En la actualidad hay poca gente que comparta su vida con un Petit Brabançon o un Grifón Belga, su hermano, el Grifón de Bruselas, está mucho más de moda.
El Petit Brabançon, el Grifón de Bruselas y el Grifón Belga tienen un origen común. Estos tres perritos proceden de los pequeños perros rateros que rondaban por los establos europeos. Se encargaban de deshacerse de las ratas, guardar la casa y ser unos buenos perros de compañía poco costosos. En Bélgica estaban muy valorados y durante el siglo XIX los belgas se encargaron de mejorar estos grifones de establo a partir de cruces con razas extranjeras (Carlino y King Charles Spaniel). A pesar de que los tres se consideran como tres variedades distintas de la misma raza, el Brabançon parece casi una raza distinta.
El pequeño Brabançon es observador, curioso, espabilado y juguetón, por lo que se lleva genial con los niños a condición de que no lo traten como un muñeco. Es un perro listo y fácil de educar, afectuoso, tranquilo y siente un gran apego por su familia. Algunos pueden ser ruidosos pero será debido al aburrimiento y a la soledad.
El Petit Brabançon tiene un cuerpo pequeño y robusto. Su cabeza es amplia y redonda y las orejas pequeñas le caen hacia delante en forma de triángulo. Tiene unos ojos negros, muy grandes, redondos, prominentes y bastante separados entre sí. El pelo es corto y de color rojizo o negro y fuego.
Al ser un perro pequeño, el Babançon se adapta bien a la vida de interior pero necesita y agradece pasear por el campo con total libertad.
Si no se le educa bien puede volverse vicioso y desarrollar malos hábitos.
El Petit Brabançon no padece problemas específicos de salud, pero hay que prestar atención a sus ojos grandes y saltones ya que son propensos a lesiones.
El Grifón de Bruselas, el Grifón Belga y el Petit Brabançon tienen un origen, un desarrollo y un estándar común.
La historia del Griffon de Bruselas (o Griffon Bruxellois) no es especialmente antigua en comparación con la de muchas otras razas, aunque nadie parece saber bien su antigüedad. Muchos cinólogos afirman que los cuadros de Jan van Eyck, que se remontan a 1434, muestran al Griffon, pero otros estudiosos de los perros afirman que los canes que aparecen en esos cuadros pertenecen a otras razas.
Las razas implicadas en la génesis del Griffon de Bruselas que conocemos en la actualidad varían, una vez más, según la fuente. El conde Henry Byland consideraba que esta raza era producto del cruce de un King Charles Spaniel rubí (también conocido como Spaniel Inglés Miniatura) con un Affenpinscher. Otros están convencidos de que corre sangre del Yorkshire Terrier y del Irish Terrier por las venas del Griffon de Bruselas. Como veremos más adelante, el Pug o Carlino también contribuyó a la creación de esta encantadora raza.
Mrs. Parker Rhodes, del criadero Partridge Hill, fue una de las primeras criadoras de éxito de esta raza y, en su opinión, el Griffon de Bruselas ya estaba presente en la Europa continental desde el siglo XVI, aunque no existen pruebas firmes de la introducción de esta raza en Inglaterra hasta el año 1885.
No obstante, sabemos que el macho Tom (también registrado a veces como Vom), que había vencido en la Exposición Canina de Bruselas de 1880, fue adquirido por un inglés que lo llevó a Gran Bretaña. Antes de abandonar Bélgica, Tom fue usado como semental y dio lugar a un perro llamado Fox. Este macho se convertiría en un importante semental y en el padre del primer campeón británico. Sin embargo, no constan documentos de su importación en el libro de orígenes genealógicos del Kennel Club.
Parece ser que en Bruselas, unos perros como los Griffon, o por lo menos bastante similares a ellos, vagaban por las calles, ya que eran los favoritos de los cocheros de esta ciudad. Éstos les llamaban «Stable E’curie» y «pequeños erizos callejeros», y eran tenidos en los establos para que se ocuparan de cazar ratas. Se dice que estos perros viajaban en los carruajes y que, debido a sus expresiones caraduras, se hicieron populares entre las señoras, además de entre los cocheros.
El Club du Griffon Bruxellois fue fundado en Bélgica en 1880, tras lo cual se compiló un estándar de la raza. La primera exposición canina con categorías dentro de la raza se celebró en el Club en 1883. En 1888, los aficionados al Griffon y al Schipperke se unieron para formar un club conjunto para sus dos razas, y en 1892, un Griffon de Bruselas obtuvo el gran triunfo, convirtiéndose en el primer campeón belga de esta raza. A principios del siglo XX, los Griffon eran evaluados, según su peso, por clases: de hasta 3 kg y de entre 3 y 4,5 kg.
