El subpelo del Samoyedo tiene la particularidad de que se puede hilar y tejer.
El Samoyedo era utilizado en la vida cotidiana de las tribus samoyedas procedentes del norte de Rusia y Siberia. Estos pueblos chamánicos, que vivían de la crianza del reno, empleaban a los Samoyedos en la caza, en la guardia de rebaños, en el tiro de trineos y en el interior del hogar como perro de compañía. Los occidentales se empezaron a interesar por estos perros hacia 1870 con las primeras expediciones polares. El estándar de la raza se aprobó en Inglaterra en 1909.
El Samoyedo es afectuoso, sensible, inteligente y astuto. Le encanta seguir a su dueño a todas partes y su carácter alegre y juguetón hace que sea un excelente compañero de juego para los niños. Con los demás perros es bastante dominante y no le cuesta nada inmiscuirse en peleas.
Este peluche de capa blanca es fuerte, robusto y resistente. Sus ojos, en forma de almendra, tienen una expresión viva e inteligente. Las orejas son pequeñas, triangulares, erectas y las lleva bien separadas entre sí. Cuando el perro está atento tiene la cola curvada hacia delante sobre la espalda, en reposo la tiene caída hasta la altura del corvejón. Su pelo es tupido, pesado, denso, flexible y acostumbra a ser de color blanco.
De pequeño se ha de enseñar al Samoyedo que su dueño es el que manda pero nunca haciendo uso de la fuerza. Si hay gatos cerca, también hay que adiestrarle de forma que entienda que los felinos son compañeros o de lo contrario, les dará caza sin ninguna contemplación.
Hay que cepillar el pelaje del Samoyedo muy a menudo durante las mudas de pelo.
El Samoyedo necesita hacer ejercicio diario para mantenerse en forma, siempre y cuando esté bien protegido del sol y del calor.
El Samoyedo bien cuidado goza de buena salud pero no hay que olvidar que puede padecer displasia de cadera, sordera, enanismo, atrofia progresiva de retina y otros problemas oculares.
Antes de salir corriendo a comprarse un Samoyedo (de hecho, antes de pensar en la compra de cualquier perro), hay que sentarse y pensárselo detenidamente. En el caso del Samoyedo, esas pequeñas bolitas de pelo acurrucadas unas al lado de las otras y dormidas unas encima de las otras resultan prácticamente irresistibles, se lo puedo asegurar. ¿Por qué, si no, se les ve con tanta frecuencia en las tarjetas de felicitación o en los calendarios de todos los lugares del mundo?
La carita angelical del cachorro de Samoyedo es una de las características importantes que potencian que las personas con buena voluntad, aunque equivocadas, salgan corriendo a comprarse uno para ellos o para regalarlo por sorpresa a una persona querida. Con esto no queremos decir que la tibia bola de pelo que traiga a casa no sea igual que los perros que aparecen en esas encantadoras tarjetas de felicitación que se reciben de vez en cuando. La clave es la expresión «de vez en cuando». Los cachorros de carne y hueso pasan el día investigando, escarbando, mordiendo, comiendo, haciendo sus necesidades, lloriqueando para que les saquen fuera de casa para, a continuación, pedir que les vuelvan a dejar entrar.
Los cachorros no nacen ya educados (por lo menos los que yo he conocido). Todo lo que usted crea que debe saber un cachorro bien educado tendrá que enseñárselo (ya sea usted o un profesional). Los Samoyedos aprenden rápidamente, pero no más rápida ni más lentamente que la mayoría de razas. Todo lleva tiempo y la pregunta que debe hacerse es si dispone o no del tiempo para llevar a cabo esta educación.
Sobre todo, es importante estar completamente seguro de que la persona que acabará siendo la responsable de los cuidados diarios del perro lo quiere realmente. No debe consistir en un «sí» con reticencias para contentar al resto de la familia, sino que debe tratarse de un sincero deseo de tener uno de estos perros, cuidar de él y disfrutar con esta incorporación en la familia. Si esa persona es usted, ya tendrá la respuesta.
