El Shar Pei es un perro que no pasa desapercibido. Prudente, misterioso, con cara de hipopótamo y cubierto de abundantes arrugas, ha pasado de ser “el perro más raro” al más popular.
Los ancestros del Shar Pei se remontan a la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.). Eran unos perros robustos que vagaban por las calles en busca de comida y a diferencia del Shar Pei actual, tenían la piel completamente firme. Muchos siglos después, en Dah Let (China del Sur) se empezó a utilizar, en combates de perros, un ejemplar mediano, de mandíbulas potentes y de piel suelta (para reducir la gravedad de las mordeduras) que más adelante ya se conocería como Shar Pei. Con la llegada del comunismo, la raza estuvo en peligro de extinción hasta que los americanos descubrieron ese nuevo animal, se hicieron con algunos ejemplares y empezaron a abrir criaderos.
El Shar Pei es un perro muy inteligente y, enseñado bien desde pequeño, aprende rápido lo que está bien y lo que está mal. Es tranquilo, respetuoso, limpio, juguetón, fiel y sobre todo muy cariñoso y nada ladrador. Es un perro maravilloso para estar con niños y no suelen tener ningún problema con otros animales domésticos. Como cualquier perro, es muy importante ofrecerle una buena sociabilización desde pequeño, tanto con otras personas como con otros perros.
El Shar Pei es compacto, sólido, cuadrado y de miembros fuertes y musculosos. Su cuerpo está cubierto de pliegues y arrugas. Estas arrugas y pliegues de adulto solo deberían quedar en la cabeza y a la altura de la cruz. El cráneo es plano, ancho y tiene unas orejas pequeñas, bastante gruesas y en forma de triángulo apuntando hacia sus ojos (nunca hacia abajo). La cola es gruesa, redonda en la base y la lleva enroscada por encima de la espalda. Tiene el pelo corto y duro que puede ser de color rojo, negro, chocolate, azul, lila, fawn, etc.
Como cualquier animal doméstico, es necesario educar al Shar Pei desde cachorro. El dueño ha de seguir una rutina alimentaria para no alterar su delicado sistema digestivo. Se recomienda un pienso de gama alta y bajo en proteína animal, ya que no lo tolera bien y, un exceso de proteína animal, podría perjudicar su salud además de provocar alergia.
El Shar Pei detesta el frío pero le encanta tumbarse al sol.
Tiene una grasa corporal que le protege contra muchos bichitos y por eso solo se aconseja bañarlo una vez o dos como máximo al año, porque tarda mucho en volver a recuperar esa grasa tan especial.
Después de un largo paseo, es recomendable limpiarle con mucho cuidado sus ojos y oídos y pasarle una toallita húmeda por su pelaje para limpiarlo de cualquier suciedad.
El Shar Pei ha sido una raza que en poco tiempo ha visto disparada su popularidad y debido a la cría descontrolada de estos perros, ha dado pie a muchas preocupaciones de salud y de comportamiento. Se recomienda siempre adquirir un Shar Pei de un criador con garantía para evitar
futuros disgustos.
Para mantener un Shar Pei sano, lo fundamental es alimentarlo de manera correcta para garantizar un buen crecimiento y una buena salud.
Texto corregido por: Kennel Shar-Peis de Thorne
Es fácil comprender por qué el Shar Pei tiene ahora tantos fieles seguidores. No sólo es una raza de apariencia poco común que una vez vista rara vez se olvida, sino que, además, tiene muchas características agradables.
Sin embargo, debe aclararse que no es una raza apropiada para todo el mundo. Ha tenido mucha publicidad, sobre todo por su original apariencia, pero la publicidad no es siempre buena y los dueños potenciales deberían reflexionar seriamente antes de decidir compartir su vida con un Shar Pei.
El Shar Pei es conocido sobre todo por su piel suelta y expresión hosca, con su cabeza grande y su hocico curioso y bien relleno, ligeramente combado en la base de la trufa. También hay relleno en el labio inferior, pero no debe ser excesivo pues interferiría con la mordida.
Es un perro fuerte, sólido, de construcción cuadrada y el macho es más poderoso que la hembra. De acuerdo con el estándar de la F.C.I., la altura a la cruz debe estar entre los 44 y los 51 cm, aunque pueden encontrarse perros más altos y más bajos, particularmente cuando se contempla la raza como un todo en el nivel mundial. Otra característica importante del Shar Pei es su lengua negro-azulada. Si se investiga más a fondo, se encontrará que los belfos, el paladar y las encías son también negro-azulosos aunque se permiten coloraciones más claras en los perros de color crema y leonado claro.
