A partir de la Primera Guerra Mundial el Rottweiler se ha empleado como perro policía y ha sido la raza más utilizada para la guarda y la defensa.
Los orígenes del Rottweiler se remontan a los molosos domesticados de la antigua Roma. Durante la expansión del Impero, los romanos se instalaron en Rottweil (actual Baden-Wurtemberg) y de los perros que allí se quedaron derivó el Rottweiler. Este moloso era usado para la guía de bovinos y, al tener este trabajo, la raza se cruzó con perros pastor e hizo que su aspecto se diferenciara. En 1904 se definió el estándar y en 1912 se empezó a usar con objetivos casi exclusivamente militares. No fue hasta los años treinta que la raza se dio a conocer fuera de Alemania.
La principal característica del Rottweiler es que es un perro muy dominante. No tolera a los otros perros y tiene un sentido innato para la pelea. La hembra es mucho más tolerante, se integra mejor a la vida de familia y tiene un sentido protector muy desarrollado con los niños. Si se le agrede, tanto a él como a su dueño, entrará en cólera y no se le podrá detener, no tiene miedo a los golpes ni a las amenazas. A pesar de ello, el Rottweiler es tranquilo, amable, amante de la familia, apacible y poco ladrador.
El Rottweiler es un perro compacto, robusto, vigoroso y muy fuerte. Sus extremidades son musculosas y potentes. Tiene las orejas triangulares, implantadas altas y las lleva hacia delante. En los países donde es legal, se le suele amputar la cola dejando sólo una o dos vértebras. Tiene un pelo duro, liso, apretado y de color negro con marcas de fuego muy concretas.
El Rottweiler necesita un dueño autoritario que sepa tratarlo y que lo domine. Requiere centrarse en el adiestramiento y en la sociabilización para que no desarrolle una conducta agresiva o nerviosa. Aunque no necesita hacer ejercicio en exceso, tener un jardín para que pueda corretear a diario sería lo ideal.
Es recomendable controlar su dieta para que no engorde.
El Rottweiler goza de una buena salud aunque puede padecer de displasia de cadera, de torsión de estómago o de parvovirosis.
A diferencia de las otras razas que han destacado en popularidad, el Rottweiler no es un dulce perro de caza (como el Labrador Retriever, el Golden Retriever o el Cocker Spaniel) ni un adorable perro de pastor (como el Pastor Alemán). Tampoco tiene ninguna similitud con el Caniche, a pesar del cariño que le tienen los alemanes a ambas razas. No, el Rottweiler es un perro enorme y bueno para el trabajo cuyo peso puede superar los 45 kg y cuya estatura puede ser de hasta 68 cm. Seguramente, el Rottweiler debe poseer muchas buenas cualidades para ajustarse a los gustos de tantos propietarios de perros en todos los lugares el mundo.
La fuerza y el coraje del Rottweiler le granjearon el favoritismo a principios del siglo XX. Después de haber sufrido un grave descuido a principios de este siglo, la raza fue «llamada a filas» en la primera guerra mundial. Su actuación en las potencias del Eje, probaron sus extraordinarias habilidades como perro militar, y ello explica la destacadísima actuación, décadas después, del Rottweiler en el Schutzhund. La vida en la sociedad actual, en la que hay un alto índice de criminalidad tanto en las grandes ciudades como en los pueblos, un perro guardián con este impresionante tamaño y habilidad está muy demandado, tal y como lo demuestran, las estadísticas.
Al contrario que las otras razas de tipo moloso, como el Mastín Napolitano, el Dogo de Burdeos y el Bullmastiff, el Rottweiler es un perro equilibrado, bien proporcionado y no exagerado como los gigantes anteriormente mencionados, proclives a la acromegalia y a enfermedades peores. Es incluso acertado decir, que, para su tamaño, es un perro bastante sano, viéndose sólo afectado por la displasia de cadera y algunas otras pocas enfermedades, y su media de vida es mayor que la de otros perros de su tamaño. El pelaje negro liso y lustroso, acentuado por sus manchas de color fuego estratégicamente localizadas, cincela una bella figura. Su cabeza es impresionante, pero no desproporcionada con su cuerpo. Es, de todas todas, un animal majestuoso de un tamaño considerable, aunque no como el Mastiff y otras razas.