Los buenos propietarios de perros no tienden a quedarse quietos sin cuidar del animal. Llevan el perro al veterinario, salen corriendo a comprarle comida y a sacarlo a pasear. El cuidado de una mascota puede ser una forma excelente de enseñar a los niños a ser responsables, pero debería comprenderse que debido a su entusiasmo por tener un cachorro, los niños prometerán cualquier cosa. Lo que debe tenerse en cuenta es lo que pasará cuando la novedad que supone tener un perro se haya desvanecido. ¿Se adapta el ritmo de vida y la rutina del hogar a las exigencias que supone el cuidado adecuado de un perro? No olvide que siempre debe haber alguien dispuesto a satisfacer sus necesidades básicas: alimentación, ejercicio, cuidados del pelaje, salir de casa cuando sea necesario, etc. Si usted o su familia se ausentan desde la mañana hasta la noche o durante largas temporadas, hay que seguir cuidando al perro. ¿Habrá alguien en casa para hacerlo? ¿Está usted dispuesto a pagar el coste del alojamiento frecuente de su perro en una residencia canina mientras está usted fuera?
También debe pararse a pensar en la idoneidad de la raza para su hogar, tanto si hay una docena de niños y adultos como si sólo está usted. Los niños muy pequeños pueden ser bastante salvajes y hacer daño involuntariamente a un cachorro. También conlleva mucha conversación convencer a un niño muy joven de que la cola del Samoyedo no es un «asa». Por otro lado, un Samoyedo joven y travieso puede, a veces, agobiar e incluso hacer daño a un niño en un momento de excitación. Compartir un piso muy pequeño con razas muy activas que medran divirtiéndose fuera de casa puede resultar muy difícil tanto para el perro como para el propietario.
Además, tenemos el pelaje. Es realmente genial ser el propietario de un perro con un pelaje tan elegante, pero todo ese pelo necesita tiempo y cuidados. En el caso del Samoyedo, un cepillado rápido cuando le apetezca a usted no será suficiente. El cepillado de un Samoyedo adulto necesita tiempo y dedicación. Tanto los perros de pelaje largo como los de capa corta mudan dentro de casa. Naturalmente, el pelo blanco y largo del Samoyedo es más fácil de ver y quedará en cualquier resquicio y rincón de la casa. De todas formas, y en el lado positivo, su largo pelaje resulta más fácil de recoger que los pelos cerdosos de las razas de pelaje corto, y el color blanco hace que sea fácil verlo. En muchos hogares se muestran contentos por tener que batallar con el pelo del Samoyedo a cambio del hecho de que este pelo no provoca reacciones alérgicas.
Tan importante como la propaganda acerca de la inteligencia y el adiestramiento de una raza, recuerde que al perro se le deben enseñar las normas de casa, órdenes que deberá cumplir. Algunos perros las aprenden más rápidamente que otros y los cachorros muestran la misma inclinación a olvidar o a no tener en cuenta las lecciones, al igual que un niño.
Al igual que el comprador debería disponer de una lista que le condujera hacia un criador responsable, los buenos criadores deben exigir una serie de requisitos que el comprador debe satisfacer. Éstos son sólo algunos de los aspectos obligatorios con los que el comprador tendrá que lidiar:
1. El comprador debe disponer de un jardín vallado.
2. El Samoyedo no debe vivir, exclusivamente, fuera de casa.
3. Los niños deben tener más de cuatro años.
4. Toda la familia debe querer tener un Samoyedo. Se debe entrevistar tanto al marido como a la esposa para determinar cuánto desean tener un Samoyedo.
5. El comprador debe, desde el punto de vista económico, poder cuidar del perro en casa y proporcionarle servicios veterinarios adecuados.
Por muy fuerte que sea la constitución del Samoyedo, y por muy grande que pueda ser su tolerancia a las incomodidades, es totalmente incapaz de soportar que le peguen en un acceso de ira. Esto destroza al Samoyedo, y si se ve sujeto a este trato de forma continua puede que incluso el cachorro más amistoso se convierta en un adulto neurótico e impredecible.
Con esto no se quiere decir que el propietario de un Samoyedo necesite o deba comportarse de forma pasiva en cuanto a la cría y al adiestramiento de su perro. Por el contrario, un Samoyedo joven debe comenzar a comprender las normas de la casa desde el primer momento en que llegue a su hogar. Esta adecuación se conseguirá con paciencia y con un trato firme aunque amable. Incluso el cachorro más joven comprende la diferencia entre una corrección y los malos tratos.
Alguien que necesite un perro que viva bien fuera de casa y que requiera relaciones mínimas con su propietario debería buscarse otra raza. El Samoyedo debe vivir con un constante compañerismo humano, no sólo con su amo, sino con todo tipo de gente y con otros perros. Esto es esencial para el bienestar del Samoyedo.