Una camada de Shar Pei puede tener cachorros de varios colores diferentes. El estándar racial acepta únicamente colores sólidos. Frecuentemente el color se aclara un poco en la cola y en la parte posterior de los muslos, pero un perro con manchas blancas o moteado, es indeseable. Si bien todos los colores sólidos son aceptados, la combinación negro con marcas de color fuego aparece de vez en cuando, pero no es un color reconocido.
La capa es otro rasgo altamente distintivo de la raza y aparta al Shar Pei de todas las otras razas de perros. Se dice que el nombre «Shar Pei» significa «perro con capa de arena», una descripción relacionada con la textura y no con el color de la capa. El pelaje del Shar Pei es corto, duro y áspero al tacto.
En realidad, algunos de los pelajes más cortos que encontramos en la raza, conocidos como «capas de caballo», pueden llegar a irritar la piel humana, así que se debe tener esto presente antes de decidirse por un cachorro de Shar Pei. Claro que no todo el mundo es alérgico al pelaje, pero es bueno tenerlo en cuenta y antes de establecer un compromiso a largo plazo con la raza, se deben evaluar estas reacciones.
El pelaje no tiene subcapa, es recto y sobresale del cuerpo, aunque suele ser más aplastado en las extremidades. El pelaje que sobrepase los 2,5 cm de longitud se considera falta grave.
Aunque el estándar racial no menciona los diferentes tipos de pelaje, en realidad hay una considerable variedad. Una autoridad de Hong Kong ha sugerido incluso que hay diez tipos diferentes de pelaje en la raza y éste ha sido un tema altamente controvertido en los últimos años.
Cuando se examina el estándar del Kennel Club de Hong Kong, encontramos una clara descripción de la razón por la cual el pelaje del Shar Pei tiene que ser áspero y es que debe ser «absolutamente incómodo de agarrar por la boca canina». Algunos pelajes, conocidos como «capas de cepillo» son más largos pero se adecuan al estándar; existen otros llamados «capas de oso». Estos últimos son mucho más largos y suaves y no son característicos de la raza, sino el resultado de atavismos aportados por las otras razas que fueron utilizadas en la reformación de la raza tal y como hoy la conocemos.
La cola del Shar Pei es de implantación extremadamente alta y nunca se debe amputar; incluso el estándar dice que la ausencia de cola o cola corta de nacimiento es una falta eliminatoria. La cola es redondeada en la base y se va estrechando hacia la punta, que es fina; puede ser llevada de diferentes maneras: alta y encorvada, llevada como un tirabuzón apretado o puede estar curvada sobre la espalda o cayendo hacia uno u otro lado de ésta.
Aunque activa y alerta, esta raza es de naturaleza tranquila, independiente y muy afectuosa. El Shar Pei es muy cariñoso con la gente y le encanta vivir como parte integrante de la familia, pero hay que tener siempre presente que esta raza puede no ser tan amistosa con los extraños.
El Shar Pei es una raza muy asiática y, como otras de la región, está preparada generalmente para proteger tanto su hogar como a sus dueños. Alerta al sonido más ligero, el perro de esta raza es muy rápido a la hora de tomar posición entre sus muy amados propietarios y cualquiera que él considere que sea una amenaza. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el Shar Pei se contenta con acosar al adversario en lugar de morderlo.
En general, no es un perro agresivo, pero es importante considerar siempre que es capaz de causar daño, de modo que debe ser adiestrado desde edad muy temprana para que conozca la diferencia entre una conducta correcta y una incorrecta.
El Shar Pei es un buen perro de guarda porque esa conducta es instintiva en la raza. Y aunque hace ya mucho tiempo que pasaron los días en que se le utilizó como perro de pelea, se debe tener siempre presente que los antepasados del actual Shar Pei fueron usados para pelear, así es que cualquier tendencia en este sentido debe ser mantenida bajo estricto control.
Otro aspecto de la naturaleza de la raza del cual uno debe ser consciente, es su instinto para la caza. Es un perro que tiene muy buena vista y que dispone de gran paciencia para acechar a sus presas.
El Shar Pei es un perro con inventiva que sin duda regalará a sus dueños muchas horas de diversión especialmente mientras crece. Es un perro que disfruta de los juegos, tanto con otros perros como con las personas, y puede ser absolutamente fascinante observar a un Shar Pei pensando que decisión tomar antes de entrar en acción.