Un atributo importante que posee el Rottweiler es su adiestrabilidad. Es un perro muy inteligente y obediente, capaz de aprender muchas tareas. Su historia como pastor, como perro militar y de guarda y como perro de obediencia y de exposición, habla muy bien de su versatilidad.
El Rottweiler es un animal protector por naturaleza, con la fuerza suficiente para guardarse sus instintos protectores. Muchos adiestradores aconsejan tomarse la educación del Rottweiler con mucho cuidado, dados sus instintos naturales y su fuerza. Se ha utilizado, con gran éxito, el adiestramiento de Schutzhund, cuando éste ha sido dirigido por un adiestrador profesional en un ambiente controlado. A los principiantes no debería ni pasárseles por la cabeza entrenar al Rottweiler para que ataque. Es imprescindible la ayuda de un profesional. En Alemania hay innumerables adiestradores expertos en Schutzhund; en Inglaterra y en los EE. UU. es más difícil hacerse con sus servicios y por ello se recomienda mucha prudencia en lo que se refiere a este tipo de adiestramiento. El Rottweiler es un perro digno de confianza y seguro, de acuerdo con su estatura y su orgulloso origen alemán. Existen historias sobre el uso de Rottweiler como «transportadores de dinero » para el comercio: llevaban una bolsa con dinero atada alrededor del cuello. La confianza y la fuerza se dan la mano en el caso del Rottweiler.
El estándar alemán para el Rottweiler, como está aceptado por el ADRK, describe el carácter ideal de la raza: «Su figura, corta, compacta y fuerte en proporción, da no sólo todo el aspecto de inteligencia sino también una maravillosa devoción, ilusión y disfrute en el trabajo. Un perro tratable que posee una fuerza considerable y una tozuda resistencia. Su aspecto general proclama que es un perro con determinación y coraje; su mirada calmosa indica su placidez y su inquebrantable fidelidad. No muestra traza alguna de intranquilidad, precipitación o indecisión. La traición, la malicia y la falsedad son desconocidas de una forma total en su naturaleza».
Ciertamente, el estándar alemán describe a un perro que impresiona a muchos amantes de los perros: las cualidades de fidelidad, placidez y decisión son buenas en un perro del tamaño y la fuerza del Rottweiler. Este perro es, a la vez, amigable e imponente. No hace amigos sin más: un extraño es un extraño. No es como los Retrievers, que aceptan inmediatamente a cualquiera como un amigo. Los Rottweiler tienen discernimiento, tal y como se lo permiten su inteligencia y buen juicio.
Su naturaleza protectora también subraya su juicio, pero una vez le haya aceptado como un amigo, puede estar seguro de que tendrá a un compañero en quien poder confiar.
Los Rottweiler son ideales como protectores de la familia y de la propiedad. Acepta a todos los miembros de la familia y protegerá tanto al padre como al benjamín. Los Rottweiler no suelen tener favoritos, aunque existen excepciones. Una vez tuvimos una hembra que sentía verdadera devoción por mi hijo mayor y que tenía menos devoción por las chicas de la familia. No obstante, las hijas de esa perra eran afectuosas y protectoras con cualquiera de la familia. Los Rottweiler tienden a ser individualistas, y esto es debido, una vez más, a que son criaturas listas y con discernimiento.
Su inteligencia afecta a su adiestrabilidad. Tal y como frecuentemente se dice de los gatos, son demasiado listos como para esperar a que se les repita una orden. Una vez la hayan ejecutado una o dos veces tal y como a usted le gusta, seguramente se cansarán del juego y buscarán una salida mejor. «¿Por qué insisten los humanos en hacer estas cosas tantas veces? Ya he captado la idea la primera vez y no era tan emocionante » parece que piensa el Rottweiler. Algunos ejemplares necesitan más ayuda que otros, pero siempre se requiere paciencia cuando se adiestra a un perro, sin importar de qué raza sea.