Naturalmente, el propietario debe estar preparado para el cuidado del pelaje de esta raza. Cuanto más denso sea el pelaje y mayor sea el perro, deberemos dedicarle más tiempo y esfuerzos, en particular cuando el Samoyedo comienza a perder pelaje. Aunque los nudos y las bolas de pelo no suponen un problema en el Samoyedo adulto con un pelaje bien cuidado, las mudas se producen dos veces al año. El propietario responsable debería reservarse, más o menos, una hora semanal para el cuidado general del pelaje y de la salud de su perro.
El Samoyedo es muy afable con las personas, es inteligente, digno y se suele llevar muy bien con los niños correctamente educados. Esta raza es activa, robusta y tiene muy pocos problemas de salud. El Samoyedo bien cuidado no tiene el típico olor perruno y vivirá muchos años. Se adapta bien a la mayoría de entornos tanto si vive en el campo como en un piso (si se le proporciona suficiente ejercicio). Mientras pueda estar con su familia, estará contento dando un paseo por el parque o yendo de excursión por la montaña.
Aunque necesita que le acicalen y cepillen con regularidad, especialmente durante las épocas de muda, la mayoría de los propietarios de un Samoyedo consideran que el hecho de que no tenga un olor perruno desagradable es una buena contrapartida. Es más fácil cuidar de un Samoyedo que lo que se pudiera pensar debido a su doble capa resistente a la intemperie y a la suciedad.
El Samoyedo puede ser un buen perro guardián, ya que es un ladrador activo cuando está excitado, se ve alertado o está contento. Al igual que el resto de razas árticas, tiene una mentalidad independiente. Esta raza es extremadamente limpia y un excelente perro casero. Su educación básica suele llevar bastante menos tiempo que con muchas otras razas.
Los cachorros de Samoyedo pueden ser extremadamente traviesos y muy mordedores y, al igual que todos los cachorros que están creciendo, pueden ser muy destructivos.
Una característica especial del Samoyedo es su capacidad de ser adiestrado para que trabaje sin perder su buen carácter. Rara vez veremos a un Samoyedo malhumorado debido a las exigencias de un propietario. Incluso los primeros estándares pedían que fuera «alerta, muy activo y con la voluntad de ayudar...». Los Samoyedos son de gran ayuda en muchos trabajos que van desde ser un perro de trineo a perro pastor, perro de guarda y de obediencia y como perro de terapia. Su papel más preciado es, de todas formas, como compañero del hombre.
En la naturaleza, cualquier perro afectado por una enfermedad transmitida por vía genética que dificultara su supervivencia sería automáticamente eliminado. La incapacidad de mamar, de capturar el alimento y de escapar de un depredador son, obviamente, factores que acortarían de forma rápida la vida de un animal. Nosotros, que controlamos la cría de nuestros perros domésticos, nos esforzamos por salvar a todos los cachorros de la camada, pero al conservar su vida también perpetuamos problemas de salud. Nuestros instintos humanitarios tienen a veces sus desventajas.
En general, un Samoyedo bien criado es un perro sano que suele vivir hasta los 14 o los 15 años. De todas formas, por muy cuidadosos que puedan ser los criadores veteranos con los animales que escojan para sus programas de cría, siguen dándose problemas hereditarios. Al igual que sucede con todas las razas de perros domésticos, el Samoyedo tiene este tipo de problemas.
Los siguientes son algunos de los problemas que se dan en esta raza. Esto no significa que el cachorro que compre o que la línea de la que proceda estén, necesariamente, afectados por alguno de los problemas genéticos descritos, pero se debería hablar de ellos con el criador de manos del cual adquiera usted su perro. El criador reputado de Samoyedo está al corriente de los problemas que mencionaremos a continuación y se mostrará más que dispuesto a hablar de ellos con usted.
Todas las razas caninas padecen problemas genéticos que merecen nuestra atención. Incluso aunque el macho y la hembra no manifiesten problemas, esto no quiere decir que sus pedigrees estén libres de cierta enfermedad o problema que pueda transmitir a su descendencia y dejarla incapacitada. Una vez más, fíese de las recomendaciones de las sociedades caninas cuando esté buscando un criador.