EL Shar Pei no es una raza con problemas de salud. Afortunadamente los criadores responsables y dedicados han hecho todo lo posible por erradicar los problemas que presentaba y sus esfuerzos han dado dividendos.
El síndrome del corvejón hinchado requiere particular atención tratándose del Shar Pei. También se le conoce como la fiebre característica del Shar Pei y como amiloidosis sistémica. Aunque el perro no muestre signos de la enfermedad, puede portarla genéticamente de modo que, si se cruzan dos perros con los genes portadores del mal, los cachorros podrán padecer o portar el síndrome.
El desorden está causado por la incapacidad para descomponer y eliminar la proteína amiloidea. En su defecto, la proteína se vigoriza y con el tiempo destruye los riñones y el hígado. Como consecuencia de esto el Shar Pei así afectado morirá a temprana edad debido a fallos renales o hepáticos.
Los síntomas son letargo, poco apetito y, a veces, temperatura alta combinada con escalofríos. El gran hocico y los ojos del Shar Pei pueden también estar hinchados, síntomas parecidos a los de una picadura de avispa. El perro puede gruñir de dolor cuando se le toca el hocico. Las articulaciones pueden estar rígidas y el perro puede tener dificultad en colocar una o ambas patas traseras en el suelo. Las patas traseras pueden hincharse y engrosarse.
Otro signo apreciable en los cachorros afectados es el dorso arqueado debido al gran dolor abdominal. También pueden presentar vómitos y diarreas.
Los ataques tienen lugar con frecuencia variable. Pueden darse una vez a la semana o también pueden sufrir un par de ataques y nunca más. Sin embargo, incluso si no son muchos, su causa debe ser concienzudamente investigada y, si se trata del síndrome del corvejón hinchado, el perro en cuestión debe ser eliminado de todos los programas de cría.
La edad habitual en que el síndrome se presenta en el Shar Pei es entre los 4 y los 18 meses de edad, pero se han documentado casos más tempranos y otros que no han mostrado signo alguno hasta la madurez.
Para aliviar lo más posible las molestias, se debe mantener la temperatura dentro de lo normal. Puede uno lavarle la parte de atrás de las orejas y mantenerlo dentro de una habitación tranquila y fresca. No se le debe forzar a comer, pero es conveniente que beba sorbos de agua con miel.
Es beneficioso mantener al perro enfermo bajo una dieta baja en proteínas (del 16 al 20 %) y la flor de azufre puede ayudar a purificar el sistema. El perejil fresco puede ayudar a los riñones.
El entropión es el enrollado hacia dentro de uno o ambos párpados y los buenos criadores están esforzándose mucho por eliminar este problema de la raza. El entropión causa una constante irritación del ojo debido a que las pestañas rozan con la córnea.
Aunque no es en modo alguno un problema específico del Shar Pei, lo que produce el entropión en esta raza es, generalmente, un exceso de arrugas alrededor del ojo. Algunas veces, el problema puede ser tan severo que los ojos de un cachorrillo no pueden abrirse cuando debieran hacerlo, de modo que es esencial observar atentamente los ojos de todo cachorro de Shar Pei, especialmente durante las primeras semanas y meses de vida. Si hay cualquier signo de secreción, parpadeo o cualquier otra molestia, debe consultarse al veterinario inmediatamente.
En los casos severos, se hace necesaria la cirugía correctiva, pero a menudo el problema puede rectificarse virando el ojo. Esto implica enrollar el párpado hacia fuera, suturándolo donde debe estar y dejándolo así por un par de semanas o más, para dar tiempo a que las arrugas se alisen. Puede ser necesario repetir el procedimiento mientras dure el desarrollo del cachorro y las arrugas cambien.
El ectropión es lo contrario del entropión; ocasionalmente puede encontrarse un perro afectado del primero en un ojo y del segundo en el otro. Las lágrimas artificiales pueden ser útiles en el caso del ectropión porque como los párpados cuelgan o se enrollan hacia fuera del ojo, la conjuntiva queda expuesta, dejando al ojo bastante mal protegido.
Muchas razas de perros pueden padecer úlceras en los ojos, así que no es un problema único del Shar Pei. Pueden ser consecuencia de rasguños o del polvo y la suciedad que entran en los ojos. Se presentan al margen de si el perro tiene o no entropión. Al primer signo, debe consultarse al veterinario para que administre la medicina correspondiente. Por supuesto, el ojo debe mantenerse limpio y será útil hacerle lavados cuidadosos con agua tibia. Las lágrimas artificiales, que pueden conseguirse de un veterinario o un farmacéutico, pueden igualmente resultar beneficiosas para de esta forma mantener elojo lubricado.
