El Perro de San Huberto, conocido como Bloodhound o Chien de Saint-Hubert, posee un excelente sentido del olfato, aptitud que le ha hecho sobresalir en su trabajo como rastreador, ya sea para localizar una pieza de caza herida como para encontrar personas desaparecidas.
El Perro de San Huberto desciende de los perros de caza de color negro o negro y fuego que, ya en el siglo VII, usaba el monje Hubert en sus cacerías. Durante siglos, los monjes de Saint-Hubert, criaron esta raza en el Monasterio de Andain (Bélgica). Debido a su gran olfato, lo utilizaban para encontrar a los peregrinos que se perdían en sus bosques. En el siglo XI, estos perros fueron importados a Inglaterra y fueron cruzados con otros perros (entre ellos, se cree que el Mastiff), dando como resultado al Bloodhound que hoy conocemos.
El Chien de Saint-Hubert es tranquilo, tenaz, perseverante y decidido. Le encanta la gente, es amable y muy paciente. Es muy sensible a la relación con su dueño, le será fiel y afectuoso siempre que lo trate bien. Este perro es más profundo que rápido de pensamiento. Su carácter es dulce, equilibrado y en ocasiones algo tímido. A veces puede mostrarse vengativo con otros perros.
El Perro de San Huberto es un perro grande y pesado. Tiene una cabeza larga, estrecha y adornada con abundantes arrugas. La piel le cae, sobre todo, por encima de la frente y los laterales de la cabeza. Las orejas son largas y de inserción baja. Su pelo es corto y bastante duro en el cuerpo y suave y sedoso en las orejas y el cráneo. Puede ser de color negro y fuego, fuego o castaño y fuego.
Es recomendable tener al Bloodhound en un terreno amplio y vallado. Al ser un perro tan grande, el espacio del interior de una vivienda se le quedará pequeño. Tenemos que procurar que haga ejercicio con moderación pero regular.
Para evitar posibles irritaciones, este perro requiere que regularmente se le controlen los pliegues de la piel.
El Chien de Saint-Hubert no acostumbra a tener graves problemas hereditarios y congénitos, aunque se dan casos de displasia de cadera y codo. Los problemas más comunes son los relativos a los ojos: conjuntivitis seca y ectropión. También puede sufrir torsión de estómago.
Perro de caza y rastreador macizo de talla grande, el más poderoso de los perros de caza. Sus líneas son armoniosas y está dotado de huesos fuertes, de una buena musculatura y de mucha substancia, aunque sin dar la impresión de pesadez. Su estructura es alargada y el cuerpo tiene forma de un rectángulo. El conjunto es imponente y lleno de nobleza. Su actitud es solemne. La cabeza y el cuello llaman la atención por la piel abundante, flexible y fina que cuelga en pliegues profundos. Sus movimientos son impresionnantes, más bien lentos y con cierto balanceo, aunque flexibles, elásticos y sueltos. Ninguna característica puede ser exagerada hasta el punto de romper con la armonía del conjunto, de dar una impresión de tosquedad, ni mucho menos de perjudicar la salud o el bienestar del perro. Como posibles exageraciones pueden mencionarse: ojos muy hundidos o muy pequeños; párpados distendidos; piel abundante y floja en exceso, con demasiados pliegues y muy profundos; demasiada papada; cabeza muy pequeña. Tampoco son deseables los perros grandes, de cuerpo muy pesado o muy macizo, ya que esto perjudica su utilización.
Es manso, tranquilo y gentil con las personas. Particularmente apegado a su amo. Tolerante con sus compañeros de jaula y otros animales domésticos. De temperamento más bien reservado y obstinado. Es sensible tanto a los elogios, como a las correciones. Nunca es agresivo. Su voz es grave, pero no es ladrador.
Es el aspecto más característico de la raza; imponente, majesuosa y llena de nobleza. Es alta, pero estrecha con relación a su longitud, y larga con relación a la longitud del cuerpo. La estructura ósea es bien visible. Las caras laterales son planas y el perfil es cuadrado. La caña nasal es visiblemente paralela a la línea superior prolongada de la frente. La piel, fina y abundante, forma sobre la frente y las mejillas arrugas y pliegues profundos que caen cuando la cabeza está hacia abajo y se prolongan en los pliegues de la papada, que es sumamente desarrollada. En las hembras, la piel es menos abundante.