Si tiene usted niños en casa y está considerando hacerse con un Rottweiler, debe tener en cuenta ciertas cosas. Un Rottweiler bien criado, educado en el seno de una familia con amor y equidad, es tan digno de confianza con los niños como el mejor de los perros. Dados su tamaño y su fuerza, muchos padres preferirán no arriesgarse. Ésta es prerrogativa de todos los padres, pero los accidentes y los mordiscos de perro pueden darse con cualquier raza. De hecho hay más casos de Cocker Spaniels que muerden a los niños que de cualquier otra raza, incluidos los Rottweiler y los Pit Bull Terriers. Cualquier perro puede hacer daño al morder, independientemente de su tamaño, aunque los perros grandes suelen hacerlo con menos fuerza, ya que conocen su poderío. Si conoce usted al criador de su perro y han comentado el temperamento de los perros de esa línea, debería usted confiar en el Rottweiler que compre. Desde luego, siempre hay tener precaución y nunca debe permitir que el perro asuma el mando, tanto si está con la persona mayor de la familia como con el niño más pequeño. A los perros les gusta tener ejemplos positivos que imitar ya que, si no, intentarán convertirse en los líderes. Su instinto de manada necesita de un líder. Ese líder debe ser usted y a continuación vendrán los otros miembros de su familia. El Rottweiler debe entender que él tiene el rango más bajo de la casa.
¿Está usted preparado y es apto para tener un Rottweiler? ¿Posee usted la resistencia física para lidiar con un perro tal? ¿Dispone usted de un jardín vallado para proporcionarle un lugar donde hacer ejercicio? ¿Tiene usted tiempo que dedicarle a un perro que centrará en usted su atención y protección?
No todo el mundo reúne las condiciones para ello. Eso es obvio. No debe precipitarse a la hora de decidir que este perro es para usted, su hogar y su familia. Todo perro merece una buena oportunidad y la mejor situación posible para vivir. El Rottweiler requiere un propietario con confianza y competente, que entienda sus necesidades y sea capaz de proporcionarle lo que necesite.
El Schutzhund, tirar de carros, las pruebas de pastoreo, salir de excursión con una mochila a la espalda e ir de camping, las visitas al veterinario y más cosas. El tiempo que pase con su Rottweiler sólo está limitado por su imaginación, su tiempo y su presupuesto. Desde luego, un Rottweiler es un tipo de perro al que le gusta probarlo todo. Como gozan de tanta confianza por parte de sus propietarios, los Rottweiler les seguirán hasta el fin del mundo.
Los Rottweiler son, generalmente, perros sanos y activos. Los avances en la medicina veterinaria, al igual que los de la medicina humana, dan como resultado una mayor esperanza de vida, pero por lo que respecta a nuestras mascotas, ésta no es una hipótesis fiable. Los Rottweiler alcanzan su ancianidad alrededor de los 7 años, lo cual nos puede parecer una edad muy temprana para nosotros los humanos, que no nos jubilamos hasta los 60 o los 65 años. Para asegurar a nuestros Rottweiler la vida más larga y sana posible, debemos informarnos y proporcionarles los mejores cuidados. Esto empieza, por supuesto, con las visitas al veterinario y con una pauta de vacunaciones adecuada. A finales de los 70 se describió por primera vez una enfermedad fatal llamada parvovirosis. Si bien hoy día se puede curar, sin las vacunaciones adecuadas, un diagnóstico temprano y un tratamiento instaurado rápidamente, puede ser mortal. Muchos criadores perdieron a cachorros valiosos durante los 80 y los 90 debido a esta temida enfermedad. Su veterinario le informará de la mejor pauta de vacunaciones, que generalmente comienza a las ocho semanas de edad, se repite periódicamente hasta los cuatro meses, a partir de ahí se vacuna cada seis meses hasta que el perro cumple los dos años. Las investigaciones indican que el sistema inmunitario de los Rottweiler es más débil que el de otras razas, así que es necesario un gran cuidado para protegerlos del parvovirus, al que, desgraciadamente parece ser muy susceptible.