Cuando el relleno del labio inferior del Shar Pei es excesivo, puede enrollarse y cubrir los dientes inferiores. Esto hace virtualmente imposible observar la mordida y provoca dos problemas. Primero, la incomodidad obvia que sufre el perro al masticar la comida, pero también y con el tiempo, la presión ejercida sobre los dientes inferiores termina por empujarlos hacia atrás dando lugar a una mordida aparentemente retrasada. Tales perros no deben ser usados nunca en un programa de cría, aunque la cirugía correctiva pueda ayudarlos a vivir de modo más llevadero.
La elongación del paladar blando no es rara en muchas de las razas de hocicos cortos y el Shar Pei no es una excepción. Cuando la elongación es ligera, no hay mayores problemas salvo la tendencia a roncar. Sin embargo, en los casos más severos pueden llegar a afectarse las acciones de comer y de respirar, por lo que el perro se fatiga rápidamente. Aquí es necesaria la atención veterinaria para eliminar el exceso de tejido.
Cuando un cachorro inhala, los orificios nasales se comprimen y esto provoca el cierre de los conductos de ventilación. Se hace necesaria la cirugía correctiva para eliminar parte de la trufa o de las ventanas nasales, y no hace falta decir que los perros afectados no deben usarse nunca para criar.
Debido a que los canales del oído (y la oreja misma) del Shar Pei son pequeños, tienden a contaminarse con bacterias que causan infecciones. Es esencial revisarlos sistemáticamente y estar al tanto de cualquier señal de olor desagradable o secreción cerosa. Los líquidos limpiadores de orejas son de fácil adquisición, aunque es necesario aclarar que no se debe nunca profundizar demasiado en la oreja. Una oreja enferma produce una notable incomodidad que hace que el perro sacuda constantemente la cabeza y, en el peor de los casos, la mantenga inclinada.
EL Shar Pei es una raza con tendencia a sufrir problemas de la piel debido, en parte, a sus arrugas. También puede sentir dolor entre los dedos y en el interior de las almohadillas plantares. El uso de un talco medicinal ayudará, pero los perros deben ser alejados de las superficies mojadas y húmedas. Se debe evitar que se laman o mordisqueen los pies, algo que ocurre a veces como resultado del aburrimiento.
La erupción (rash) del Shar Pei es conocida en ocasiones como el síndrome del Shar Pei. La piel se enrojece y se inflama y en determinados puntos hay pérdida de pelo en forma de parches que le dan la apariencia de estar «apolillada». Se cree que la causa puede ser el propio pelo rasposo del perro que irrita la piel. Ocasionalmente la pérdida de pelo puede extenderse a todo el cuerpo y, lo que es peor, los síntomas no responden bien al tratamiento.
Este desorden se manifiesta por la aparición de bultos y protuberancias en la piel, así como una posible secreción causada por una especie de mucus que se forma bajo la piel. El Shar Pei tiende a tener más mucina que otros perros debido, en parte, a la gran cantidad de arrugas. La mucinosis no es un problema de salud per se, aunque afecta la apariencia del perro. Si la mucinosis produce una infección, entonces será útil usar antibióticos.
El prolapso rectal no debe confundirse nunca con un absceso anal. El prolapso ocurre ocasionalmente en el Shar Pei cuando una masa inflamada sobresale del ano. También puede haber sangre. Este prolapso es provocado por una serie de razones diferentes, por lo que se debe acudir al veterinario inmediatamente.
Algunas líneas de Shar Pei portan inmunodeficiencia, lo que quiere decir que el sistema inmunitario está deprimido, aunque a veces parece recuperarse por sí solo a medida que el cachorro madura. Este roblema se detecta frecuentemente cuando el cachorro presenta fiebre alta sin razón aparente. Los casos severos pueden acarrear serios problemas de salud y los perros afectados son susceptibles de padecer sarna demodécica.
La displasia de la cadera (DC) afecta a muchas razas diferentes de perros y consiste en que la cabeza del fémur no se ajusta bien dentro del acetábulo de la cadera. Esto puede causar una presión constante en la articulación que da lugar a la formación de depósitos de calcio. De todo ello puede derivarse también la artritis. Cuando un veterinario sospecha de DC aconsejará al propietario que someta su perro a las pruebas actualmente disponibles. Un perro que tenga las caderas enfermas no deberá jamás ser reproducido.