Al igual que muchas otras razas, el Samoyedo se ve afectado por la displasia de cadera (DC), que consiste en una deformidad de su articulación con el fémur. Así pues, los criadores responsables trabajan con animales que han sido sometidos a pruebas para descartar este problema y están atentos para saber dónde hay y dónde no hay DC. El Samoyedo puede mostrar también susceptibilidad a padecer atrofia progresiva de retina (APR), problema común en muchos perros de pura raza, al igual que otros problemas oculares que han sido eliminados de la reserva genética gracias a los criadores responsables. Otros problemas incluyen el enanismo, el albinismo, la miastenia graves (una enfermedad que afecta al sistema muscular), la estenosis pulmonar (un problema que afecta a las válvulas de la arteria pulmonar) y la sordera.
La susceptibilidad a las alergias es un rasgo heredable. Un Samoyedo que esté sufriendo constantemente erupciones e irritaciones cutáneas o uno que proceda de una línea que muestre susceptibilidad a padecer este tipo de problemas no supondrá, desde luego, una buena elección como compañero y tampoco debería ser utilizado como animal reproductor.
Una vez más, es importante que tanto el comprador como el vendedor hagan preguntas. Se debería sospechar de una persona que quiera venderle un Samoyedo sin hacerle preguntas.
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El enorme trabajo de investigación de Richard y Alice Feinnes acerca de los antepasados de los perros de pura raza es considerado por muchos historiadores caninos como uno de los más extensos y precisos de los que se dispone. Juntos, este equipo formado por marido y mujer, escribió The Natural History of Dogs, que clasifica a todos los perros como descendientes de uno de los cuatro grupos principales o de una combinación: el grupo de los lebreles, el de los molosos, el de los dingos y el grupo nórdico o ártico. Estas cuatro categorías se remontan directamente a ramas distintas de la familia de los lobos.
El grupo de especial interés para los aficionados al Samoyedo es el nórdico o ártico, que desciende directamente del robusto lobo norteño (Canis lupus). En este grupo se encuentran el Alaskan Malamute, el Chow Chow, el Pastor Alemán, el pequeño Welsh Corgi Pembroke y los perros tipo Spitz, además del Samoyedo.
El grupo nórdico, al igual que sus antepasados, conservó las características que les protegían del duro entorno de los países del norte de Europa. El pelaje resistente a la intemperie era ideal para protegerles de la nieve y del frío. Tenían una capa externa larga y áspera que repelía el agua y la nieve y una subcapa densa que les aislaba de las gélidas temperaturas. Este pelaje era especialmente abundante en torno al cuello y el tórax, ofreciendo así una doble protección a los órganos vitales. La cola, con abundante pelo, podía cubrir y proteger la trufa y la boca si el animal se veía forzado a dormir en la nieve. Las orejas pequeñas y tiesas no eran tan susceptibles a la congelación como las orejas largas y péndulas de otras razas. El hocico era lo suficientemente largo como para calentar el aire frío antes de que éste llegara a los pulmones. La longitud de las extremidades era suficiente para mantener el tórax y el abdomen apartados de la nieve. La cola era portada horizontal o por encima del dorso y no iba arrastrándose por la nieve. Se han encontrado restos óseos de estos antiguos descendientes del lobo en el norte y centro de Europa, en el norte de Asia y en las regiones árticas de Norteamérica. Este grupo es el antecesor de lo que conocemos también con el nombre de razas árticas.
El grupo ártico puede dividirse en cuatro categorías: los perros de caza (ejemplos: el Elkhound Noruego, el Chow Chow y el Perro de Osos de Carelia), los perros de tiro (Alaskan Malamute, Siberian Husky), los perros pastores (Samoyedo, Lapphunds sueco y finlandés) y los perros de compañía (que incluiría a la mayoría de los perros de tipo Spitz: Spitz Alemán, Shiba Inu y Volpino).
Puede que hubiera cruces entre los cuatro grupos principales. Por supuesto, las habilidades características de uno de los grupos también pudieron estar presentes en los otros. De hecho, algunos historiadores creen que muchas de las razas norteñas o árticas que conservan unas ciertas aptitudes para la caza deben estas habilidades a su herencia asiática proveniente del Dingo, que se encuentra ausente en otras razas cuyos antepasados no se vieron expuestos a estos cruces. También se cree que el cruce con los Dingos proporcionó a algunas de las razas norteñas un temperamento y un comportamiento más refinado. El Samoyedo se encuentra, claramente, en el grupo de razas norteñas.