Al igual que con la mayoría de las razas grandes, la displasia de cadera y la de codo se han cobrado ya algunas víctimas entre los Rottweiler. La displasia de cadera, descrita por primera vez como un problema serio en los Pastores Alemanes, ha dejado cojos o con graves deformidades a muchos Rottweiler. Como es un problema hereditario, no se debería hacer criar a ningún Rottweiler que dé positivo en las pruebas de la displasia de cadera. Su incidencia se ha reducido desde los 70, cuando era de alrededor del 30 %, pero aún hoy día aproximadamente el 20 % de los Rottweiler dan positivo a la enfermedad. Todavía peor: la incidencia de la displasia de codo es preocupantemente elevada, con un porcentaje del 40 al 50 % y se dan más casos en los machos que en las hembras. Los criadores deben someter a sus perros a las pruebas para los dos tipos de displasia antes de hacerlos criar. Hace años, a algunos campeones displásicos se les hizo criar mucho y, debido a ello, el número de cachorros enfermos era alarmante. Hoy día, los criadores los excluyen de sus programas de cría, sin importar sus valores positivos de morfología (belleza).
Hable acerca de la displasia con su criador. Ésta es la mejor manera de saber sus conocimientos acerca del problema. Un cierto número de criadores proponen que los factores ambientales también afectan a la displasia en el Rottweiler. Los que no usan moquetas antideslizantes en las parideras pueden agravar este problema. Cuando los cachorros tratan de dar sus primeros pasos y empiezan a resbalar sobre la superficie dura de la paridera, sus frágiles ligamentos y huesos pueden sufrir graves tensiones. Como ambos tipos de displasia se manifiestan cuando el Rottweiler es relativamente joven (antes de los 24 meses de edad en el caso de la displasia de cadera y antes de los 7 meses de edad para la displasia de codo), dicha teoría es creíble. Otros criadores creen que la dieta del cachorro puede afectar al desarrollo de la displasia y de otras enfermedades de los cartílagos como la osteocondrosis. Las dietas altas en calcio, proteína y grasa no deberían darse, ya que los Rottweiler son perros de crecimiento rápido que tienen el potencial de engordar excesivamente y de hacerlo rápidamente durante su crecimiento. No nos olvidemos, hablando del tema, del ejercicio: no se debería permitir a los jóvenes Rottweiler armar trifulcas y saltar a lo loco mientras juegan, ya que estos ejercicios sin norma alguna pueden resultar en fisuras de los cartílagos y otras heridas que pueden incrementar el riesgo de padecer osteocondrosis, displasia de cadera o de codo.
Otro problema relacionado con los Rottweiler se conoce como torsión gástrica, al que los veterinarios se refieren también como dilatación gástrica. Los perros grandes de pecho profundo son los más susceptibles a ella. Se caracteriza por que el estómago se empieza a hinchar con el aire que el perro traga. Generalmente no es un problema que afecte a los cachorros, sino a los perros adultos o ancianos. Los que tienden a tragar vorazmente su comida y el agua, corren o juegan vigorosamente o que están estresados debido a otros factores son candidatos a padecer esa hinchazón. En el peor de los casos, un perro cuyo estómago haya sufrido esa hinchazón morirá debido a la torsión del estómago, que provocará la detención del flujo del alimento hacia dicho órgano y también el suministro de sangre. Desgraciadamente, alrededor de un tercio de los perros que sufran este problema perecerán, aunque la asistencia veterinaria inmediata puede prevenirla. Muchos veterinarios y criadores hacen recomendaciones a los propietarios del Rottweiler sobre cómo ayudarles a prevenir la posible aparición de la hinchazón.
Ya que los Rottweiler esperan con ansia su hora de la comida, su excitación puede dar como resultado que la traguen o devoren. Usted debe refrenar esto tanto como le sea posible. Déle comidas más reducidas pero dos o tres veces al día. Puede usted colocar pelotas o juguetes para morder en el plato, para que así el perro se vea obligado a comer con estos objetos por en medio. Sírvale siempre comida seca que haya sido saturada con agua. Use algún tipo de plataforma para hacer que el plato de la comida quede a un nivel más alto. Retírele el agua durante la comida, pero déjela a su disposición durante el resto del día. No deje la comida que no haya tomado. Colóquela sólo a las horas de comer y retírela cuando el perro se aleje del plato. Programe las sesiones de ejercicio para que por lo menos pasen 90 minutos antes y después de cada comida. Estas sencillas sugerencias pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte para su amigo. Realmente es un precio muy bajo por todo lo que su Rottweiler le da en lo que a compañerismo, protección y diversión se refiere.