La displasia del codo, que agrupa una serie de desórdenes que afectan la articulación, puede también presentarse en el Shar Pei y generalmente se detecta entre los cuatro y los siete meses de edad.
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A pesar de que el Shar Pei es una raza china de creciente popularidad, son diversas las opiniones en torno a su verdadero origen y a sus funciones, porque, durante siglos, apenas ha existido información sobre el tema. Para empeorar las cosas, toda la documentación sobre la población canina china de la antigüedad fue destruida por el emperador Ch’in Shih alrededor del año 225 antes de Cristo.
Lo que sí sabemos es que ha habido muchos periodos de la historia de China en que sus habitantes han estado interesados en la cría de perros. Algunas veces, los perros eran sólo tenidos como animales de compañía, pero en otras ocasiones fueron utilizados para cazar y, frecuentemente, como fuentes de carne, cuero y pieles.
Su historia se remonta a la dinastía china Han (206 a.C. – 220 d.C.), con estatuas de perros en tumbas que recuerdan la raza. Estas figuras de arcilla representan perros de cuerpos cuadrados, patas cortas, colas enroscadas y expresión ceñuda. Vasijas de la misma época también muestran figuras de perros de constitución fornida y patas cortas, con colas erectas y breves que pudieran tener alguna relación con el Shar Pei que conocemos hoy.
Es una creencia generalizada que el Chow Chow jugó un importante papel en la historia del Shar Pei, y no sólo por compartir con él la rara lengua negro-azulada. El Dogo del Tíbet es también un antepasado del Shar Pei y posiblemente algunas de las otras razas de mastines estén de igual modo entre sus antecesores. Al mirar hacia atrás en la historia de la raza debemos tener presente que durante la dinastía Han el imperio romano estaba en vertiginosa expansión, lo que dio lugar a la apertura de rutas comerciales a través del Asia Central. Tales rutas pudieron haber permitido la llegada a China, junto a otros objetos comerciales, de los perros existentes en las colonias romanas.
También se supone que el Montaña del Pirineo es otra de las razas que puede haber jugado su papel en la formación del Shar Pei, porque algunos Shar Pei tienen, como esa raza, dedos suplementarios dobles. No obstante, hay que decir que este rasgo puede encontrarse en muchas razas diferentes, lo mismo en Francia y Mongolia que en otras regiones del Asia.
El origen de la raza parece haber sido el Dah Let (también puede escribirse Tai Leh), localizado en la provincia de Kwan Tung, cerca de Cantón, en el sur de China. Un antepasado cercano es indudablemente el perro de pelea Dah-Let que, como su nombre chino indica, se utilizaba con ese propósito. Sus mandíbulas eran fuertes y por tanto capaces de agarrar fácilmente al oponente, al mismo tiempo que su pelaje tieso hacía difícil que el oponente lo pudiera sujetar con la boca, lo cual significaba otra ventaja. De hecho, el Shar Pei puede usar su pelaje como un medio de defensa erizándolo aún más cuando es necesario.
En los primitivos perros de pelea la flexibilidad de la piel era también muy útil, porque les facilitaba poder girar y maniobrar para soltarse fácilmente del agarre de otro perro. Como la piel era gruesa y esponjosa, eso evitaba que los tejidos subyacentes resultaran lastimados. Las arrugas también eran importantes como medio de protección aunque, si eran excesivas, podían ser fácilmente desgarradas. Se dice que las orejas de algunos de los Shar Pei más primitivos eran tan pequeñas como la uña del pulgar, sólo tenían el tamaño suficiente para cubrir la abertura del oído. Una oreja tan pequeña era también muy útil a la hora de pelear, porque el atacante no las podía asir.
Las peleas caninas eran el pasatiempo de los granjeros y de los habitantes de las pequeñas ciudades, quienes no tenían ninguna otra vía de distracción. Se decía que la raza tenía todos los rasgos de un gladiador, pero en cuanto al temperamento, el Shar Pei no es un luchador nato. No obstante, se considera que si recibe de su dueño el estímulo para la pelea desde una temprana edad termina disfrutando con esta actividad.
Hay varias figuras de porcelana china pertenecientes a la dinastía Ch’ien Lung que representan perros de pelea muy parecidos al Shar Pei que conocemos en la actualidad, aunque no muestran tantas arrugas y –los que yo he visto– tienen colas peludas.