Poco después del inicio del siglo XX, Mrs. H. Handley Spicer, que más tarde se convertiría en Lady Handley Spicer, poseedora del conocido afijo Copthorne, escribió largo y tendido sobre esta raza. Hablaba de los mineros de Yorkshire y de las Midlands, que tenían «unos perros de pelaje duro y de carácter nervioso ». Estos perros acompañaban a sus amos al trabajo, y eran metidos en los bolsillos de sus abrigos hasta la hora de la cena, cuando eran sacados para compartir el alimento con sus propietarios, disponiendo, entretanto, de la oportunidad de cazar alguna que otra rata.
Lady Handley Spicer decía que los caballeros ancianos de la época recordaban bien a estos «Terriers rojos», y que decían que eran los antecesores de los Griffon de Bruselas de esos tiempos. La capacidad característica de la raza para la caza se atribuyó a las actividades venatorias de los mineros. En su opinión, rara vez se veían cuadros del siglo XIX en los que aparecieran perros con una gran similitud con la raza, tal y como ella la conocía. La posible excepción era el perrito que aparecía en el cuadro Dignidad e Insolencia, obra de Sir Edwin Landseer, aunque creyó que, del mismo modo, podría haberse considerado un «mal ejemplar de Yorkshire o de Skye Terrier».
Lady Handley Spicer fue una autoridad reconocida durante toda su vida en lo concerniente a esta raza. Falleció en 1963, a los 91 años.
Existe una historia interesante sobre un tipo de perro de la región de Yorkshire conocido como «el perro del peón», que se sospecha que es el antecesor del Yorkshire Terrier. Alrededor de 1873, un perro de este tipo fue enviado por un tratante de esta región a Bélgica. Tan grande era la demanda en Bélgica, que este tratante se hizo con todo perro similar que pudo encontrar, y los envió a ese país. Más adelante, en 1898, cuando se había desarrollado en Gran Bretaña el interés por los Griffon importados, este mismo tratante los vio y estaba convencido de que no eran ni más ni menos que «el perro del peón»: ¡la descendencia de los mismos perros que había exportado!
Los Griffon de Bruselas fueron importados, en primer lugar, a Gran Bretaña desde Bélgica. En este país, esta pequeña e interesante raza se hizo popular de inmediato, en los hogares de las «familias bien», y su aspecto inteligente y precoz hizo que tuviera muchos admiradores. En esa época, el color de la capa era de un rojizo más pálido que en la actualidad, y el hocico era un poco más largo. Las orejas fueron recortadas (reseccionadas) para hacer que quedaran tiesas aunque, por supuesto, esto ya no está permitido en muchos países.
Los primeros importadores británicos conocidos fueron Mrs. Kingscote, Miss Adela Gordon, Mrs. Frank Pearce y Fletcher, que tenía una tienda de perros en la Regent Street de Londres. Lady Handley Spicer se unió a estos aficionados al poco tiempo, y fue en su casa, en 1896, cuando se propuso crear, por primera vez (y más adelante se fundó), el Griffon Bruxellois Club. El Griffon Bruxellois Club of London sería, más tarde, una rama de aquél y, tal y como dijo Lady Handley Spicer, al igual que sucede con muchos hijos, parecía tener más fortaleza que su padre.
Dos años más tarde, en 1898, esta raza recibió el reconocimiento oficial por parte del Kennel Club, con un estatus de registro propio, y la primera exposición en la que fueron evaluados por separado fue en la de la Ladies Kennel Association, ese mismo año. No obstante, sólo había tres Griffon de Bruselas inscritos en el Kennel Club en 1898, dos de los cuales se convertirían en los primeros campeones británicos: Bruno y Mousequetaire Rouge.
Los Griffon causaron buena impresión al ser presentados por primera vez en la exposición canina Crufts en febrero de 1895. En verano de ese año, en la exposición canina Ranelagh, se exhibió una Griffon de 1 kg de peso. Se llamaba Princess Helene y tenía un hocico más corto que los ejemplares que habían podido verse con anterioridad. Sus ojos eran redondeados, pero carecía de la «cara de mono» que más tarde se consideraría tan atractiva.
A pesar de los muchos admiradores que tiene esta raza, el ascenso por la escalera de la fama no fue tan veloz como podría haberse esperado. Esto probablemente se debió, en parte, a que la raza no era uniforme en cuanto a su tipo, y que, frecuentemente, el nombre «Griffon de Bruselas» era dado a un «Yorkshire Terrier mestizo», y esto hacía dudar a veces a la gente sobre si habían adquirido un ejemplar verdadero de esta raza belga.