Otros problemas a comentar con su veterinario incluyen el hipotiroidismo, que es el problema hormonal que se da con más frecuencia en los Rottweiler, la osteocondrosis, una afección que se da en los perros jóvenes y en la que se ve afectado el cartílago; la estenosis aórtica, que es un defecto cardíaco congénito; la mielopatía degenerativa, que afecta a la médula espinal; la atrofia progresiva de la retina, que puede dar como resultado la ceguera; y la enfermedad de Von Willebrand, la enfermedad congénita sanguínea común y que afecta al factor de coagulación.
Esta lista puede parecer amedrentadora para el entusiasta del Rottweiler, pero si la presentamos aquí, no es para desalentar su interés en esta gran raza, si no más bien para animarle a cuidar con responsabilidad a estos animales. Seguramente, la lista de enfermedades que se dan en las personas sería igualmente descorazonadora. Sea un propietario responsable, infórmese y disfrute durante el mayor tiempo posible de la vida con su Rottweiler.
Si deseas saber más sobre el Rottweiler te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Rottweiler Serie Excellence:
No importa durante cuánto tiempo haya estado cautivado por los Rottweiler, siempre quedaré fascinado por las manchas únicas de color fuego sobre sus ojos y sus pómulos. He sido un apasionado estudioso de la raza, de su cría, pedigrees, genética e historia, y sigo fascinado. En Australia, como aprendí durante una visita a aquel país, a las manchas de los ojos se les llama «pips» («estrellas»), un término australiano típico y encantador para estas manchas. Sé que muchas otras razas tienen manchas de color distintivas, pero el Rottweiler sobresale sobre todas, especialmente porque está ahí, tan alto y orgulloso, como corresponde a su herencia alemana.
Deseo que esta presentación a la raza Rottweiler comience describiendo sus orígenes. Desearía poder escoger a uno de los criadores (en la pequeña ciudad de Rottweil, en Alemania, por supuesto) que dieron origen a esta raza para que explicara al propietario actual de un Rottweiler cómo comenzó exactamente (quizá hasta nos podría explicar cómo se originaron las «estrellas»). Pero esto no es posible. Al igual que con la mayoría de razas que han estado entre nosotros durante más de un siglo, sus orígenes se desconocen con exactitud.
La mayoría de los historiadores han situado los orígenes del Rottweiler en la invasión de Germania por los romanos, que cruzaron los Alpes en el primer siglo d.C. No podemos saber con seguridad si los perros que llevaban los romanos eran los ancestros de los actuales Rottweiler, aunque el perro que eligieron se decía que era un perro protector que también tenía habilidades para el pastoreo: una descripción que encaja bien con nuestro Rottweiler. Los romanos ocuparon Germania durante más de dos siglos y la ciudad que fundaron allí se llamaba das Rote Wil, de la cual deriva el nombre actual de la raza. Dando todavía más crédito a esta teoría, los primeros historiadores citan que hubo ascendientes directos de la raza en áreas de Germania a las que se podía acceder mediante las carreteras construidas por los romanos.
Dicho esto, es evidente que los romanos no llegaron allí con el bello perro de guarda negro y fuego que conocemos hoy; aunque es probable que el perro tipo moloso que ellos usaron, combinado con los perros que había en Germania durante los primeros siglos d.C., dieran lugar a la base del Rottweiler actual. Está bien documentado que los romanos veneraban a los perros de tipo mastiff, conocido como molosos. Cave canem (cuidado con el perro) es un viejo aviso latino que se podía ver escrito en cualquier lugar donde viviera un moloso. De forma parecida, hoy día también se encuentran avisos de esta índole. El que más me ha gustado lo he visto en Inglaterra y en América, y muestra la silueta de un Rottweiler y en él se puede leer «Puedo llegar a la valla en tres segundos. ¿Puedes tú?» Esto supone, un aviso amedrentador para cualquier posible intruso. Los romanos utilizaban a estos molosos para la protección y para el trabajo militar, además de para el popular deporte de las peleas de perros. Más de uno se perdió en el famoso Coliseo de Roma. Hoy día sólo queda la estructura del gran circo como un recuerdo de la crueldad de la humanidad hacia los animales y entre sí.