Un perro de la talla y carácter del Shar Pei no era, sin embargo, contendiente para las razas más grandes y más pesadas que arribaron a China. En realidad, se ha dicho frecuentemente que al Shar Pei había que darle estimulantes artificiales para desarrollar su instinto de pelea. Hoy en día, esta raza tiene una naturaleza aún más noble y, mentalmente, la mayoría de los ejemplares están bien lejos de sus antepasados.
También es bueno recordar que en China se llamaba «perro de pelea» a cualquier perro capaz de proteger la propiedad, así que es posible que el término permaneciera en uso mucho tiempo después de la época en que el Shar Pei era utilizado para la lucha. Aunque es cierto que los piratas y marineros lo utilizaban en los puertos como perro de pelea, el Shar Pei pronto se convirtió en un perro polivalente, utilizado lo mismo como guardián del hogar que como cazador, especialmente del cerdo salvaje. Es menos probable que se le haya utilizado como cobrador, porque tiene el hábito instintivo de sacudir todo lo que atrapa.
La complicada historia de China siguió adelante. La dinastía Han, durante la cual la tenencia de perros había alcanzado cierta importancia, terminó. Hubo aún más registros destruidos, materiales que hubieran sido muy útiles a los investigadores posteriores. Típicas acciones destructivas fueron las del emperador tuerto Yuan, quien vivió durante los siglos XIII y XIV. Al conocer que iba a ser asesinado, quemó sus 140.000 libros antiguos antes de permitir que cayeran en manos de aquellos que consideraba no los merecían. También es muy interesante notar que no permitió que se colocaran en su tumba figuras de barro con formas de perros, a pesar de que ésa era la costumbre en aquella época. En 1644, al final de la dinastía Ming, el interés por los perros había disminuido considerablemente y muchos animales de la mayoría de las razas cayeron en una seria decadencia.
Aunque hubo un periodo de doscientos años de restricción comercial que comenzó a mediados del siglo XIV, siempre hubo relaciones mercantiles entre Oriente y Occidente. A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, un embajador ruso llevó sus perros a China, algunos de los cuales eran sabuesos. Además de casos como éste, se sabe que los perros fueron usados a menudo como regalos especiales entre reyes y emperadores.
A partir de 1949, cuando China fue tomada por el comunismo, se impusieron elevadas multas por la posesión de perros de cualquier tipo, porque estos animales fueron considerados artículos de lujo. Más tarde, Mao Tse Dong decretó que las mascotas eran símbolos de las clases privilegiadas y ordenó su exterminación masiva. Como consecuencia de esto, la población canina de las ciudades fue diezmada aunque, afortunadamente, en ciertas áreas rurales remotas lograron sobrevivir algunos ejemplares.
Sólo unos escasos y pequeños grupos de Shar Pei quedaban con vida en 1950 y habían sido pasados de contrabando a las áreas rurales de Hong Kong, Macao y Taiwan.
Antes de 1970 sólo sobrevivían unos pocos Shar Pei, pero a comienzos de esta década un pequeño grupo de personas decidió emprender la preservación de esta raza. Este grupo de gente con pensamiento positivo, que incluía a C.M. Chung, un criador de Shar Pei, y al joven Matgo Law, buscaba desesperadamente algunos representantes de esta raza en rápido declive. No pudieron adquirir muchos, pero los que encontraron formaron básicamente los cimientos de la raza que conocemos hoy en día. Por ese entonces, la raza era considerada «de riesgo» por lo que el Shar Pei fue reubicado en Hong Kong para poder establecer un programa de cría.
Como había tan pocos Shar Pei de donde seleccionar se usaron todas las líneas disponibles, lo que implicaba el uso frecuente de perros sin pedigree conocido. Se utilizó la consanguinidad con el propósito de conseguir perros lo más parecidos posible al tipo original. En esta etapa temprana de la reforma de la raza, los criadores se concentraron primeramente en producir perros típicos; la perfección era secundaria.
Cuando ya se hubo logrado el típico Shar Pei, entonces se redactó un estándar para la raza que proporcionó una imagen muy clara de la raza que había producido aquellos que provenían de su país de origen.
Un cachorro de Shar Pei criado por el C.M. Chung fue exportado a los Estados Unidos en 1966 y fue el primer Shar Pei conocido que llegó a América. Su nombre era «Lucky» (Afortunado). Entre los años 1966 y 1967, cinco Shar Pei llegaron a los Estados Unidos, pero al principio apenas había interés en la raza. Conocido oficialmente en aquella época como «Perro Chino de Pelea», el Shar Pei fue en realidad expuesto por primera vez al mundo occidental en 1971.
