y patas cortas, que tendían a proceder de Escocia; y los de patas más largas y pelaje liso, criados en Inglaterra. Aunque los Terrier pueden variar con respecto a su constitución, son perros valientes que persiguen a las alimañas y que además son buenos compañeros para sus amos.
Los orígenes de los Terrier son oscuros, pero lo que es cierto es que, en el siglo XVIII y principios del XIX, no existía una raza concreta de Terrier, sino que los perros eran criados para meterse bajo tierra con valentía y convicción. Los que no eran capaces de desempeñar este cometido, eran sacrificados, y los que sí podían hacerlo eran apareados entre sí, prestándose poca atención al aspecto. «A no ser que fueran aptos y valientes para su cometido, sus cabezas no eran mantenidas mucho tiempo fuera del gran cubo de agua del patio del establo». Los que criaban y cuidaban perros tenían un trabajo específico para la raza concreta. Criaban en busca de unas patas largas para la velocidad, o bien de unas cortas para que fueran bajo tierra, además de una capa doble para obtener protección contra los elementos y, como algo común para todos los Terrier, se criaba en pos de una buena dentadura.
Hacia 1735, el Sportsman’s Dictionary –Diccionario del cazador– describía al Terrier como «un tipo de perro usado sólo o principalmente para la caza del zorro o el tejón. Se arrastra y se mete bajo tierra y agarra y muerde al zorro o al tejón, ya sea haciéndolos trizas con los dientes o arrastrándolos por la fuerza fuera de sus madrigueras». En 1845, Youatt escribió bajo el encabezamiento «Terrier: Orejas de tamaño moderado, medio erguidas, generalmente de un color negro intenso con una mancha amarilla encima del ojo... El pelaje del Terrier puede ser liso o duro...; el Terrier de pelo duro probablemente obtuvo su capa de los perros mestizos, y el de pelo liso puede proceder de los Sabuesos». James Jackson escribió en The Dog Book -El libro del perro- que «el resumen de la situación es que el Terrier fue desarrollado a partir de los perros normales de Reino Unido. Es un perro valiente que muerde con fuerza y lo suficientemente pequeño como para meterse bajo tierra en busca del zorro y el tejón».
John (Jack) Russell, el padre de la raza, nació en 1795 en Dartmouth y creció en el norte de Devon. Su padre era un cazador que tenía un gran interés por los sabuesos, los Terrier y la caza. Además, el padre era un reverendo muy apreciado. Su hijo creció con perros, y desde una tierna edad mostró un verdadero interés por los animales y la caza. Mientras estaba en Oxford, vio a un inteligente y pequeño Fox Terrier en un carro de la leche, y adquirió a esa hembra. Se llamaba Trump y se dice que era «de lo más atractiva, sus líneas espléndidas, su forma totalmente equilibrada, su actitud perspicaz y con estilo». Era casi completamente blanca, tenía un pelaje grueso y denso que no sólo le proporcionaba una gran protección contra la climatología inclemente, sino también contra las heridas provocadas por las zarzas y las matas mientras perseguía a los zorros. Se convirtió en la base de la raza y se dice que todos los Jack Russell nacidos durante los siguientes cincuenta años podían remontar sus orígenes hasta llegar a ella.
Russell fue ordenado párroco en 1819. Era un predicador vehemente y parece que apreciado, ya que hacía la ronda por los púlpitos vecinos cuando le pedían que diera un sermón. Era conocido por su amabilidad –nunca vendió un perro, siempre los regalaba– y por su amor por los animales.
El Jack Russell, al contrario que los otros Terrier, ha sido y sigue siendo criado sobre todo como perro de caza y no como ejemplar para las exposiciones de belleza. La preocupación principal ha sido la capacidad de la raza de ir bajo tierra y de hacer salir a los zorros de la madriguera, para que sabuesos y cazadores los apresen. Se trata de una raza trabajadora y resistente de la que se espera que quiera dedicar un día de trabajo en el campo.
Jack Russell era un afamado cazador de zorros y sus Terrier eran conocidos por todo el país. Prefería a aquellos perros que corrían al lado de los sabuesos y que podían perseguir y hostigar al zorro hasta que llegaran los cazadores. No quería perros que pudieran matarlo, dando así por finalizada la cacería, sino que quería perros inteligentes que pudieran trabajar un día entero con valentía y convicción.