También eran importantes para la Roma antigua los perros pastores, que se usaban para conducir el ganado a largas distancias. Se cree que los ancestros del Rottweiler fueron utilizados por Julio César. Este emperador creía que sus ejércitos debían disponer de carne fresca, en lugar de las ya tradicionales raciones de carne salada. El método mediante el cual los soldados obtenían su ración de carne consistía en que el ganado siguiera a pie a los hombres, y para ello se necesitaba a un perro fuerte para dirigir al ganado. La eficacia para el pastoreo del Rottweiler, incluso hoy día, hablan bien de la habilidad innata de esta raza.
Durante el siglo VIII d.C. se fundó la ciudad de Rottweil en Alemania. La palabra Rote (como en das Rote Wil) hacía referencia a los sillares de piedra roja que se usaron para construir la ciudad. Estas piedras rojas fueron aprovechadas de los edificios en ruinas que databan de la ocupación romana, unos cinco siglos antes. La ciudad de Rottweil fue excepcional en cuanto a la estima que mostró hacia su perro, en un tiempo en que los alemanes no consideraban a los perros más que como meros instrumentos y ayudantes.
Como ayudante en Rottweil, la raza fue conocida como el perro de los carniceros o, como se dice en alemán, Metzgerhund. Llevaba el ganado hacia y desde el mercado, lo que recuerda el uso que Julio César hizo de ellos. Los perros eran duros, valientes e incansables y rara vez evitaban la confrontación con un toro o con otro perro. Las peleas entre estos perros de carnicero se volvieron, de alguna manera, frecuentes, y a cualquier ejemplar mordedor, era obligatorio ponerle un bozal.
El declive de la raza fue motivado por la prohibición gubernamental del pastoreo del ganado vacuno, ya que la sociedad, cada vez más industrializada, encontraba otras formas de trasladar el ganado, mediante vagones y mulas.
Además, la amenaza que suponían los animales salvajes, como los osos y los jabalíes, había desaparecido casi por completo. Mucho más tarde, el Rottweiler fue un perro que «sufrió recortes de talla» (como se dice hoy en día) y la raza casi se extinguió. Los amantes de los perros alemanes preocupados rescataron a la raza, que se había desplomado hasta el punto de que hacia el año 1905 sólo había un ejemplar de esta raza.
Cuando el Deutscher Rottweiler Klub (DRK) fue fundado en 1907, fue el primer club alemán de Rottweiler. Como la política en el mundo canino no es mucho mejor que la política gubernamental, se fundó un segundo club ese mismo año y se llamó International Rottweiler Klub (IRK). Doce años después, se creó un tercer club, el South German Rottweiler Club y reinó la confusión y la política arisca. Afortunadamente, tanto para los propietarios como para los estudiosos del Rottweiler, el DRK y el IRK hicieron lo razonable y se unieron para formar el Allgemeiner Deutscher Rottweiler Klub (ADRK) en 1921, que absorbió al Club del Sur de Alemania al cabo de tres años.
Mientras que tener un solo club supuso una ventaja en Alemania y, debido a ello, un solo libro de orígenes de inscripción de nacimientos, los Rottweiler ya estaban mostrando diferencias en cuanto al tipo y algunos tenían la cabeza más débil. Una mayor uniformidad en cuanto a la morfología y una constitución más robusta fueron el objetivo primordial del nuevo club, y la raza pronto adquirió un aspecto más consistente, y con mejor temperamento y habilidades para el trabajo. El club no sacrificó el tipo y tuvo siempre presente a los perros de pastoreo originales y sus rasgos. Debería hacerse notar que el ADRK tomó una decisión consciente acerca del color deseable para el Rottweiler. La coloración negra y fuego era la predominante, pero había también otros colores, que incluían el marrón y el beige, además de algunas manchas blancas. La selección del color negro y fuego por parte del ADRK significaba que sólo los perros con el color de capa adecuado conseguirían la aprobación para criar.
Ya que el pastoreo de vacas había dejado de existir para la raza, se requería una nueva actividad. Esto dio lugar a los orígenes del Schutzhund (prueba de trabajo para perros de guarda) en 1930. Esta prueba de trabajo ponía de manifiesto las habilidades protectoras del perro, su inteligencia y su adiestramiento. Fue la prueba de fuego para los animales de cría en Alemania y un requisito para que los Rottweiler fueran respetados como campeones. Además del adiestramiento para atacar, la prueba de Schutzhund incluye también el rastreo, la obediencia básica y la presteza y voluntad del perro a obedecer órdenes.