Los criadores trabajaron en pos de la uniformidad del tipo en la raza, y la opinión británica a principios de la década de 1900 era que la calidad general de los Griffon de Bruselas era mucho mayor en este estado que en el país de origen de la raza. El Griffon había pasado a tener una expresión cambiante y, por encima de todo, la característica especial de sus maravillosos ojos que, en comparación con los de muchas otras razas miniatura, parecían como una cuenta de vidrio en un lago insondable.
La exposición canina del Alexandra Palace se celebró en septiembre de 1900 y, en ella, Copthorne Pasha y su hijo Ch. Copthorne Top-o’-the-Tree, hicieron su primera aparición. Pasha estaría destinado a tener una gran influencia sobre esta raza, especialmente en lo tocante a la mandíbula y el tipo. Durante una época, un gran número de ganadores de galardones en las principales exposiciones caninas fueron hijos de él. Los perros que llevaban el afijo Rouge fueron también sementales importantes en esa época. No obstante, los ganadores diferían enormemente en cuanto a su peso, que iba desde menos de 1,4 kg hasta más de 4 kg.
La buena cría por parte de los aficionados de la Europa continental dio lugar a una expresión parecida a la de la cara de un mono, que es un rasgo del estándar actual de esta raza. En la Europa continental se incorporaron Pug y King Charles Spaniel rubí en los programas de cría, y se cree que estas introducciones fueron las responsables del hocico corto y los ojos grandes, además de los grandes orificios nasales y el magnífico color del pelaje.
El Pug también fue responsable de la aparición de la variedad de pelo corto del Griffon, que se obtenía en las mismas camadas que los ejemplares de pelo duro. Al principio, recibió el nombre de Griffon Brabançon pero, más adelante, fue conocido en Europa con el nombre de Petit Brabançon. Antes de la Primera Guerra Mundial, tanto los Griffon de pelo duro como los de pelo liso podían obtener Challenge Certificates (Certificados de Desafío), lo que indicaba que ya en esa época se reconocían las dos variedades de pelaje en la raza. En la actualidad, en Gran Bretaña, los ejemplares de pelo liso de esta raza son expuestos junto con los de pelo duro y reciben el nombre de Griffon de Bruselas. Según Lady Handley Spicer, el período de aproximadamente 12 años anterior a 1907 asistió a un cierto avance en el Griffon. Cuando la raza llegó a Gran Bretaña por vez primera, se consideraba que la mandíbula tenía poca o nada de importancia, pero en esos primeros años se reconoció que se trataba de uno de los rasgos físicos más importantes de la raza. Además, el pelaje duro y rojizo rara vez fue visto en los años de la formación de esta raza en Gran Bretaña pero, con el tiempo, dicho pelaje pasó a ser muy deseable. Sin embargo, dentro de una misma camada, los cachorros de Griffon variaban considerablemente (más de lo que sucedía en el caso de otras razas) con respecto al tipo, el tamaño y la coloración.
A pesar de las dificultades en Bélgica durante la Primera Guerra Mundial, la gente logró continuar criando, un poco, a sus perros, y pudieron exportar de nuevo ejemplares de la raza. No obstante, en Bélgica se dio un cierto declive en los años de entreguerras, ya que se decidió no usar como reproductor a ningún ejemplar con los pies palmeados, haciendo que el censo descendiera enormemente. (Por cierto, los pies palmeados aparecen de vez en cuando en las camadas de Griffon.) Durante la Segunda Guerra Mundial, no hubo reproducción en absoluto, por lo que el Griffon de Bruselas casi desapareció en su patria, hasta que se reintrodujeron ejemplares británicos.
A pesar de su aspecto y su personalidad encantadores, el Griffon de Bruselas nunca ha sido una raza numéricamente potente en Gran Bretaña. Aunque hubo un incremento en su censo en la década de 1950, llegando a un pico de 627 ejemplares inscritos en el Kennel Club, desde entonces ha habido un descenso constante. En los últimos años sólo se han inscrito unos 200 ejemplares anuales: cifras similares a las registradas en las décadas de 1920 y 1930.
El Griffon fue exportado por vez primera a Australia en 1909, pero allí, la raza fue poco conocida hasta 1936, cuando apareció en la Real Exposición Canina de Melbourne, siendo evaluada por un juez inglés. No obstante, el primer club de esta raza no fue fundado hasta 1975. Los Griffon no llegaron a Nueva Zelanda hasta 1945 pero, en ambos países, esta raza tiene un buen grupo de seguidores.