Además de la perra Trump del reverendo Russell, otros tres perros fueron pilares fundamentales de esta raza en sus inicios. Eran Old Trap, Old Jock y Grove Nettle. Estos tres perros destacan en los orígenes del Fox Terrier.
Old Trap, cuyo padre era Tip, otro perro famoso, pesaba casi ocho kilos y era conocido por su valentía y carácter propio de los Terrier. Fue muy usado como semental y fundó la línea Old Trap, que sobresalía por la fuerza de sus mandíbulas y expresión. Old Jock nació en 1859; tenía una buena osamenta, unas patas rectas y unos pies excelentes. El pelaje de las orejas era de color fuego y el de la base de la cola, negro. Pesaba poco más de ocho kilos, tenía un cráneo un tanto ancho y poseía mucha fuerza en las mandíbulas. Criado en el criadero Huntsman for the Grove, fue la base de la que procedieron muchos perros de trabajo y de exposición. Grove Nettle, nacida en 1862, era una hermosa hembra con una capa abundante. Fue el primer ejemplar de pelo duro y podía trabajar bien, además de tener un aspecto hermoso. Fue una perra prolífica y fue apareada con casi todos los machos destacables de su época.
El reverendo Russell se convirtió en miembro fundador del Kennel Club del Reino Unido en 1873, y valoró a los Fox Terrier en la exposición celebrada en el Crystal Palace, en 1874. En esos tiempos ya era obvio que había una separación entre el Fox Terrier de exposición y los Terrier de trabajo que prefería el reverendo Russell. Tras su valoración apuntó que «¡rara vez o nunca veo un verdadero Terrier en la actualidad!».
La línea de perros de Russell era muy respetada, y Hugh Dalziel, en el libro British Dogs –Perros británicos– le concedió el mérito de ser el padre de los criadores de Fox Terrier. El párroco falleció en 1883, y la Gazette del Kennel Club señaló que «como el criador más antiguo de Fox Terrier del Reino Unido, la conexión de Mr. Russell con el Kennel Club fue todo un honor para esta sociedad».
Hacia 1895 se fundó el Parson Jack Russell Terrier Club, y uno de sus objetivos era el de «potenciar la cría del viejo Fox Terrier del norte de Devon, hecho famoso sobre todo a través de los Terrier criados por el reverendo John Russell».
Arthur Heinemann se convirtió en el secretario de esta organización y continuó la labor desde el momento en que la había dejado el párroco, convirtiéndose en un gran promotor y criador de Jack Russell. Heinemann adquirió tantos Terrier –cuyas líneas se remontaran directamente a los perros del reverendo– como pudo encontrar. En 1909, Heinemann valoró a los Fox Terrier de trabajo en la exposición canina Crufts, que era una categoría creada para otenciar el tipo de perros que había creado el reverendo Russell.
Hacia 1900, el Fox Terrier era una categoría importante en las exposiciones caninas, y los ejemplares inscritos eran refinados y elegantes. No obstante, el pequeño Jack Russell seguía siendo muy popular como perro de trabajo. En Devon y Somerset en especial, las antiguas estirpes del Terrier de Russell fueron conservadas con celo, y los cachorros solían ser vendidos sólo a aquellos que fueran a hacer trabajar a los perros.
En 1925, Arthur Heinemann debatió en un tribunal que el Jack Russell Terrier era una raza distinta y que había sido criada en pureza durante muchas generaciones y que, aunque no estaba reconocida por el Kennel Club, estos Terriers tenían un valor considerable. El juez le dio la razón.
Los criadores activos de esta raza en el Reino Unido en las décadas de 1920 y 1930 eran Augusta Guest, del criadero Inwood, que tenía varios de los perros de Heinemann; Lord Coventry, dueño del criadero CarmanthenshireHounds, que frecuentemente hizo cruces retrógrados con perros de Heinemann; y W. Thornton, del criadero Workwell, que había criado a esta raza durante casi setenta años. Más adelante, Vernon Bartlett, Sid Churchill y Bernard Tuck siguieron criando a los perros de trabajo de estilo antiguo.
Tras la Segunda Guerra Mundial, quedaban pocos Jack Russell de pura raza. Los criadores tomaban a un Fox Terrier de patas cortas y lo cruzaban con un Teckel o un Corgi. Otros cruzaban a sus perros con Sealyham Terrier. En esa época, la raza estaba formada por ejemplares muy variopintos, no sólo en cuanto a la longitud del cuerpo, sino también con respecto al tamaño, el porte de las orejas y la textura del pelaje.