El estándar del ADRK para el Rottweiler fue adoptado por primera vez en Alemania durante los primeros años del siglo XX y ha permanecido virtualmente inalterado a lo largo del tiempo, lo que habla muy bien de la uniformidad de la morfología y temperamento.
El primer Rottweiler que llegó al Reino Unido lo hizo en 1936, importado por Thelma Gray una entusiasta de la raza. A la primera perra se la llamó Diana v.d. Amalienburg, SchH I, que ella vendió a Mrs. Simmons, que tenía el afijo Crowsteps. El segundo Rottweiler, también una hembra, fue Enne v. Pfalzgau, una buena perra campeona alemana de tres años, criada por Herr Weinmann. Se decía que tenía una cabeza débil y que transmitió este rasgo a su progenie. Fue vendida a Mrs. Patton y su primera camada murió debido al moquillo, a excepción de un cachorro, Anna from Rozavel, que se convirtió en una perra de trabajo bien adiestrada. Se cree que Anna fue el único Rottweiler que quedó en Inglaterra al final de la segunda guerra mundial.
Mrs. Gray había importado otros tres perros antes de la guerra (Asta von Norden, Arnold v.d. Eichener y Vefa von Kohlerwald), algunos de los cuales lo hicieron bastante bien en las exposiciones, pero fueron enviados a Irlanda durante el conflicto y ya no se les volvió a ver. Miss Homan importó a Benno von Kohlerwald, que no pasó muy bien la cuarentena y mostró después un temperamento inestable. Fue enviado a las Fuerzas Aéreas.
El comienzo real de la raza en Inglaterra está marcado por el fin de la guerra, ya que los diez años anteriores no dieron de sí ni siquiera una pareja reproductora. Anna era la única perra que quedaba en el Reino Unido, y hacia 1945 ya tenía nueve años y era difícil que pudiera criar. Se «retiró» como mascota bastante felizmente.
Mientras servía en Alemania como oficial veterinario, el capitán Roy-Smith admiró al Rottweiler, al que pudo ver muchas veces durante su vida como militar. Este joven veterinario fue el primero que importó un ejemplar al Reino Unido. Aunque hay informes acerca de la existencia de Rottweiler en el Reino Unido hacia 1913, ningún perro se había inscrito en el libro de orígenes del Kennel Club cuando Roy-Smith preguntó por ello. Los Rottweiler de Roy-Smith, además de los perros fundadores importados por Mrs. Joanna Chadwick constituyeron una importante base para la raza en Gran Bretaña. Estos primeros ejemplares llegaron a Inglaterra casi todos desde Alemania, y más tarde de Holanda y de Suecia, donde la raza se había consolidado. Entre los criadores británicos que importaron Rottweiler en los años 50 y los 60 tenemos a Rintelma, Mallion, Blackforest, Gamegards y Taucas.
El Rottweiler Club del Reino Unido fue fundado en 1960 por Mrs. M. Wait, con una inscripción, en su origen, de 25 entusiastas del Rottweiler, con Mrs. Gray como primera presidenta, de acuerdo con sus esfuerzos iniciales con esta raza. El segundo club, la British Rottweiler Association, fue fundado poco después, y los dos clubs colaboran amigablemente entre ellos.
A finales de los 60, el Rottweiler fue habilitado para los Certificados de Desafío (Challenge Certificates) de las exposiciones de belleza de campeonato del Kennel Club. El primer campeón surgió en 1966, y era una perra llamada Chesara Dark Destiny, propiedad de Pat Lanz.
Durante los años 30 se registraron los primeros Rottweiler en el libro de orígenes del American Kennel Club, iniciándose con una perra criada en Alemania llamada Stina v. Felsenmeer, propiedad de August Knecht. La primera camada criada en los EE.UU. fue conseguida por Otto Denny en septiembre de 1930. Su reconocimiento como perros de pura raza por el AKC se consiguió en 1931, cuando había muy pocos Rottweiler en el país y todavía no se había adoptado un estándar de la raza. Knecht y Denny aparearon a sus perros y produjeron la primera camada registrada en el AKC. Otras camadas también se registraron en el AKC durante las dos décadas siguientes, principalmente por parte de inmigrantes alemanes que habían sido criadores de Rottweiler en su patria.