Esta raza apareció por vez primera en Suecia en 1910, siendo sus estirpes de origen fundamentalmente belga. La raza no alcanzó la popularidad hasta la década de 1930, cuando ejemplares de procedencia británica lograron éxitos en las exposiciones y en los programas de cría. Desgraciadamente, la prohibición de amputar la cola supuso un duro golpe para esta raza en Suecia, y varios criadores abandonaron sus programas de cría por completo. Esto irá, sin duda, en el detrimento futuro de la raza.
En Holanda, el Smoushond, una raza que comparte los mismos orígenes que el Griffon de Bruselas, estaba presente en la misma época. «Smous» es, de hecho, la palabra holandesa equivalente a «Griffon». No obstante, en Holanda la raza siguió siendo lo que era: un resistente perro de trabajo que parecía más bien un perro mestizo. Los primeros Griffon fueron inscritos en el libro de orígenes genealógicos en 1897, y se fundó una asociación canina de esta raza en 1919. Desde entonces, siempre ha habido un pequeño número de ejemplares de esta raza en Holanda pero, desgraciadamente, no ha sobrevivido ninguna línea hasta la actualidad.
En 1899 se inscribió al primer Griffon en el libro de orígenes genealógicos del American Kennel Club y, desde entonces, la raza ha tenido un seguimiento constante, aunque en pequeño número. El nombre oficial de esta raza en EE.UU. es Griffon de Bruselas (Brussels Griffon). En la década de 1980, varios ejemplares habían conseguido grandes galardones en las exposiciones caninas, incluyendo el de Mejor del Grupo (Best in Group) y Mejor de la Exposición (Best in Show). ¡En 1988, el mejor perro miniatura del país no fue sino un Griffon de Bruselas!
El cuadro más antiguo relacionado con el Griffon es La Boda de Arnolfini y Giovanna Cenani, pintado por Jan van Eyck en 1434. No obstante, debe señalarse que otras razas también dicen ser la que aparece en este cuadro, así que es probable que, de hecho, este perro sea el antecesor de más de una raza canina. En el siglo XVI, Jacope de Empolin fue otro autor que dibujó a perros con esta complexión corporal en sus obras y, en 1870, Renoir pintó La Baigneuse au Griffon. Esto hace, comprensiblemente, que la gente crea que ese perro era el Griffon que conocemos en la actualidad (y podría, de hecho, haberlo sido), pero debemos señalar que la palabra «griffon» significa, sencillamente, «de pelo duro», y muchas razas encajan en esta descripción. También guarda relación con esta raza un cuadro de 1883, obra de Barbu, titulado Le Chien.
Si deseas saber más sobre el Griffon de Bruselas te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Griffon de Bruselas Serie Excellence:
Pequeño perro de compañía; inteligente, equilibrado, alerta, altivo, robusto, de cuerpo casi cuadrado; con una buena constitución ósea, pero al mismo tiempo elegante en sus movimientos y en su construcción. Llama la atención por su expresión casi humana.
Los dos Griffon tienen el pelo duro y se diferencian por el color, mientras que el Petit Brabançon tiene el pelo corto.
La longitud del cuerpo, desde la punta del hombro hasta la punta del glúteo, debe ser tanto como sea posible, igual a la altura a la cruz.
Pequeño perro equilibrado, alerta, altivo, bien apegado a su amo, muy vigilante. No es ni temeroso, ni agresivo.
Es la parte más característica del cuerpo y la que más llama la atención. La cabeza es bastante grande comparada con el cuerpo y tiene una expresión casi humana. En el Griffon el pelo es duro, levantado y desgreñado; es más largo sobre los ojos, sobre el caño nasal, las mejillas y el mentón, formando así el adorno de la cabeza.
Ancha y redonda. La frente es bien abultada.
De longitud mediana ; se funde armoniosamente con los hombros.
La longitud del cuerpo es casi igual a la altura a la cruz. Del conjunto resulta un pequeño perro cuadrado y corpulento.
Se presenta alta y el perro la lleva bastante levantada. A la cola cortada se le recortan 2/3 de su longitud. La cola que no ha sido cortada se presenta levantada, con la punta hacia la espalda, aunque sin tocarla ni estar enroscada. Una cola naturalmente corta o partida, o enroscada sobre la espalda, constituye una falta grave.
Vistos en conjunto son paralelos, con una buena estructura ósea y lo suficientemente separados.
Vistos en conjunto poseen una buena estructura ósea y están bien paralelos. Las angulaciones están en armonía con los miembros anteriores.
Poderoso, movimiento paralelo de los miembros, con un buen impulso de los posteriores.
En las tres razas se acepta algunos pelos blancos en la parte anterior del pecho, aunque no se busca esta característica.
Varía entre 3,5 a 6 kg.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...