Empezaron a aparecer multitud de clubes del Jack Russell, y cada uno abogaba por su propio tipo de perro. La primera de estas sociedades, fundada en la década de 1890, fue el Parson Jack Russell Terrier Club (PJRTC), que previamente había tenido el nombre de Devon and Somerset Badger Digging Club. Arthur Heinemann fue secretario de esa sociedad durante muchos años. Su objetivo era el de potenciar la cría del antiguo North Devon Fox Terrier, y la búsqueda de tejones en las madrigueras era una de las principales actividades de esta organización, que acabó por desaparecer.
En 1975 se fundó el Jack Russell Terrier Club of Great Britain (JRTCGB). En 1978 se fundó el South Eastern Jack Russell Club (SEJRC) como escisión del JRTCGB. Todas las asociaciones sufrían los problemas relacionados con el tamaño y el tipo del Jack Russell. El SEJRC dividió a esta raza en dos tamaños: miniatura y estándar. Los Terriers de los miembros se esta organización tenían las patas cortas y el dorso más largo que otros Jack Russell. El estándar describía a este perro como «Terrier de trabajo», pero sus miembros tenían poco interés por usar a sus ejemplares como perros de trabajo.
Los clubes acabaron por adoptar un estándar básico, permaneciendo todavía las diferencias con respecto a la altura. En 1983, el SEJRC solicitó formalmente el reconocimiento por parte del Kennel Club, y el antiguo Parson Jack Russell Terrier Club fue revivido para salvaguardar al Terrier tradicional, siendo Vernon Bartlett su presidente. La primera tarea fue la de solicitar el reconocimiento, por parte del Kennel Club, del Terrier de tipo antiguo que se criaba en el siglo XIX.
Había una gran acrimonia entre los distintos clubes. Por último, el Kennel Club quedó desconcertado ante la oposición de las peticiones para el reconocimiento del SEJRC. Tras muchas cartas, llamadas telefónicas, reuniones y negociaciones sobre el libro de orígenes fundador y el estándar de la raza, el PJRTC pudo anunciar que el Parson Jack Russell Terrier era, oficialmente, una raza. El 1997, el Jack Russell Terrier pudo obtener Challenge Certificates (Certificados de Desafío) por vez primera en una exposición aprobada por el Kennel Club.
El Jack Russell fue exportado a Australia en la década de 1880, y entre esos perros se incluían ejemplares de la línea del reverendo Russell. Muchos animales fueron importados del Reino Unido a lo largo de los años, y el Jack Russell Terrier Club of Australia, Inc., fundado en 1972, fue el primer club de la raza en funcionamiento desde la desaparición del PJRTC. Se trata de una organización grande y potente, con su propio sistema de inscripciones en el libro de orígenes genealógico, y desde su fundación se han inscrito más de 6.000 camadas. En 1991, la raza recibió el reconocimiento oficial por parte del Australian Kennel Club.
Se desconoce cuándo se importaron los primeros Jack Russell a Estados Unidos, pero en 1976 se fundó el Jack Russell Terrier Club of America (JRTCA), y en la actualidad tiene casi 3.000 miembros. Su objetivo es el de «promover y mantener al Jack Russell como una raza de Terrier». La asociación de criadores Jack Russell Terrier Breeders Association se fundó en 1985, y su objetivo era el de «promover al Jack Russell Terrier tal como fue desarrollado en la década de 1880 por el reverendo John Russell». Esta sociedad celebra exposiciones y pruebas, además de publicar una hoja informativa bimensual y un anuario.
El JRTCA mantiene el libro de orígenes genealógico nacional del Jack Russell Terrier en Estados Unidos, que es el mayor libro de orígenes genealógico del mundo. Las inscripciones para su prueba nacional pueden superar los mil Jack Russell procedentes de toda Norteamérica. Publican una revista bimensual, True Grit, y un anuario que consta de dos volúmenes, además de un directorio de criadores. Tienen en funcionamiento un servicio de rescate de Jack Russell Terrier que ayuda al readiestramiento y a encontrar hogares a Jack Russell abandonados, además de disponer de una página web.
En 1999 se aceptó la inscripción del Jack Russell Terrier en la categoría miscelánea de las exposiciones de belleza aprobadas por el American Kennel Club.