Una revista incluyó la imagen de un Shar Pei dentro de un artículo dedicado a las razas raras o exóticas, y decía que probablemente se trataba del último sobreviviente de la raza. Este artículo no provocó reacción alguna, pero en 1973 Matgo Law escribió otro titulado «Perros Chinos de Pelea», en la revista estadounidense Dogs. Él expuso sus preocupaciones en torno al destino de la raza, especialmente porque Hong Kong pasaría a ser gobernada por el gobierno comunista de China a finales del siglo.
Como resultado de este artículo se recibieron muchas preguntas y fueron tantos los pedidos de compradores potenciales que no hubo manera de satisfacerlos. Sin embargo, esto marcó el verdadero comienzo de la importación de la raza hacia Estados Unidos, desde Hong Kong, Macao y Taiwan.
Los primeros perros importados tenían tipos muy variados. Algunos no sólo portaban problemas genéticos, sino que muchos tenían grandes defectos. Estaba claro que esta nueva y exótica raza era vista por algunos como una oportunidad para hacer dinero y muchos de los primeros criadores parecían contentos con sólo producir el mayor número de perros en el menor tiempo posible.
Afortunadamente, dentro de aquellos primeros propietarios había cierto número de dedicados entusiastas, algunos de los cuales eran ya experimentados criadores de otras razas caninas. A causa de la experimentación a que había estado sometida la cría del Shar Pei en los primeros tiempos, existía una gran disparidad en el tipo hasta el punto de que algunos perros no se ajustaban al estándar racial que se había establecido.
Hacia 1974 había entrado en los Estados Unidos un número suficiente de Shar Pei como para que surgiera la decisión de organizar un club, lo que daría la posibilidad de aunar los conocimientos y la experiencia acumulados en los años formativos. La primera reunión del club tuvo lugar en Oregón el 26 de abril de 1974, y la segunda en julio del mismo año. Se discutió la posibilidad de que los perros pudieran ser registrados por el American Kennel Club (AKC, asociación canina en los Estados Unidos con libro de orígenes genealógico). Hacia 1976 se conocían en el país treinta criadores de Shar Pei, aunque no todos eran miembros del club. Entonces se decidió adoptar para la raza el nombre oficial de Shar Pei Chino y también se revisó su estándar. Es interesante notar que se establecieron precios mínimos para la venta de los cachorros y también para el pago de las montas.
Hasta entonces había habido pocas oportunidades de exhibir la raza, pero hacia 1978 había suficiente número de ejemplares compitiendo en las exposiciones como para organizar una especial o monográfica. En la década de 1980, el número de perros creció de manera espectacular y en la exposición nacional fueron presentados varios cientos de ellos.
El estándar para la raza fue revisado más tarde en los Estados Unidos, y se borró toda referencia relativa al Chow Chow y a los perros de pelea. Este nuevo estándar se puso en vigor en 1982, pero de entonces a la actualidad ha sido revisado varias veces.
Importantes conquistas en la historia del Shar Pei tuvieron lugar cuando, el 8 de mayo de 1988, la raza fue aceptada por el AKC dentro de la clase Miscelánea y cuando, en 1992, el primer Shar Pei estadounidense ganó el título de campeón del AKC.
Pero no únicamente los Estados Unidos continentales estaban disfrutando y promoviendo el Shar Pei. La raza había llegado a Hawai en 1970 y a Filipinas, desde los años de 1980.
El primer Shar Pei importado de Gran Bretaña, Heathstyle Dandelion, arribó en 1981. Este perro leonado fue criado en los Estados Unidos e importado hacia Gran Bretaña por Heather Ligget. No sólo apareció en varios espectáculos televisivos, sino que –y esto es más importante– produjo ejemplares que fueron luego grandes campeones. Más tarde en el mismo año, Heather Ligget importó una hembra –esta vez de la cría de Matgo Law, en Hong Kong– cuyo nombre era Down-Homes Junoesque of Heathstyle. Del cruzamiento de estos dos ejemplares importados nació la primera camada de cachorros de Shar Pei en Gran Bretaña.
Otras varias líneas de Shar Pei fueron importadas y, como ocurrió en los Estados Unidos, en los primeros años hubo considerable diversidad en el tipo debido a la falta de información sobre los antecesores. En 1982, se registraron en el Kennel Club de Inglaterra 14 especímenes de la raza y ya para entonces había listas de espera para la adquisición de cachorros. Se hizo sentir la necesidad de organizar un club, pero habrían de pasar aún cuatro años antes de que el Club del Shar Pei de Gran Bretaña fuera oficialmente reconocido por el Kennel Club. Su revista del club, The Wrinkle (La arruga), publicada por primera vez en 1984 estableció un valioso vínculo entre los miembros. Además de otros eventos, este club también organiza seminarios educativos, de particular interés para los jueces de la raza.