El Samoyedo fue desarrollado, durante el reinado de los zares rusos, por parte de las antiguas tribus samoyedas que habitaron las tundras que se extienden desde la zona centro-norte de Siberia hasta el norte de Europa. Este pueblo tiene el mérito de haber dado lugar a unos perros que no sólo eran superiores tirando de los trineos, sino que eran ayudantes completos para el hombre.
La constitución increíblemente robusta de este grupo de perros fue heredada de su antepasado, el lobo norteño. La robustez hizo que estos perros fueran tan apreciados como las razas que eran utilizadas como animales de tiro, aunque los perros de las tribus de los samoyedos tenían también otra clara ventaja. A través de la selección, obtuvieron esta raza canina, plurivalente, que les servía como perro pastor, cazador, guardián y compañero. Como perro guardián y de compañía, se permitía al afable Samoyedo vivir en el interior del hogar de sus propietarios. Esta raza vivía de forma muy íntima con su gente y por ello se cree que el Samoyedo actual se lleva tan bien con las personas y vive feliz tanto dentro como fuera de casa.
La inaccesibilidad de las regiones que ocuparon las tribus samoyedas dieron lugar a que sus perros fueran considerados como una de las razas más antiguas y puras conocidas por el hombre. La expresión «más pura» hace referencia a la creencia de que una vez la raza se asentó, no fue cruzada con otras ni se llevaron a cabo cruces retrógrados con sus antepasados los lobos.
Debido a sus orígenes septentrionales y las muchas características que definen esta herencia, los Samoyedos son erróneamente clasificados como si se trataran, sencillamente, de otra raza de perros de trineo, cuando más bien se trata de todo lo contrario. La histórica versatilidad de esta raza no sólo está documentada por los historiadores y los aficionados a los perros de trineo, sino que se ve confirmada por importantes autoridades dentro del mundo de esta raza como Mrs. Ivy Kilburn Morris (antes Ivy Kilburn-Scott). La difunta Mrs. Kilburn Morris era hija de Ernest Kilburn-Scott, que fue el primer importador de Samoyedos a Inglaterra y el autor del primer estándar para esta raza.
Mrs. Morris vivió sus últimos años en Durban (Suráfrica) y fue allí donde, en 1984, tuve el privilegio de conocerla. Habló larga y elocuentemente de la historia y las cualidades de los perros que su padre llevó a Inglaterra.
«Algunos eran prácticamente marrones cuando llegaron», decía, «en parte porque eran de un color marrón pálido-crema y en parte porque nunca habían visto un baño con jabón. Los perros eran muy útiles en Arjánguelsk (Rusia), donde mi padre consiguió su primer ejemplar, pero quiero hacer constar, con énfasis, que el Samoyedo no es únicamente un perro de uno. Cualquier raza podría tirar de un trineo». Continuó diciendo que no era correcto hablar de esta raza como si «sólo hiciera una cosa», aunque, si fuera necesario decirlo, «deberían ser clasificados como perros pastores».
La raza fue reconocida por primera vez en Occidente cuando Fridtjof Nansen, explorador noruego, confió en grupos de Samoyedos durante su expedición de 1894 al Polo Norte. Los estupendos informes y recomendaciones de Nansen hicieron que otros exploradores tuvieran en cuenta a estos perros. Los exploradores del Ártico, imitando a Nansen, utilizaron Samoyedos con distintos grados de éxito. De todas formas, cuando los perros no conseguían los objetivos fijados, el fracaso solía ser debido más a los errores humanos que a la incapacidad de los animales.
El primer Samoyedo exportado a Inglaterra como perro fundador de un programa de cría fue Sabarka (que significa «el gordo»), un macho de color marrón con el pecho y los pies blancos. Sabarka fue adquirido en 1889 en Arjánguelsk (Rusia) por Ernest Kilburn- Scott como regalo para su mujer. El color de esta raza variaba de una tribu a otra, pero fueron los hermosos perros de color blanco vistos en sus expediciones los que cautivaron a Kilburn- Scott. Poco después, su familia importó a Withey Petchora una hembra de color crema. Estos dos ejemplares importados fueron cruzados y su descendencia tuvo como propietarios a otros aficionados que dieron su apoyo a estos hermosos perros árticos.