Los Jack Russell son populares en los Países Bajos y lo son mucho en Alemania, donde existe el JRTC Deutschland y un Club Alemán para Parson Jack Russell Terrier de trabajo. También se puede encontrar al Jack Russell en los países escandinavos y hasta en Sudáfrica, donde se han inscrito más de 2.000 ejemplares en el libro de orígenes genealógico.
Este pequeño Terrier, defendido por un reverendo de North Devon, ha recorrido un largo camino, y su popularidad se ha hecho evidente en todo el mundo.
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Apto para el trabajo, activo, ágil, construido para la velocidad y la resistencia. Da la impresión de balanceado y flexibilidad en su conjunto. Las cicatrices honorables son admisibles.
Bien proporcionado, de la cruz al nacimiento de la cola tiene una longitud igual a la altura del suelo a la cruz (perro más largo que alto). La distancia de la trufa al stop es ligeramente más corta que la del stop al occipucio.
Esencialmente un terrier de trabajo que sus aptitudes y conformación están destinadas para la caza en madriguera y para seguir a los perros de rastro. Audaz y amigable.
Limpio en su línea, musculoso, de buena longitud, se va ensanchando progresivamente hacia las espaldas.
Bien equilibrado. El largo del cuerpo es algo mayor que la altura de la cruz hasta el suelo.
Habitualmente amputada.
Los anteriores son fuertes y deben estar en aplomo. Las articulaciones no estarán giradas ni hacia dentro ni hacia fuera.
Fuertes, muculosos, bien angulados.
Dedos cerrados, almohadillas resistentes. Los pies no están girados ni hacia dentro ni hacia fuera.
Libre y bien coordinado, las extremidades se llevan rectas tanto delante como detrás.
Debe ser espesa y suelta.
Naturalmente áspero, tupido y denso. Sea liso o duro. En el vientre y por debajo del perro es bien peludo.
Enteramente blanco o blanco predominante con manchas fuego, limón o negras o cualquier combinación de estos colores, preferentemente limitadas a la cabeza y/o al nacimiento de la cola.
Se aceptan 2 cm por encima o por debajo de la altura ideal.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
El Parson Russell Terrier es juguetón, amigable, atlético e inteligente. Usado para la caza desde sus orígenes, este perro ha heredado el carácter tenaz, alerta y valiente de sus ancestros. Es un Terrier independiente pero a la vez también requiere la atención de sus dueños.
Los Terriers Parson son altamente inteligentes y destacan en todo tipo de deportes caninos, incluido el miniagility, pero al igual que muchas otras razas de terriers, pueden tener un poco de terquedad. Como tal, su socialización y entrenamiento deben comenzar temprano, presentando a los perros a nuevas situaciones, personas, animales y otros animales domésticos tan pronto como estén completamente vacunados. Otras actividades que a los Terriers Parson les encanta disfrutar, porque les ayuda a liberar toda su energía acumulada, incluyen cosas como el flyball.
Su entrenamiento y educación deben ser consistentes y siempre justos, ya que estos pequeños terriers responden bien a aprender cosas nuevas con una mano firme pero suave. No responden bien a ningún tipo de corrección severa o entrenamiento autoritario. Dicho esto, los dueños deben prestar atención al comando de llamada, ya que se sabe que los Terriers Parson hacen oídos sordos si captan un olor más interesante y pueden escapar de sus correas.
La clave para entrenar con éxito a un Terrier Parson es asegurarse de que las cosas sean interesantes, ya que son conocidos por tener umbrales de aburrimiento muy bajos y porque son pensadores independientes por naturaleza, lo que significa que son rápidos para distraerse con cosas más "interesantes" que puedan estar ocurriendo a su alrededor. Un Terrier Parson bien entrenado es un placer tener cerca e incluso se le puede ver compitiendo en pruebas de obediencia.
Como todos los cachorros, un Terrier Parson es adorable cuando es joven y es demasiado fácil dejarlos salirse con la suya. Sin embargo, los dueños deben comenzar como tienen la intención de seguir, porque consentir a un PRT puede hacer que el perro sea más difícil de convivir cuando sea mayor. Los cachorros deben ser enseñados con delicadeza sobre su lugar en la manada y qué comportamientos son aceptables y cuáles no. Como tal, los primeros comandos que un cachorro debe aprender tan pronto como sea posible son los siguientes:
Los Terriers Parson son conocidos por comportarse bien alrededor de los niños, especialmente si han crecido juntos. Sin embargo, cualquier interacción entre niños y un perro siempre debe ser supervisada por un adulto para asegurarse de que el tiempo de juego no se vuelva demasiado bullicioso, lo que podría resultar en que un niño resulte herido o asustado, aunque sea accidentalmente.