El primer campeón del AKC que ganó dicho título en 1948, Zero, fue criado y era propiedad de Noel P. Jones. Su hermana de camada Zola se convirtió en la segunda campeona y era propiedad de Erna Pinkerton. Más tarde, Jones presentó a Ch. Kurt que fue el primer vencedor de Grupo. La raza resultó más conocida como ganadora de títulos de obediencia que como campeona en las exposiciones de belleza. El primer Rottweiler que ganó un título de obediencia fue Ch. Zada’s Zenda, CD. Gero v. Rabenhorst, un ejemplar de importación, obtuvo el CD, el CDX y el UD, que son los tres primeros títulos progresivos de las pruebas de obediencia americanas. Este logro en 1941 marcó la primera obtención, por parte de un Rottweiler, del título UD.
Laura Coonley tiene el mérito de ser la primera persona que crió a un Rottweiler americano Best in Show. El perro ganador era Ch. Kato v. Donnaj, CDX, TD, propiedad de Jan Marshall. Kato no disfrutó de la distinción de ser el único Rottweiler «BIS», ya que su propio hermano Ch. Rodsen’s Duke Du Trier consiguió la victoria al día siguiente. Era mayo de 1971. Duke repitió su victoria en Canadá, siendo el primer Rottweiler que ganó el BIS en ese país.
Mientras que el Rottweiler ha tenido cinco clubs de la raza en los EE.UU., el American Rottweiler Club, fundado en 1971, es el club padre. Entre los otros tenemos el Colonial Rottweiler Club, el Medallion Rottweiler Club y el Golden State Rottweiler Club. Cada uno es una entidad independiente, aunque todos están ahí para mejorar la raza y proteger el estándar racial en los EE.UU.
Pocas razas han brillado tanto en los EE.UU. como el Rottweiler. Los 90 han sido de color negro y fuego, y el Rottweiler ha reinado como una de las razas más populares del país. Aunque sólo superada por una raza tan popular como el Labrador Retriever, el Rottweiler inició los 90 con un censo de centenares de miles de ejemplares. Lo más destacable de este logro es que el Rottweiler es un perro mediano-grande, pero con mucha fuerza y determinación. Tal y como veremos, no es un perro apto para todo el mundo, aunque muchos americanos parecen identificarse con su distinguida estatura y orgullosa fuerza, que refleja con acierto su noble ascendencia germana.
Si deseas saber más sobre el Rottweiler te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Rottweiler Serie Excellence:
El Rottweiler es un perro de tamaño mediano a grande, robusto, ni tosco, ni ligero, ni frágil, ni con extremidades demasiado altas. Su figura fuerte, compacta y bien proporcionada permite concluir que es un perro muy poderoso, ágil y resistente.
La longitud del tronco, medida desde la articulación escápulo-humeral hasta la punta de la nalga, sólo debería sobrepasar la altura de la cruz de 15% como máximo.
Con tendencia amigable y pacífica, bondadoso con los niños, es un perro muy afectuoso, obediente, dócil y con buena disposición para trabajar. Su apariencia delata robustez original. Seguro de sí mismo, nada nervioso ni asustadizo. Reacciona a su entorno con gran atención.
Fuerte, moderadamente largo, bien musculado, ligeramente arqueado en el márgen superior; escueto, sin papada ni piel suelta.
En forma natural, horizontal en prolongación de la línea superior; en reposo puede también colgar.
El Rottweiler es un trotador, permaneciendo su espalda firme y con poco movimiento. El desarrollo del movimiento es armonioso, seguro, con fuerza y libre, con pasos amplios.
Piel de la cabeza bien apretada en toda el área; forma pequeñas arrugas en la frente cuando el perro está en atención.
Compuesto de capa externa y lanilla interna. El pelo de la capa externo es medio largo, duro, espeso y bien apretado; la lanilla interna no debe sobresalir del pelo externo. En los miembros posteriores, el pelo es un poco más largo.
Negro, con marcas fuego bien delimitadas de un vivo color pardo-rojizo en las mejillas, hocico, garganta, pecho y miembros, así como arriba de los ojos y bajo la cola.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar.
Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...