El cráneo es alto, largo, más bien estrecho, y las caras laterales son planas. Las arcadas superciliares son poco prominentes, aunque pueden parecerlo. La protuberancia occipital es bien desarrollada y claramente saliente.
Es largo, de manera que el perro pueda seguir la pista manteniendo la trufa sobre el terreno. Bien musculoso; la piel de la garganta es floja y extremadamente desarrollada, presentado un doble papada, aunque ésta es menos pronunciada en las hembras.
Las líneas del margén superior e inferior son casi paralelas.
Es larga, fuerte, gruesa, de implantación alta; se encuentra en el prolongamiento de la línea dorsal, y va haciéndose gradualmente más delgada hacia la extremidad. Se presenta en forma de sable. Cuando el perro está en acción, forma una graciosa curva por encima de la línea dorsal; nunca se enrosca, ni se desvía lateralmente. Su parte cubierta de un pelo más áspero, de unos 5 cm, que se hace progresivamente más corto hacia la extremidad.
El juzgamiento de las marchas, muy típicas del Chien de Saint-Hubert, es sumamente importante. Durante el paso normal, es decir, el trote, el movimiento es uniforme, de pasos proporcionados; es elástico y suelto, cubriendo más terreno que en cualquier otro perro de caza, y algo que es muy característico, con un balanceo, aunque no de través. Los miembros posteriores se dirigen bien hacia atrás, con una buena impulsión del tercio posterior. La amplitud de los movimientos de los miembros anteriores y posteriores es uniforme y la línea superior se mantiene horizontal. Los miembros se mueven paralelamente, pero a mayor velocidad los pies se acercan. La cola se presenta alta, en forma de sable, aunque no demasiado enroscada. El Chien de Saint-Hubert debe ser capaz de mantener un trote por largo tiempo sin dar muestras de cansancio.
Flexible sobre todo el cuerpo, floja y elástica. Es muy característica la piel fina, bien floja y abundante sobre la cabeza. Sobre la frente y las caras laterales de hocico, la piel forma pliegues que cuelgan y que son aún más marcados cuando la cabeza está hacia abajo. Sin embargo, arrugas y pliegues muy acentuados sobre la frente y las arcadas superciliares no deben nunca entorpecer los ojos. No son deseables los pliegues sobre el cuerpo causados por una piel demasiado extendida.
Sobre el cuerpo el pelo es liso, corto, denso, bastante duro y resistente a las inclemencias del tiempo. Sobre las orejas y la cabeza, es bien corto y suave al tacto. La parte inferior de la cola presenta pelos un poco más largos y más ásperos.
Podemos distinguir tres colores en el pelaje: los bicolores negro y fuego («black and tan»), hígado y fuego («liver and tan» y el unicolor rojo («red»). En los perros color negro y fuego el negro varía, dependiendo de si se trata de una manta o una silla. En un perro con manta predomina el negro; el fuego (leonado), se presenta sólo en el hocico, las mejillas, encima de los ojos, sobre la parte anterior del tórax, en los miembros y en la región perianal. Un perro con silla presenta un color fuego más extendido, ya que el negro se limita más o menos a la parte dorsal. Las mismas disposiciones de zonas de color se presentan en los perros bicolor hígado y fuego. Los colores no están siempre bien definidos, ni claramente delimitados. En las partes más oscuras, es posible que aparezcan diseminados pelos más largos o color tejón. Se acepta esta mezcla de pelos de color diferente. En los perros unicolor, el rojo puede variar del claro al oscuro. No es deseable el fuego desvaído en los perros bicolor, ni el rojo desvaído en los perros unicolor. Se tolera, aunque no se favorece, un poco de blanco en la parte anterior del tórax, en los dedos y en la extremidad de la cola.
La altura ideal es de:
Tolerancia: 4 cm de más o de menos.
El tamaño y el peso deben estar en armonía.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...