Se debe tener precaución cuando un Parson se encuentra con otros animales pequeños y mascotas debido a su alto instinto de presa. Incluso cuando han sido bien socializados desde una edad temprana, el terrier en un Parson tiende a imponerse cuando se encuentra con mascotas pequeñas y otros animales. Pueden ser un poco dominantes con otros perros y más especialmente cuando se encuentran con otros terriers, por lo que se debe tener cuidado al pasear en un lugar público.
La esperanza de vida promedio de un Parson Terrier oscila entre 9 y 15 años cuando se les cuida adecuadamente y se les alimenta con una dieta de buena calidad y apropiada para su edad.
Se sabe que el Parson es una raza saludable y, como tal, se considera una raza de Categoría Uno en el Esquema de Observación de Razas del Kennel Club, lo que establece que no hay problemas de salud conocidos que afecten al Parson Russell Terrier. Dicho esto, las preocupaciones de salud que más afectan a un PRT son las siguientes:
Los cachorros de Parson Russell Terrier habrán recibido sus vacunas iniciales antes de ser vendidos, pero depende de sus nuevos dueños asegurarse de que reciban sus siguientes dosis de manera oportuna, siguiendo el calendario de vacunación para cachorros de la siguiente manera:
A las 10-12 semanas, teniendo en cuenta que un cachorro no tendría protección completa de inmediato, pero estaría completamente protegido 2 semanas después de recibir su segunda vacuna.
Se ha discutido mucho sobre la necesidad de que los perros reciban refuerzos. Por lo tanto, es mejor hablar con un veterinario antes de tomar una decisión final sobre si un perro debe continuar recibiendo vacunas anuales, conocidas como refuerzos.
Hoy en día, muchos veterinarios recomiendan esperar hasta que los perros sean un poco mayores antes de esterilizarlos o castrarlos, lo que significa que son más maduros antes de someterse a los procedimientos. Como tal, se aconseja esterilizar a los machos y castrar a las hembras cuando tienen entre 6 y 9 meses, e incluso a veces cuando un perro tiene 12 meses.
Otros veterinarios recomiendan esterilizar y castrar a los perros cuando tienen 6 meses, pero nunca antes a menos que sea por razones médicas. Dicho esto, muchas razas son diferentes y siempre es recomendable discutir las opciones con un veterinario y seguir sus consejos sobre cuándo debería ser esterilizado o castrado un perro.
Algunos Parson Terriers ganan peso después de ser esterilizados o castrados, y es importante vigilar la línea de cintura del perro por si acaso. Si un perro comienza a ganar peso, es importante ajustar su ingesta diaria de calorías y aumentar la cantidad de ejercicio que recibe. También los perros mayores son más propensos a ganar peso y, nuevamente, es esencial alimentarlos y ejercitarlos en consecuencia, ya que la obesidad puede acortar la vida de un perro varios años, ya que pone mucha presión adicional en los órganos internos del perro, incluido el corazón, lo que puede ser fatal.
Ocasionalmente, un Parson puede desarrollar una alergia, y es importante que un perro vea a un veterinario lo antes posible si se presenta una. Las alergias pueden ser notoriamente difíciles de eliminar y encontrar los desencadenantes puede ser un desafío. Dicho esto, un veterinario podría hacer que un perro con alergias se sienta más cómodo mientras intentan descubrir los desencadenantes, que podrían incluir lo siguiente:
Todos los criadores responsables de Parson Russell Terrier se asegurarían de que sus perros reproductores sean examinados en busca de problemas de salud hereditarios y congénitos conocidos que afecten a la raza utilizando los siguientes programas:
Aparte de las restricciones de cría estándar establecidas para todas las razas registradas en el Kennel Club, no hay otras restricciones específicas de cría para el Parson Terrier.