Uno de los cachorros de Sabarka y Petchora era una hembra llamada Neva, propiedad de Lady Sitwell, que había quedado encantada con esta raza. Lady Sitwell importó a un macho completamente blanco de Rusia y le llamó Musti. Musti fue cruzado con la madre de Neva, Petchora, y este cruce dio lugar a una camada de cachorros completamente blancos entre los que se encontraba un hermoso perro al que se llamó Nansen. Nansen se convirtió en un apreciado ganador en las exposiciones de belleza y muchas de sus camadas consiguieron grandes éxitos en los certámenes de belleza y como animales reproductores.
Uno de los Samoyedos más influyentes de los Kilburn-Scott no fue hallado ni en Siberia ni en el círculo polar ártico, sino en el zoo de Sydney (Australia). Se trataba del perro llamado Antarctic Buck. Descendía de los perros de expediciones al Ártico muy anteriores llevadas a cabo por los exploradores Carsten E. Borchgrevink y Sir Ernest Shackleton.
El cariño de Lady Sitwell hacia esta raza hizo que otros se fijaran en estos perros blancos y durante las siguientes décadas el número de importaciones y de perros criados en casa aumentó. No hay duda de que el regalo de un ejemplar importado llamado Jacko a la reina Alejandra ayudó a reavivar el interés entre la alta sociedad. Kilburn-Scott le dio a la raza el nombre de Samoyedo en 1892.
La raza fue expuesta por primera vez en el certamen canino de belleza de Leeds celebrado en 1893, bajo la categoría de Perros Extranjeros, con el nombre de «Perros de Trineo de Samozia». No fue hasta 1901 cuando el Kennel Club de Inglaterra concedió a la raza todos los privilegios que conllevaba su inscripción en el libro de orígenes genealógicos. Su reconocimiento total llegó en 1909. Ese mismo año, se aprobó de forma oficial el nombre que los Kilburn-Scott habían dado a estos perros: Samoyedo. Se aprobó también el estándar oficial de esta raza, que había sido redactado por esta misma familia.
En 1912, Miss J. V. Thomson-Glover adquirió su primer Samoyedo de manos de los Kilburn-Scott. El perro recibió el nombre de Snow Cloud. Miss Thomson-Glover se convirtió en una gran defensora de todo lo que resultaba importante para el tipo y el carácter de la raza. Se dice que la típica expresión sonriente del Samoyedo era una característica que admiraba particularmente y que se trata de un rasgo que forma parte importante de la esencia de esta raza gracias a sus esfuerzos.
El Samoyede Club fue fundado ese mismo año, pero sólo estaba abierto a propietarios varones. Bajo el liderazgo de Miss Thomson-Glover, las mujeres fundaron su propia sociedad tres años más tarde y estos dos clubes operaron por separado hasta 1920, cuando se unieron para formar la Samoyed Association of Great Britain. El comandante Frederick Jackson fue el presidente de esta sociedad canina hasta su muerte, en 1938.
En 1902, Mercy d’Argenteau, princesa de Montyglyon, condesa belga y princesa hereditaria del Sacro Imperio Romano, viajó hasta San Petersburgo. Mientras estuvo allí, la princesa, ardiente aficionada canina, asistió a una exposición canina de belleza donde pudo ver a un gran Samoyedo blanco, campeón ruso, llamado Moustan, y quedó prendada de él. Este ejemplar había sido inscrito en el certamen por su propietario, el gran duque Miguel, hermano del zar Nicolás II. Siguiendo la tradición de la monarquía rusa, el duque Miguel regaló el perro a la princesa. Esto encendió su interés por esta raza de tal forma que en 1904, cuando emigró a los Estados unidos, iba acompañada no sólo por Moustan sino también por otros tres Samoyedos. Moustan fue presentado en muchos certámenes de belleza y en 1906 se convirtió en el primer ejemplar de su raza en ser inscrito en el libro de orígenes genealógicos del American Kennel Club.
Sin duda, la Primera Guerra Mundial tuvo un gran impacto negativo sobre el Samoyedo a ambos lados del Atlántico. De todas formas, cuando volvió la paz hubo un claro resurgir en cuanto al interés por esta raza tanto en Inglaterra como en los EE.UU. Se continuaron exportando perros de calidad a los EE.UU. y la raza atrajo a más y más aficionados importantes en el Reino Unido.