Otro club entusiástico de la raza es el (propuesto) Midland Shar Pei Club. Fue establecido en 1992 y sus numerosos miembros disfrutan de un activo programa de eventos, a pesar de que el club está aún aspirando al reconocimiento oficial del Kennel Club.
El primer Open Show (Concurso no Puntuable) se organizó conjuntamente con el Rare Breeds Spectacular (el show de las razas exóticas), en 1987, y ya en 1990 el Shar Pei tenía programadas las clases de la raza en la Exposición de Crufts. El Kennel Club permitió en 1999 que se le concediera a la raza Certificados de Desafío, lo que permitió que el Shar Pei compitiera por el título de Campeón.
Aunque no se le encuentra en gran cantidad en otros países, en la actualidad el Shar Pei está representado en muchas naciones, como Australia, Canadá, Nueva Zelanda y América del Sur. Es una raza particularmente fuerte en Alemania, que fue el primer país europeo en importar Shar Pei (el importador fue Joachim Weinberg).
La raza se mantiene todavía activa en la ciudad de Hong Kong y la cría que allí tiene lugar ha tenido una influencia sustancial en el Shar Pei de Japón.
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Este es un perro de tamaño mediano, activo, compacto, cuadrado, de lomo corto. Las arrugas del cráneo y de la cruz, sus orejas pequeñas y su hocico de hipopótamo le imparten una apariencia única. Los machos son más robustos que las hembras.
La altura del Shar Pei, desde la cruz hasta el terreno, es aproximadamente igual a la longitud del cuerpo, desde la punta del hombro hasta la punta del glúteo, sobre todo en los machos.
La longitud de la nariz hasta la depresión naso-frontal es aproximadamente igual a la de la depresión naso-frontal hasta el occipucio.
Este es un animal tranquilo, independiente, leal y afectuoso con su familia.
Es más bien grande, en proporción con el cuerpo. Las arrugas que se forman en la frente y en las mejillas se extienden hacia abajo formando la papada.
De longitud mediana, fuerte, bien implantado en los hombros. La piel floja debajo del cuello no debe ser excesiva.
Se considera sumamente indeseable la presencia de pliegues de la piel del cuerpo en los perros adultos, excepto en la cruz y en el nacimiento de la cola, en donde los pliegues deben ser moderados.
Gruesa y redonda en la base; se adelgaza gradualmente en forma de punta fina. De implantación bien alta, una característica distintiva de la raza. Puede presentarse alta y encorvada, llevada en un rizo cerrado, encorvada sobre la espalda o cayendo hacia uno u otro lado de ésta. La ausencia de cola o la cola cortada son sumamente indeseables.
Rectos, de longitud moderada, de huesos fuertes. No hay presencia de arrugas en los miembros anteriores.
Son musculosos, fuertes, moderadamente angulados. Vistos desde atrás, se presentan perpendiculares al terreno y paralelos entre sí. La presencia de arrugas en los muslos, las piernas, los metatarsos, así como una piel gruesa en los corvejones son indeseables.
De tamaño moderado, compactos; no son aplastados. Los dedos poseen articulaciones fuertes. No hay presencia de espolones en los pies posteriores.
El trote es el movimiento predilecto. Es libre, ágil, balanceado, con un buen alcance en las extremidades delanteras y un fuerte impulso de las extremidades posteriores. Cuando el perro aumenta la velocidad, los pies tienden a converger en una línea central. El paso en zancos es indeseable.
Es una característica distintiva de la raza: pelo corto, duro y cerdoso. Sobre el tronco, el pelaje es recto y separado, pero en las extremidades es más pegado. No hay presencia de una capa interna de pelos. La longitud del pelo puede variar entre 1 a 2,5 cm. Nunca debe asearse.
Todos los colores sólidos, excepto el blanco, son aceptados. La cola y la parte posterior de los muslos son a menudo de un color más claro. Se permite un sombreado más oscuro a lo largo de la espalda y en las orejas.
De 44 a 51 cm.
Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar.
Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.
Nota: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
Advertencia: Cualquier alteración física artificial que se haga al Shar Pei (sobre todo en los labios y los párpados) elimina al perro de la competencia.
Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...