Es obligatorio que todos los criadores asegurados utilicen las siguientes pruebas en sus perros reproductores, y el Kennel Club recomienda encarecidamente que otros criadores también sigan este ejemplo:
El Kennel Club también recomienda que todos los criadores utilicen el siguiente programa en los animales de cría:
El Parson Terrier tiene un denso pelaje doble; sin embargo, son de bajo mantenimiento cuando se trata de mantener su pelaje en buen estado, lo cual es especialmente cierto en el caso de los perros de pelaje corto. Los perros de pelaje áspero requieren un poco más de cuidado, lo que implica arrancar manualmente su pelaje varias veces al año, tarea que es mejor dejar en manos de un peluquero canino. Esto facilita mucho a los dueños mantener el pelaje del perro ordenado entre las visitas al salón de belleza.
Tanto los perros de pelaje corto como los de pelaje áspero mudan durante todo el año, pero tienden a mudar más durante la primavera y nuevamente en otoño, cuando generalmente es necesario cepillar con más frecuencia para mantenerlo todo bajo control. En otras épocas del año, un cepillado semanal es todo lo que se necesita para quitar el pelo muerto y mudado del pelaje del perro.
También es importante revisar regularmente las orejas de un perro y limpiarlas cuando sea necesario. Si se acumula demasiada cera en las orejas de un perro, puede provocar una infección dolorosa que puede ser difícil de tratar. En resumen, la prevención suele ser más fácil que la cura cuando se trata de infecciones en los oídos.
Los Terriers Parson son perros pequeños de alta energía y, como tales, necesitan recibir al menos 60 minutos de ejercicio al día. Una caminata más corta por la mañana estaría bien, pero una más larga y interesante por la tarde es imprescindible. A estos perros también les gusta poder merodear por un jardín trasero tan a menudo como sea posible para que puedan desahogarse realmente. Sin embargo, el cercado debe ser extremadamente seguro para mantener a estos terriers vivaces y enérgicos dentro, porque si encuentran una debilidad en la valla, pronto escaparán y se meterán en todo tipo de problemas. El Parson es un excavador experto y no hay nada que le guste más que cavar un jardín cada vez que se siente aburrido, lo cual es otra cosa que los dueños deben tener en cuenta cuando dejan que un Parson corra libremente en un jardín trasero.
Dicho esto, los cachorros de Parson no deben ser sobreexigidos porque sus articulaciones y huesos aún están creciendo y demasiada presión sobre ellos podría resultar en problemas más adelante en la vida del perro. No se les debe permitir saltar hacia arriba o hacia abajo desde los muebles, ni se les debe permitir correr arriba y abajo por las escaleras, ya que son actividades que ejercen mucha presión sobre sus frágiles y en crecimiento articulaciones.
Si obtienes un cachorro de Parson de un criador, te proporcionarán un horario de alimentación y es importante ceñirse al mismo régimen alimenticio dando siempre el mismo alimento para cachorros para evitar posibles trastornos estomacales. Puedes cambiar la dieta de un cachorro, pero esto debe hacerse de manera muy gradual, asegurándote siempre de que no desarrollen problemas digestivos. Si lo hacen, es mejor volver a su dieta original y discutirlo con el veterinario antes de intentar cambiarla nuevamente.
No se sabe que los perros mayores sean quisquillosos o exigentes con la comida, pero esto no significa que se les pueda alimentar con una dieta de menor calidad. Lo mejor es alimentar a un perro adulto dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la noche, asegurándote de que sea comida de buena calidad que cumpla con todos sus requisitos nutricionales. También es importante que los perros reciban la cantidad adecuada de ejercicio para quemar cualquier exceso de calorías, o podrían aumentar demasiado de peso, lo que puede llevar a diversos problemas de salud. La obesidad puede acortar la vida de un perro en varios años, por lo que es importante vigilar su peso desde el principio.
Los cachorros deben recibir una dieta de alta calidad y altamente nutritiva para que se desarrollen y crezcan como deberían. Como guía aproximada, un cachorro de Terrier Parson Russell puede ser alimentado con las siguientes cantidades cada día, asegurándote de que sus comidas estén distribuidas uniformemente a lo largo del día y es mejor alimentarlos 3 o 4 veces al día:
Una vez que un cachorro tiene 11 meses, puede ser alimentado con comida para perros adultos.
Una vez completamente maduro, un Terrier Parson Russell adulto debe ser alimentado con una dieta de buena calidad para garantizar su continuo buen estado de salud. Como guía aproximada, un PRT adulto puede ser alimentado con las siguientes cantidades cada día:
Si quiere comprar un Parson Russell Terrier, tendrá que pagar entre 500 y más de 1.000 euros por un cachorro de raza.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...