Hay un animal importado que es tenido, en concreto, como la piedra angular en el desarrollo de esa raza en los EE.UU. Mr. y Mrs. Alfred H. Seely, de Nueva York, adquirieron e importaron a Barin, hijo de Eng. Ch. Kieff y de la hembra Ivanofva. El perro fue rebautizado como Donerna’s Barin, y el hecho de que fuera descendiente directo de los animales más famosos de las expediciones a Siberia y al Ártico le hizo muy popular como semental en los EE.UU. (Barin tuvo unos 120 hijos e hijas inscritos en el libro de orígenes genealógicos del American Kennel Club).
Mr. Seeley explicaba una interesante historia acerca del uso de los Samoyedos durante una expedición polar que partió de Inglaterra a principios del siglo XX. Decía que algunos miembros de la expedición fueron partidarios (craso error) de cortar las colas a los perros, ya que creían que éstas «frenaban de alguna manera la velocidad de los perros». Desprovistos de la posibilidad de utilizar sus colas para cubrir sus hocicos mientras dormían al raso, todos los perros murieron al poco tiempo debido a una neumonía. Así pues, se vio que las colas actuaban como filtros para calentar el gélido aire antes de que llegara a los pulmones.
En 1923, se fundó el Samoyed Club of America en la ciudad de Nueva York. Se adoptó íntegramente el estándar inglés para esta raza, aunque, de acuerdo con la obra de Robert H. y Dolly Ward, The Complete Samoyed, se añadió la frase «el color negro o las manchas de este color serán motivo de descalificación». Esta organización celebró en Nueva York su primera exposición de belleza como club fundador en 1929 junto con el certamen de belleza canina del Tuxedo Kennel Club. Se inscribieron 40 perros.
A medida que pasaron los años, y durante las décadas 30 y 40, esta raza creció en fuerza y en número de ejemplares tanto en Inglaterra como en los EE.UU., consiguiendo grandes hitos mediante los premios y las victorias en el grupo de trabajo en ambos países. Tras la Segunda Guerra Mundial, el entusiasmo creció y en 1949 la raza obtuvo su pleno reconocimiento en los EE.UU. tras la obtención de su primer premio al Mejor de la Exposición en el certamen de belleza canina del Toledo Kennel Club.
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Es un Spitz Ártico de tamaño mediano y de aspecto elegante. Da la impresión de fortaleza, resistencia, flexibilidad, gracia, dignidad y confianza en sí mismo.
Su expresión, comúnmente llamada «sonrisa de Samoyedo» resulta de la combinación de la forma y posición de los ojos con los ángulos de la boca ligeramente curvados hacia arriba. Sus características sexuales deben estar bien definidas.
La longitud del cuerpo es aproximadamente 5% mayor que la altura de la cruz. La profundidad del cuerpo es ligeramente menor que la mitad de la altura a la cruz. El hocico es casi tan largo como el cráneo.
Es amistoso, franco, alerta y vivaz. Su instinto por cazar es muy leve. Nunca es tímido ni agresivo. Es muy sociable y no puede ser utilizado como perro de guardia.
Poderosa y con forma de cuña.
Fuerte y de longitud mediana, con porte altanero.
Ligeramente más largo que la altura de la cruz, profundo y compacto, pero flexible.
De inserción relativamente alta. Cuando el perro está alerta y en movimiento, la cola es llevada doblada desde su raíz hacia adelante sobre la espalda o a un lado; cuando está en reposo la lleva colgando y alcanza hasta la articulación tibio-tarsiana.
Debe dar la impresión de ser poderoso, libre y infatigable con pasos largos. Buen alcance en los miembros anteriores y buen impulso en los miembros posteriores.
Pelo polar abundante, grueso, denso y flexible. El Samoyedo posee una doble capa de pelo; la capa interna está formada por pelo corto, suave y denso, la capa externa por pelo más largo, recto y áspero. El pelaje debe formar un collar alrededor del cuello y los hombros, rodeando la cabeza, especialmente en los machos. Sobre la cabeza y la parte anterior de los miembros, el pelo es corto y suave; en la parte externa de las orejas el pelo es corto, suave y separado. La parte interna de las orejas debe estar bien cubierta de pelo. En la parte posterior de los muslos, el pelo forma pantalones. Debe haber pelo protector entre los dedos. La cola debe estar profusamente cubierta de pelo. El pelaje de las hembras frecuentemente es más corto y de textura más suave que el del macho. El pelaje correcto siempre debe tener un brillo especial.
Blanco puro, crema o blanco con color bizcocho (el color básico debe ser blanco, con algunas marcas color bizcocho). Nunca debe dar la impresión de ser de color marrón pálido.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de
la desviación al estándar.
Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...